Datos personales

Mi foto
TORRE-PACHECO, MURCIA, Spain
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...

martes, 5 de junio de 2012

¿NACIONALISMOS, COMUNIDADES, HISTORIA..?


Soy consciente de que, con éste de esta semana, puede que alguno se pregunte estupefacto si es que me he vuelto gilipollas, o qué… De hecho, sé que me llevaré críticas, fundadas o infundadas, y que unos cuantos pueden verse sorprendidos por tamaña ocurrencia. Aunque, si me conocen, tampoco debería extrañarles mucho…Pero miren, esta vez me voy a preguntar, y ustedes disculpen la osadía, por la racionalidad de nuestro estado autonómico, fíjense qué atrevimiento,coña
                   Desde que se trazó el mapa de las 17 comunidades autonómicas en España, ciertamente que basado en la anterior división de las provincias, se asumió la misma artificialidad que tenía la partición territorial por regiones, paridas con más calado político que histórico, tal y como adolecía la última división administrativa del estado. Quizá – y digo quizá – por esto que las así mismas consideradas históricas, como Cataluña o el País Vasco, han estado siempre dando por saco con sus nacionalismos y sus independentismos, derivados de ese mismo sentimiento nacionalista marcado por una historia que no se puede eludir por muchos intereses estatales que se pongan sobre la mesa, y que va, ineludiblemente, en la herencia genética y cultural de los propios pueblos que la conforman
                   Y no es que yo esté intentando demostrar, ni mucho menos justificar, nada. Lo que intento es comprender esos sentimientos de pertenencia histórica, no sé si me explico… Por eso creo que la sensación que tales comunidades tienen no es que les joda no tener más que las demás, si no que las otras, las no históricas, tengan lo mismo que ellas. Se trata de la legitimidad de las raíces, que ellos pueden creer y sentir, lo que se esgrime en el rechazo y las exigencias con respecto al resto. Es muy posible que pueda equivocarme, sí, pero pienso que, en el fondo de su manifiesta insolidaridad, de su egoísmo más o menos aparente, lo que subyace es el sentimiento de tener unas razones históricas que las otras comunidades no comparten, ni reconocen, ni parecen respetar, y que han de defenderlas por el único camino que esa misma historia les muestra: tratando de imponer su diferencialidad a todas las demás. Si queremos relajar la tensión, diríamos que es cuestión de pedigrí.
                   Y aquí es donde viene mi bombica: ¿Qué pasaría si reorganizáramos las autonomías, vía Constitución, solo por razones históricas y no por intereses políticos?.. Al ser todas iguales ninguna se sentiría ajena a la otra ni fuera de lugar dentro del contexto histórico. Todas ellas tendrían el mismo peso que les concede su propia referencia histórica desde la conformación del estado español. Ninguna sería artificiosa y ninguna reclamaría más derechos que otra. Incluso ganaríamos en una reducción importante del gasto administrativo, y en un mejor control y encaje político y económico, ya que se reduciría ostensiblemente el aparato, pasado de 17 a una media docena aproximadamente, y con mucho menos desigualdades, o sentimientos de desigualdad, entre ellas…
                   Porque se trata de reconocer y reconformar las seis, por ejemplo, que figuran en el escudo de España, asumiendo los agregados extrapeninsulares que hubiera que asumir. Las comunidades que fundaron el moderno estado español en esencia, de 1469 a 1512, por el matrimonio de Isabel y Fernando hasta la incorporación del reino de Navarra. Más o menos… Y hacer con ello un gobierno federal – que ya funcionó en tiempo de los Reyes Católicos – con las mismas competencias para todos, con iguales derechos y obligaciones… Con idénticas posibilidades de sus hechos diferenciales. Incluso en tal proyecto podría reunificarse Portugal, para formar un gran estado ibérico confederado.
                   ¿No se están uniendo ayuntamientos?..¿pues, porqué no las comunidades?.. ¿Acaso no es lógico, racional y de sentido común?.. Es la única forma de que las comunidades históricas no se aprovechen de las no históricas. Y es la única manera también de que las comunidades no históricas no parasiten a las históricas. Existen modelos, como EE.UU., India, Suiza, Alemania, Rusia… Donde comparten derechos y deberes, recursos, responsabilidades, conciencia de estado… porque también comparten su historia. Nosotros compartimos historia, es cierto, pero hemos hecho una caricatura de estado… un desastre, una verdadera pena… Es tan solo mi opinión, claro, es tan solo mi opinión…

lunes, 4 de junio de 2012

TENER EL MUNDO SIN SER DEL MUNDO


El pasado año por estas mismas fechas y en estas mismas páginas, escribía con pelos y señales cómo la Iglesia estaba aumentando su patrimonio en toda España con las inmatriculaciones. Se estaban registrando como propios toda clase de bienes muebles e inmuebles, fincas rústicas y urbanas que mantenían los municipios sin estar inscritas a nombre de nadie, al amparo de una ley franquista, arbitraria y trasnochada que equipara a los obispos con los fedatarios públicos. Como los prelados no están sujetos a rendir cuentas a los poderes públicos, incomprensiblemente, muchos ayuntamientos se encontraron que habían perdido lo que siempre habían mantenido por la creencia de que pertenecía al pueblo. Ley que, por cierto, y al igual que el concordato, sigue sin derogarse…
                   De esta forma – califíquenla como quieran – no solo templos y catedrales, si no también palacios, cementerios, casas, huertos, solares, plazas públicas, locales comerciales, pisos, fincas, tierras de cultivo, edificios históricos y no históricos, protegidos o no protegidos, bienes de interés cultural o no… cientos de ellos, habían pasado a sumar el ya inmenso e incalculable patrimonio del mejor negocio del mundo: la Iglesia. Algo así como la famosa falsificación histórica del Acta de Donación de Constantino, por la que la católica se hizo rica y poderosa.
                   Ahora resulta que, no solo se los han apropiado subrepticiamente y a escondidas, como el buen ¿o mal? Ladrón, sino que además, quieren que los sigan manteniendo los edilatos y tampoco quieren pagar el correspondiente Ibi. Ha sido el ayuntamiento de Zamora el que ha destapado el tarro de las santas esencias, que, en tiempos de penuria, ha separado la tasa de retirada de residuos urbanos de la del impuesto de bienes inmuebles, que allí andaban juntos, para, al menos, poderle cobrar la recogida de basuras a los que tampoco querían pagarlas al negarse a pagar el Ibi. No al contrario. Lo que pasa es que la mecha, una vez prendida, se ha extendido y entendido al revés.
                   Y la gente común no orientada por párroco, y los medios de comunicación, y los de organizaciones laicas que ha presentado más de 30.000 firmas en el Congreso (se han esforzado poco, a fé mía), y una oposición que no hizo nada de esto cuando gobernó, andan pidiendo el fin de una exención que, en el fondo, no es más que un flagrante y sangrante agravio comparativo, por no llamarlo una sinvergonzonería, indecencia e injusticia manifiesta, más aún en los tiempos que corren, donde el erario no tiene ni para encargar unas misas en sufragio de sus perras. Máxime cuando es el único país de Europa, creo que exceptuando Polonia, claro, que aún mantiene una circunstancia heredada de  un nacionalcatolicismo arcáico, y no libre de execrables crímenes, dicho sea de paso…
                   Pero la jerarquía dice que nonis. Que los ampara los Acuerdos de la Santa Sede de 1.979, que los bienes por los que cobran alquiler no están sujetos porque el alquiler no es una actividad económica – no sé entonces lo que es -, que si están exentos por la ley del mecenazgo… enfín. Conozco entes y fundaciones adscritas a tal ley que pagan religiosamente tales impuestos, pero bueno, si ellos lo dicen… Lo cierto es que la Iglesia quiere perpetuar sus privilegios de clase imponiendo sus prerrogativas. Y, sin ser de este mundo, acaparan los bienes de este mundo a saco…
                   Lo que ya no tiene perdón de Dios – del mío, claro, no del suyo – es que el presidente de la Conferencia Episcopal Española, el Sr. Rouco Varela, amenace  con que si se les obliga a pagar el Ibi de sus cuantiosas posesiones, el servicio de Cáritas se verá afectado. Otra vez el chantaje moral, de nuevo la manipulación de conciencia de la que son maestros consumados. Todos sabemos que Cáritas es mantenida por ajenos bolsillos a los de la iglesia en una enorme proporción, y que sus servicios son prestados por bienintencionados y esforzados seglares, voluntarios y voluntariosos, creyentes o no. Y que la aportación crematística de la iglesia es mínima, señor cardenal… Más les vale que lo que su IOR y su banca Vaticana blanquean de dinero lo destinasen a estos menesteres en vez de a mantener una curia principesca de una muy mal llamada iglesia pobre. Y solo estoy aplicando el estricto sentido evangélico, monseñor mío…
                   Así que paguen el IBI, y compartan con los demás su aportación por sus inmensas propiedades, como cada quisque, que ustedes también hacen uso de las prestaciones sociales, aunque consideren que no son de este mundo… Por favor.