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TORRE-PACHECO, MURCIA, Spain
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...

martes, 22 de diciembre de 2015

COHERENCIA

Vivimos un mundo incoherente, es cierto… Pero el mundo, incoherente o no, está hecho o deshecho, formado o deformado, y modelado, por las personas. Por todos y cada uno de nosotros. Luego la incoherencia del mundo, de la sociedad, es nuestra propia y personal incoherencia. No hay peor enemigo de la coherencia que el tándem sentimientos/intereses. El ser humano muy a menudo se comporta según su sentimiento, y luego actúa según su interés. No hablemos de los políticos, que hacen oficio de las mayores incongruencias, puesto que actúan al revés de lo que predican, y hacen lo contrario de lo que proclaman.

                Un ejemplo de pura incoherencia ilustrada, y sin culpa propia, pues si está en el mercado es por demanda social: Icon es una revista estilosa para dandys, de clase, para hombres con estilo y money, una revista, diría yo, para moneyman´s, perfecta, de gran calidad, donde sus anuncios se reparten entre el Moët Chandón y Guzzi, pasando por Hugo Boss o Rólex. En una de sus muy cuidadas ediciones, aparece un artículo: “Generación Bataclán”, excelentemente tratado y bien escrito, donde hace un retrato-robot del terrorismo yihadista tan descarnado y brutal como acertado. Sin embargo, más adelante, en página completa a la derecha, nos llama a todo color un magnífico anuncio de los Emiratos enfilado al más refinado hedonismo. “Lleva tus conversaciones a otros niveles en Dubai”… “contemple el atardecer desde los hoteles más altos del mundo”…”Hello Tomorrow. Emiratos”… No aclara, naturalmente, si esa conversación puede realizarse con todas las garantías de la Declaración de los Derechos Humanos de la Onu y que esos países violan con sus propias leyes, cuando no financian de tapadillo el propio terrorismo.

                Se podrá decir que una cosa son los negocios y otra nuestros convencimientos. Pero eso es una falacia. Si el negocio lo hacemos ajeno a nuestra conciencia nos convertimos en falsarios y construimos un mundo falso. No podemos decir que somos limpios y transparentes cuando en nuestro partido se practica la corrupción y nepotismo de puertas giratorias. No podemos formar parte de ningún Consejo de Seguridad, y, a la vez, vender armas a los países en conflicto. No podemos estar a favor de los pobres al mismo tiempo que blanqueamos el dinero de los ricos. No podemos decir que trabajamos por el pueblo cuando solo trabajamos para nosotros. No podemos representar ningún ísmo cuando cuando jugamos para el ísmo que mejor nos pague, ni de sentir los colores de ningún equipo cuando antes pasa por lo de nuestro bolsillo. No podemos hablar de amor y buena voluntad comiendo, bailando, emborrachándonos y consumiendo frenéticamente. No podemos ser feminista y a la vez modelo de pasarela o miss nosequé. No podemos ser izquierda a la vez que altos funcionarios. No podemos ser y luego no estar, o estar para luego no ser. No podemos… no… no debemos.

                No debemos, pero lo hacemos. En mayor o menor medida, pero lo hacemos… Y es que la perversión última (todo es negocio) es convertir las incoherencias en moda. El Black Friday, la Navidad o el deporte, todo lleva aparejado la inmolación de la coherencia. Un famoso y jovenoso conjunto musical cuyos miembros visten muy medidamente descuidados, con la más cuidada informalidad, con la más previsible dejadez pija de moda, sin saberlo, están proclamando la más absoluta y descarnada incoherencia. Quieren demostrar con ese mimado descuido que son ajenos a lo que precisamente son sus esclavos: la moda de la apariencia. Es un solo ejemplo entre muchísimos iguales, idénticos uno al otro, además, que encima practicamos el más despersonalizado mimetismo…

                Y la apariencia, como la incoherencia, es tribal, fermenta en el grupo, porque es todo lo contrario al librepensamiento. Cuando la persona se hace gente deja de ser persona y se convierte en masa, en seguidor de… Y ya piensa, siente y actúa como el grupo, no como indivíduo. El antídoto para encontrar la coherencia personal es volver a ser uno mismo. Y hay que hacerlo ligero pero sin prisas ni pausas, si no queremos terminar antes de haber empezado. Como esa parte de la sinfonía, allegro ma non troppo…

martes, 15 de diciembre de 2015

PARALELISMOS

El organismo humano es un mecanismo extraordinariamente complejo. Y, a la vez, cuanto más complejo y evolucionado en su estructura, más expuesto a romperse y más delicado en su funcionamiento. Casi podríamos decir que a mayor perfección, mayor riesgo. El de los seres humanos, por ejemplo, está sujeto a mil factores: alimentación, hábitos, medioambientales, mentales, culturales, sociales, económicos incluso… que lo limitan, lo condicionan o lo enferman, y que son factores que, en teoría al menos, escapan a su control. Y digo en teoría, porque, en realidad, es el propio hombre el que influye y modifica directamente esos factores para bien o para mal. Resulta paradójico, pero realmente es así. Nosotros mismos nos construimos o destruimos nuestra propia salud viviendo como vivimos. Lo que pasa es que igual que tenemos capacidad para arruinar el medio natural y nuestro propio organismo en el mismo kit, igual desarrollamos la misma capacidad para recomponernos en parchearnos sobre la marcha a través de la medicina, esto es, la farmacia, y la cirugía, que, en definitiva, no son más que la química y la mecánica del organismo. Yo mismo tiro de mi salud con media docena de reparaciones de taller a base de ocho pastillas diarias, que es el aporte químico que necesita mi cuerpo para funcionar…
               

               Pero es que, con la democracia y la forma de gobierno de ese mismo ser humano pasa exactamente igual. El sistema de la democracia quizá también sea el más complejo, evolucionado y perfeccionado en lo que cabe, organismo social y político, y por eso mismo también, igual de expuesto a romperse o averiarse en su delicado funcionamiento. Como el organismo humano, a mayor perfección, mayor riesgo. Podríamos incluso comparar un organismo unicelular, sencillo y elemental, poco o nada evolucionado, con una dictadura, y un pluricelular, complejo y evolucionado, con una democracia. El tamaño no importa. Puede ser una gigantesca ameba o un minúsculo orgánulo. La cuestión es la misma que en nuestro organismo, que podemos vivir en la salud o en la enfermedad, según nosotros mismos cuidemos o destruyamos el medio natural en que nos desenvolvemos, al igual que podemos sanar o enfermar nuestra sociedad y nuestra convivencia según nosotros mismos cuidamos o pervertimos el medio democrático en el que nos desenvolvemos. Y podemos hacerlo en un estado político sano, o que, como yo, tenga que pasar por el taller hospitalario de reparaciones, y funcione, o medio funcione, con su dopaje regular de píldoras. Todo depende, naturalmente, de la interrelación, sana o enferma, de las distintas células que forman ese organismo.

                Porque si examinamos de cerca las democracias europeas, y especialmente la española, están enfermas… la nuestra, seriamente enferma. Los organismos pluricelulares tienden a ser más complejos, completos y perfectos, uniéndose y multiplicándose formando uno solo de muchos, fuerte y compacto. Europa no termina de conseguirlo. Está estancada, en un intento donde la insolidaridad y los egoísmos intercelulares boicotean el resultado óptimo. Pero es que España anda una senda contraria, una disolución celular, un cáncer con un par de nódulos (País Vasco y Cataluña) que se retroalimentan y amenazan con producir metástasis en una democracia a medio camino aún entre esa misma democracia y la dictadura de la que proviene, y con una incultura democrática en todas sus células muy preocupante…


                La conclusión es muy simple, tanto en la salud física de nuestros miserables cuerpos, como en la salud democrática de nuestra patética sociedad: o cambiamos radicalmente de forma de pensar y la manera de actuar, o nos vamos a la puñetera mierda… Nosotros mismos.

jueves, 3 de diciembre de 2015

RETROVISIONES

Tengo ante mí una foto de alrededor de sesenta años, quizá algo más. Una enorme pared blanca de bajos desconchados y manchas de humedad en donde se abre una gran boca rectangular, negra, de oscuro interior. El sobrio estilo de las sólidas escuelas que construyó la República, y que, curiosamente, tan buen resultado dieron al régimen que la destruyó. Delante del escueto edificio, sobre suelo de tierra y piedras, alzan sus cuatro palmos de estatura ocho niños, como un conjunto daguerrotípico. Aún estiraba la postguerra, si bien las postguerras de las guerras civiles nunca parecen terminar, ni acabar jamás…


                …Juanico, Gabriel, el Doroteo, José Luís, Joaquinito, Antonio, mi hermano y yo. No sé si esa instantánea con bastante más de medio siglo recogía un grupo de la escuela regular o de las clases particulares con que aquel buen don Joaquín se afanaba en desasnarnos. No consigo acordarme bien. Ni siquiera puedo recordar el motivo de la foto. Ni porqué esos ocho precisamente. Los móviles no soñaban existir ni en el pensamiento, las cámaras fotográficas no abundaban en absoluto, y los fotógrafos escaseaban como el lujo que su profesión era. Sin embargo, tuvo que ocurrir y concurrir todo para que se diera tan extraordinaria circunstancia, sin duda alguna. Pero, ya digo, la memoria suele jugar al escondite conmigo hoy, como yo jugaba con ellos a lo mismo entonces. Es la misma realidad esquiva la que juega al escondite con todos nosotros… Sin embargo, ahí estamos, formando y conformando una figura coral de otro tiempo, o del inicio de los tiempos… de nuestros tiempos, al menos. Me fijo en nuestras figuras, nuestras ropas, nuestras caras, apenas el mensaje opaco de nuestras miradas… pero, ¿qué mensaje?, ¿qué razonamientos podían navegar entonces por las primicias de nuestras mentes?.. Me miro a mí mismo y no puedo evitar preguntarme qué hay de mí en él… qué queda de él en mí… Y me dá vértigo, y pudor, y cierta vergüenza… Porque es como una traición en carne propia. Porque sé con absoluta seguridad que entonces éramos puros, y mejores, mucho mejores, todos, que hoy. Al menos los que aún quedamos a este lado del espejo, pues los que han pasado al otro quizá hayan recuperado la pureza de lo que éramos en esa foto en blanco y negro. Sin más matices, sin mayor invasión de infinitos tonos y gamas de grises en que se nos han descompuesto todos los colores primarios del ser humano primordial… No. Tampoco siento añoranza, ¿de qué sirve..?. Solo siento un extraño e incómodo vacío, como si hubiese saltado sobre ese mismo vacío con los ojos cerrados ignorando el espacio.
               
                Un salto que ha durado apenas un segundo de la eternidad que entonces habitaba en nosotros, pero que es casi toda una vida de la que ya apenas si nos queda un pequeño resto… ¿Qué parte soy yo de mí mismo?.. No me pregunten los más jóvenes qué ha pasado en medio de ese salto, porque no sabría contestarles. Porque no lo sé realmente. Les diría que han pasado 60 o 65 años, quizá más… que ha pasado toda una jodida vida, toda una existencia. Y, sin embargo, el color y el sabor amargo de la oscuridad, los ecos del más ominoso y ruidoso silencio, es lo que llena ese espacio, tan breve y tan largo a la vez. Solo existe una sola cosa que nos salva del vacío sordo y brumoso de ese salto. Nuestros hijos, nuestros nietos, nuestra familia, los amigos que aún nos hacemos mutua compañía en ese camino que en un lejano tiempo empezamos juntos. Los que nos regresan en el recuerdo de esos entonces y los reconocemos porque compartimos un mismo origen… Y por eso, por ello, por ellos, mejor dicho, sabemos que los ocho de la foto existimos. Y somos. Y aún estamos algunos. Aún quedamos una parte… Pero, por lo demás, poco o nada. Solo sé del poso que nos deja...

                Miro y remito la vieja foto… “Los Santos Inocentes”. Así mismo la bauticé, rotulándola cuando la rescaté… ¿o me la rescataron?, del pasado. Me digo a mí mismo que le puse ese nombre como homenaje a la obra magistral de Pilar Miró, pero pienso que esa es una excusa ilustrada. Mejor creo que es como un reconocimiento íntimo a la edad de la inocencia. No a las de los ocho, explícitamente, si no a la de toda una generación y a la parte de una humanidad que ya está dejando de existir. Incluso, para ser más concreto, a la de todos los seres humanos de toda una época…

                …Porque, seamos sinceros, ¿la época actual tiene la misma carga de inocencia que entonces?.. Yo albergo ciertas discrepancias. Diría que, si acaso, son inocencias distintas, depositarios de conocimientos y sentimientos diferentes. Me da vértigo pensar en los niños de hoy dentro de 60 o 70 años, verdadero pavor en imaginar su salto en el vacío, y en los seres que serán en su entonces… Pues si algo tengo por cierto mirándome en mi distancia, en mi propia y personal distancia, es que ese niño que me mira desde mi pasado, y al que yo intento analizar desde mi presente, somos la misma persona, pero no el mismo ser. Y no puede existir el mismo cielo para los dos…


MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – El Mirador – www.escriburgo.com

martes, 24 de noviembre de 2015

CUENTO SAGRADO

Como está claro que este gobierno quiere hacer de la población española una grey de mansos chupacirios a los que se les quite la capacidad de pensar y razonar con lógica, de ahí el destierro de la filosofía del sistema educativo y la implantación de la religión en el mismo, y yo estoy por defender el estado laico e independiente de nuestra Constitución, y no el confesional de ninguna iglesia dictadora, me voy a permitir, en clave liberal y de humor, el versionar alguno de las pasajes de esa Historia Sagrada que vuelve a por sus fueros desde el oscurantismo del nacionalcatolicismo de mi niñez. Así lo iré salpicando de vez en cuando, mientras que algún gobierno no abducido vuelva a poner el raciocinio, el sentido común y la lógica donde corresponde. Así que esta semana, si me lo permiten, voy a contar mi visión de cómo pudo ocurrir el sucedido de lo de Abraham, que, como sabéis, fue el patriarca sobre el que se fundaron las religiones del libro, a saber: islamismo, judaísmo, y, por extensión, cristianismo, emanando de esta última multitud de iglesias interpretativas, entre las que destaca nuestra católicapostólica y romana, que, durante dos mil años, menos los primeros 33, nos ha venido machacando con cuentos de sacras historias, entre otros, inventados por interesados, dogmas.
 
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                Abrám, que así respondía al principio, era un jefe de tribu nómada premosáica que vivía como un patriarca, con su legítima y su concubinaje, entre sus rebaños y su vasallaje, al que, según cuenta una interesada leyenda, un día lo visitó un tal Ángel que hizo que su mujer, ya en edad (de la época) de no parir, le gestase un tal Judá, luego apodado Israel, o “el Isra” pá los amigos, que le iba a hacer padre de muchas naciones, y de ahí que alargara su nombre al de Abraham, como le alargó la nariz al hijo de Gepetto. Bueno, esto vino a ser después del episodio en que cedió el uso de su señora al faraón en pago al arriendo de sus tierras por un tiempo definido, así que, ante la inexistencia de un análisis genético fiable, tampoco aventuraré yo la paternidad de tal vástago, que luego ya se sabe… Bien. Pues la fama le viene a este jefe beduíno, que eso y no otra cosa era el buen hombre, porque el puñetero presumía de tener línea directa con Dios, y le calentaba la oreja con las cosas más peregrinas, como la muy conocida sobre uno de sus innumerables bastardos, que era la prolongación humana de sus incontables ganados, como signo de la época. De ahí que no viera mucha diferencia tampoco entre sacrificar a un cordero cebado que a un hijo de su incontrolada descendencia. A saber si, por otro lado, tampoco era la primera vez… Y aquí viene lo del tan famoso Isaac.

                Así que estaba el ilustre personaje metido en faena, dispuesto al descabello, cuando oyó una voz de alguien que pasaba por allí, y que le gritaba algo así como: “¿Pero ánde vas, desgraciao?.. pos no que vá a matar al zagal el mú burro.. ¡suelta la faca ya mismo, gilipollas..!”, al que le contestó, un tanto azorado, el Abra: “¿Y tú quién eres?”, respondiendo el interpelado: “Pos el Ángel, ¿o es que ya no t´acuerdas de mí, joío..?”, o algo muy parecido… Claro, el relacionar al Ängel con Dios y tal, puesto que Dios y él se las daba de ser uña y carne, era cosa de conveniencia hacer lo que aquellos jefecillos tribales solían hacer, que era colocar de su parte a cualquier poder o autoridad superior que se le pusiera a tiro. De ahí lo consabido en estos casos del “ven a mi tienda a descansar y comparte conmigo mi vino, mis viandas, mis chicas y lo cagafarta, tío…” y que vean los míos con quién se codea su puñetero jefe. En una de esas recepciones no es descabellado pensar una ida de pinza por la libaciones del ufano Abraham, padre de muchos pueblos, tras reflexionar para sí, “bueno, pos ahora que he largao a mi concubina Agar con su Ismael a que se las busquen como puedan, pues a mí amiguete Yahvé no parecen gustarles los ennegrecíos, a ver si se me ocurre algo como marca de la casa pá lo de mis tribus y eso…”

                Y puede también que, un día, ante el padrino Ángel, o ante otros, se le iluminara el turbante y lanzara su Eureka: “¡yastá… o´yess que el Altísimo m´a hablao, el tío, y m´a encargao que señale a mi pueblo, que pá eso va a ser el escogío, y lo circuncide, que en eso se reconocerá que es el pueblo elegío del único Dios verdadero… Así que mañana mismo me pongo al tajo y los capo a tós, y dejaré mandao a mis descendientes que no dejen a uno sin descapullar”… Y no te extrañe que Ángel y cía celestial pusieran alas en polvorosa y no se dejasen tomar más la pluma por el jodío viejo… Es de ahí probablemente lo de que los exégetas estén de acuerdo desde entonces en no poner sexo a los ángeles.… Y colorín colorao / aquí se inició la Historia Sagrada / con tós los tíos capaos / y la religión coronada…

                Sí, ya, vale… Sé que me arriesgo a que lo más meapilas del personal, animados por la santa curia, me arranquen la piel a tiras. Y que se me excomulgue antes de ser lapidado. Pero el humor solo es irrespetuoso para el ignorante, y un bálsamo para el culto. Solo los fanáticos lo persiguen… Todas las mitologías vienen del estudio de las religiones, o al revés, y ésta, como la persa, la romana o la griega, no dejan de ser más de lo mismo y devenir las unas de las otras. Y como tal ha de ser tratada, monada…


martes, 17 de noviembre de 2015

FORMAR OPINIÓN

No existe transformación política sin transformación social. Es imposible. Salvo en los golpes de estado y las dictaduras, la forma de hacer política viene dada por la actitud de la ciudadanía, no por sus políticos, ya que éstos son el reflejo directo de los propios ciudadanos. Cuando se quiere cambiar las maneras de hacer política, los votantes, la gente de a pié, las personas, los vecinos, han de cambiar sus propias maneras. No existe otra posibilidad ni jamás ha existido. Lo que pasa es que este pueblo es novato en democracia, y lerdo y cansino en entendederas, y no lo sabe, lo ignora casi todo de la democracia, cree que es votar cada cuatro años y dedicarse a las fiestas en los intermedios. Pero es no es democracia. Eso solo es mansocracia. Y de ello se aprovecha la partidocracia. 


                Me preguntan muchos con-ciudadanos de mi solar y roal que qué se puede hacer… que si merece la pena… que si vá a cambiar algo… Y yo siempre digo lo mismo. Que hay que hacer (formar) opinión, y que claro que merece la pena, naturalmente que sí, y que por supuesto que eso cambia las cosas… Y que esas cosas y casos nunca, jamás, cambiarán, mientras nosotros no cambiemos nuestra forma de actuar, o mejor dicho, de no actuar. Lo que pasa es que no sabemos, o no queremos saber, que todo lo que debería preocuparnos es todo lo que nos afecta, y pueden ser tantas cosas que ni siquiera llegamos a pensarlo, o pensamos que no podemos abarcarlo. Mucho menos ocuparnos. Así, el que no se preocupa, tampoco se ocupa…

                Pero todo nos afecta directamente. La política sanitaria, la educativa, la de nuestras pensiones, nuestra seguridad, el costo de la vida, la cesta de la compra, los impuestos desproporcionados, una justicia justa y cercana, nuestros derechos y nuestras obligaciones, y nuestras compensaciones, y… nuestras necesidades más domésticas: nuestro pueblo, su calidad de vida, sus costos de mantenimiento, su empleo, sus servicios, su atención y su desatención, su limpieza, su policía, su imagen, sus problemas y sus soluciones… o, como dice un buen amigo mío, lo que nos cuesta y lo que vale, que no siempre se corresponde lo uno con lo otro…

                …¿Y en todo esto podemos influir?.. me preguntan bastantes con la incredulidad en los ojos y el derrotismo en el alma. Contesto lo de siempre: debemos influir, estamos en nuestro derecho y en nuestra obligación hacerlo. Lo que pasa es que a los que nos administran, a los que nos gobiernan, les interesa mucho hacernos creer todo lo contrario, y caemos en la trampa de nuestra propia falta de fé. Nuestros políticos han aprendido a practicar el régimen del Gran Hermano. El de “confía en mí, que yo me ocupo de todo, pero tú no interfieras. Tan solo, vótame”. “Yo te daré fiestas, y te mantendré cómodamente entretenido en una pista de circo contínua, a cambio de que no intervengas”.

                Les vá la paga en ello. Y es una gran, enorme, inmensa y sustanciosa paga. Tanto en  dinero como en privilegios. Me dá lo mismo un presidente(a), ministro(a), que un consejero(a), que un alcalde(sa). Dicen que los buenos consejos son gratis, desinteresados, pero en España nos salen caros, muy caros, por lo que, al ser tremendamente interesados /5.000 euros el cafelito, por ejemplo/, no deben de ser nada de buenos, salvo para los políticos, claro… Aquí, un servidor público, primero y ante todo, es servidor de sí mismo. Un gestor debe ser compensado, pero no dejar que él se compense a sí mismo, porque el pago suele convertirse en abuso…

                Y es por este mantenido por interesado estado de cosas, el porqué en este país (menos en algunos pueblos del norte, a decir verdad) no conviene que el ciudadano participe en la toma de decisiones, ni influya, ni siquiera se forme, en una opinión real y cabal de todo lo que tan directamente le afecta. Mientras más se le mantenga amodorrado, mayor impunidad para obrar en consecuencia, y, por supuesto, a conveniencia. Sin embargo, saben que cuando se empiece a despertar de ese sopor inducido, nada podrá – ni deberá – ser igual, y todo comenzará a cambiar, mal que les pese… Por eso tienen dispuestas una serie de alternativas de fogueo para que sigamos jugando al Palé, mientras ellos siguen con sus negocios reales.

                Llegados a este punto, alguno que otro me pregunta… aunque en realidad se lo está preguntando a sí mismo… ¿y, cómo?, ¿cómo se hace para empezar a concienciarnos?, ¿qué se puede hacer para comenzar a ser operativos?, ¿para ser coprotagonistas y no simples víctimas?, ¿para que se cuente con nosotros, y no solo nos utilicen?, ¿para que no seamos simples y mansos pagadores de impuestos?..

                Pues formándose e informándose, y formarse en círculos ciudadanos de opinión, alrededor de los cuales la ciudadanía se conciencia, se organice, se aglutine y pueda ejercer su influencia en las decisiones públicas que le atañen. No es nada difícil. Es tan sencillo que no somos capaces de creerlo, y al no creerlo tampoco somos capaces de crearlo. Pero es posible, y poderse, se puede. Solo hay que quererlo y ponerlo en marcha. Si en cada pueblo hubiese un círculo de opinión ciudadana podrían relacionarse, confederarse y organizarse, y convertirse en una potentísima arma de participación ciudadana a niveles superiores.


                Los países de mayor calidad democrática los utilizaron, y los siguen usando. Es una herramienta tan deseable como aconsejable, pero solo es útil para las personas vivas, no para los zombies. Y, por supuesto, para la gente con inquietudes y responsabilidad en su espíritu. Los demás, sobran todos. Aunque luego, en realidad, todos faltemos porque todos fallemos…

martes, 10 de noviembre de 2015

LA CHARCA

Vivimos en una enorme y brutal indefinición. Estamos siendo testigos de tiempos indefinibles, donde la política, las ideologías, las leyes, los comportamientos, e incluso la propia idea de democracia, parecen diluirse y convertirse en todo una extraña sopa donde todos somos parte del menú, si bien nada más que meten cuchara los de siempre. En una informe e infame charca espesa en que todos nadamos, si bien nos siguen pescando con la misma caña, aún con distinto cebo.
               
                Tenemos, por ejemplo, un Podemos que iba a cambiar la faz de la tierra prometida nada más tocar poder con su cayado mosáico de mando, a fin de hacer realidad la promesa de una tierra de la que manara leche y miel, y justicia… Y sí, donde están han cambiado de nombre las calles, y han quitado de la vista a regios bustos del ¿absolutismo? monárquico, y han prohibido carteles y escuelas taurinas, y han multiplicado la dialéctica escolar en algunas ínsulas de barataria donde tienen gobierno. Y han pintado de verde muchas ciudades, y han puesto bicicletas en otras… Pero coinciden con su casta bipartidista en no tocar los privilegios forales (agravios comparativos donde los haya), en doblar los impuestos a los ya empobrecidos jubilados, en no tocar la injusta fiscalidad, en robar la caja de las pensiones, en silenciar las escandalosas diferencias entre funcionarios y trabajadores de la calle, o en ver como se asalta la independencia judicial y mirar para otro lado… Esa nueva izquierda que se alía con el neofascismo de Más, esa extraña izquierda que olvida sus principios de ser ciudadana del mundo para atarse a sus ruines patios de corrala, a lo más mezquino del pelo de la dehesa. Esa izquierda burda y ramplona que rechaza el patriotismo para abrazar el patrioterismo…

Como también tenemos en la charca, y viene al paso, utilizar el sagrado nombre de la libertad para coaccionar, chantajear y alentar a las masas a la desobediencia ilegal e inconstitucional. El invocar un dudoso derecho para ir contra el derecho mismo. El perseguir la imposición de una república bananera incumpliendo unas leyes que luego querrán imponer a sus súbditos… ¿con qué autoridad moral?, ¿con qué perversos principios?, ¿con qué pervertido ejemplo?.. Y es que, en nuestra charca, los fascismos y los izquierdismos se han hecho un mismo comunismo, o un “común lo mismo”, donde se revuelcan y se amanceban sin ningún pudor ni vergüenza (véase por ejemplo esa ERC en la corte artúrica). Y ese “lo mismo en común” no es otra cosa que la ausencia de todo principio y la presencia de toda ansia desatada de poder. Y como coinciden en lo esencial, se asocian en lo particular, corrompiendo cualquier ideología. Al fin y al cabo, ¿qué es una ideología, sino el medio de atraer, engañar y manipular a la gente?.. Pero, en el fondo, todos buscan lo mismo, y por eso actúan juntas y cohesionadas, como la m… que son.

                El origen de todo reside en la mediocridad política. Y la mediocridad política es el fruto de la ambición y de los intereses bastardos personales y de partido por encima de los generales, incluso de la coherencia ideológica. Por eso ocurren esos flagelantes travestismos políticos. Ya no es cuestión de coherencia, si no de interés, de estrategia, de oportunidad… de ahí que se fiche un político de uno a otro partido como un futbolista cambia de equipo. Las explicaciones dadas son tan realistas como poco idealistas: es lo que ahora conviene… Sí, pero, ¿a quién?, ¿a quiénes conviene?.. ¿y, porqué..?. He citado antes, como un valor nuevo en esta charca, el total y absoluto desprecio por toda autoridad o ley. Según convenga, claro, en cada momento. Los nuevos valores podemistas de la nueva izquierda hacen gala de ello, acompañando las dictaduras localistas del separatismo o manipulando a las masas con doctrinas populistas tan añejas como parejas. Pero es que los que los acusan de populismo hacen lo mismo. Desde los padres de una patria a la que están despojando y ocupando su justicia al alcalde que desdeña cualquier imputación porque se considera por encima de cualquier ley y se niega a hacer lo que debe por pura y consecuente honradez y honestidad… ¿Qué diferencia hay entre ellos y Más y sus antisistemas?.. Pues, salvando las distancias, ninguna en lo fundamental. Se utiliza la ley en defensa del propio interés, y cuando viene contra el mismo, entonces se declara que la justicia es injusta y se proclama en rebeldía.

                Pues cojonudo… A mí no me parecería mal cuando se proclame la acracia en vez de la democracia y todos podamos hacer lo mismo. Pues si un político puede imponer leyes a los demás saltándosela él cuando le conviene, yo prefiero ser un ácrata, pues eso, al ser igual para todos, es mucho más honrado que lo que ellos practican… Me puede valer el transformismo político (allá las conciencias de sus idiotizados seguidores) pero no me sirve el secuestro de las instituciones del estado y la manipulación de las leyes a su conveniencia. Y… sin embargo, esta es nuestra charca. Charca de aguas cada vez más sucias y espesas, con actuaciones espesas de muy espesos personajes. Aguas oscuras, aguas negras, de contradicciones, de apaños y de todovales… ¿Alguna vez dejaremos de ser lo que somos para cambiar el cómo somos?..
                                                                                                            Miguel Galindo Sánchez


jueves, 22 de octubre de 2015

RELIGION(ES)

El ser humano ha necesitado la religión desde el principio de los tiempos, desde que sentía la necesidad de explicarse los porqués de todo lo que le rodeaba. Y la religión – la constituída – ha necesitado, a la vez, al ser humano, para poder obtener el poder y la prevalencia sobre el mismo. Es como una necesidad mutua y de ambos. Aparece la demanda, aparece el proveedor… aunque, con el devenir de la historia, el camino del misterio y del conocimiento se dividió en dos: el del misterio, que sigue en manos de la religión, y el de la ciencia de la mano de la investigación. Como al principio, se siguen buscando las respuestas, o bien de la mano del sacerdote armado de dogmas, o de los científicos armados de probetas… Si bien el simbolismo, el idolismo, el iconismo, sigue siendo tan útil a cualquier religión como inútil para cualquier ciencia. 


                Fué Moises, si acaso, quién intentó acabar con el primitivo totemismo religioso encaminando a un pueblo a la concepción de un Dios único, absoluto, sin cara, sin forma y sin nombre conocido, ya aventurado en la primitiva cultura egipcia de Hermes Trimegisto por cierto, al tiempo que lo apartaba de cualquier representación gráfica o iconográfica, incluso vocal. Aquel-que-es fue preferible para ser venerado como una fuerza generadora que tanto podía construir que destruir – para generar hay que regenerar – encerrada en un arca con el significado de alianza divinhumana, antes que cualquier becerro de oro con personalidad definida y nombre ya conocido.

                De hecho, las dos primeras Religiones del Libro que se originaron de ese mismo movimiento (desde Abraham), la judía (de Judá) y la ismailita (de Ismael) – árabes y judíos – y de cuya segunda ha sobrevenido el cristianismo, ambas dos siguen respetando los principios mosáicos de un Dios no nombrado, no conocido, no representado… Jesús fue, no lo olvidemos, un judío que visitaba e instaba a la sinagoga, y respetaba las Escrituras, un judío practicante, si bien que militante contra la casta y la lacra sacerdotal que hacía de la religión un poder y un negocio, intentando transformarla  en una filosofía de vida. Pero Cristo tampoco ponía rostro a Dios, ni nombre a ningún intermediario, ni establecía santos, ni hacía proselitismo alguno de nada, ni veneraba ninguna representación física ni gráfica de nada… Era un perfecto iconoclasta mosáico que supo ver, sentir, comprender, y que intentó transmitir al Yo-Soy-El-Que-Soy como un padre. El Padre.
               
                Solo cuando murió, el grupo germinal del auténtico cristianismo se dividió en dos iglesias: la de Jerusalén, la judía, apegada a sus orígenes, bajo la guía de Santiago, su hermano carnal por cierto (olvidarse del inventado por interés de Compostela) y la de los gentiles, los no-judíos, guiada por un espabilado ciudadano judeoromano, súbdito del imperio,  fabricante de tiendas y proveedor del ejército: Pablo de Tarso, que ni conoció a Jesús directamente, ni fue discípulo suyo, y que al tiempo que confeccionaba sus tiendas también confeccionó una religión cosiendo retazos de aquí y de allá e inventándose otros: el catolicismo. Si bien, a diferencia de la de su cuna, y entre otras muchas cosas, sí que necesita hacer proselitismo, hacer santos de la nada y poner rostros y nombres a estos santos, inventar intermediarios, y vírgenes mil de una madre una, símbolos y reliquias, y, en definitiva, construir una gigantesca peana a través de la cual llegar a Dios…

                En suma, desmontar una filosofía de trato directo con un Dios íntimo, interno, cercano y silencioso (“cuando quieras hablar con el Padre, retírate y búscalo en tu interior” decía el Maestro) y componer una religión con un Dios que necesita de mediadores, lejano y dictador de normas y dogmas, fuera de uno mismo, lejos de uno mismo…


                Resulta lógico pues, y natural, que los  que se sienten afectados por los hombres que se hicieron sacerdotes a sí mismos, pero que mantienen la necesidad de la religión en su alma, busquen lo absoluto en el cosmos, o en el universo, o en las fuerzas que, en definitiva, tampoco son el Dios que busca, si no la manifestación directa del poder de ese mismo Dios, si acaso… Es una peana, si acaso, mayor, más alta, más cercana a la idea principal, y con mucha, muchísima mayor perspectiva. Pero sigue siendo una peana… Por favor, no me vayan a machacar antes de tiempo. Tampoco yo sé Qué es Dios. De hecho, si el hombre pudiera explicar a Dios, entonces es que el hombre ya no sería hombre y ese dios no sería Dios.-

martes, 20 de octubre de 2015

PATRIOTISMO o PATRIOTERISMO

     No sé si ha sido a Trueba a quién se ha crucificado por decir en su discurso de concesión de uno premio que él no consideraba a España ninguna patria… o algo así. Tampoco sé si el premio se lo daban por valía profesional o por ser español, claro… Pero bueno, ahora pueden hacer igual conmigo al otro lado de la cruz, que está libre y sin ocupar, y hay que ahorrar gastos. Yo creo que este hombre soltó su sinceridad sin tener ocasión de matizar  ni oportunidad de explicarse. Lo espontáneo casi nunca es bien recibido, porque cada cual lo apaña a sus propios lentes, cuando no a su propio interés. Un servidor, al menos, va a intentar razonarlo aquí, y luego cada cual que siga golpeando en mis clavos o no, pero, eso sí, los que no quieran saber más nada pueden dejar de leer en este mismo punto, y los que sí, pueden seguir leyendo.


                      Decía mi admirado Miguel Gila que la patria es un invento de los poderosos para que la gente sencilla diera su vida y su sangre por los intereses de esos mismos poderosos. Desgraciadamente, es un axioma cierto que casi siempre se cumple. Se podrán admitir razones históricas y culturales, naturalmente válidas, aunque se sabe que la historia se manipula, se falsea, o incluso se inventa, para lograr tales fines. La patria, según mi opinión y experiencia personal, claro, es solo una conjunción de intereses. Un mal menor. Pero nada más que eso. Y cuanto más pequeña y reducida sea esa patria, más ruín y mezquina puede llegar a serlo. Ahí tenemos el caso de los nacionalismos, sin ir más lejos. No es que ellos sean más patriotas que el resto – lo son según su visión – es que son igual de patrioteros que ese mismo resto.

Pero, joer, tú juraste bandera en su día, se me puede oponer como razonamiento…¿lógico?.. Y sí, lo hice, pero por imperativo legal, y dejémoslo ahí. Un juramento impuesto no tiene validez moral alguna, entre otras cosas y casos. Mi patria son mis amigos, mi familia y mis convencimientos, y aún y así, sigue siendo un concepto oscuro y esquivo. Para mí, el reino ideal de la patria está en los sentimientos, no en ninguna estructura nacional, mucho menos nacionalista… Sé que debo integrarme en alguna estructura social y comunitaria para poder tener identidad, que no entidad, y obtener servicios de supervivencia (previo oportuno pago de su importe, naturalmente) vía impuestos. Pero es meramente material, incluso puede ser coyuntural, y, por mera practicidad, cuando no necesidad. Y en eso, la prefiero cuanto más grande y poderosa, mejor. Como unos Estados Unidos de Europa, por ejemplo, con su unión fiscal y política. A la vista está las ventajas de unos y las desventajas de los otros. Pero no considero patria al agujero enfermizo, la conejera, la corrala, el aldeanismo… ni valores patrios el pelo de la dehesa que solo sirve para engordar cofines ajenos.

A las patrias se les deben más guerras, daños, desastres y derramamiento de sangre que ventajas han traído. Otra cosa es cómo lo han vendido en los libros de historia. Y los tributos de muertes, luchas y miserias que se han utilizado como tinta para escribir páginas gloriosas que solo han servido para defender intereses de regias familias, de dudosos gobernantes, o… como en la actualidad, podridos intereses financieros. Un señor siempre necesitará siervos que le sirvan y un señor superior al que servir. Y no hay siervos si a estos no se les dota de una patria. Este ha sido el principio hasta ahora para alcanzar determinados fines… Yo, al igual que muchos, o pocos, no sé, que lo piensan así pero lo callan, puedo entenderlo, puedo incluso aceptarlo, pero no puedo sentirlo, y, por lo tanto, tampoco puedo sentirme convencido.

La patria, para mí al menos, es el medio que unos pocos utilizan para conseguir lo que desean de unos muchos. Puede ser el mío un concepto desprovisto de heroísmo, de romanticismo, de patriotismo… pero también de patrioterismo, que es lo que en realidad anida en ese nido. La patria es también un arma peligrosa que se usa para diversas finalidades egoístas y escondidas, como banderín de enganche. La patria sirve casi siempre a intereses espurios. La patria es un barco manejado por almirantes y servido por marineros. La patria es, y puede ser, eso y muchas cosas más…


…Pero a mí, como quizá a Trueba, o a quién se le haya mandado al lapidadero, lo único que espero es que no se me imponga el concepto de patria, porque no hay peor patria que la que atenta contra la libertad de pensamiento. Porque es una palabra inventada del latín Páter, y raíz de potestad, poder, patriarca, patricio… y su significado siempre es el propio interés. Por eso, y, si me lo permiten, remedando a mi tocayo Unamuno, cualquier patria me puede someter, pero ninguna me puede convencer…

miércoles, 14 de octubre de 2015

LOS SÍMBOLOS

¿Cuál podría ser el símbolo de la humanidad?.. Cualquiera sabe. Habría tantas opciones como opiniones. Quizá la inteligencia del ser humano, o quizá la desinteligencia de esos mismos humanos, que también la hay, y no poca… Aunque un sabio amigo me decía que casi no existe la no-inteligencia en el ser humano. Que lo que existe es la inteligencia para el mal, o para el bien, o para la mediocridad, o de baja intensidad, pero inteligencia al fín y al cabo. Incluso cuando yo le hablaba del cretinismo y la estupidez que tanto abunda, me contestaba que, incluso así, esa es una forma de inteligencia, apática, dejada, abandonada, de no querer ponerla a funcionar como persona… Una opción del ser humano, a la postre.


                Pues así será… Y por aquí me viene a mí que el símbolo de la humanidad muy bien podría ser la manzana, puesto que fue el primer acto de opción de la voluntad, la primera libre elección. Y encima, se eligió el conocimiento, o sea, se optó por usar la inteligencia para buscar tal conocimiento. Ya habrán adivinado que me refiero a la oferta que la serpiente (símbolo, por cierto, de la sabiduría en muchas antíguas culturas) le hizo a nuestra madre primigenia. Esa propuesta al saber, al conocer, fue condenada por un cristianismo devenido en catolicismo que se atribuyó la exclusiva en la interpretación. No podía consentir compartir ese ni ningún otro conocimiento, y menos a través de la mujer… Y convirtió el conocimiento en cocimiento. Y lo transformó en pecado. De ahí que la manzana en latín sea malum. Cambió lo positivo y liberador en maldición, en una culpa que no fué tal. Salvo que sea maldito el adquirir responsabilidad por nuestros actos, que no es otra cosa el famoso y malhadado castigo…

                Y fruto de ese conocimiento, otra manzana no menos famosa le vino a caer a Newton en toda la cocorota, lo que le impulsó a descubrir la fuerza de la gravedad, precursora de toda la moderna ciencia avanzada, de todo el avance tecnológico y científico actual. Se ve que don Isaac solía dormir bajo el manzano de don Satán sin casco, y le hizo participar del árbol de la ciencia del bien y del mal a manzanazo limpio, pues no creo que él estuviera de tan buen ver como doña Eva como para hacerlo directamente y en persona: “anda, bonita, dá un bocadico  que está muy rico”, que le dijo el sierpes, “y verás las cosas que aprendes”, poco más o menos..

                De ahí, quizá, que otra ya muy moderna manzana venga ya con el bocadín de miss paraíso puesto. Me refiero, claro, a la actual Apple. La empresa tecnológica más very important y exitosa del siglo, el paradigma de la inteligencia puesta al servicio de la informática, nombre que viene, naturalmente, de información, y donde hay información existe el conocimiento…. Curioso, ¿verdad?. Volvemos al principio. El círculo se cierra por donde empezó. Al igual que la historia, que siempre comienza, que está hecha de ciclos, contruída con los mismos bucles, aunque solo cambien las formas.

                Como la similitud de la caída del imperio romano con la decadencia del occidente europeo de hoy, heredero directo del anterior. Señala S. Castellanos en su libro Bárbarus, que la invasión de los tales llamados bárbaros fue muy similar en un principio al fenómeno actual de los refugiados. Se amontonaban en las fronteras del imperio en busca de pan y supervivencia, y solicitaban refugio y pax romana. Las legiones y altos funcionarios corruptos, les daban de comer carne de perros muertos, vendían a sus hijos como esclavos, o para alimentar las fieras del circo, abusaban de sus mujeres… Nada está inventado.  Amiano Marcelino, el gran historiador de la época, así lo recoge en sus crónicas. Narra la llegada de los godos a Roma desde su lejana y hambrienta Gothia, habla de campus de refugiados miserables, y de cómo “sobrevivir en la magna urbe, les resulta extraño, arriesgado y peligroso”. Son rechazados. Solo cuando Roma se hunde y decae totalmente, se alzan, abren sus puertas y toman posesión de ella. La destrucción que se cuenta fue mínima y selectiva, pues los godos eran cristianos bárbaros, y fue la propia decadencia lo que destruyó a Roma. De hecho, solo la Iglesia se aprovechó – como siempre – y pactó con Alarico para que respetase sus bienes.


                Nada es igual, pero sí parecido. Los símbolos, como la historia, se repiten en ciclos, haciendo bucles… Y se repiten exactamente, igual que repiten curso los malos estudiantes por lecciones no aprendidas. Por eso quizá, la manzana vuelve una y otra vez lo mismo que regresa la historia. Lo malo será cuando nos regrese, no como manzana mordida, si no como manzana podrida…

martes, 6 de octubre de 2015

REAVISO A JUBILADOS

                Mi artículo de hace una semanas sobre el “Aviso a los Pensionistas” pasó sin pena ni gloria… bueno con más de lo primero que de lo segundo. Tampoco es que yo esperara otra cosa del personal, dado lo que hay, pero se interesaron, y me preguntaron, o me comentaron, más individuos del gremio de los aspirantes que de los afectados, lo que dá idea del amuermamiento del sector. Pueden quitarnos el pan de la boca sin muchas ceremonias, que no protestamos. Definitivamente, los de la tercera edad ya somos de la tercera fase. Borregos de mucha carne y de poca sangre. Pero de la mejor lana, por supuesto… porque nos esquilan con igual mimo con que nos toman el pelo. 


                Resulta preocupante el grado de anestesia con que dormitamos apaciblemente sobre nuestros cuartos traseros en los clubes, hogares y nidos habilitados a tal efecto, susurrantes de algodones para que los eméritos depositemos agradecidos nuestros lametazos de afecto en las manos que nos están robando la cartera. Un ejemplo muy gráfico que lo demuestra: me presenté en lo de los pensionistas de mi pueblo… ¿o habré de decir piensonistas?.. de pienso, claro, que no de pensar. El objeto era informar y solicitar la adhesión de los colectivos del municipio a un movimiento que se intenta poner en marcha a fin de que Bruselas paralice el saqueo que el gobierno español está llevando a cabo con sus jubilados cobrándonos por dos veces un mismo impuesto – sin meterme en mayores honduras, igual y aparte, del vaciado sistemático de la caja de las pensiones que también está realizando para cubrir otros gastos ajenos al mismo – pero lo suficiente como para empezar a despertar de nuestra inducida modorra y comenzar a concienciarnos.

                El resultado fue un categórico NO. Calabazas integrales. Un suspenso cum laude. Parece que da canguilis, que tenemos miedo a perder las golosinas con que nos acaramelan. Que nonis. Que tiren del carro otros, si acaso, y ya las veremos venir…. Pero es que esta cobardía suicida, me temo, no es solo cosa de mi pueblo, si no que es cosa de mi país. No sea que no nos saquen más a pastar, ni al bingo. Estamos más preocupados por el atranque de los viajes del Inserso que por el futuro de nuestras pensiones. Ni siquiera nos damos cuenta que esos viajes son un negocio para cualquier empresa que los organice, y que al Inserso se les está agradeciendo por nada… Y esto es tan solo un ejemplo entre muchos otros.

                Sin embargo, lo cierto y verdad es que millones de jubilados pensionistas están siendo el colchón y la olla de millones de hijos y nietos que no tienen más sostén ni sustento que la paga del abuelo. Esto, naturalmente, entre otras tantas cosas… Y que el pago de gratitud que recibe de un gobierno que les ha retirado, por otro lado, las ayuda mínimas a las familias que dependen de ellos, es que también les está metiendo la mano en la bolsa de lo que generaron y se pagaron en su vida activa de trabajo. Porque esa es otra. Cuanto se nos paga cada mes (y no llegaremos a recibir cuanto nosotros pagamos) es tan solo que una parte de lo que nosotros mismos ahorramos con unos impuestos dedicados a ello. Es como la devolución gradual de un depósito que se confió al estado. Son rentas de trabajo que no deben ser usadas para ningún otro gasto que no sea el suyo específico, y por el que ya nos descontaron en su día y momento ese Irpf que ahora nos vuelven a mangar al hacérnoslas efectivas…

                Y todo eso, aparte de ser congeladas por ley, con el “reconocimiento” de una compensación ruín, insultante y miserable que no alcanza, ni por asomo, a los mínimos estándares del alza del costo de la vida. Así vamos perdiendo poder adquisitivo poco a poco, empobreciéndonos cada día más… ¿Y qué hacemos los millones de afectados?. Nada. Encima, nos convertimos en uno de sus nichos más seguros de votantes. Nos engañan, nos roban, nos mienten, nos estafan y nos toman por… quizá lo que en realidad somos, y nosotros, a cambio, los votamos cada vez que hacen sonar su carraca. En vez de levantar la voz y que se nos escuche, nos cagamos en los suspensorios, y no somos ni capaces de exigir tan solo que lo que nos corresponde, lo que nos pertenece, lo que es nuestro…

                Como decía en mi anterior…es la respuesta del silencio… Y es el silencio de los corderos.

martes, 29 de septiembre de 2015

TONTADAS

A modo desintoxicativo, valga el palabro, el de esta semana irá por los caminos del absurdo. Conviene reírse de vez en cuando, a fín de oxigenar el ánimo, y como los payasos del circo político ya solo hacen llorar, pues busquemos hoy otros disparates de otros locos bastante menos dañinos. Por ejemplo, los Premios Nóbel IG de este año. Los IG son unos para-Nóbel gamberros que, con toda la comprobada base científica del mundo, otorga la prestigiosa Universidad de Harward, también con carácter mundial, a las diferentes disciplinas.

                Tal es el caso como el de Biología, para un equipo chileno que ha demostrado que las gallinas con un palo en la cola andan como los dinosaurios. No me pregunten para qué sirve tal descubrimiento, como no sea para efectos especiales de Speelberg, un JurasicParck o un Gottzilla japonés con plumas, no lo sé… pero ahí está. Un americano de la University de Cornell, New York, Michael Smith, investigando el comportamiento de las abejas se le metió una por el calzón y le picó en los mismísimos cogolondrios, así que, ya puestos, se hizo picar en 25 puntos del cuerpo más para saber cuales son los más sensibles al dolor. Son el labio superior, las aletas de la nariz y la base del pene. Si usted no lo cree, puede comprobarlo cuando quiera, pero parece ser que es cierto.

                El de Medicina es para un equipo que ha demostrado que los besos intensos (con lengua) reducen las reacciones alérgicas, puesto que actúan a modo de vacuna por la mezcla de la saliva a través del Adn. Así que si se resfría, a besar como un poseso. O se inmuniza usted o lo declaran peligro público por infestar al ídem, pero dicen que funcionar, funciona, aunque yo pienso que será en estado normal de salud, ¿no?.. El de Matemática ha sido para otros investigadores de la Universidad de Viena. El sultán Ismal de Marruecos, el Sanguinario (S.XVII) tuvo 888 hijos con 65 mujeres durante 32 años… bien, pues se ha tenido la santa paciencia de demostrar que es verdad. Tampoco me pregunten cómo ni para qué puñeta sirve.

                Imagínese con un ataque de apendicitis y trasladado a toda prisa por una carretera llena de baches. Bueno, pues el Nóbel de Diagnósis ha sido para un método elaborado a partir de que, cuando llegue un paciente con un dolor no definido o enmascarado, meterlo en un coche por una carretera con badenes a toda velocidad, eso sí, acompañado de un médico experto. Dicen que funciona al pelo, sin dudas ni confusiones… Otro: Taiwan se lo ha llevado por el estudio “la duración de la micción no cambia por razón de tamaño corporal”. Es rigurosamente cierto, aseguran. Pero tampoco me pregunten como han llegado a probar tal conclusión, porque yo, con el mismo tamaño de siempre, nunca, jamás, duro lo mismo…

                La Policía Metropolitana de Bangkok se ha llevado el de Economía, por su idea de premiar con pagas extras a los agentes que no se dejan sobornar. Se basa en la idea de que es preferible el soborno legal al ilegal, porque, al menos, reduce el delito (¿?). Posssí, prefiero que me paguen por ser bueno que por ser malo, pero me huele que el crimen es más rentable… El premio de Empresariales ha sido a un estudio que demuestra que el empresario que más arriesga es el que ha sobrevivido a alguna catástrofe natural a lo largo de su vida. Yo, aquí, tengo mis dudas, pues un servidor ha arriesgado siempre hasta los calzoncillos como un gili, y la catástrofe natural más grande de mi vida, si acaso, es haber nacido, así que, no sé, no sé… En el apartado de Química el Nóbel ha sido para Australia. Presten atención: una receta que permite descocer un huevo cocido. Pues un servidor, el que los huevos duros vuelvan al estado normal solo lo conozco en los humanos varones por causas normalmente biológicas, pero con las poneduras de gallina, jamás de los jamases había oído yo tal portento… El de literatura ha sido para un equipo de lingüistas holandeses que han demostrado que la interjección “¿eh?” resulta una expresión universal que está en todos los idiomas del mundo mundial (en inglés, “huh?”). Hay que joerse. Tanto estudiar idiomas para entendernos con una sola expresión, como los neanderthales. Usted dice huh?, o eh?, el otro mueve la cabeza para decir sí o no, y ya está…

                Los seres humanos somos inmensurables, una caja de sorpresas. Tanto tiempo escribiendo sobre gilipolleces y me encuentro de sopetón con que existen cosas tan serias e importantes como éstas… P´a darme de coscorrones, óiga usted…


lunes, 21 de septiembre de 2015

EL GRAN FIASCO

Tras la II Guerra Mundial, Europa parió la ilusión más grande de la humanidad, posiblemente. Se trata de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Convención sobre el Estatuto del Refugiado. Aquellas democracias generaron desde la ONU unas esperanzas que ha durado lo que ha durado. La actual crisis de los refugiados amenaza con barrer unos principios que han tardado casi un siglo en… ¿consolidarse o difuminarse?. Yo tengo mis muy razonables dudas al respecto, discúlpenme. Y no hablo de las gentes, de la ciudadanía, no. Estoy hablando de los gobiernos, de los dirigentes, de los políticos. Ha habido organismos y acuerdos que  han fallado estrepitosamente, pero lo de ahora pone todo lo conseguido en un punto crítico.


                El gobierno español, por ejemplo, ha traicionado tales principios saliéndose del sistema de justicia universal que firmó en su día, y desoyendo sistemáticamente las advertencias de la Onu en materia de desaparecidos y fosas comunes. Incluso, en la actual crisis de los refugiados, se abona a las ruines excusas de la estrategia inglesa de medias verdades y mentiras enteras. Cameron llegó a decir la burrada de que la identidad europea de Gran Bretaña peligraba cuando 3.000 africanos quisieron entrar por Calais. Como en España, cuando nuestro ministro advirtió indignamente del peligro de entrada del yihadismo a través de los refugiados, sin pensar que esta gente huye precisamente de ese mismo yihadismo, y cuando sabe perfectamente que los islamistas nos llegan por avión, en vuelos business, o devueltos por el mismo EI como arrepentidos, o incluso reclutados de nuestros mismos españoles… Como sabe igualmente que 17.000 refugiados en 35 millones de habitantes es el chocolate del loro.

                La intención es sembrar el miedo y la desconfianza ante los que vienen, a la vez y al mismo tiempo que se cuelgan medallas de falsa solidaridad montando, por ejemplo, circos mediáticos como el del niño y su padre zancadilleados por una húngara estúpida. Alemania lleva acogidos a un millón y aún no se ha notado en su economía. Y aunque se note. O somos solidarios o no lo somos. O creemos en esos Principios y Derechos Humanos, o los atacamos no defendiéndolos. Lo que, en el fondo, sería una gigantesca mentira. Y esto, por no hablar de los comportamientos de Hungría, Serbia, Croacia…

                Yo ignoro porqué ocurre esto, pero desde la perspectiva de Médicos sin Fronteras todo empeoró a partir del 2.000, cuando la lucha antiterrorista desplegada en Irak, Afganistán, etc. fue más terrorista en sus métodos que el propio terrorismo al que se combatía, y que ahí precisamente sentaron los precedentes de la manipulación y persecución que tenemos ahora. Y que los resultados de aquella barbarie desatada es la barbaridad de hoy. Y yo me fio de MsF porque ellos lo han vivido y sufrido en primera línea de fuego amigo, con sus tristemente famosos daños colaterales entre otros daños irreversibles. De aquellos barros que aquel siniestro trio de las Azores nos vendió vinieron estos lodos. El monstruoso Estado Islámico actual es hijo natural y consecuencia directa de aquello.

                Pero yo sigo sin entender… La organización ACNUR, por ejemplo, es una de las más efectivas en encargarse de establecer, atender y mantener campamentos de refugiados. Yo mismo estoy asociado a ella. Sus siglas quieren decir Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. Nada menos. Y se encarga de procurarles cobertura diplomática, estratégica y de protección. Vale. De acuerdo… Pero, ¿porqué sus necesidades han de ser sufragadas por los ciudadanos de a pié de esas mismas naciones con nuestras pobres, humildes y miserables cuotas?.. Aquí es donde se aprecia esa doble moral de los gobiernos y de sus altos dirigentes y políticos. Se dedican medios e ingentes cantidades de dinero para dar brillo y esplendor a instituciones que han perdido la orientación y el sentido de su origen, en una escala de valores cada vez más prostituida y alejada de sí .

                La Declaración Universal de Derechos Humanos y el Estatuto de los Refugiados no puede, no debe, convivir en organizaciones que amparan, a la vez, a estados y países que son los principales vendedores de armas del mundo. Sus intereses no están en ningún derecho humano. Por eso mismo está pasando lo que está pasando, y asistimos, horrorizados, a lo que estamos viendo. A mí me cuesta trabajo creerlo, pero no puedo evitar tenerlo cada día más claro. Nada de lo que aquí se juega vale la vida de uno solo de esos niños… Nada.


domingo, 20 de septiembre de 2015

QUIZÁ ALGÚN DÍA...

Hay pueblos que fueron prósperos, y que hoy languidecen en una decadencia insostenida. Como el mío. Se nota demasiado y en demasiadas cosas, a poco que uno se fije. Puede que lo de antes fuese una prosperidad virtual, falsa, un tanto escaparate, no lo sé, mas sí sé que, al menos aparentemente, un tanto malgestionada. Pero ahora existe un declive real, manifiesto e indiscutible, con respecto a una pujanza anterior que lo hacía modelo de desarrollo, y que hoy lo hace un modelo agónico. No solo no evoluciona, no solo es que está paralizado, es que, para cualquier observador imparcial y apenas atento, el deterioro es notorio. Y progresivo…
 
                …Eso es debido a la crisis, se me contestará. Y sí que lo será, no lo dudo. Pero la crisis ya va siendo un refugio demasiado fácil y acomodaticio para las excusas. La crisis se ha de gestionar, al igual que se gestiona la opulencia, y más cuando se presentan gestores dispuestos a ello que aseguran ser capaces de hacerlo. Hay una política para cada caso, pero no hay políticos a la altura de las cosas… Aún estamos bajo los efectos de la crisis, se me seguirá advirtiendo. Sí, pero sus sueldos y los cohetes festivos no están en consonancia con esa crisis con la que tan ligeramente se justifica el declive… ajeno, aunque general. Ni los impuestos, ni los Ibis, tampoco se corresponden con el empobrecimiento del pueblo, salvo en su desmadrada desproporción. Si bien, claro, lo segundo sirve para sostener lo primero.

                Cuando un pueblo, además y sumándole a eso, está en la tesitura política de la precariedad, de no existir una clara mayoría de gobierno, como muchos tras las elecciones, el retrato de sus gestores resulta más nítido cuanto más confuso e inoperante es ese mismo gobierno. El que está al frente puede abusar de su mejor excusa: es que no me dejan gobernar, y usarlo para echar la culpa a los demás, y desgastarlos. Y hasta tendría un punto de verdad, si no fuera porque tampoco renuncia a su inmerecido sueldo. Pero es que los de la oposición tampoco llegan a utilizar el poder que le ha puesto en sus manos la ciudadanía para enderezar las cosas. Posiblemente porque les asusta asumir las responsabilidades cuando las cosas están extremadamente difíciles y complicadas, cuando no salen las cuentas, porque posiblemente busquen lo mismo que los que están, una buena colocación, unas buenas sopas y un aquímelasdentodas.

                Sea como fuere, solo demuestra una única cosa: defienden antes el interés del partido y su propio interés que el interés de ese pueblo que declina a ojos vistas. O si no, no lo permitirían. Uno debe mirar por su propia empresa, pero cuando la empresa es el pueblo, no hay más siglas ni más intereses que los de los ciudadanos. Y uno no se debe separar de su propia media, por pobre que ésta sea… Los pactos de gobierno están para eso, y funcionan cuando se quieren hacer funcionar por el bien común. Pero no es de recibo que, por no admitir un pequeño sacrificio de imagen o cuota de poder, se esté sacrificando las esperanzas de todo un pueblo. Lo demás, permítanme, son trivialidades, cuentos… Cuentos de competencia, de rivalidades, de adquisición de influencias, de intereses partidistas… de todo cuanto ha llevado al garete a este país, a muchos pueblos de este país y a mucha gente de esos mismos pueblos…

                Si algo o alguien no funciona, se quita, se suprime, se cambia por algo que sí lo haga. Eso es elemental. Es el a-b-c de la lógica y del sentido común. Se llama moción de censura. Donde no existe responsabilidad, hay que establecerla; donde no existe claridad, hay que poner luz; donde no existe generosidad, hay que ser sacrificado. Pero, en esta tesitura decadente, al pueblo no nos valen explicaciones justificativas ni excusas políticas, no nos sirve ningún porquesí o porqueno que no sean acciones concretas, objetivas… y decididas. Y generosas. Todavía estoy esperando que un político se haga, viva, sienta, cobre y sobreviva como el ciudadano común al que administra. Quizá algún día eso sea posible… Quizá.


miércoles, 16 de septiembre de 2015

LA MALA EDUCACION

                Éste va a ser un tema para debate: ¿están los niños de hoy peor o mejor educados que los de ayer?.. Ahí es nada. Algunos, entre los que me incluyo hasta cierto punto, diremos que, sin dudarlo, los de antes estaban mejor educados – y estoy dispuesto a no rehuir las críticas – y otros muchos, quizá que la gran mayoría, digan que no es eso, que es que no es lo mismo, que es distinto, que son otras circunstancias, otros tiempos, que hoy el mundo está como está… Otra vez, de nuevo, echándole la culpa a las circunstancias, los tiempos, la sociedad, o el mundo, como si todos esos conceptos tuvieran vida propia y evolucionaran por sí mismos. Como si ninguno de nosotros tuviéramos nada que ver con ello. Lo cierto y verdad es que resulta una excusa perfecta, un buen refugio donde ocultar la responsabilidad de todos y cada uno de nosotros.


                Pues será porque nos conviene que así sea, pero, en realidad, no lo es. La cuestión es relativamente sencilla. En algún punto de la historia reciente los padres hemos delegado la responsabilidad de educar a nuestros hijos en las instituciones del Estado, en los sistemas educativos y en los funcionarios educadores, inhibiéndonos, en todo o en parte, de tal obligación. Los aliados naturales perfectos para eludir el conflicto son las nuevas teorías libreactuantes educacionales, que vienen a relajar el sistema anterior y a liberar de muchas tensiones a los papis, que se apoyan en ellas porque son muy cómodas de aplicar. Lo cierto es que no se puede juzgar y valorar hasta ver los resultados de su liberal aplicación, y los primeros resultados son los que provocan la pregunta que abre el artículo de esta semana: ¿están los niños de hoy mejor o peor educados que los de antes?, y entonces vienen las excusas aludidas.

                …Pero antes, cuando algún zagal hacíamos lo que no debíamos, o no hacíamos lo que debíamos, siempre había un adulto que, sin ser nada nuestro, nos llamaba la atención con una pregunta que acusaba, ineludiblemente, a nuestros progenitores: “¿es que tus padres no te han enseñado a…?”, “¿es que tus padres no te han dicho que..?”,  “¿es que tus padres no te han educado?”…Aquí resaltan un par de cosas que conviene distinguir. Una, se señala directamente a los padres como origen del resultado de una mala acción u omisión. Y otra, es la comunidad, a través de cualquiera de sus miembros adultos, la que asume el derecho y la responsabilidad de llamar la atención, de corregir o de reñir.

                Hoy eso resulta del todo impensable. Nuestros derechos individuales no permiten en modo alguno que ninguna persona ajena a nosotros mismos llame la atención a nuestros hijos. Y mucho menos que nos señalen como responsables, faltaría más… antes vamos y le rompemos la cara por meterse donde no le llaman. Y con tal acción, mostramos a nuestros hijos el camino de una más que dudosa forma de comportamiento, al menos, antisocial. Igual lo hacemos, sin cortarnos un pelo, con los propios educadores que se atrevan a querer educar a nuestros retoños (deberían cambiarles el calificativo), cosa que se abandona al pairo y no se colabora lo más mínimo, dada la actuación de muchos padres… Y es muy posible, casi seguro, que esos papis ya hayan sido… ¿mal educados?.. por los suyos, y no hagan otra cosa que aplicar un modelo defectuoso. Una generación aprende de otra, y la familia va formando sociedad. Unos hijos aprenden de unos padres. Ayer, el modelo era educar con la disciplina y con el ejemplo. Hoy se carece del ejemplo de antes (solo existe el de ahora), y la disciplina es un modelo maltratado y peor entendido, porque no tenemos la capacidad ni la voluntad para establecerla.


                Es posible, muy posible, que me equivoque, o no… es probable que no lleve razón, o sí… Puede que incomode a un par de generaciones… Es casi seguro que me lloverán hostias sin consagrar… Pero vuelvo a hacerles la preguntica: ¿los niños de hoy, están mejor o peor educados que los de antes?.. A ver…