PATER/MÁTER
Lo cierto es que hablar de mujeres y de hijos sin traer lo de los padres, es meterme en una charca de la que no sé cómo voy a salir, lo sé. Y que nadie me manda correr tal riesgo, también lo sé. No obstante, lo voy a hacer a pesar de que actúo sin red, y sin paracaídas, y puedo salir malparado. Pero es que vengo observando, y respetando también, cuidado, desde hace mucho tiempo, que se repiten, como en unas constantes fijas, determinadas posturas y declaraciones formales de féminas cuando, no importa la causa ni el motivo, se les pregunta por qué quieren, o no quieren, tener hijos, bien bajo la circunstancia de en pareja, o bien bajo la de en soledad. Con permiso, paso a definirlas: Cuando, en pareja, se pregunta a la mujer el motivo por los que evita los hijos, el catálogo de razones invariablemente pasa por “el temor al incierto futuro”, “nuestro trabajo no nos permite mantener/cuidar de…”, “he de realizarme profesionalmente”, “hemos de disfrutar antes