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TORRE-PACHECO, MURCIA, Spain
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...

viernes, 29 de septiembre de 2023

EL TIEMPO, bis

 

(de Pijamasurf)


Hace tiempo escribí sobre el Tiempo… Ya saben ustedes, lo de que el “tiempo” como tal no existe; y que todo es un “contínuum presente”, como constató Einstein en su muy acertada Teoría de la Relatividad; y que tan solo es como una herramienta deshechable, solo apta para, y en, nuestro actual estado evolutivo, y todo eso… ¿se acuerdan?. Bueno, pues es que algunos unos, y unas, me pedian que hiciera el favor de ampliarlo con un poco más de información, que me lo agradecerían mucho y todo eso…

La verdad es que a mí no tienen que agradecerme nada. Yo solo sé lo que es, lo que siempre ha existido y de nuevo se va descubriendo, o mejor re-encontrando, y esos conocimientos pertenecen a todo bicho viviente. No son míos. Por lo que no tengo ningún derecho moral a guardármelos para mí, ni ocultarlos a nadie que me los pida… Lo que puede pasar – y suele ocurrir – permítanme que sea sincero, es que no todo el mundo llega a entenderme, y entonces pasa lo que pasa: que me mandan a hacer gárgaras. Y no es suya la culpa, sino mía, que no sé vulgarizar mejor lo que quiero explicar. Ustedes sepan pues disculparme si no consigo hacerlo como es mi deseo.

Quizá nos ayude a entenderlo si le cambiamos el gráfico al símbolo del Tiempo… Veamos: nosotros lo solemos imaginar como una línea que transcurre de izquierda a derecha, ¿verdad?.. en la izquierda queda el “pasado”, en la derecha imaginamos el “futuro”, y en el centro colocamos nuestro “presente”. Pues ahora intentemos representarlo como una línea vertical: arriba el pasado, al centro el presente, y abajo el futuro, por ejemplo. O al revés, dá igual. Pero, al tenerlo todo en nuestro centro visual, en el mismo eje central de visión, la sensación es que todo está contenido en el mismo plano, como todo ello a la vez en el tiempo… Y esa es la idea: que no son acontecimientos secuenciales, aunque así nos los parezcan, sino actuales.

La leche, ¿no?.. bueno, pues ese, precisamente, es el aspecto de la Relatividad einsteniana: como un paradigma vertical, con momentos, hechos y acontecimientos, “apilados” unos sobre otros que suceden a la vez en el mismo tiempo. Véanlo de otra manera: si nosotros estamos y vivimos “en” un mapa, no podemos ver todo el mapa, solo el punto donde nos encontramos, ¿vale?, pero sí nos elevamos a una dimensión superior al mapa, entonces lo vemos y captamos todo a la vez.

Vale. Aquí quizá me pillen en un renuncio: “te sascapao el futuro, tío listo”, se me argumentará. Y no, en absoluto. El futuro es tan presente como el pasado porque es una secuencia de una consecuencia: el presente es consecuencia del pasado, y el futuro “será” consecuencia de nuestro presente. Ley de causa y efecto… Para la “realidad absoluta” o plano superior, llámenlo Dios si se sienten más cómodos, todo queda registrado en un solo y mismo instante: el eterno presente, por lo que, aquello que nosotros llamamos futuro, que desconocemos, junto a lo que llamamos pasado, que conocemos, es un solo y único hecho que se vá secuenciando en nuestro punto que vemos como presente… Se me dirá que, si soy tan chulico, que lo demuestre, que es lo que suelen decir los que todo lo demuestran a base de una inconcreta y poco sostenible “fe”… Yo no puedo, amigos míos, pero la Física Quántica, que es pura ciencia, sí lo ha demostrado.

Luego, hay algunos axiomas de una lógica acojonante, tan simples, que, como decía aquel arriero, "pueden espantar a las bestias"… Por ejemplo: el tiempo realmente existente es en el que estamos. No en el que estuvimos, ni en el que estaremos. Así que, si el tiempo marca nuestra presencia, tan solo existe como nuestro presente. Nosotros ni fuímos, ni seremos, tan solo somos. De ahí que se diga lo que afirmó en su día el tío Albert como un principio incuestionable… Y sí, ya sé, lo reconozco: a nuestra mente, acostumbrada a ser engañada por lo aparente y los embustes interesados, le cuesta trabajo digerirlo, lo entiendo. Pero así son las cosas.

Y los que las investigan, afirman que constantemente viajamos entre las realidades de esta esfera de tiempo, que no es tiempo, pero que nos parece tiempo, generalmente en nuestro espacio onírico, donde el subconsciente releva al timón al consciente. El conocido fenómeno por “Dejá Vú” es una de las maneras en que cobramos consciencia de todo esto.

La cuestión es que estas viejasnuevas realidades enlazan y contactan con antiguas teologías que lo confirman. Hasta tal punto que avanzan que el concepto “edad”, directamente relacionada con el tiempo, en consecuencia lógica tampoco existe, al menos literalmente hablando… Que el haber nacido, antes o después, a una determinada realidad física, es accidental, circunstancial, y tan irreal como el propio “tiempo” que la sustenta. Y que el concepto “edad” relacionado con las almas que nos viven (o que nos habitan) tiene que ver con el nivel de “conocimientos” acumulados, si acaso, y no con la medida de ningún reloj, ni calendario, ni número de arrugas. Tampoco se trata de “almas” viejas o nuevas, sino evolucionadas en un mayor o menor grado o nivel, puesto que la creación de todo, fuera “Fiat” o “Big Bang”, fué única, de todo y a la vez… Podríamos decir, a grosso modo, que todos lucimos distinta edad pero tenemos el mismo tiempo.

Creo que debo parar aquí… Podría seguir hablándoles de la sabiduría y la ignorancia, de la luz y la oscuridad, o de lo bueno y de lo malo, que son conceptos que elabora nuestras mentes, basadas en la experiencia relativa de lo que creemos que es nuestra existencia, pero lo vamos a dejar. Tan solo les diré que, según transcurre nuestra vida, nosotros solitos vamos cambiando las reglas, combinándolas, adaptándolas a nuestra realidad más o menos actual. A nuestra Realidad Presente. Nos fabricamos las herramientas con las que nos trabajamos a nosotros mismos (el tiempo es una de ellas) y así vamos…

Confío y espero que a los que me pidieron un bis de El Tiempo hayan encontrado algo que les sirva de algo – valga la redundancia – y que haya sido algo de lo que esperaban, aunque solo sea una parte de un poco. Entre la espantosa pesadez para unos y la sutil ligereza para otros, anda el fiel de la balanza. Búsquenlo… Al “solo sé que no sé nada” de Platón, otro que escuchaba, le dijo: “pues en la nada está el todo”, a lo que el filósofo le contestó: “cuánto más encuentro, más me falta por encontrar”… Pues eso.

Miguel Galindo Sánchez / miguel@galindofi.com / www.escriburgo.com

jueves, 28 de septiembre de 2023

EL OJO QUE LO VE

                                                 

(de Asesorias.com)


En Derecho Constitucional se dicta que es un Fraude de Ley el que las formaciones políticas se presten diputados entre ellos para alcanzar fines políticos personales y/o partidistas. Es lo que ha hecho el Psoe con Junts y Erc para que logren grupos parlamentarios propios, como lo hizo López Miras en su día acogiendo a tránsfugas en el suyo.


Exáctamente lo mismo. Esta práctica fraudulenta se comete indiscriminadamente desde la izquierda a la derecha… Hoy por ti, y mañana por mí, se dicen entre bambalinas, y mientras rula…


Pero es además un fraude electoral, social, moral y ciudadano… Yo no voto a “mi” partido para que éste lo ceda o lo preste a otros, según conveniencia. Lo que pasa es que aquí cada uno lo justifica según por el color del ojo que lo juzga.



Miguel Galindo Sánchez / miguel@galindofi.com / www.escriburgo.com

martes, 26 de septiembre de 2023

LOS 10 RAZONAMIENTOS

 


…De la Ley de Dios.- Con permiso de Cécil B. de Mille, de la Iglesia y de todos los que se puedan sentir ofendidos, aunque no tenga el mínimo deseo de ofender a nadie, me voy a atrever a corregir lo de “Los Diez Mandamientos”… Un Dios que otorga al ser humano Libre Albedrío para experimentar su obra creativa y adquirir conciencia, no puede contradecirse a Sí mismo, mandando, ordenando, ni prohibiendo, nada (salvo indicando, razonando). Si el hombre, como género humano, ha de aprender algo, y yo creo que mucho, lo hace a través de los errores, no a través del castigo, para eso Él mismo nos colocó, a modo Gps, la ley de causa y efecto.

Lo que bien pudo pasar, es que aquél cansino Moisés, que estaba obsesionado por ser homologado por Dios para ser guía y garante de su pueblo (noble propósito, por cierto) no paraba con su cantinela: “Oh Dios de mis padres, dígnate mostrarte a mí”, como recoge el Éxodo, o: “dame una señal que yo pueda mostrar a mi pueblo”, y dale que te pego: “¿cómo podemos saber que somos los elegidos?”… Todo tole-tole provoca un fruto (pedid y se os dará, buscad y hallaréis), y el nieto secreto del farahón, tanta brasa dió, que prendió una zarza en lo alto del Nebo, que era su propia conciencia ardiente: acho, tío, “Yo soy El que Soy”, y no hay más, ni menos, que eso.

Bueno… ya había iniciado el contacto, el movimiento de apertura del ajedrez…. Pero seguía insistiendo en la cantinela del: “¿cómo puedo estar seguro, tío?”, que repetía a cada subida al monte, cual Almonte, o Fuensante, que son versiones competenciales de lo mismo… Hasta que El que Es tuvo que contestarle algo así como: mira, majo, pesaíco eres, escribe en lo que pilles lo que te voy a decir: estaréis seguros de cuánto me preguntas, cuando tú y tu gente viváis una realidad basada en unos convencimientos, y fíjate que no digo mandamientos, básicos, elementales, como premisa de que, poco a poco, vayáis entendiendo por vosotros mismos, y convenciendóos, de lo que no debe ser impuesto sino adquirido de buen grado. Cuando lo logréis, podréis consideraros mi pueblo. Toma nota:

1).- Cuando dejéis de rendir culto al estátus, al poder y el dinero, y lo rindáis al único Dios verdadero, que soy Yo por cierto, y estoy dentro de vosotros, que no tenéis que subir a ningún cabezo, cabezones…

2).- Cuándo dejéis de usar mi nombre para adquir ese vano poder, que no vale nada, porque, al fín, descubráis que todos somos una misma realidad… que Yo soy tú, y tú eres Yo, que no te enteras, Contreras…

3).- Como no va a ser de hoy para mañana, porque os conozco, al menos reservad un día de la semana para pensar y hablar de estas cosas, y todo lo demás se os dará por añadidura. Aislaos, meditad, santificadme ese ratico dentro de todos y cada uno de vosotros. Buscadme ahí aunque solo sea en uno de siete.

4).- Cuando veais que todos honráis a vuestro Padre/Madre, que soy Yo, y a vuestra Madre que es la Tierra que plantáis y de la que coméis, y de vuestra Madre carnal que os dio de mamar, mamones, empezaréis a comprender el principio de todo.

5).- Cuando no matéis ni asesinéis, porque os hayais dado cuenta que lo que hagáis a cualquiera de los otros os lo hacéis a vosotros mismos, y que os estáis pegando tiros en los piés, tontos del nabo, empezaréis a comprender.

6).- Cuando dejéis de cometer adulterio con y entre vosotros mismos, ni envenenéis vuestros cuerpos con alimentos que igual habéis adulterado, entonces vamos y hablamos.

7).- Cuando entendáis que no vale la pena robar, porque todo es de todos y no existe nada de nadie, y lo que roba uno aquí se lo está robando a sí mismo para cuando salga de aquí…

8).- Cuando veais que no hace falta mentir, ni ir haciendo por ahí el trincaleras, levantando falsos testimonios, porque la sociedad es como un espejo que refleja en nosotros todo lo que hacemos, entonces, quizás…

9).- Cuando seáis todos como Uno, no habrá esposas de nadie, porque las mujeres no son propiedad de nadie; y los que entiendan eso, no desarán a ninguna prójima de ningún prójimo. Lo que vino de la unidad, volverá a la unidad.

10).- Como tampoco los bienes ajenos, ya que habréis acabado con la “ajenidad”, y con la propiedad, y hasta puede que sepáis lo que es en verdad la “comunidad”, no la de vecinos que solo vale para pelearos entre vosotros…

… Así que – concluyó Dios a Moisés – cuando en el mundo se den esa serie de conclusiones, por razonamiento propio, tendrás la prueba de que has hablado Conmigo… o, mejor dicho, Yo contigo. Así que no vuelvas más por aquí, que ya yo, yo ya

Pero yo no concibo a Dios (sí a los dioses, pero eso sería otra historia) como un legislador/castigador que ha “creado” a sus propios siervos para que éstos se le suban a las barbas, y así poder sacudirles estopa a placer… Puedo entender muchas cosas, pero no esa.

Más bien me inclino a creer que a Dios lo han secuestrado las religiones en beneficio propio y de su sacerdocio. Que lo han manipulado hasta ponerlo a su servicio e interés ante la pasmada y domesticada mirada de los fieles. Que han falsificado sus enseñanzas convirtiéndolas en gobernanzas. Que han revertido (rebajado) a Dios en un Rey para así ellos poder convertirse en sus visires… Y lo más cómico de todo, es que ese poder que ellos se arrogan, no se lo dá Dios, sino que se lo damos nosotros… A ver si vamos espabilando, maese Fernando.

Miguel Galindo Sánchez / miguel@galindofi.com / www.escriburgo.com

lunes, 25 de septiembre de 2023

HUMANIDAD

 

(De 24 Horas))

Ya sabemos que Gran Bretaña está metiendo en un enorme barco, una especie de cárcel flotante, a cuanto emigrante sin papeles pillan “in fraganti” de tal “delincuencia” legal, no moral, claro, ni tampoco humana.

Ahora, en una nueva vuelta de tuerca, el Reino Unido planea ponerles pulseras Gps a todos esos inmigrantes. Son los mismos ingleses que abolieron la esclavitud en su día y suscribieron los derechos humanos.

Pero lo de la pulsera me recuerda a la Estrella de David amarilla con que los nazis marcaban a los judíos… Lo que venga después no lo sabemos. ¿Aún pensamos que evolucionamos?.. Yo, desde luego, no lo veo, pero, claro, igual estoy equivocado.

Miguel Galindo Sánchez / miguel@galindofi.com / www.escriburgo.com

domingo, 24 de septiembre de 2023

DE CINE...

 

(de Todocoleccion)


Tan solo tenía que salir de mi casatienda y cruzar la calle: allí tenía el Cine Carthago, más conocido en el pueblo por el Cine de la Feria, el cine de invierno… A cuatro pasos exactos se ubicaba la fábrica de los sueños, donde, en aquellos años oscuros, podíamos vivir vidas ajenas, existencias placenteras, o heroicas; perdernos en aventuras que revivíamos el resto de la semana; suplantar personajes y enrocarnos en situaciones dramáticas, amorosas u odiseicas. Entonces, en los cines se producía lo que en psicología moderna se llama “transferencia”, un recurso vital para librarse de una cotidianidad vigilada y asfixiante… Una válvula de escape tan necesaria como el escaso pan que se comía.

Tan cerca estaba de aquella mágica factoría, que, aún en los fríos inviernos (entonces, lo eran), con las puertas cerradas, bastaba con situarse próximo a las de salida, para oír el lejano eco de las películas que se desarrollaban en su interior, con un sonido débil y apagado, pero reconfortante… En primavera, el cine abría sus ventanas laterales a la calle, como recurso de refrigeración natural, y entonces yo tan solo tenía que trepar a las más próximas a la pantalla, para, encaramado en ellas, agarrado a sus barrotes y mal-enculado a su escasa repisa, entre una visión biselada y una acústica deformada, adivinar, o mejor dicho, imaginar, la historia que dentro se desarrollaba.

Nuestra proximidad a “los del cine” me permitía una cierta relación con su paisanaje: Joaquín, el portero; Paco, el operador; Mingo, el cartelero… que, conforme yo iba creciendo en talla y años, y la escasa disponibilidad de algunos reales en el bolsillo, que, con el paso del tiempo, se convirtieron en pesetas, mi acceso al privilegio de gallinero, primero, y butaca después, fue convirtiéndose en una esplendorosa y lujosa realidad… Incluso, algunas veces, me permitían subir a la cámara de proyección, donde Paco me proveía de recortes de fotogramas, que, por ajustes de la cinta o por los de la censura, se desparramaban por el suelo.

Sobre los míticos sesenta, siendo ya zagal laboral, cuando hasta se permitían poner alguna película entre semana en sesión doble, estaba a mi alcance incorporarme alguna noche, aún a medio proyectar, a aquella bendita evasión. En la sala semivacía, donde muchas veces me encontraba con mi primo Máximo, desmenuzábamos juntos aquellos ratos mágicos en blanco y negro… Habíamos desarrollado la habilidad mental de reconstruir los pasajes asolados por la tijera censora, hasta dándonos cuenta del momento en que se iniciaba, y cómo se desarrollaba, tan triste y patética suplantación.

No resulta extraño entonces que mi película mítica sea “Cinema Paradiso”, y su banda sonora (Ennio Morricone) forme parte de mi subconsciente personal más consciente. Es mi particular regreso a Ítaca… el Ulises que llevo cosido a mis recuerdos y entretelas, y que yo creo – y esto se lo deberé consultar a mi amigo Juan Jiménez, psiquiatra de pro – que ya forma parte intrínseca, y quizá que también condicionante, de mi mentalidad y personalidad. No sé cómo se puede manifestar esto, pero estoy seguro de ello.

Y todo esto, que forma parte y se desarrolla, y actúa, a través y a lo largo de toda existencia humana, más el acumulado de después, y a lo que damos tanta importancia con respecto a su influencia en el resto de nuestras vidas; que nos parece una experiencia única dentro de nuestra existencia y mundo mundial, es, en realidad, la milmillonésima parte de una minucia dentro del orden universal en el que estamos insertos… Aunque lleguemos a ser seres centenarios, supondría cuatro diezmilmillonésimas partes de la existencia humana en el planeta; una siete diezmilmillonésima parte de la vida del cosmos…

Estas cifras tan inconmensurables deberían hacernos meditar sobre nuestras insignificantes vivencias en comparación con la inmensidad e infinitud que nos contiene… y nos sostiene. Como debería hacernos pensar por qué, a pesar de esa matemática brutal, que nos pone en nuestro sitio real descolocándonos del que creemos real; todos los trascendentales Avatares de nuestra antigüedad (Jesucristo es uno de ellos); y nuestra ciencia actual (la Física quántica es la última de ellas), nos sitúa, a pesar de nuestra insignificancia, como “agentes” activos y preponderantes en nuestro limitado medio, y en el desarrollo de toda una eternidad. He aquí la cuestión, he aquí el misterio, he aquí la aparente dicotomía e incongruencia.

Naturalmente… si nos observamos como entidades separadas, individuales y animadas – porque resulta que pensamos y nos pensamos –erramos. Todos los seres tenemos “ánima”, precisamente, que de ahí viene “animales”… El secreto, que no es ningún secreto, es que los humanos incorporamos conciencia, y la conciencia lleva consigo y en sí misma la experiencia y la trascendencia de tal experiencia. La primera lleva a la segunda. Y es esa parte, precisamente, la que trasciende los eones del tiempo… De un tiempo, por cierto, que no existe como tal dentro del organigrama de la eternidad, ni de su concepto. Saquen pues, todos y cada uno de ustedes, sus propias conclusiones.

Es posible, estoy seguro de ello, que van a decirme que me he montado una película de ciencia-ficción, tipo Asimov… Sin embargo, no es así. Puede que hasta se tome como reality-show, si quieren, pero no tiene nada de fantasía. Aquí la única trama que existe nos la montamos nosotros mismos huyendo de la realidad y negándonos a la verdad. Ni queremos saber, ni queremos encontrarla, por lo tanto tampoco buscarla. Pero no pasa nada, porque, tarde o tempreno, al final, es ella la que nos encuentra a nosotros. Mientras tanto, así nos va: de cine… pero de miedo.

Miguel Galindo Sánchez / miguel@galindofi.com / www.escriburgo.com

viernes, 22 de septiembre de 2023

DOY FÉ

 


(de YouTube)


Se ha destapado que un funcionario “de carrera” (tal que así se especifica) del Ayuntamiento de Abarán, besaba sin consentimiento y enviaba mensajes de una obscenidad animal a sus compañeras (LO-30/8). Y así lo estuvo haciendo durante años. Los hechos de este sujeto deja a Rubiales como un cándido aprendiz…

No le ha caído condena mediática, ni creo que judicial, que se ha mamado el otro jumento. En España, un funcionario, por el hecho de serlo, sienta cátedra de seminviolabilidad. Sus derechos sobrepasan los de cualquier otro ciudadano…

En mis tiempos de Juez de Paz, viví casos de elementos, cuyas “hazañas” se saltaban lo policial y lo público sin esconderse, y, como mucho, les sobreviene un traslado, para en otro lugar sufran sus desmanes. Doy fe de ello. Un funcionario es un intocable.

Miguel Galindo Sánchez / miguel@galindofi.com / www.escriburgo.com