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TORRE-PACHECO, MURCIA, Spain
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...

viernes, 27 de diciembre de 2013

SUPONGAMOS QUE...

Dicen los místicos de todas las épocas y culturas – y cuando digo místicos no me refiero a religión alguna – que los seres humanos vivimos una especie de sueño, de fantasía, de irrealidad, creada por nosotros mismos, y que forma y conforma el mundo ilusorio que, equivocadamente, tomamos como real. Ya lo escribió Calderón de la Barca. Y, si la vida es sueño, como él afirmaba, cuando parecemos despertar cada mañana, lo que hacemos es tejer un sueño dentro de otro sueño. Un sueño consciente y personal dentro de un sueño subconsciente y comunitario.
                Pero si eso es así (y yo cada día tengo menos motivos para dudarlo) menuda mierda de sueño que nos hemos mercado, tíos. Es una horrorosa pesadilla. Es que no hay por dónde agarrarlo sin salir pringados de injusticias, miserias, dolor, corrupciones y porquerías. De verdadera pena. A ver cuándo vamos a aprender a montarnos el sueño, la ilusión, el “maya”, como decía Buda, medianamente decente para todos los que estamos inmersos en él. Que sea aceptablemente honesto, al menos… 

               Cuando leo alguno de estos ensayos, y he leído muchos de diferentes culturas, filosofías y creencias, siempre me pregunto lo mismo. Tengo claro que soy un perfecto inútil para despertarme y desconectar de ese desgraciado e ilusivo mundo, mandarlo a tomar por saco, y verlas venir desde las verdes praderas de la cons-ciencia y las trans-cendencia. Nada… soy un negado integral. Y tengo que jorobarme con mamarme la basura ésta en la que nos revolcamos como gilipuertas. Vale. Pero, como digo, me pregunto siempre si todo esto sirve de algo y para algo, y si nos vale al menos para que nos detengamos a pensar que, cuando soltamos ese cabreado “esto no me puede estar pasando a mí”, no sabemos lo que decimos, aun acertando de chiripa. Porque a lo mejor es verdad que no me está pasando a Mí, sino a otro personaje al que Yo he creado y del que estoy haciendo su papel como un memo, sin llegar a ser él realmente.
                Ya se está liando y me está liando el joío éste – pensaréis algunos a estas alturas -, pero parad un momentico en ese punto. Y suponed que esos pensadores llevan razón. Solo suponedlo. Y que el verdadero Tú es el observador que mira cómo hace el idiota el falso tú, el observado. Y suponed, suponedlo nada más, que solo ese observador sea de origen y filiación divina, y que el observado sea una defectuosa creación del observador, con pretensiones de criatura “ferpecta”… Eso explicaría que Dios no sea responsable directo de la castaña de mundo que tenemos, si no de los dioses menores y chapuceros como nosotros, que creamos a nuestros propios títeres a imagen y semejanza de aún no sabemos quién, para jugar entre nosotros, acabando por creyéndonos ellos en competencia con nosotros mismos. De locos. Y eso explicaría también el aparente pasotismo de ese Dios que, usando nuestras propias palabras, “permite que pase lo que pasa…”.
                La cuestión es – y seguimos en la suponiúra – que solo está en nuestras manos el despertar de una puñetera vez, tomarse la vida como una función de guiñoles en la que estamos para pasarlo bien y divertirnos sanamente sin joder a nadie ni jodernos a nosotros mismos. Y que, cuando nos cansemos de jugar aparentando lo que no somos, nos dediquemos, a lo mejor, a otras cosas más importantes que andar perdiendo el tiempo, un tiempo que también hemos inventado y es tan falso como el teatrillo, para hacer lo que aún no sabemos que hemos venido a hacer.

                Por cierto, tengo una pequeña obrita, Los Cuatro Acuerdos, de don Miguel, un nagualt de la cultura tolteca, muy elemental y sencillica. Quien la quiera solo tiene que pedírmela. Se la regalo. Si ayuda, posfale, si no, posná. Daño, no hace. El daño, queda claro, nos lo infligimos nosotros mismos. Solicos.  Al menos, tengamos la cordura de no echar la culpa mirando para arriba. Allí solo están nuestros ídolos. Allí solo residen nuestros fantasmas.

martes, 24 de diciembre de 2013

De lo divino y humano: M O R A L

De lo divino y humano: M O R A L: La moral, al igual que la justicia, o como la cultura, es otra abstracción. Admito que estoy abriendo caminos arriesgados por sendas ya tr...

De lo divino y humano: M O R A L

De lo divino y humano: M O R A L: La moral, al igual que la justicia, o como la cultura, es otra abstracción. Admito que estoy abriendo caminos arriesgados por sendas ya tr...

miércoles, 18 de diciembre de 2013

¿HASTA CUANDO..?

Decía John Lennon que es fácil, muy fácil, “mantenerse con los ojos cerrados, e interpretar mal todo cuanto se cree que se vé… sin querer verlo”. Es cierto. Eso es lo que está pasando hoy en día en nuestra sociedad. Y muy especialmente en nuestro país. Pero el drama es que no solo cerramos los ojos a una realidad. Lo peor de todo es que estamos dejando que otros la interpreten por nosotros. Precisamente aquellos que están causando los problemas.
                Y eso hace que los que los sufrimos pasemos por ser los que los ocasionamos, y, al final, los culpables directos de lo que está ocurriendo. Y no es así. Es absolutamente falso. La sociedad común es la víctima. Solo somos responsables de nuestra propia ignorancia. Eso sí que es cierto. Somos culpables de elegir ser ignorantes. Lo demás es una trampa muy bien urdida por los sistemas financieros, el dios Mammón, el dinero, para destruir y desmontar una gran clase media que aglutina (o aglutinaba) la productividad, el consumo, y por tanto el factor riqueza, y pasarlo a depender todo de media docena de trusts financieros sin cara y sin nombre. Esa es la verdad.
  
              En España está ocurriendo solapadamente, mientras cada grupo social corre tras sus privilegios, y salta a la calle con las pancartas de sus exclusivas reivindicaciones sectoriales. A ver si del naufragio general cada manada salva su pienso, y eso logra mantenerlos a flote. Pero el asunto es de mucho más calado que eso. Es de mucha mayor profundidad. Es un cambio de paradigma. El parto de un modelo nuevo. O luchamos todos juntos porque de este hundimiento salga un mundo más justo y mejor, o retrocederemos a una nueva y moderna edad media, donde todos trabajaremos para, y viviremos de, cuatro corporaciones multinacionales. O grupos de inversión, como creo que se llaman ahora…
                En este fenómeno omnieconómico global, hay incluso gobiernos – el nuestro es uno de ellos – que se están dejando engullir por tales monstruos, para luego pasar a colaborar con ellos y a trabajar para ellos. Nuestra deuda pública, por ejemplo, supone ya casi el 100% de nuestro Pib, y está casi toda ella en manos de una sola entidad bancaria. Dígame pues... ¿quién tiene el poder sobre el gobierno que gobierna?.. Es pura lógica y sentido común. Son los que en realidad manejan los hilos desde la oscuridad. Es la mano que mece la cuna y la fortuna.
                No resulta entonces nada extraño que las medidas que se toman desde el gobierno de turno para frenar una crisis económica provocada por los mismos grupos financieros, vayan encaminadas a que la factura no la paguen ellos, si no los sectores más débiles, más vulnerables y más pobres de esa misma sociedad: obreros, familias, jubilados… y con el sacrificio de las prestaciones más necesarias y vitales para esa misma sociedad: sanidad, educación, investigación, pensiones… Los grandes capitales, las grandes fortunas, no necesitan tales prestaciones ya que tienen suficiente dinero como para pagárselas. Se las recortan a los que no pueden sufragárselas, a una clase media cada vez más desprotegida, cada vez más empobrecida… ¿Cuál es la relación proporcional impositiva?. Claramente beneficiosa para esas grandes fortunas y capitales y abusiva para los pequeños y medianos… ¿Cuál el acceso al crédito?. Exactamente igual, un 3% para los grandes, un 6 o 7% para las pymes… Miren el precio de la luz… Y podemos seguir hablando de evasiones de capital, de paraísos fiscales consentidos, de vergonzosas amnistías… Es igual. Es siempre más de lo mismo…

                … Es lo que hay. Lo que toca. Pero termino por donde mismo empecé. La frase de Lennon cobra hoy más actualidad que nunca. Mantenemos los ojos cerrados a una realidad que dejamos que otros interpreten por nosotros. Bien, vale, de acuerdo, pero ¿hasta cuando?..

martes, 17 de diciembre de 2013

De lo divino y humano: CIUDADANOS en MOVIMIENTO

De lo divino y humano: CIUDADANOS en MOVIMIENTO: Artículos como Las dos Españas, Parot o no Parot, Seamos Justos, Europa, etc. hacen que la gente me envíen e.mails o me paren por la calle...

martes, 10 de diciembre de 2013

HISTORIA(S)

En España, la historia es lo más maltratado de la historia. Cuando no interesadamente falseada. O torpemente ignorada. Pregunten hoy a cualquier niño, a cualquier joven, por muy universitario que sea, sobre algún hecho, dato o personaje histórico, de los enseñados en las paupérrimas escuelas de mi generación. Pregúntenles. De pena. Aquello era un lujo comparado con la aridez de hoy, aún con todos los medios de que se disponen. Se confunde a Don Pelayo con Cascorro. O nada saben de ninguno de ambos dos. Son de una incultura tan asoladora como desoladora. Pero, claro, no hay enseñanzas, ni enseñantes, ni enseñadores. No hay nada. Solo un vertiginoso vacío.
                Mi padre sí que me enseñó que, aunque la despreciemos, todo somos producto de la historia. Y me enseñó a amarla. Y a respetarla. Y que aunque siempre, siempre, es escrita por los vencedores, y según determinados y determinantes intereses políticos, también siempre se escribe en paralelo por investigadores fiables, honestos, incluso por los supervivientes de todos los bandos y banderas. Que solo hay que buscarla, y siempre se encuentra. Y nos habla, si queremos oírla. Y nos enseña si queremos aprenderla. Y nos informa, si queremos saber. Y nos forma, si queremos ser.
                Los españoles contemporáneos somos hijos y herederos de dos Españas que se rompieron el corazón mutuamente. Hijos de dos Españas que no hemos aprendido de la misa la media, porque en vez de una sola hemos hecho diecisiete Españas con sus diecisiete historias taifeñas. Todas interesadas. Todas falsas. Todas adulteradas. Y prostituidas. La historia ya no es la que fue, si no lo que se manipula. La que se fabrica para consumo de mentes atrofiadas. Cada cual la suya y a gusto de cada cual. Siempre separadas y nunca en común. Forraje de pesebre. Olor familiar a zamarra. Cuentos de Calleja y colleja… 

                Hace más de medio siglo, a los críos nos amedrentaban con historias fuera de la Historia para mantenernos dentro del nido del miedo. Con sacamantecas con figura de maquis, con demonios, guardianes de eclesiales pecados. Con tíos saínes y hombres del saco, parecidos a vagabundos, pobres y libres. Con brujas y brujos, con perfil de viejos liberales… Hoy esos sacamantecas, diablos y saínes (violadores, asesinos, terroristas) han sido soltados por el solapado enemigo Tribunal de Derechos Humanos, y el nido del miedo dicta una ley de órden ciudadana que volverá a encadenarlos… y ya de paso, a todos los que nos salgamos de madre y nos enfrentemos al gran hermano, protector del poderoso y ordeñador del débil. Dicen que los pueblos que no han aprendido nada de su historia están obligados a repetirla, y eso a mí me horroriza, y me causa un tremendo terror. Mucho más que todos los hombres del saco juntos.

                Porque yo tengo mis dudas, ojalá más irrazonables que razonables, de que hayamos aprendido algo. Porque olvidarla, sí que parece que la hemos olvidado… Irresponsablemente olvidada, diría yo. Hablamos y defendemos tradiciones idiotas de las que no tenemos ni zorra idea ni tampoco queremos tenerla, porque solo las utilizamos como miserable excusa para la fiesta imbécil, para martirizar animales y animalizarnos nosotros, para mamarnos, atontarnos y embrutecernos, pero nos ciscamos en la verdadera Historia, en la auténtica, en la única y en la de todos. Y para disimular nuestra lamentable ignorancia, nuestra profunda y pavorosa incultura, inventamos esa estupidez de la “memoria histórica”. Cuando todo lo que empieza a ser memoria, también comienza a ser historia.

lunes, 2 de diciembre de 2013

¿JUSTICIA RESPONSABLE.:?

Parece que no gustó mucho el de la justicia. Al menos, no a algunos. A esos unos que lo justo es tanto salir ellos beneficiados como los contrarios perjudicados, y nunca, jamás, al revés. Pero eso es precisamente lo que me da la razón, ¿es que no lo entienden?.. Intentamos utilizar la justicia para nuestro propio interés. Y la usamos para evadir nuestras responsabilidades. Esas críticas son las que me dicen que no me equivoqué. Que dí en el clavo. Así que voy a tratar de ilustrarlo con un par de ejemplos reales. El primero, lo vamos a condenar seguro. El segundo, no lo vamos a ver tan claro porque somos nosotros.
    
            Uno ha ocurrido en EE.UU., donde rizan el rizo de lo absurdo, y donde estupideces significa ser estúpido hasta las heces. Un ratero se cuela en un párking público, roba el coche que más le gusta y sale disparado con él puesto. Se empotra contra un árbol y se rompe la crisma. Tras meses en el hospital, viene y demanda a la empresa del párking por carecer de sistemas de seguridad, pues, alega, de haberlos tenido, él no hubiera podido robar el coche y no hubiese estampado su sesera contra el jodido árbol. Lo alucinante del caso es que el sistema judicial americano ha admitido a trámite la demanda...
                Como aquí copiamos todo lo peor, cutre y soez del made in Usa (véase Hallowing) pues nos despepitamos por imitar todo lo negativo. Y miren: en lo de la tragedia del Madrid Arena, y en todo el circo montado para quitarse responsabilidades de encima, desde los políticos a los técnicos pasando por la empresa, tampoco falta la de los propios autores del victimario propiciatorio: los jóvenes, que evaden su responsabilidad en los hechos según les convenga, una vez exonerados por la voluntaria ceguera de la opinión pública. Están grabadas declaraciones de testimonios indignados de jóvenes que denuncian que les dejaron pasar sin DNI y con hasta 5 litros de bebidas alcohólicas en la mochila. Es exactamente lo mismo que lo del mierda americano. La culpa no es del que delinque, si no de quien lo permite. Y entonces son los propios delincuentes los que denuncian.
                Y esto, amigos míos, está pasando con todo. Nos hemos construido un caparazón legal tan injustamente protector y manipulado, que creemos justo que nuestros derechos sobrepasen nuestras responsabilidades. Y eso mismo es, precisamente, lo que al ladrón, al violador, al asesino… les viene de perlas. Porque utiliza a su favor el sistema que hemos creado y lo vuelve en contra de la sociedad que lo ha propiciado. Porque, no nos engañemos, lo hemos propiciado nosotros, para proteger a nuestros vástagos, para eludir la falta de valores en que los hemos educado, y para justificar nuestras propias trapacerías e indecencias con una falsa y falseada autoindulgencia.
                Poco después de lo del Madrid Arena, los telediarios mostraron el cirio que armaron cientos de nenes a las puertas de un conocido mamadero valenciano por no dejarlos entrar, al estar su capacidad sobradamente rebasada… ¿En qué quedamos, pues..?. Si no nos dejan hacerlo mal, la liamos, y si nos dejan, los denunciamos si luego pasa algo. Porque entonces no somos los agentes provocadores del mal, no, entonces seríamos las víctimas… Seamos sinceros,  ¿no huele esto a podrido?..

                ¿Cómo es posible que algo tan retorcido, pero tan claro, no seamos capaces de verlo?.. Yo entiendo el dolor de unos padres que han perdido a sus hijos, por nadie pase… Pero nunca comprenderé que nos neguemos a reconocer la parte de responsabilidad de ellos y de nosotros mismos en tan desgraciadas muertes. En estos casos, la culpa siempre es compartida, por mucho que busquemos focalizarla en otros para evitar la nuestra. Por eso mismo, esto tan obvio la opinión pública no lo capta. No se dice. Se calla. Porque llama a la conciencia de la propia sociedad, y es doloroso reconocerlo.- Pues eso era lo que quería decir en mi artículo. Que la justicia no es de nadie, pero es responsabilidad de todos. De todos. Absolutamente de todos. Y que el garantismo de las leyes es bueno y deseable… hasta cierto punto. Se pervierte cuando termina en escapismo.