ESCRIBURGO //// /// MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ Fué Juez de Paz, fundador de varias Ong´s y Presidente de Organizaciones empresariales y otras durante 30 años, entre otras cosas. Hoy es Mediador Profesional, diplomado en Responsabilidad Social Corporativa, y Patrón de la fundación ENTORNO SLOW. Tiene publicados seis libros...
Datos personales
- MIGUEL GALINDO SANCHEZ
- TORRE-PACHECO, MURCIA, Spain
- Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...
miércoles, 17 de diciembre de 2014
De lo divino y humano: LA GRAN INMORALIDAD
De lo divino y humano: LA GRAN INMORALIDAD: Para las preguntas sencillas tendrían que haber respuestas sencillas. Por ejemplo: ¿por qué, si el BCE tiene puesto el interés del dinero ...
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...
martes, 16 de diciembre de 2014
AQUEL LEJANO AMIGO CERCANO...
Aquella persona
sabía lo que me estaba diciendo. Y me recordaba algo que yo también sabía, para
que no se me olvidara: no me tomes por
sabio, pues no es sabio el que sabe, si no el que vive según lo que sabe, y yo
no lo hago. Pues no… ni yo tampoco, por supuesto, ni yo tampoco… Esa
antigua enseñanza, hoy como ayer, se mantiene nueva y fresca, actual, y así
seguirá siendo mientras el hombre sea humano. Y seguimos charlando delante de
unos cafés humeantes… Llamamos libertad a
lo que solo es independencia – añadió – conocimiento
a lo que solo es cultura, profesión a lo que solo es ocupación, verdad a lo que
solo es posibilidad, fé a lo que solo es creencia…
Y es cierto. Tenemos suficiente
independencia para hacer esto o aquello, poseemos una capacidad de elección más
que razonable, podemos optar por una cosa u otra, y creemos que eso es
libertad. Pero no lo es. Si nos fijamos bien, en realidad la mayoría de las
veces somos esclavos de lo que elegimos y perseguimos. La libertad es un estado
espiritual más que material o físico. Era más libre Mandela en su prisión y
Gandhi en su pobreza que todos los demás… Igual creemos que poseer una vasta
cultura supone tener conocimiento. Mas tampoco es así. El conocimiento es la
ciencia de conocerse a sí mismo, la gnosis, y, a veces incluso, según qué
cultura sea ésta es un estorbo y un obstáculo para conseguir el conocimiento.
La cultura es la burda y pobre pintura que tapa el oro del conocimiento.
También pensamos que ocuparnos
de algo es profesionalizarnos en ese algo, cuando no es así, porque confundimos
oficio y profesión. Pues no. Profesión es vocación, no ocupación. Raras veces
alguien hace oficio de su vocación, sin importarle si se ganará bien o mal la
vida. Pero casi siempre se hace profesión buscando una buena salida que permita
un buen pasar, un buen vivir… No es lo mismo, no… Como no es igual la
posibilidad de lo que puede ser y la verdad de lo que siempre es. Lo cierto se
oculta en lo probable, y nosotros confundimos la verdad con lo posible. Todo lo
que es posible lo vemos, lo tocamos, lo sentimos… sin embargo, la verdad es
invisible, intangible. La posibilidad es una vida llena de normas, la verdad es
una norma de vida.
Porque esa vida llena de normas,
en el fondo, son dogmas. Por eso también confundimos la fé con la creencia. Los
dogmas fabrican las normas y de las normas nacen las creencias, pero nada tiene
que ver con la fé, pues la fé es iluminación, no una guía de normas para ciegos
que necesitan ser guiados, normalmente, por otros ciegos. Nos han dicho que la
fé es creer, pero la fé es saber. La fé tampoco es contagiosa, si no sería un
virus. La fé es tremendamente personal e intransferible. Es una joya única y
cambiante hecha para ti solo, que, si la buscas, siempre acabas por encontrarla.
Pero no tienen que dártela, no tienes que recibirla de nadie, haz de buscarla
por ti mismo. Busca y encontrarás, fue dicho.
“Sigues siendo niño y viejo, sigues estando más allá y más acá de la
muerte, sigues siendo todo y sigues estando en todo, porque tú nunca, jamás,
naciste…”. Esta cita no me la achaquéis a mí, con la idea de tacharme de
loco. Esto lo dejó escrito hace muchos miles de años Hermes Trimegisto, el tres
veces grande. Si pensamos en la profundidad, no en una superficie inducida por
otros, a lo mejor nos acercamos al conocimiento, a la verdad, a lo auténtico, a
la fé… Pero, mirad, un antíguo libro cuenta que Dios quiso poner un anzuelo al
Diablo. Así que Dios se disfrazó de Hombre… y el Diablo picó.- El Diablo quiso
pescar al Hombre, y fué Dios quién lo pescó a él.
Mi viejo amigo, se despide, - Somos distintos a lo que fuimos, y
seguiremos cambiando, pero siempre seremos los mismos. Y yo le contesto, - Sí, y conocemos muchas cosas, pero no
sabemos ninguna…
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...
martes, 9 de diciembre de 2014
LAS FRONTERAS
Hay una frontera en todo y para todo. Unas veces parece que nos vienen
impuestas, bien por los demás, bien por el tiempo, aunque el tiempo sea nuestra
más necia creación, bien por las circunstancias, aunque así llamemos a nuestra
excusas, bien por causas ajenas a nuestra voluntad, aunque no a nuestro
subconsciente… Otras veces, la mayoría de ellas, esas fronteras las ponemos
nosotros, nos vienen colocadas por nuestro propio interés, o comodidad, o
utilidad, porque así dividimos y parcelamos nuestros asuntos, y de ese modo nos
parecen más fáciles de abordar… Hay veces que las fronteras son inconscientes,
pues es una manera de convertir lo voluntario en involuntario, una cierta
evasión de responsabilidades…
…Pero el caso es
que vivimos con fronteras y entre fronteras. Somos seres fronterizos, con todo
lo que ello implica. El café te llega hirviendo, pero a ti te gusta caliente,
ni hirviendo ni tibio, así que aguardas la calidez justa, pero siempre hay algo
que te traiciona en esa misma frontera, y no lo logras, así que, o te quemas, o
lo vomitas mentalmente. Igual que nunca captas la frontera mágica entre la
noche y el día. O te pilla durmiendo, o te pilla insomne, pero nunca te pilla
viviéndola. Como la frontera entre el otoño y el invierno, o entre la primavera
y el verano, que jamás somos capaces de experimentarlas, de convertirlas en
emociones…
Tampoco nos
paramos nunca en el sobrenatural paisaje
que nos brinda la frontera entre la niñez y la adolescencia, ni entre la
mocedad y la madurez, ni entre ésta y la vejez… No apreciamos el relevo de
guardia, los cambios, hasta que éstos se han adueñado de nosotros y nos han
hecho sus esclavos. Y entonces nos damos cuenta de lo que hemos perdido sin
apenas sentir que lo perdíamos.
Observamos con
expectación al recién nacido, una milagrosa creación repleta de pequeñas y
múltiples fronteras maravillosas, y pasan todas y cada una de ellas ante
nuestra vista de ciegos, sin verlas, sin sentirlas, sin disfrutarlas, sin
experimentarlas… Al igual que el café, el niño pequeño te hierve en las manos y
en el alma, pero te entretienes en los prolegómenos y pierdes la calidez para
encontrarte con la tibieza. Jamás con la plenitud. Las fronteras pasan deprisa
para lo despacio que vamos nosotros… ¿o es justamente al revés?..
Nuestros
hermanos, amigos, esposos, hijos o nietos… Fronteras vivas a nuestro lado que
son como el pié de rey, la medida, como el contraste del metal de nuestra
propia vida. No vemos cómo crecen y descrecen con nosotros, maduran y envejecen
en distintas escalas de nuestro camino pero en el mismo escenario de nuestra
vida… Como no vemos el nacer de la flor del cactus, o como no percibimos el
madurar de una fruta verde, o el agostar de una planta. Al cruzarse sus
fronteras con la nuestra no apreciamos ninguna de ellas. Vemos los porqués pero
no vemos los cómo. Sabemos porqué se encanece pero no sabemos cómo se encanece.
Y eso es porque hemos perdido las fronteras… mejor dicho, hemos perdido la
oportunidad de borrar las fronteras al no tener la capacidad de vivirlas. No
podemos eliminarlas, por el hecho de no verlas. Al no ser dueños de los pasos,
no nos hacemos dueños del camino.
Fijadse en esta
columna de hoy. Existe el aúge del principio y la decadencia del final. Un café
caliente que se vá enfriando… ¿Podemos hacer nuestro el lugar exacto de esa
frontera?, ¿podemos conquistar ese paso fronterizo entre dos valles?.. Si nos
esforzamos, las anularíamos, y entonces quizá encontraríamos otra cosa: el
auténtico sentido de la existencia.
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...
miércoles, 3 de diciembre de 2014
AUTOFOTO
Ya sé que yo no
voy a descubrir a estas alturas lo que es un “selfie”. Cuando ya todo el mundo que está en el mundo hace lo que
todo el mundo hace. Un “selfie” es una autofoto. Nada más. Con todo lo que eso
lleva consigo de moda, vaciedad, complejo y necesidad. Es una moda, porque se
ha extendido como la pólvora el que un mono imite a la manada de monos que, a
su vez se imita (fotografía) a sí mismo. Es vaciedad, porque tal es el hueco
interior que no sabemos mas que llenarlo de lastimosa autocomplacencia. Es un
complejo, aún de no reconocida inferioridad, que nos lanza compulsivamente a
promocionar nuestro yo, pensando que el yo es nuestra cara. Es una necesidad,
porque cada vez que vemos algo o alguien que consideramos importante, sentimos
el impulso de fotografiarnos con ello a fin de compartir – robarle – esa dudosa
importancia.
Prueba de todo esto, es que,
acto seguido de la parida, procedemos a colgarlo como desaforados en las redes
sociales, para que se nos vea bien vistos lo guapos, inteligentes, originales o
valerosos que somos. Y las redes se llenan de millones de selfies de personas
despersonalizadas que hacen lo mismo delante de lo que otros tantos tontos han
decidido consagrar como celebrity. Si dentro de unos cuantos siglos, algún
movimiento antropológico decide estudiarnos, a la gente de hoy se nos
considerará como una subespecie atrasada, que desarrollamos una cámara en una
de nuestras extremidades para mirarnos a nosotros mismos a través de ella y que
nos vieran los demás. Y sin mayor concepto mental que emigrar como ganado hacia
objetivos comunes. Nos etiquetarán como los autofotus
gregarium, o algo por el estilo…
Hace años, en El Louvre, pude
experimentar in situ el furor idiota
de la moda codigodavinciana en su más clamorosa incultura. Cientos de
celebrados descerebrados, cretinizados ante la Gioconda, no para verla, no para
admirarla, no para estudiarla, si no con el único objetivo de meterla dentro de
un objetivo. Nada más. Hoy, en una revista, veo a otros cientos de idiotas
descendientes de aquellos idiotas hacer lo mismo, pero con una sutil variación:
dan la espalda a la genial obra para añadir a la imagen de la Monna Lisa su
propia imagen de idiota. Ayer era la idea mema de mostrar un cuadro relacionado
con un Best Seller, que ni se comprende ni se quiere entender tampoco, y hoy es
inmortalizar la obra de arte, ya inmortal por cierto, con nuestra triste
presencia, como en un onanismo imbécil.
Lo único que se rasca en el
fondo de esto es el patético “yo estuve
allí”. Eso es el todo y la nada. Necesitamos formar parte de la historia, e
ignorantemente, creemos que basta con pasarse por allí y hacer la autofoto.
Como si nuestra presencia influyese en los acontecimientos. Y no nos damos
cuenta que no participamos de nada y en nada, tan solo “estamos”… Y “estar”, no
es “ser”. Ni mucho menos.
Estamos, pero no somos. Y no
somos, porque solo vamos a captar nuestro careto con quien o con lo que sea que
consideremos importante en ese momento. Y eso no vale nada, porque no es nada.
Eso es presunción barata, actualizado estantigüismo, pura banalidad. No vamos a
los sitios, a las personas o a las cosas para aprender con ellas, o de ellas, a
estudiarlas, a fundirnos (no confundirnos), en ellas, a SER con ellas… No,
vamos a hacernos, o a deshacernos, en una autofoto, una autosatisfacción, una
autopose, un autoengaño… un selfie…
Enfín, no sé lo que durará esta
moda, este adocenamiento vulgar y mediocre, esta necesidad estúpida de autoafirmación
vana, que creemos conseguir autofotografiándonos de manera compulsiva, y
colgándonos en la cartelera del mundo de las redes. Solo confío en que la
próxima ocurrencia del género humano sea menos narcisista, menos egocéntica,
menos gilipollas…
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...
martes, 2 de diciembre de 2014
De lo divino y humano: HISTORIA, TRADICIÓN, CULTURA...
De lo divino y humano: HISTORIA, TRADICIÓN, CULTURA...: ¿Es cultura la incultura?.. me preguntas, clavando tu pupila, pupila mía, en mi pupila – joer, cuánta pupila – azul metalrock. La cultura,...
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...
lunes, 1 de diciembre de 2014
COITUS INTERCORRUPTUS
Siempre he mantenido que un estado corrupto, un gobierno corrupto,
obedece a una sociedad corrupta. Siempre he dicho que una clase política
corrupta nace de una ciudadanía, si no corrupta, si, al menos, corruptible.
Nunca al contrario. Jamás al revés. Un político, antes de ser político es
ciudadano. Si se mete en política llevado por su instinto de medro, ya está
corrompido de antemano, y si se corrompe una vez que participa en política,
entonces es que era un aspirante a corrupto, aún sin saberlo él mismo. Una
sociedad educada, culta, consciente, responsable e íntegra no suele producir
elementos irresponsables e ineptos, incapaces y sinvergüenzas. Ni mucho menos
crea hábitats legales para su conservación y crianza, si no que crea leyes para
su extinción, y espacios de luz transparente para su visión.
En nuestro país,
desde los tiempos de las vacas gordas acá, ha existido siempre un cuasi
confesado y latente matrimonio entre los poderes públicos, políticos, y los
económicos, a través de oscuras relaciones empresariales y financieras. Un coitus corruptus no interruptus, que
todo el mundo ha reconocido y tolerado en mayor o menor grado, como engrase
normal institucional. Incluso se ha aspirado a participar en esa grasa y
ensalzado y envidiado al que lo hacía. Desde el tonto el que no lo haga hasta
la búsqueda del enchufe amiguil pasando por el a mí sin Iva por favor... Todo
un sistema creado para la producción y el mantenimiento de la corrupción… Y del
cocinamiento de una sopa de la que no puede salir otra clase de gusarapos.
Al final del 99,
cuando comenzó esta jodida crisis, la percepción social de la corrupción y el
fraude en España era del 5,8%... el penúltimo lugar en la preocupación de los
españoles. Al final del 2014 está en el 43,2%, o sea, se ha encaramado a un
segundo lugar – por debajo del paro – y ya nos preocupamos mucho por ella…
Pero, ¿porqué este cambio?.. ¿Qué ha pasado en esos cinco años para ser tan
sensibles ahora a la corrupción?.. Pues, muy sencillo: antes éramos
razonablemente ricos y ahora somos rematadamente pobres. Cuando participábamos
del botín, todo estaba bien y nada se veía mal, y cuando no hay migas para
todos, reclamamos nuestra parte a los ladrones que se las están llevando. Pero
a esos ladrones los pusimos nosotros de administradores en su día, para que
engrasaran el sistema bien engrasado. Que no se nos olvide…
Sé que muchos me van a protestar y negar tal hecho.
No… ni hablar, nosotros no elegimos a los sangradores estos. Se echaron a
perder ellos solicos, cuando se vieron en medio de la tarta, pero no aceptamos
esa responsabilidad … me parece oír por ahí. Sin embargo no es verdad, no, no
es cierto. En las últimas elecciones del 2011, el 40% de los regidores
imputados fueron reelegidos. Casi la mitad. Y, que yo sepa, los que metimos el
voto en la urna fuimos nosotros, bajados de una higuera, no los marcianos,
bajados de un ovni…
Hoy, la corrupción ya es nuestro segundo problema
nacional más valorado. Sin embargo, curiosamente tan solo un 12% de la
ciudadanía se siente afectada. Nos seguimos mirando al espejo por detrás del
espejo. Pese al cambio de tendencia en los últimos tiempos, muchos ciudadanos
aún toleran las corruptelas de los políticos. O incluso las justifican… O es
mala conciencia, o es mala costumbre, o es mala educación, no sé lo que puede
ser, pero sí sé que no es nada bueno, y mucho menos cultura democrática. Se
habla mucho de regenerar la política, y no se dice nada de regenerar la
sociedad. Pero mientras sigamos pensando que la responsabilidad social es de
los políticos, y no nuestra, seguiremos cayendo una y otra vez en el mismo agujero. Es la política la que es
responsabilidad de la sociedad… E interrumpamos ese jodido coitus corruptus de
una puñetera vez… Resulta aberrante.
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...
miércoles, 26 de noviembre de 2014
De lo divino y humano: AVISO A NAVEGANTES
De lo divino y humano: AVISO A NAVEGANTES: Nos encontramos a muy corta distancia de un año de intenso urnaje. Va a resultar apasionante, toda vez que se dirimen elecciones generales...
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...
martes, 25 de noviembre de 2014
De lo divino y humano: QUERENCIAS
De lo divino y humano: QUERENCIAS: Mi padre en realidad nació a los doce años, al cuidado de una punta de cabras, cuando un avión le espantó los animales pero no los pensami...
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...
CONFESIONES
El otro día ví
un programa de televisión dedicado al cáncer. Y ví a una espléndida mujer
hablando de su terrible experiencia de una manera que me impactó, de una forma
que me desorientó. Estaba regando las macetas de su pequeño porche
plácidamente, y, con un tono de voz sumamente apacible, casi dulce diría yo,
contaba que las últimas pruebas médicas a las que se había sometido le daban
unos pocos meses de vida. “La metástasis
está muy extendida”, decía. “Quizá
solo sean algunas semanas”, comentaba con total normalidad. “A veces – aseguraba – cuidando mis plantas, pienso que al comienzo
del invierno habrá de podar los siempreverdes de los parterres así o asá, para
que adopten determinada forma… mas, luego, me viene a la cabeza que ya no lo
podré hacer… que ya no estaré aquí…”
Tampoco hay que ser muy sensible
para que sientas estallar una burbuja de materia candente dentro de tu pecho.
Te esperas cualquier estado de ánimo menos ese. Puedes explicarte a ti mismo la
amargura, la desesperación, el abatimiento, la tristeza, la irascibilidad,
incluso la ironía descarnada o la rabia… Pero no estamos preparados para ver a
una persona afrontar su vida diaria, doméstica, rutinaria, a la vez y al mismo
tiempo que también afronta su muerte inminente, con total y absoluta paz y
aceptación, como lo más normal de cada día, como lo más natural del mundo…
…Y es que, efectivamente, es lo
más normal del mundo, porque lo más natural de la vida es la muerte, y a ella
caminamos desde que nacemos. Pero no nos damos cuenta porque no queremos
aceptar tal verdad natural, tal normalidad. Por eso, al encontrarte a una
persona que mira de frente a la muerte con la misma naturalidad que encara a la
vida, nos encoge y nos sobrecoge, y nos abruma… Tanto, que, íntimamente, no nos
importaría cambiarnos por ella si con eso capturamos su espíritu y hacemos nuestra
su alma grande, inmensa, libre, eterna… Es un momento de lucidez fugaz que nos
confunde, una sacudida psíquica que nos lleva a otra realidad que no es nuestra
realidad… ¿o acaso sí que lo es, pero no queremos reconocerla?..
…Porque, si no estás ocupado en
nacer, es que estás ocupado en morir, puesto que la vida es tan solo el
paréntesis que hay entre ambas experiencias. Nada más. Un simple intermezzo. A esta magnífica mujer le ha
llegado el momento de entenderlo en su más absoluta plenitud, y lo comprende con
toda su amplitud. Sin dudas, sin zonas oscuras, sin esquinas… Puede que la vida
no nos dé todo lo que le pedimos, pero es seguro que nos da cuánto necesitamos.
Y son esas vivencias, aunque sea
teletransportadas, las que merecen la pena vivirlas y compartirlas con los
demás, con nuestros demás. Esa mujer la compartió conmigo, y con muchísimos que
pudieron, quisieron y supieron conectar con ella, en ese momento único, cálido
y silencioso, antes de morir la noche para hacerse día… exactamente igual que
ella. Yo lo comparto aquí con vosotros, de la única forma que la providencia me
ha dado saber hacerlo, aún a través de estas torpes y breves líneas. Siento que
es mi obligación hacerlo. Porque una cosa es que me seduzcan y otra que me
convenzan, y esas imágenes me convencieron. Brutalmente, pero lo hicieron. Y te
ponen una verdad simple pero deslumbrante ante los ojos: la vida no es el hecho
de nacer, si no la conciencia de haber nacido.
No espero, ni tampoco lo
persigo, convencer a nadie de nada. Ya digo, solo compartir un impacto, un
choque… nada. Al fin y al cabo, la gallina no es mas que la manera que tiene el
huevo de reproducirse a sí mismo. También puedes construir la frase al revés,
el resultado es exactamente igual… Pero, sí que me van a permitir la osadía de
hacerles una confesión, de atreverme a decirles algo en lo que sí creo: No
somos seres humanos teniendo una experiencia espiritual, somos seres
espirituales teniendo una experiencia humana.
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...
viernes, 21 de noviembre de 2014
A UNOS Y A OTROS
A cuenta de
algún chispazo mío publicado en estas páginas y/o algún otro algo aparecido en
mi Blog de este mismo periódico sobre ciertas políticas municipales, he
cosechado distintos frutos, diferentes apreciaciones de según dónde venía la
pedrada. Es natural. Y perfectamente lógico. No es lo mismo subir a coger
brevas que bajar de la higuera a recibir palos. No es igual ir montado que
llevar a cuestas. Por eso las opiniones, por fuerza, han de ser diferentes.
Así pues, por un lado, los
aludidos no acusaron bien las críticas. Por supuesto que no. Tampoco esperaba
yo lo contrario. Me llegó un poco de todo. Un detallado surtido de amables
etiquetas que van desde derrotista hasta ignorante pasando por la de vengativo.
Bueno… cualquier cosa, menos ciego, digo yo… Porque hay que estar muy ciego
como para no ver lo que resulta tan evidente como inocultable, y es la clara y
meridiana sensación de pujanza y decadencia de un pueblo. Pujanza que uno ha
vivido y experimentado, sentido y disfrutado, y la patética decadencia que se
advierte, resalta y se nota, y se padece hoy. Cuando salgo a pasear sus calles,
sus barrios, y cada vez se cuentan más casas vacías, más comercios cerrados,
más naves abandonadas… me acuerdo de Detroit. La historia de un declive.
Y los declives pueden obedecer a
muchas causas, pero todas tienen el mismo efecto: el empobrecimiento de la
población. Por eso, las medidas a tomar pueden ser complejas, de acuerdo, y
difíciles, vale, pero nunca, jamás, se combate la pobreza añadiendo más
pobreza. La anemia no se cura recetando ayuno, sino todo lo contrario. La
atonía no se resuelve subiendo impuestos, si no al revés, bajándolos. Y si la
pobreza persiste, porque no es coyuntural si no de facto, lo menos que se puede
hacer es repartirla entre caballo y caballero, y no que el primero está cada
vez más flaco y tenga que soportar al segundo cada vez más orondo, porque su
bocado es del cada vez menos pienso que le toca al primero.
Luego, por otro lado, están los
ciudadanos que declaran estar hartos. Y que me dicen, y me cuentan, y me
escriben y describen los cada vez más deteriorados servicios que recibe, la
cada vez mayor inseguridad que sufren y el cada vez mayor afán recaudatorio que
soportan. Y me preguntan abiertamente qué hacer y cómo hacerlo, y me piden que
escriba sobre ello, y esas cosas… Mas yo solo tengo una sola y única respuesta:
Movilización ciudadana. Pero no la algarada, el disloque callejero o la
asonada, ni hablar, hablo de un movimiento ciudadano organizado, responsable e
inteligente, con estrategias y objetivos. La concienciación ciudadana es el
primero de ellos y el más importante de todos.
Ya sé que no es fácil. Pero
tampoco es difícil. La sociedad es la suma de los ciudadanos, y si los
ciudadanos no suman nada la sociedad vale cero. Es la única vía, el único
medio. La ciudadanía ha de asumir la responsabilidad de la que se le ha
despojado y ella misma ha rehusado a cambio del dame pan y dime tonto. Tiene que expresar, fuerte pero
ordenadamente, su opinión. Ha de exigir, con todo el respeto del mundo, que se
le tenga respeto a ella también. Y su voz debe ser escuchada por los que viven
tan requetebien siendo sus administradores.
Me sueltan los más exaltados que
hace falta algún gamon-algo, ya me entienden… Pero tampoco es eso, aunque sí
que es envidiable su capacidad organizativa, de convocatoria, de solidaridad en
equipo, de esforzados voluntarios… Pero siempre es mejor un puñetazo en la mesa
que un puñetazo en la cara. Siempre. Una resistencia unida, aunque pasiva,
concienciada y concienciadora, siempre obtiene mejores frutos que la violencia
descontrolada. A mí nunca me encontrarán con lo segundo, pero siempre contarán
conmigo en lo primero.
Así que ésta es mi respuesta. A
los unos y a los otros. Sé que es jodido pronunciarse, y asumo lo que se
arriesga en estos casos. Pero en los malhadados tiempos que corren, el esconder
la voz es una cobardía que no podemos permitirnos.
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...
viernes, 14 de noviembre de 2014
¿PODEMOS..?
“El
cielo no se toma por consenso, se toma por asalto”. Esta frase que ha popularizado
Pablo Iglesias, porque puede el tío… no la popularizó él, si no Marx. Y si no
fue así exactamente, la recuerdo muy, pero que muy parecida. No me gustan los
que parafrasean sin citar al parafraseado, al menos en principio. Es como tomar
prestado sin permiso del prestador, como tomarse el derecho de uso sobre algo
que no es suyo, no sé… Pero es que, encima, yo creo que el citar a don Karl
tiene la virtud de espantar a la caballería rusticana, como regalarle
perdigones a los que nos tiran a dar. Incluso si quiso agradar a sus neoavanzados
aplaudidores, echó mano de un recurso trufado de naftalina caducada que ya
suena a coco desdentado. Enternece pensar que aún hay jóvenes reencarnados de
los sesenta. Poca historia deben saber y mucha histeria deben tener.
No obstante, hace su papel, y hace
lo que sabe, lo más dignamente que sabe. Debe tener muy claro Pablico que se ha
metido en el pelotón de cabeza gracias al rebufo de los de delante. No tiene
que olvidar que es depositario del rebote nacional. Y que el soufflé tanto
puede subir de golpe como bajar de golpe también. Por lo que debe administrar
con sabiduría, tacto, perspicacia y delicadeza lo que le han concedido los
hados del cabreo nacional graciosamente, porque la más mínima metedura de
puñonalto y se ve otra vez solo con sus cuatro marxistoides desfasados
jaleándole, ya que la inmensísima mayoría de los que le han votado no son de
tal cuerda ni de lejos, y solo lo han hecho porque un día se le escurrió de la
coleta lo que todos los españoles estábamos esperando oír por parte de alguien.
Últimamente, creo apreciar que
ha corregido un tanto su arrebatado discurso, y que es un poco más prudente, y
que algunas de sus iluminadas propuestas se han apeado de la briosa jaca, sin
duda porque se ha dado cuenta de la inoportunidad e imposibilidad manifiestas
de llevarlas a cabo sin que el mundo se descojone de risa. Pero eso casi que
son cosas normales. En los novatos, la ideología suele darse de leches con el
idealismo. Luego, cuando se crece, y se madura, eso se pasa, y el pragmatismo
acaba por imponerse. A veces, incluso demasiado. No obstante, considero muy
bueno que los partidos corrompidos por el poder y el cinismo prepotente sientan
la inseguridad del aliento fresco en sus cogotes de lagartos. No es nada malo.
Qué vá…
Pero tiene el peligro de la
indefinición. No basta con decir que hay que desfenestrar a la casta, y clamar
contra ella. Hay que explicar sosegadamente lo que hay que hacer, cómo y
cuándo, a fin de ir poniendo los fundamentos políticos legales y sociales para
regenerar lo viciado y que la casposa casta no vuelva a aparecer nunca jamás.
Hay que decir con claridad meridiana de qué forma controlar los abusos y de qué
manera mejorar la democracia. Qué mecanismos hacen falta desarrollar para que
la vida pública sea la que marque la vida política, y no al revés. Cómo hacer
para que el político dependa y sirva del y al ciudadano, y no al contrario…
Tienen que explicar de forma
seria, clara y serena una reforma de la Ley de Partidos y de su Financiación.
Decir en qué vá a consistir los cambios necesarios en la Ley Electoral. Si
proponen modificar la Constitución, exactamente en qué, porqué y para qué. Han
de matizar muy clarito esa confusa y revoluta filosofía asamblearia y cómo
organizarla institucionalmente desde las propias administraciones locales, que
es su órden básica natural, hasta llegar al estado. En suma, han de demostrar
que van en serio, siendo serios.
Yo creo que lo peor que le puede
pasar a Podemos y a los españoles es que ganen. Deben quedarse un tiempo en la
trastienda, observar, aprender, madurar, organizarse y clarificarse ellos
mismos, y designar objetivos concretos, plausibles, asequibles y realizables, y
el modo de lograrlo. Y explicarnos, explicarnos muy bien explicado, y
explicarse entre ellos mismos. Les hace falta. Nos hace falta a todos. Mucha
falta… Porque ya nos hemos cansado de confiar en gente que, prometen y hablan
mucho, pero solo abusan, se forran y nos toman el pelo.
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...
martes, 11 de noviembre de 2014
QUERENCIAS
Mi padre en
realidad nació a los doce años, al cuidado de una punta de cabras, cuando un
avión le espantó los animales pero no los pensamientos, y se prometió a sí
mismo mandar sobre la máquina y el aire, y no sobre el ganado y la tierra… Mi
hermano comenzó a desgranar la azarosa, y asombrosa, vida de mi padre, piloto
de la República Española. Motivo: los actos celebrados en Los Alcázares por el
centenario del Arma de Aviación.
Fue recorriendo punto por punto,
fecha por fecha, con detalle, con rigor y con amor, con mimo, su entrada al
ejército, su primer y tan deseado contacto con los aviones, primero como
soldado, en labores de mantenimiento, luego como cabo, en aquella primitiva
Escuela de Combate y Bombardeo Aéreo, su encomiable esfuerzo en autoformarse,
sus cursos, su primer ascenso, su primer puesto a bordo de aquellos legendarios
aeroplanos, el de ametrallador. Su ilusionado, enorme, inmenso deseo de cumplir
su sueño: pilotar, tener alas propias, gobernar el aire, ya estaba más cerca.
Cuatro Vientos, una enfermedad mortal le echó un pulso a su impulso, pero el
segundo fue más fuerte que el primero… Francia, curso de pilotos de caza. Por
fin… Luego, vendría lo peor.
Cuando la vida de tu padre la
oyes por boca de tu hermano, es tu propia sangre que te habla desde muy lejos,
pero escuchas desde muy cerca. Y ya no eres tú. Es un bloque, un todo de tres
personas, no una sola. Notas que algo forma parte de ti como si tú mismo fueras
parte de la historia con el propio narrador… La guerra “incivil”, como la
llamaba mi padre, reclamó su inhumano tributo de vidas y sueños jóvenes. Y los
suyos se ahogaron en ella. Termina su formación y comienzan los destinos.
Horror, sangre y destrucción. Frente del Norte, tres y cuatro batallas diarias
a cielo abierto, su primer y desigual combate de un pobre “chato” con los
primeros Messersmith alemanes. David y Goliat – apostilla mi hermano -, son
diezmados, y van cayendo como moscas. Allí alcanza los galones de sargento,
allí cae su jefe de escuadrilla, y allí lo nombran a él jefe de la misma y lo
ascienden a teniente… El Teniente Galindo también es derribado, malherido, y
echo prisionero por los Flechas Negras italianos. La República comunica a sus
padres su muerte, y comienza el luto…
Es tu misma voz hermana la que
habla a tus propias entrañas. Una ola amarga va subiendo del estómago a la
garganta, lentamente, y se agarra a ella como una soga áspera y cortante, y te
la aprieta… A los seis meses, la Cruz Roja Internacional avisa a mis abuelos
que está vivo. La contienda fratricida ha de segar aún sus últimas vides de
vidas, y ambos bandos se las canjean como peones de guerra. Mi padre lo es por
un piloto nacional, al que la historia posterior, acabada la guerra, aún
volverán a cruzarse sus caminos como vencedor y vencido… Exhausta de sangre, la
guerra acaba con la victoria de un hermano sobre otro hermano. Pero el mío
sigue con voz, temblorosa y firme, su narración, mirándome con una misma y
única mirada… Barcelona, restos del ejército derrotado pasan los Pirineos a pié
al amargo exilio. Mi padre, entre ellos, roto, quebrado, descansa vencido en la
noche en un cementerio, Colliure, entre los muertos, donde con la claridad del
día le hacen ver que ha dormido junto a la tumba de un ilustre compatriota tan
exiliado como él mismo: Antonio Machado… Campos de refugiados, hambre, frío,
penalidades, sufrimiento…
Mi hermano sigue enviándome el
mismo silencioso mensaje con los ojos del cuerpo atado a los ojos del alma. Una
lágrima se rompe dentro del pecho, y otra, y otra más… Estalla la Segunda
Guerra Mundial. Mi padre se enrola en servicios de apoyo a la Francia ocupada
en un batallón inglés aliado. Cuando éstos embarcan en Dunkerke, queda sobre
las arenas de la playa. Los alemanes lo hacen prisionero, lo visten con
uniforme inglés y lo filman para su propaganda nazi. Luego lo suben a un tren
con rumbo al campo de exterminio de
Mauthaussen. Pero el ángel del destino lo espera en la frontera
española, donde es desviado a los campos de concentración franquistas. Periplo
hasta la Línea de la Concepción. Allí salva el pellejo por… ¿cuarta vez ya?, al
enseñar idiomas a los hijos del comandante del campo… Es condenado por “auxilio
a la rebelión armada”… pero ¿quiénes se rebelaron contra quiénes, si no sus
condenadores, se pregunta… La cárcel: Burgos, Salamanca, Alicante… libertad
condicionada. Vuelve a su pueblo y se enamora perdidamente de mi madre, viuda
por cierto, de otro piloto… Posguerra pura, cruda y dura. Paz con poco pan y
muchas penas... Solo a su fin, en su vejez, el ya casi póstumo reconocimiento:
Coronel Galindo… del Ejército del Aire.
Dos horas para toda una vida.
Varias anécdotas sazonándola, y muchas fotos ilustrándola, y cantidad de
documentos probándola, y un río de su sangre pulsándola… nietos, bisnietos, mi
hermano como su fiel relator, yo como leal receptor… Somos testimonios
empequeñecidos y vivos de una existencia apasionantemente dolorosa y dolorida
de una persona que tan solo deseaba ser gente normal y de paz, pero que se vio
envuelta en un torbellino de locura y odio, del que salió sin la más leve
mancha de resentimiento, para, al final, terminar siendo nuestro padre. Eso es todo.
Yo, a veces, miro al cielo, y
veo erizarse el suelo de montañas, y veo las montañas erizarse de bosque, y veo
un “chato” caer en picado envuelto en
humo negro, y veo a mi padre mirar a la muerte de cara y reclamarle con rabia
una nueva vida…
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...
jueves, 6 de noviembre de 2014
SOCIEDAD MUTANTE
Zygmunt Bauman
es el sociólogo más actual de referencia. Con sus noventa años a cuestas se ha
convertido en el analista más lúcido de la postmodernidad. Es un pensador
requerido por las principales universidades europeas para dar conferencias
sobre un concepto suyo que ha impactado en todo el mundo: el de la sociedad
líquida. O así, al menos, la llama él. Desde su casi medio siglo de edad afirma
que “es posible que ya estemos en medio
de una revolución”.
Y habla de sociedad líquida para
definir el actual momento de la historia, en que las realidades que parecían
sólidas por haber sido heredadas de nuestros abuelos y padres, se han licuado,
mejor liquidado, en unas pocas décadas. El concepto de trabajo, de matrimonio,
de moral, de información, de comercio, de seguridad, de política, de tantas otras cosas, ha dejado
de ser estable. Lo que parecía casi eterno e inamovible, hoy es tan fugaz y
pasajero que los esquemas, las escalas de valores, todo, ha de revisarse de
forma continuada, de manera circunstancial, casi que huidiza. Y, si nos ponemos
a pensarlo detenidamente, no le falta razón. Mi representación gráfica sería
una espiral en la que viajamos hacia el centro del torbellino, y donde cada
giro, cada vuelta, es más corta y a acelerada que la anterior. La cuestión es:
al final de esta gran revolución formada de cada vez más contínuas y pequeñas
revoluciones, ¿a qué tipo de mundo, a qué modelo de sociedad, nos lleva..?
Cada vez somos más conscientes
de la precariedad. Lo empleos son de una asombrosa flexibilidad y por eso las
arcáicas estructuras sindicales no pueden mantenerse en su obsoleta rigidez.
Simplemente, consumen demasiados recursos cada vez más precarios también. A la
volatilidad de los modelos y tipos de trabajo solo se puede hacer frente con la
rapidez en la adaptación a nuevos esquemas. Es lo que vemos en la calle, en los
mercados, allá donde miremos. Y es el miedo actual y el temor, casi terror, que
tenemos. Todo es tan cambiante, tan mudable, que nos volvemos demasiado pronto
en prescindibles. Y si no somos educados en ser cambiables, entonces seremos
intercambiables.
Existe un pasado demasiado
reciente en que los analistas nos hablaban de una orgía de consumo, donde la
gente podía gastar un dinero inacabable, con un crédito cuasi ilimitado, porque
el sistema proveía cada vez de mayores ingresos, más capacidad de ocio, más
seguridad y bienestar. Casi que nos vendieron el mítico motor de movimiento
contínuo. Pero esto también se ha licuado en una rápida vuelta de esa espiral
que nos arrastra a su vórtice. Los gobiernos están atrapados entre dos
poderosas fuerzas: la financiera y la del electorado. Si se vencen a la
primera, la segunda creará nuevas opciones y perderán sus privilegios, y si se
vuelven a la segunda, los mercados mirarán a otros sitios, y la economía, y la
bolsa, quebrarán. La democracia es audaz y se arriesga, pero el dinero es
cobarde y huye.
Y eso mismo, y no otra cosa, es
lo que reflejan las estructuras políticas, la organización de los partidos, los propios políticos, incluso las mismas
ideologías. La corrupción generalizada es la consecuencia de la falta de
idealismo en las distintas opciones y siglas, y en las de los valores al
servicio del bien común. La corrupción es el virus, el microorganismo encargado
de liquidar los sistemas podridos y enfermos que tan solo generan vicios
caducos que ya no pueden mantenerse a sí mismos. Solo se cavan su propia fosa.
Como las fuerzas sindicales, que ya solo subsisten para ser subvencionados en
su inútil automantenimiento.
Ante este derrumbe de corrompidos
valores, aparecen esos movimientos al margen de no sé bien que aparente
renovación, con aires de reforma, quizá de un poco, o un mucho, anticuada
reforma. Podemos y cía no son más que un efecto rebote. Algo se hunde y a algo
hemos de aferrarnos. Vemos a lo viejo hacer auténticos esfuerzos por mostrarse
como nuevo, pero se le nota demasiado que son los mismos. La confianza tiene
poco recorrido, y ya es tan efímera como esa sociedad líquida que preconiza el
joven anciano Bauman… Mucho me temo que así es. Tan solo espero, y confío, en
que, en ese agujero negro, también desaparezcan los parásitos.
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...
martes, 21 de octubre de 2014
De lo divino y humano: BORREGOS Y CORDEROS
De lo divino y humano: BORREGOS Y CORDEROS: No. No son lo mismo. Los primeros son aquellos que imitan la tendencia marcada, los gregarios, los que no se cuestionan nada, los que no ...
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...
PP y PODEMOS
Hace poco, el
Partido Popular murciano encargó una encuesta de intención de voto en la
región. Estamos a pocos meses de las elecciones, y es normal que se vaya
pulsando la opinión de la calle para ir ocupándose de estos menesteres
preliminares al gran festejo de las urnas. Y, aunque estos sondeos no suelen
ser muy fiables, sí que pueden dar una idea aproximada de por dónde van los
tiros, a fin de mover la diana, en lo posible, claro, y montar una estrategia
plausible, también en lo posible, naturalmente…
Y el resultado de la
exploración, si no concluyente, que yo no creo que lo sea, sí que es
descriptivo, o, al menos, especulativo. Daría al PP rondando la mayoría
absoluta, un hundimiento brutal de las izquierdas clásicas, y el surgimiento de
una, nueva en esta plaza, e inédita segunda fuerza política: Podemos.
Concretando, los populares perderían cuanto hoy les sobra, Psoe caería por debajo
de la mitad de lo que ahora tiene, IU desaparecería del mapa político, ocupando
su lugar UPyD, y, como digo, o mejor dicho, como dice la encuesta, Podemos se
encaramaría como auténtica fuerza de la oposición… ¿Sorprendente?, a mí ya no
me sorprende nada, o muy pocas cosas, por salvar algo.
Y esto se veía venir, era
predecible. Podemos, o Ciudadanos, o cualquier otro grupo o movimiento con el
discurso fresco y vital de lo que la ciudadanía estaba deseando oír, podía
llevarse el gato al agua. Cuando la gente está harta de tanta corrupción,
embustes, prepotencia y tomadura de pelo, sigue a cualquier flautista de
Hamelín que pase por el pueblo cantando las verdades del barquero. Eso es así.
Y yo no estoy aseverando que Podemos sea lo que todos dicen que son, ni tampoco
lo que ellos dicen ser, porque no lo sé. Demasiados intereses hay montados para
sembrar una buena ceremonia de la confusión para que yo, a mis años, me deje
llevar por la corriente…
Pero quizá sea bueno que Podemos
roce el poder sin catarlo, y que eso le ayude a limar ciertos tics rancios, y
sus lógicas contradicciones, y su sospechoso iluminismo, y su diletante
discurso, y se baquetee en las armas de la política real, que buena falta le
hace. Al mismo tiempo, puede influir e inyectar nuevas formas de participación
ciudadana en la toma de decisiones. Puede ser. Como también sería bueno que, el
PP en este caso, tuviese la medicina de la precariedad para su humildad, y
tuviese una oposición fuerte y fresca que le exigiese transparencia, limpieza,
honradez, y apertura de miras democráticas. Un incentivo que obligue a abrir al
pueblo esa caja donde se esconde la democracia real aún no estrenada. Ambos
necesitan curtirse en lo que necesitan adquirir y librarse de lo que les sobra.
El mesianismo ha de dejar de ser mesiánico y la casta tiene que dejar de ser
casta.
Para frenar a Podemos, el
partido gobernante debe ponerse a hacer limpieza general a fondo. Zafarrancho.
Conozco muchos años al presidente Garre, y es una persona que, soslayando
ideologías, siempre ha sido honesto en sus planteamientos y recto en su
proceder. Y creo intuir – quizá es que quiero intuir – que le gustaría coger la
escoba y el espolsador, (o expolsador, de expolsar) y no dejar una sola
alfombra con mierda escondida debajo. Sería un buen principio para recuperar la
credibilidad perdida de sus votantes. Lo que pasa es que, me temo, que se lo
van a poner difícil, muy difícil. Me barrunto que tiene feudos donde se le
están formando extrañas familias, singulares alianzas, peregrinos compañeros de
cama, con el fin de oponerle un frente de resistencia, incluso puede que
escondiéndose tras caras nuevas con estilos viejos, porque lo importante es
seguir manteniendo privilegios y repartirse el pastel.
Por eso Podemos es útil. Aunque
solo sea para forzar a hacer lo que se tiene que hacer y no puede esperar más,
a la vez que se purifica a sí mismo en la antesala del quizá. Que los partidos del siempre
sepan valorar esta oportunidad y aprovecharla para limpiarse, purgarse, lavarse
y regenerarse, solo está en sus manos. A los ciudadanos nos han dejado el
último recurso (un tanto manipulado, además) de las urnas. Y eso es lo que
hacemos. Y eso es lo que haremos…
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...
lunes, 20 de octubre de 2014
TODOS LOS MUERTOS
Creo que es lo
más racional. Lo de Todos los Santos podrá ser religiosamente correcto, y hasta
puede que políticamente también, pero no se ajusta a la realidad. Lo
íntegramente correcto es hablar de Todos los Muertos. Primero, porque, ¿qué
pasa con los muertos no santos?, ¿no son dignos de celebración y recuerdo?.. Y,
segundo, porque, ¿qué es un santo?. Sabemos perfectamente lo que es un muerto,
pero… ¿un santo?. Tenemos la definición de la Iglesia, claro, naturalmente
interesada para su catequesis, pero a mí siempre me queda la duda de que en el
común de los cementerios hayan muchos santos enterrados, que son más bien de
catedralicias criptas, por lo que la conmemoración (con in memoriam) o el
nombre, andan mal puestos. Y por eso mismo yo me entiendo más con los muertos
que con los santos.
Pero es que, si me apuran,
tampoco en el cementerio están los muertos. Ni siquiera la memoria de los
muertos está allí. Si acaso, están sus despojos, y a veces ni eso, puesto que
ya se han convertido en un poco de polvo. Entonces… ¿qué vamos a hacer allí?,
¿acaso pensamos que cada uno de noviembre nuestros difuntos se congregan en el
club gusanitos y nos esperan para ser venerados y recordados?.. Si ellos nos
ven, y yo creo que sí, se preguntarán porqué visitamos religiosamente el lugar
del basurero donde enterramos la ya inútil envoltura de su viejo ropaje carnal.
Como si respetásemos más a sus restos que a ellos mismos. Es como si nos
diéramos cita allí el mismo día cada año para pasarnos lista y revista a
nosotros mismos, ponernos al día entre los vivos, y dar un buen repaso al que
falte al toque de trompeta.
Soy consciente de que la
tradición fabrica la costumbre y la costumbre hace la ley. Y respeto al que la
respeta, pero no al que la impone, y todos sabemos que hay muchas formas de
imponerla. Como también soy consciente de que el ser humano es fetichista por
naturaleza, y necesita agarrarse a lo material y al rito porque no comprende
del todo lo espiritual. Y que se aferre a ese resto material que lo afirma
antes que a un todo espiritual que lo asusta. Lo entiendo. Es como adorar al
santo por la peana. Como hacer mil imágenes distintas de una sola y única
Vírgen. Necesitamos algo físico que tocar, dónde pisar y a lo que sujetarnos. Y
una tumba cumple ese cometido, como también el cometido social para toda una
comunidad, que refuerza entre todos el sentido de que eso es así, no como
deberíamos creerlo, pero sí como debemos quererlo.
Pero un servidor… discúlpenme,
no lo creo de esa forma, ni tampoco lo quiero de esa manera. Eso me recuerda
más al “dejad que los muertos entierren a
sus muertos”, que a “la muerte no
existe, si no la vida eterna”, aseveraciones ambas del mismo Cristo
liberador de cadenas… ¿Cómo podemos, entonces, esclavizarnos a lo primero si
creemos en lo segundo?.. Guardamos los restos de nuestros difuntos en panteones
como si fueran tesoros en cajas fuertes, patrimonios familiares, al igual que
guardamos bajo llave a nuestro dios en templos capitulares. Lo mismo. Es
nuestra mezquina sensación de dominio y propiedad lo que en realidad guardamos
en relicarios y entre paredes. No a nuestros muertos… ni a nuestro Dios.
Los muertos, al igual que Dios,
son libres en su más total, amplia, completa y absoluta plenitud, si es que tal
concepto puede describirse en palabras, que creo que no. Yo, desde luego, a los
míos los llevo en mi alma, en mi corazón, en mi mente, en mi espíritu, en mis
genes y en mis tripas todas las noches de mis días y todos los días de mis
noches. Los tengo en mis vigilias y en mis sueños, y viven en mi vida por el
simple hecho de que yo viví en las suyas. Padres, amigos, familiares, personas
mías de las que yo fui de ellos… ¿Cómo voy a arrinconarlos en un sepulcro de
ladrillos, por muy blanqueado que éste sea, si están en mi propia sangre y en
mis propias creencias y querencias?..
Pido
humildemente perdón a quienes pueden sentirse ofendidos, pero no es tal mi
voluntad. Sin embargo, al decir lo que pienso no crean ni por un momento que no
pienso lo que digo.
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...
miércoles, 8 de octubre de 2014
LAS FIESTAS (crónica irreverente)
“…
A las ocho de la mañana, Diana Floreada”, rezaba en el Programa de Fiestas
Cívico-Religiosas en honor del sanpatronímico/a de turno. Y una rudimentaria
banda se pateaba las calles esparciendo pasodobles ejecutados con más voluntad
que acierto, precedida por algún juanpueblo, armado de tabla, alcayata y mecha,
que oficiaba, voluntarioso, de cohetero mayor. Tenía el encanto humilde de lo
sencillo.
Hoy no son necesarias las
dianas. La gente del pueblo se ha quedado dormida apenas un par de horas antes,
tras una larga noche de estruendos y excesos alienantes. Una parte, la actora,
ahíta de juerga, alcohol, griterío, burricie y música atronante. Otra parte, la
soportadora, exhausta de aguantar el vandálico decibeliaje de las ahora
llamadas verbenas. El sopor del hartazgo mantendrá las calles desiertas hasta
pasado el mediodía, en que se repetirá la misma barahúnda… Que nadie se atreva
a quejarse, pues no le asiste derecho alguno. El estamosenfiestas es la dictadora excusa que consagra cualquier
abuso. No hay lugar para dianas floreadas ni leches en vinagre…
Yo aún tengo la suerte de poder
exiliarme en mi retiro rural, una vieja casa de campo que me aleja de la
barbaridad. Que me aleja, digo, no que me aísla. Aún a dos o tres kilómetros de
distancia se aprecia nítidamente el fragor sordo de los bafles encendidos a
toda la potencia posible. Y si al menos fuera música… pero no, es una especie
de ritmo tribal, monótono, cutre, ensordecedor, vulgar, escogido para
embrutecer, más que deleitar, cualquier atisbo elemental de raciocinio.
A buena hora de la mañana
siguiente, bajo al pueblo a comprar el pan y los periódicos, que también son el
pan mío de cada día. Las calles, vacías, silenciosas, huérfanas de vida, con
restos orgánicos, cascos de vasos y botellas rotas, y algún cuerpo joven aún
arrumbado y derrumbado sobre la acera, despojo humano de la noche anterior,
próximo a su cubículo, esos ya incontables antros en que las fiestas se han
atomizado y diluido. Fiestas pequeñas y mezquinas parasitadas en la fiesta
grande y generosa, que los munícipes se esfuerzan en conciliar. Un absurdo. Lo
privado es la antítesis de lo común. Lo contrario a compartir, aunque se
intenten insertar artificiosamente desde un marco opuesto.
Sí, cierto, yo también viví las
fiestas donde la gamberrada ocasional podía consistir en que amigos incomodaran
el descanso de amigos cantándoles las mañanita bajo su ventana, pero no en que
institucionalmente, porque es político conceder antes que educar, se moleste y
machaque a todo un vecindario por las prepotentes circunstancias de que son las fiestas y a joerse tocan… Las
fiestas se ofrecen, no se imponen. No se atruenan para que nadie pueda
descansar y el que no quiera que se largue… Para que las fiestas sean
respetadas por todos, las fiestas han de respetar a todos. Pero ya no es así.
Yo las abandoné – mejor, ellas me abandonaron a mí – cuando en la plaza del
pueblo ya no podía hablar con el de al lado sin tener que gritar como
energúmenos. La magia, el encanto, también había emigrado... Los protocolarios
y decimonónicos vivas a la virgen y al pueblo, que se desgranan como mantras en
los aleluyas oficiales, contrastan hoy con los váteres portátiles repartidos
por un centro urbano destinado a recoger los vómitos y meadas de unas fiestas,
ya incívico-religiosas, que no necesitan contención, ni educación, ni respeto,
ni dianas floreadas…
-
Pero la fiesta no es solo eso (se me dirá). También son los juegos infantiles, y la
procesión, y la banda de música, las carrozas, los concursos, y los toros, y…
-
…
Y el catetismo machista de las reinas-florero, destinadas a ofrendas que les
suenan a chino mandarín… Sí, en efecto, lo son… Pero, ¿qué justifica a qué?.
¿lo uno justifica a lo otro, o es lo otro lo que justifica a lo uno?.. Porque
son dos fiestas incompatibles forzadas a ser compatibles. Son reminiscencias de
unas fiestas que fueron civilizadas entregadas a unas fiestas bárbaras. Y si la
tradición se aviene a disfrazarse de barbarie, la barbarie igual se camuflará
de costumbre…
Yo así lo pienso, así lo creo y
así lo siento. Y, por eso mismo, también así lo proclamo.
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...
martes, 7 de octubre de 2014
De lo divino y humano: AMISTAD
De lo divino y humano: AMISTAD: No hace mucho, una buena persona me preguntaba por qué, en uno de mis artículos, no toco el tema de la amistad. Que sería bonito. A los po...
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...
viernes, 26 de septiembre de 2014
EDILES (Carta abierta)
No estoy en
contra de los cargos de asesores. Ni mucho menos. Estoy en contra de una
fórmula onerosa para el gasto público y que, generalmente, tan solo sirve para
colocar paniaguados. La herramienta de asesoría es buena, muy buena, mientras
no se utilice como “colocadero”. Asesorarse es incluso necesario, pero sin
aprovechar esa necesidad para emplear el dinero público en cargos de favor.
Existe una fórmula de muy bajo costo y muy buenos resultados, quizá menos
elaborados pero sí que más efectivos. La condición primera es que un asesor
debe estar motivado, pero no pagado. Debe compensarse con un mínimum por ello,
pero sin que se sienta dependiente de ello. Ha de conservar un carácter
independiente y honesto. Un asesor que come del político de turno solo dice lo
que el político quiere oír. Defiende el puesto del que paga manda. Un asesor
modestamente compensado trabaja por auténtico compromiso ciudadano, no por
interés. Y el ahorro a las arcas públicas es considerable. Hay un dicho en
Alemania para esto que, traducido viene a ser algo así: Cuanto más
independiente sea el asesor, más sincero es y más auténtica su asesoría.
Se me dirá que explique el
funcionamiento. Permítanme guardármelo. Alguna vez he facilitado estrategias
que luego han utilizado personajes de cargo para su bien y el de su propia y
santa iglesia, a la vez que para joderme a mí… Hay ediles fiables y otros que
no lo son. Igual existe una manera asamblearia y participativa de la ciudadanía
en la gestión de los asuntos que les afecta (casi todos) que dignificaría la
labor de sus administradores políticos y compartirían responsabilidad en las
decisiones. Es lo que nos viene, más tarde o más temprano, por muchos palos que
se le pongan a la rueda del carro. Es relativamente fácil, sin ningún costo, y
darían excelentes resultados, pero un político debe valorar más el interés
general que el del partido. Tampoco voy a decir más…
Verbigracia: una persona en
quien confían las personas, suele ser confiable y tener amigos de confianza. Yo
tengo uno – es rigurosamente cierto – que podría tener en sus manos el
resucitar una escuela de capataces cuyas instalaciones están en práctico desuso
y cuasi abandono, con un sistema mixto público/privado, al estilo y modelo de
los colegios concertados. Una acción que podría devolver la importancia
perdida, salvarla de la decadencia, y activar el desarrollo y economía del
lugar… Stop. Hasta aquí llego. Es tan solo un ejemplo, un solo ejemplo
ilustrativo, de los frutos que se pueden recoger en un régimen de confianza y
lealtad y rectores que miren por el bien común por encima de su propio bien, su
partido y del puesto que tengo allí, como cantaba el caralsol…
Voy a poner un último ejemplo a
esto último dicho. Y va a ser muy atrevido, advierto. Pero lo voy a hacer, y
pido perdón anticipado por ello. Me he enterado (es público) de la nómina anual
media de lo que ganan los políticos locales de un pueblo medio. Pues bien, con
lo que cuesta su paga, casi que bastaría para poner a todos los habitantes de
ese pueblo mediano en un régimen de medicina privada que complementase
notablemente el cada vez más deteriorado sistema público… Y existen muchas
variantes intermedias. Es tan solo que un dato comparativo, nada más. Pero esas
son las cuentas. Y a eso mismo me refería al principio, cuando decía que el
interés por el servicio a los demás no reside en los emolumentos recibidos a
cambio… Ya sé… es una nueva forma de mirar las cosas, pero hay que ir
corrigiendo puntos de mira que una práctica viciada ha desviado del objetivo
final: el servicio público.
Este artículo de hoy no pretende
molestar a nadie, si bien asumo que a unos pocos no les vá a sentar muy bien
que digamos, pero si, a cambio, el riesgo es beneficiar a unos muchos, pues lo
corro y ya está. Por eso debe ser leído sin prejuicios políticos ni personales,
con claridad de conciencia y meridianidad de ideas. Con apertura mental. No se
trata de quitar el pan a nadie, sino de repartirlo más y mejor… Ya saben, se
trata de hacer más con menos, de la optimización de recursos esa que no se cae
de la boca de nadie pero que nadie pone en práctica. De eso mismo.
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...
miércoles, 24 de septiembre de 2014
De lo divino y humano: MUSETHICA
De lo divino y humano: MUSETHICA: Hay cosas que lo reconcilian a uno con el ser humano. Con lo que hace persona a la gente. Musethica es de esos proyectos que llegan hasta ...
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...
martes, 23 de septiembre de 2014
LA GRAN INMORALIDAD
Para las
preguntas sencillas tendrían que haber respuestas sencillas. Por ejemplo: ¿por
qué, si el BCE tiene puesto el interés del dinero bancario en casi cero (o,o5%),
un banco aquí, en España, lo cobra a cien veces por encima de su valor?.. Yo se
la he hecho a mucha gente de la banca, y ninguno tiene una respuesta clara.
Todos patinan con que si a sus ahorradores tienen que pagarle tanto y cuanto, y
una serie de evasivas liadas y liosas. No tienen una respuesta simple y
contundente. Y no es que no la haya, es que les da vergüenza reconocerla.
La respuesta a por qué el BCE ha
puesto el dinero casi regalado es sabida. La zona euro está en riesgo
deflaccionario y hay que tomar medidas para que el dinero se mueva, circule, se
invierta y suba el consumo. No hay dinero en la calle, la gente no gasta, y eso
paraliza la economía. Hasta aquí lo tenemos claro… Pero, entonces, surgen
cuestiones sospechosamente contradictorias, como, por ejemplo, ¿si hay que
activar la circulación del dinero, entonces porqué los bancos priman al dinero
gandul, al dinero cobarde, y le buscan refugio pagado en cuentas protegidas?..
Porque ese dinero se invierte en negocios que activan, a su vez, la economía,
es lo que dicen… ¡beeeeep!, respuesta incorrecta, porque para eso está el
dinero del BCE que debe salir casi que a nada… ¡beeeeep!, no saben, no contestan…
La sangrienta paradoja, la
enorme inmoralidad de esto, es que, mientras las autoridades monetarias
europeas están poniendo el coste del dinero a casi cero interés, existen
países, como el nuestro, donde millones de niños están infralimentados porque
sus padres no pueden adquirir comida, donde casi un tercio de la población
activa está en el paro, donde los sueldos y las jubilaciones son de auténtica
miseria, donde la investigación y el desarrollo tienen que emigrar por falta de
medios, donde… ¿Cómo es ello posible cuando el dinero sale a costo regalado
desde el Banco Central Europeo..?. Misterios de la cripta.
Recapitulemos, entonces, y
hagamos la pregunta al revés. ¿A quiénes interesa que el dinero esté caro para
el consumo del mismo?.. Pues a los bancos, naturalmente. ¿Y porqué?.. pues
porque sus ganancias son mayores y el reparto de dividendos a sus accionistas
también, y sus capitostes pueden seguir llevándose la pasta en primas,
sobresueldos e insultantes jubilaciones, y pueden evadir capitales a paraísos
fiscales, o emplearlos en expansiones, en inversiones de fondos, etc. etc. En
suma, para especular con él y montar monstruosas financieras que capten,
acumulen y gestionen el dinero… que les sale regalado del BCE más el que nos
saca a cada uno de nosotros en concepto de depósitos, préstamos abusivos o
venta de servicios. Para un banco, sus accionistas son más importantes que sus
clientes, entérense de una p……. vez.
Y si los bancos logran y llegan
a ser los amos absolutos del dinero, el mundo será su esclavo y todos
trabajaremos para ellos. Esa es la última finalidad, y esos son los porqués y
las razones de que un Banco Central abarate un dinero a los bancos periféricos
para que lo muevan, y éstos lo encarezcan a límites bestiales que entorpezcan y
zancadilleen los propósitos buscados por su banca central. Sin duda, no tienen
los mismos objetivos. Así que a usted le prestan el dinero que ellos compran a
sus ahorradores – usted les paga el interés – y ellos se quedan con el regalado
por el BCE. ¿lo entiende ahora, alma de Dios..?.
En este punto surge la
siguiente, y lógica, pregunta: ¿Y esto no está vigilado, regulado,
controlado..?. Los mecanismos de control del BCE no puede ejercerlos sin la
cesión competencial de los gobiernos de los países. En tanto en cuanto eso no
suceda, la vigilancia y control recae sobre dichos gobiernos… que también son
los fiadores y garantes… ¡con dinero público!. O sea, si los bancos no
devuelven, encima le pagamos nosotros la deuda. Los desmanes que la banca
española realiza aquí con ese dinero, en Alemania, por ejemplo, sería
inimaginable. Aquí, sencillamente estamos vendidos porque el gobierno está
comprado.
Solo la acción ciudadana podría
poner coto a esta gran, enorme, desmedida, inmoralidad… Dejando de usar sus
servicios, retirando fondos, ingresando solo el débito justo, anulando
autorizaciones de pago, cancelando toda atadura y gestionándonos nosotros
nuestra propia miseria… Ya saben lo que decía aquel pobre hombre con gran
dignidad: Mi hambre es mía… Concienciación masiva, se llama eso. Ya sé, es
difícil, muy difícil, pero solo porque así lo creemos. Miren, si esta especie
de milagro ocurriera, responderían con un “corralito”. ¿Porqué?. Pues porque ya
no tienen el dinero de usted y de todos. Simplemente, ha pasado a ser suyo..
¿Qué no..?. Probemos a ver… Miren, mejor elijamos a un gobierno decente que los
ponga firmes… Es lo suyo.
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...
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