Datos personales

Mi foto
TORRE-PACHECO, MURCIA, Spain
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...

viernes, 29 de noviembre de 2019

El Mirador 29 Noviembre 2019 "TELEVISIÓN"

jueves, 28 de noviembre de 2019

ASÍ HABLABA...




“¿Quieres marchar, hermano mío, a la soledad?.. ¿Quieres buscar el camino que te lleva a ti mismo?. Detente un poco y escúchame. El que busca, fácilmente se pierde a sí mismo. “Todo irse a la soledad es culpa”, así habla el rebaño. Y tú has formado parte del rebaño durante mucho tiempo. Yo te digo: La voz del rebaño continuará resonando en ti. Y cuando pienses de ti que ya no tienes la misma conciencia que los otros, eso te será causa de lamento y dolor”

                Perdonadme el aparente misticismo del de esta semana – tampoco es tan malo salirnos de lo superficial de vez en cuando – pero a los que no hayan dejado de leer tras la cita del primer párrafo, hoy les propongo un ejercicio: Amosaver, achos y achas, ese texto, ¿de quién es?.. ¿acaso de Buda?, ¿puede que de Lao Tsé, ¿es de Jesucristo?, ¿no estará sacado, por sus connotaciones, de La Caverna, de Platón?.. Tomadse vuestro tiempo, que no hay prisas, pues este artículo de este día no es para consumo, si no para meditarlo una “miaja”…

                Posno… no es de ninguno de ellos. En realidad es de Nietzsche. Es que es muy fácil equivocar al autor, una vez pensado el contenido del jodido párrafo éste… Y eso pasa, porque, al menos a los de mi generación, y aún algunas posteriores (a las actuales no sé ni siquiera si lo recomiendan) nos lo metieron en la genética del coco como un autor maldito y prohibido, retorcido y peligroso, casi que diabólico, considerado uno de los principales enemigos del catolicismo, cuando no es así en modo alguno, más bien al revés, que la Iglesia es una de sus más encarnizados enemigos, y es que no hay caso peor que verse retratado sin ser nombrado, ya me entienden… Hay temas que a las religiones no les conviene que se traten, se sepan o se divulguen, pues atentan contra el poder que ellas detentan. Por ejemplo, cuando Friedrich Nietzsche habla de su famoso por conocido “Superhombre”, y aún más discutida “Muerte de Dios”, no existe tal sentido literal en su exposición, sino más bien todo lo contrario.

                Lo que expone es que, cuando el hombre se trascienda a sí mismo y se transforme en superhombre, encontrará a Dios consigo y en sí mismo, sentirá que forma parte de Él como una sola cosa, y entonces comprenderá, y entonces morirá la idea, la imagen, el concepto, la concepción que ahora tiene de Dios: un dios ajeno, externo, representado, interpretado y dirigido por la religión de turno. Naturalmente, a ninguna Iglesia le conviene perder ese poder, esa situación de privilegio sobre los creyentes. Cuando el hombre descubra a Dios dentro de Sí, ya no necesitará ninguna organización que lo secuestre para suplantarlo, pues Él será su propio viático… Y el caso es que esto ya fue revelado por el propio Jesucristo: “no busques a Dios fuera de tí, ni en ninguna otra parte, búscalo solo dentro de Tí”. El manipular tales sencillas palabras en su interpretación es para justificar una religión que actúe como cuartel y una iglesia que actúe como lazarillo…

                En mi último ingreso hospitalario, rebusqué entre mis viejos libros uno que llevarme a las meninges para rellenar mis días de convalecencia. Y no hablo de un libro viejo, si no que su vejez reside en mi propia vejez, en el tiempo que hace que lo leí por primera vez, y luego volví a leer y a releer en otra ocasión… Y aún y así, me lo volví a llevar conmigo una vez más, porque es cómodo de leer, aunque laborioso de entender, como cientos de píldoras breves, cada una de clase distinta a las otras, en dosis diferentes. Una buena medicina, en suma. Y para un hospital, donde la incomodidad es manifiesta pero la reflexión está más dispuesta, parece que es lo más adecuado. O así lo entendí yo, claro…

                El caso es que una de las enfermeras que me trajinaban, no pudiéndose sustraer a la innata curiosidad femenina (nada se les escapa a las mujeres) con una rápida ojeada captó el libro que tenía sobre algún sitio… “Nada menos que Nietzsche”, me soltó “hay que tener la cabeza muy despejada para entender a alguien tan enrevesado y difícil”,  sazonó su comentario.

                No cabe duda que sabía de qué iba. Era una enfermera ilustrada, seguro. Pero a su razonamiento, si acaso, habría que darle la vuelta: hay que leer las “píldoras” de su Zaratustra para tener la cabeza despejada. La conclusión es sencilla… bueno, lo correcto es decir que debería ser sencilla. Si no lo es, se debe precisamente a que mantenemos nuestra mente en un continuo enredo de superficialidades que nos sitúa fuera de la posibilidad de captar algo trascendente de verdad. No es cuestión de aptitud, si no de actitud… No es cuestión de capacidad, si no de hábitos… No es que haya que valer, ni siquiera saber, sino que hay que querer, tan solo querer…

                Y eso es lo que nos transmite, en definitiva, un Jesús, un Buda, un Lao Tsé, un Chrisna, un Platón, un Zoroastro (Zaratustra) a través de un Nietzsche, y tantos otros profetas, mesías, filósofos o pensadores. Y no otra cosa. Todos nos dicen lo mismo, pero el negocio del poder está en vendernos la interpretación ocultando el meollo de la verdad entera, que es la auténtica en definitiva… Tú cree en Fulano, pero como yo te lo diga, no como tú lo descubras… A eso lo llaman dogma, y con el dogma se amasa la fé… (Ahora vuelve, si te place, a leer el primer párrafo. Escúchalo a ver qué te dice”.



MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php


viernes, 22 de noviembre de 2019

El Mirador 22 Noviembre 2019 "SONIDOS O RUIDOS"

jueves, 21 de noviembre de 2019

TELEVISIÓN







Cuando, hace mal de mil años, fuí zagal, aprendí (me enseñaron) que Thomas Alva Edison había inventado la bombilla, Marconi, la radio, Bell, el teléfono, los hermanos Whright, el avión, otros hermanos, los Lumiére, el cine, Fléming la penicilina, los Curíe las vacunas… y así todo, o casi todo – lo que ya no sé es si esto se sigue enseñando en las escuelas, o ya no se enseña allí ni en ningún otro sitio – pero lo que sí parece ser es que, en la actualidad, vivimos de y con inventos que ya no tienen inventores. Al menos no son conocidos


            Por ejemplo: la televisión… A ver, usted, señor estudiante, dígame quién inventó la televisión, que es el invento más importante del siglo XX y XXI, y que ha cambiado absolutamente la forma de vida de toda la humanidad. Yo, al menos, no lo conozco, y lo que está claro es que la televisión no se ha inventado sola. Si uno se pone a buscar (buscad y encontraréis, ya sabéis) nos encontramos allá, en los albores del pasado siglo, con un ruso, un tal Zworkin, que empezó con los barruntos, luego se juntó con otro compatriota, Rossing, que andaba trajinando con el telescopio eléctrico, que después se largó con viento fresco a EE.UU. y tuvo que ganarse los garbanzos trabajando para la Westinghouse, y que los alemanes, en paralelo y mientras tanto, iban a lo suyo enredados en otras investigaciones similares, si bien que destinadas al campo bélico o de defensa, que es lo mismo…


            …En fin, el caso es que en la Feria Mundial de 1.939, en Nueva York, ante la presencia de Roosvelt, se presentó una especie de caja imagenparlante, a lo que empezaron a llamarlo Emitrón, Iconoscopio, Telefoto, Televista, Televisión… ¡Plaff!, puesta de último huevo, hasta aquí. Algo así, más o menos, fue la cosa… Yo creo – y esto es una opinión personal, claro – que ayer existían genios que brillaban con luz propia y parían el invento desde el principio, y hoy es la interacción de la ciencia y la técnica, la colaboración interdisciplinar, el intercambio científico, lo que lo consigue. Que son un encadenamiento de mentes brillantes los que aportan su saber a la consecución del invento. De forma que hoy cualquiera de los muchos inventos que intervienen en nuestra vida, son fruto de las leches de muchos padres… y madres.


            Quizá sea por eso mismo que el invento que ha reinventado nuestras vidas no tenga un inventor definido (permítanme esta especie de cacofonía) y que sea, precisamente, eso mismo, un signo, quizá EL signo, de nuestros tiempos… Porque, no lo duden, la televisión ha cambiado al hombre como ser evolutivo, tanto para bien, que no lo dudo, como para mal, que tampoco lo dudo. Tan es así que hemos pasado, en menos de un siglo, de ser el Homo Sapiens, a ser el Homo Vídens, como alguien ya ha empezado a llamarnos. Ya no sabemos, ya solo vemos. Y, lo que es peor, puede que nos enganchemos al Ver para no Saber. Porque es más fácil mirar que pensar… Piénselo usted mismo que me está leyendo: 7.500 millones de habitantes del planeta ven una media de 5 horas diarias la televisión. Saque cuentas. Eso es que la quinta parte de la vida de la humanidad nos la pasamos ante la televisión. Los de mi edad, ha sido una buena parte de nuestra existencia, unos más otros menos, pero de generaciones posteriores acá, ese porcentaje en la totalidad de la vida de las personas vá en progresivo aumento. Eche un cálculo.


            ¿Es eso positivo o negativo?.. Pues, depende, al menos, de un par de cosas: de la adicción que nos crea, y de los contenidos que nos ofrecen. La televisión es la actividad voluntaria a la que más dedicamos nuestro tiempo libre, con diferencia. Tras trabajar y dormir, que son por necesidad, la tele capta la mayoría del resto, ya que la diversión y las compras, si lo analizamos bien, son reflejo y consecuencia del consumismo y hedonismo que se nos inyecta a través de ella. Eso es pura realidad. La televisión es una herramienta que nos capta, y nos precocina y condiciona. Nos mete muy poca formación, mucha información (parte de ella, desinformación) y muchísima deformación.


            La tendencia generalizada a los canales deportivos, youtuberos y de series, es un dato sintomático. Cada vez menos televisión abierta y más enlatada. La abierta, orientada a concursos y realitys shows, y la cerrada, centrada en centenares, miles, de series que crean adicción contínua y constante. Hoy se considera normal que una persona lleve media docena de series en danza y trasegarse ciento por año. Pero eso no es la normalidad, si no otra cosa, una normalidad paralela. Se está construyendo una sociedad adicta y adepta. Perfectamente orientada al mundo orwelliano que se quiere imponer. Lo trágico y diabólico está en que no se impone por obligación, si no que se acepta por sumisión. Voluntariamente. Así, hasta vivir nuestra vida a través de las series, o a vivir las series a través de nuestra vida. Pónganle a esto etiqueta ustedes mismos…

 MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php