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TORRE-PACHECO, MURCIA, Spain
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...

lunes, 29 de mayo de 2017

EL VIEJO MAESTRO





Lo siento, no lo puedo evitar, pero lo confieso. Ernesto Cardenal, teólogo, ideólogo, filósofo y poeta, sigue siendo mi ya vieja y desgastada brújula, como la de Jack Sparrow. Aún y a pesar de sus 95 años. Y no digo poeta y profeta, porque los no avisados pueden tomar el rábano por las hojas, pero la poesía y la profecía tienen más en común de lo que el común podemos imaginar siquiera… Pero bueno, dejémoslo ahí. El caso es que en una de sus últimas declaraciones a un corresponsal de El País desplazado expresamente a Managua para entrevistarlo, dice con esa clarividencia que aún mantiene, “Las religiones dividen a los pueblos, la ciencia los une…”.

                La verdad es que esta decena de palabras, dichas por uno de los personajes con mayor carga espiritual del siglo XX, es de un tremendo significado. Y no lo digo por mí, que coincido plenamente en su apreciación sobre el binomio ciencia-religión punto por punto, si no por el impacto que en cualquier mentalidad librepensadora puede causar una afirmación como ésta en boca del padre de una de las más enérgicas teologías de nuestro tiempo: la de la liberación. Y viniendo de un gigante intelectual de su talla… Porque, si nos paramos a pensar con detenimiento, habremos de convenir en que religiones hay muchas, mientras ciencia solo hay una. Y mientras todas esas religiones luchan entre sí, las diferentes ramas de la ciencia se esfuerzan por coincidir y encontrarse. Cada religión proclama ser la verdadera y falsas las demás, pero cada rama científica tiende a relacionarse con el resto para unificarse. Las religiones disgregan, mientras la ciencia camina hacia la Teoría Unificada, de Einstein…

                ¿Dónde está más Dios, en la unión, o en la división?.. Así pienso yo, y en eso creo. No obstante, sorprende también que un físico de la relevancia de Paul Davies haya dicho que (sic): “la ciencia es un camino hacia Dios, más seguro que la religión”. Ahí queda eso. Demasiados poetas, durante demasiado tiempo, han ignorado la inspiración que ofrece la ciencia, según Cardenal, y por eso afirma tajantemente “para mí es casi una oración leer libros científicos. Veo en ellos lo que algunos han dicho que son huellas de la Creación que Dios ha dejado entre nosotros”… Bellísimas palabras. Estoy seguro, muy, muy seguro, que se está refiriendo a los últimos descubrimientos de los ecos de la gran explosión inicial, la radiación de fondo, las microondas, en la que se basa la teoría del Bing-Bang, de Stephen Hawkings… Exactamente igual que cuando en la mística de su obra cumbre, “Canto Cósmico”, descubre uno de los principios elementales de la más reciente física quántica. Asombra la síntesis que Ernesto Cardenal consigue al convertir la aridez del lenguaje científico en la placidez del lenguaje poético. Pero es la fórmula que él utiliza para descubrirnos con belleza lo que solo intuimos con torpeza.
               
                Este viejo sabio es un viejo amigo que me acompaña desde los prodigiosos sesenta, mi primera juventud, cuando apenas mis sentidos comenzaban a respirar fuera del cartesianismo funesto y agobiante del Catecismo Ripalda y la legión de censores inquisidores de escuela y parroquia. Un viejo y querido maestro al que fui a escuchar una sola y única vez que estuvo en Murcia, hace ya mucho, mucho tiempo… y al que he seguido desde una cercanía lejana, que es la lejanía cercana de la distancia. De vez en cuando, como ahora, llega un eco. Ya son contados en el límite de un centenario. Y sé que son como toques de campana que suenan a despedida. Pero me alegra oírlos. Muchísimo. Y me siento movido a compartirlos con vosotros, seáis quiénes seáis o cómo seáis. Penséis lo qué penséis o cómo penséis. Cardenal es universal.

                “Cuanto más me acerco a la muerte, siento que más me acerco a la vida”, dice al entrevistador. Y le habla así, como de la cosa más natural del mundo, en que ya está próximo a resucitar de sí mismo… Que está cerca de su personal liberación. Que morir aquí es resucitar allí… Y me acuerdo de mis amigos ya resucitados de sí mismos – que no muertos – que creyeron conmigo en lo que yo creo, y me precedieron… como Antonio, y otros, y de los que, casi, casi, me dan envidia… hay que joerse…


MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / www.escriburgo.com – Viernes, 10,30 h. en http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php

domingo, 28 de mayo de 2017

El Mirador 26 mayo 2017

martes, 23 de mayo de 2017

BUSCAD Y HALLARÉIS




Antes, como mis posibilidades pecuniarias eran bastante menos estrechas, y mi ritmo de lectura alto, me acoquinaba un libro por semana así, como si tal cosa. Y nuevos de trinca, además. Como Dios manda. Pero hoy, como mis facultades económicas menguan a la vez que mis facultades físicas, y ya no puedo mantener ese ritmo de superdotado para el que, aún y así, ya no tengo posibilidades ni disponibilidades, pues me aplico a la relectura de los más pretéritos y olvidados. Es un recurso amable y agradable a la vez. Ahora, entre col y col de reciente hechura, me rebusco un par de lechugas viejas con que reverdecer antiguos sabores y saberes. Y vuelvo a recordar lo que un día aprendí. Y vuelvo a aprender lo que nunca debí olvidar. Y es un tesoro cuyas monedas recuento como un avaro, porque muchos de los textos, de añejos conocimientos, han sido borrados del mapa de su existencia editorial. Y ya no solo no se encuentran publicados, si no que ni siquiera subsisten en los fondos reconvertidos en digitales. Como si nunca hubieran existido. Como si jamás hubiesen estado ahí. Nada… Ignoro si se debe a algún tipo de “Farenhéit”, de medida estrategia, de exterminio por ocultación. No lo sé. Pero lo que sí sé es que son joyas en las que me revivo a mí mismo.

                Y, entre ellas, re-encuentro una por la que puedo contarles a ustedes la secuencia de un camino que seguro conocerán por la repercusión que, en su día, tuvo el famoso best seller El Código da Vinci. En aquel día lejano, ya publiqué en este mismo espacio y lugar, que Dan Brown había basado su exitoso libro en una parte de una obra de documentación realizada por tres investigadores británicos, casi cuarenta años antes, y que se titula(ba) El Enigma Sagrado. Brown montó un relato novelesco y novelado sobre un segmento de investigación de tal libro, asegurándose con ello un éxito sin precedentes y citándolos a modo de consulta para evitarse demandas judiciales… Pues bien, en esa repesca a lo que ahora me dedico de tochos ya leídos sine díe, resulta que encuentro uno muy anterior, escrito por uno de tales investigadores, Michael Baigent, y cuyo contenido, unido al de los otros dos autores, Henry Lincoln y Richard Leight, dio lugar posteriormente al tal del Enigma Sagrado. Acojonante, ¿verdad?.. El tal libro se llama Las Cartas Privadas de Jesús. Y, fíjense, provocó uno más completo, que, a su vez, re/provocó el del ya famoso y conocido Código… ¡Qué cosas..!.

                …En fin, a lo que iba y que deseaba compartir con todos ustedes. Que esas investigaciones y documentos, sí, documentos digo, reveladores sobre la muerte de Cristo, provocan preguntas cuyas respuestas podrían hacer cambiar todo aquello en lo que se ha creído tan firmemente durante un par de milenios. Yo no voy a tratar sobre nada de eso, aunque podría. Primero, porque se llevaría un espacio de incontables artículos como éste; segundo, porque nadie me lo ha pedido, ni creo que nadie me lo vaya a pedir; y tercero, porque la gente no quiere saber lo que le da miedo saber. Pero sí que quedan en el aire las siguientes preguntas:

                ¿Y si todo cuanto nos han contado acerca de los orígenes del cristianismo no fuese verdad, si no una impostura puesta e impuesta desde el Concilio de Nicea?.. ¿Y si un pequeño grupo de personas siempre hubiese sabido esa verdad, y la hubiese mantenido oculta… hasta esta época?.. ¿Con qué fin?.. ¿Y si existiese una prueba irrefutable de que Jesucristo sobrevivió a la crucifixión?.. ¿Cuáles fueron, en realidad, los sucesos sociales, históricos y políticos más relevantes en la época de Jesús?.. ¿Quién y porqué podría haber ayudado y empujado a Jesús?.. ¿Dónde pudo huir tras ser crucificado?.. ¿Cuál es la verdad que se esconde tras la creación del Nuevo Testamento?.. ¿Quiénes han querido mantener tal verdad oculta, y por qué causa y motivo?.. ¿Qué revelaban las dos cartas que Jesús escribió en su defensa ante el Sanedrín que lo juzgó?..

                Quién no desee saberlo es mejor que no busque. Así no encontrará. Que cada cual se quede con las respuestas que le sirvan y valgan. Aunque la humanidad, las personas, tenemos derecho a buscar para poder hallar… Lo otro… bueno, lo otro ya es otra cosa.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php


martes, 16 de mayo de 2017

¡¡ DIOS, QUÉ LIO.. !!





Al principio fue el Verbo, o el Logos, o lo que fuere al principio, según San Juan… Pero es que Éste, se volvió, se miró a Sí mismo, y solo vió, o sintió, o notó, vaya usted a saber, energía pura e inteligente que manaba de Él mismo, y tuvo que decirse algo así como “no es bueno que Dios esté solo”… y entonces creó al hombre, o al hombre/mujer, el ser andrógino por excelencia, o quizá fue justo al revés de cómo nos lo cuenta una religión-tradición machista en el Génesis, y creó primero a la mujer, o sea, al contrario, y el hombre vino después de una de sus costillas, de sus costados, o de sus ovarios, quién sabe… Sería lo más lógico, porque si el principio femenino es creador, ya que nos dá a luz, quien nos pare (parir viene de par, paridad, igualdad, copia, semejanza), y la principal, original y primigenia fuerza creadora es Dios, o como lo llamemos, entonces, si Dios, o como lo llamemos, se copió  a sí mismo, tuvo que ser una hembra como la copa de un pino, o una pina… y luego hombre vino de hembra. Así que, considerando las cosas y los casos, sí, Dios, o como lo llamemos, fue mujer…

                Y luego, dice el Apocalipsis, el Verbo, el Logos, o lo que fuese, se hizo carne para habitar entre nosotros. No sé si alguien habrá caído en un detalle de la importancia que me permito hacer notar. Pero si Algo se hizo carne y habitó entre nosotros está diciendo que nosotros ya estábamos aquí, ya hechos, y derechos, y ese Principio vino a “arrejuntarse” con o en nosotros. Lo dice el evangelista, no lo digo yo… Pero, a lo que vamos. Que el Verbo se hizo carne, sudor y lágrimas, que es lo que somos y de lo que estamos hechos, y si no se hizo, se unió a nosotros, se juntó, se mezcló, habitó entre nosotros. Yo lo entiendo mejor en nosotros…Porque el sudor, las lágrimas, e incluso la sangre, viene todo del agua y la sal de la que está formado y conformado nuestro organismo, de la que tuvimos que tragar cuando fuimos peces para después ser anfibios… y en nuestra evolución, más tarde, ser monos, primates bípedos, homos erectus, hábilis, y al final, sapiens… Pero cuando llegamos a aprender algo, a hacer algo, a avanzar algo, nos sigue costando sangre, sudor y lágrimas dar el paso, o parir lo que sea, por poco o mucho que valga la tal parida.

                Y toda esta larga introducción evolutiva nos lleva a que todo este desparrame de flujos nos ha llevado al umbral de un nuevo salto: la nanotecnología. Estamos a un pasico de pasar a ser el Homo Creator. Cuando fusionamos – y ya hemos empezado – la genética con la tecnología, y a esa biotecnología resultante le traspasamos toda la información que el hombre ha sido capaz de acumular en toda la historia de su existencia, y estamos en ello (solo habría que pasarla de “la nube” al engendro) haremos replicantes de nosotros mismos… seremos creadores de nosotros mismos, nos robotizaremos primero, para hacer más duradera y fuerte nuestra naturaleza, y luego re-humanizar con cada vez más información a los biorobots en que nos habremos convertido… Espeluznante, ¿no?.. Pues sepan ustedes que ya es perfectamente posible. Las inmediatas generaciones lo verán. Nos habremos convertido en los Logos de los nuevos humanos, en los Verbos de nosotros mismos…

                Si, ya sé… ya sé que más de uno pensará que esta semana me creo Isaac Asimov redivivo. Que me ha dado por la ciencia-ficción. Pero no lo crean. Las realidades de hoy, piénsenlo bien, solo son las utopías de ayer. De hecho, cuánto el hombre pueda imaginar puede llegar a ser factible. Todo. Solo está en diferente escala de tiempo. Nada más que eso. Primero, se piensa, después se imagina, luego se manifiesta. Es la ley de la creación, acuérdense de lo que decíamos al principio del principio de todo. Nosotros mismos fuimos pensados antes que manifestados, ya saben… “Creemos al hombre”, se dijo antes de crearlo. Lo que pasa es Quién, o Quiénes, lo dijeron… No es por nada, pero es que Elohim, en hebreo arcaico no significa Dios, si no Dioses… O sea, que había más de uno entonces re-creándose a su imagen y semejanza… Tal e igual que nosotros estamos a punto de empezar a hacer ahora… ¿La historia se repite, se copia, o es que es la misma historia?.. ¡Qué cosas..!.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / www.escriburgo.com – Viernes, 10,30 h. en http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php

miércoles, 10 de mayo de 2017

IN/SEGURIDAD




La Pinza es un programa radiofónico coparticipado, y que, he de decirlo, tiene un cierto nivel, sin pecar por ello de inmodestia. Se tratan temas de interés general, de diferentes naturalezas, aunque, por lo general, la audiencia no devuelve tal interés, también tengo que decirlo. Nos tienen ustedes todos los miércoles a las 19 hh. en 97.7 Fm, radio T.Pacheco, y luego la emisora “nos cuelga” en YouTube o Facebook como a los bacalaos, durante un tiempo… Y, a veces, tocamos un tema que luego la gente te va parando por los mentideros y te va soltando lo que no está en los escritos. Hubo uno en que el personal estuvo frotándose las escoceduras durante más de una semana, y que pedía repetir porque no se había hecho suficiente sangre como para el gusto del respetable. Se trataba de la Seguridad Ciudadana. Algo que, en plena epidemia de cacos, gamberros y golfos, la ciudadanía se muestra hipersensibilizada.

                Y no voy a decir yo que no les asista sobradas razones, cuando los robos en casa y en los negocios están a la orden del día (con mercadillo incluido, para más inri y vergüenza, donde te restituyen lo robado por un módico precio). El problema es que la solución en estas situaciones es otro problema, porque en una de decadencia y deterioro, la inseguridad es una consecuencia que se tenía que haber previsto y no se hizo en su momento. Lo políticamente incorrecto, como este mismo artículo, ya saben… Y porque el poner un guardia en cada esquina de cada calle es taxativamente imposible y una excelente excusa. La cuestión no es esa. Mi experiencia de más de 20 años de Juez de Paz es que el principio de autoridad ha   quebrado por la aplicación de leyes laxas y permisivas como antítesis reactiva a las tiránicas y represoras heredadas de la dictadura. Si bien, ninguna justifica la otra. Antes, con menos dotación policial se obtenían mejores resultados. La cuestión se basaba en los principios y en el respeto.

                La administración acusa a la población de falta de denuncias. De que son éstas las que mueven la maquinaria de las disponibilidades y los medios. Eso, no siempre es así. Además, el denunciar en este país supone un severo castigo para el denunciante, no para el denunciado, que se ve machacado por una burocracia insensible, encima de haber sido víctima de la delincuencia. Y este es la principal causa de que las estadísticas sean más falsas que reales. Lo cierto, es que se producen más actos de delincuencia de las que se dicen. Muchos más.

                El arrestar a los delincuentes fichados y habituales cuando se produce un hecho delictivo (ejemplo, las gamberradas en las procesiones sevillanas) y ponerlo a disposición judicial, no demuestra la autoría del hecho, si bien produce un efecto placebo y tranquilizador en los ciudadanos, cuando saben que ha habido detenciones. Aunque, ya digo, al poco hay que soltarlos, una vez más, por falta de pruebas. Esto hace que la aplicación de las garantías procesales de nuestro ordenamiento jurídico, cree, si cabe, aún mayor desconfianza en la gente. Habría que buscar algún medio de formar, informar y educar a los ciudadanos en la aplicación de las leyes, y aconsejarles lo que hacer en cada caso, y los porqués, y los cómo, a fin de lograr una más efectiva colaboración ciudadana, además de agilizar el sistema de juicios rápidos.

                Pero habría que aumentar, eso sí, la gama de los efectos disuasorios de que dispone la sociedad. Mayor presencia policial en lo posible; establecimiento de una policía de proximidad, o, en su defecto, un sistema de vigilancia civil; implicación de la ciudadanía en la observancia e información; canales abiertos, ágiles y efectivos para ello; cámaras de vigilancia urbana estratégicas; sistemas de, ¿por qué no? vigilancia privada, combinada y en cierta medida… Cualquier cosa mejor, mucho mejor, que las patrullas ciudadanas modelo somatén que la desesperación mal-aconseja cuando el abandono, la dejadez y la desidia conducen  la situación a ciertos extremos…

                Un pueblo, una ciudad, con güetos, con zonas o barrios deprimidos, con calles donde imperan las carreras de vehículos, con ruido y escándalo indiscriminado a cualquier hora, con lugares donde la sensación de inseguridad y desamparo es acusada… resulta proclive a la aparición de los gamberros, los delincuentes, y el aumento de robos y allanamientos, entre otras lindezas y perlas del común. No es una teoría, sino un hecho contrastado. Y si las autoridades no reaccionan, ha de ser la ciudadanía lo que les obligue a reaccionar con los medios a su alcance, que haberlos, háylos… Y esos no son el tirar la piedra y esconder la mano, ni el blá, blá, blá, ni el esquineo. Si no comprometiéndose en la solución del problema y dando la cara. Y demostrándoselo al delincuente.
               
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php