Datos personales

Mi foto
TORRE-PACHECO, MURCIA, Spain
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...

lunes, 30 de enero de 2012

SEXO E IGLESIA

El obispo de Valladolid se ha apoyado en el Código Canónico para des-recomendar que el pregón de Semana Santa sea efectuado por Soraya Sáenz Santamaría, como lo había propuesto la alcaldía de la ciudad – seguimos sin saber si la santa semana es política, religiosa o turística – por el hecho de que está casada por lo civil, y eso no es santo matrimonio ni es ná… (pues que se lo apliquen como legítima soltería, como hicieron con doña Letizia, digo yo…). Pero aquí el Código se aplica según el Derecho de cada cual… o cada cuala. Y ni por su sagrado segundo apellido siquiera… Pero es que también han echado un rapa/polvos a doña Dolores de Cospedal, por ser madre soltera, érase que se era… y no máter inmaculata. Y es que les escuece cosa mala que los que tienen por de los suyos se descarríen de forma y manera tan coloraota… Que luego a luego, que lo haga el catolicísimo Bono, como es sociata, posyasesabe… Pero los del propio banderín, jode un montón. Si bien también se sabe que la cosa de la piiiiiiib no tiene enmienda, y que hasta a Piiiiiiib le gusta el pringue. Así que tome buena nota la vicejefa de parecerse a aquella muchachita de Valladolid de flagelante cirio y semana santa blanquinegra, pura novia pura de cualquier Alberto Closas, que eso sí que mola al báculo, y no estas moderneces libertarias…
        A la Iglesia siempre le han salido ronchas con el sexo ajeno no controlado. Ya don Emilio Castelar criticaba “el empeño de los obispos por meterse en la cama de los españoles”. Lo soltó tras promover en las cortes una ley de libertad religiosa con matrimonio civil incluído en el lote, hace 145 años nada menos, aprovechando que los mitrados estaban de Concilio Vaticano I, así que se vinieron a sotana remangá y montaron oficios expiatorios en toda parroquia, hicieron que su prensa saliese impresa con luto de bordes negros en todas sus páginas y forzaron al clero a abjurar de la Constitución de 1869. Proclamaban, y es textual, que “España había instaurado el Concubinato Universal”. Y es que – y en esto la católica aún está como estaba entonces – las normas por las que rige el santo matrimonio vienen del Concilio de Trento (s.XVI), y quieren hacer creer que el matrimonio no ha existido mas que desde la fundación del cristianismo… Bueno, de “su” cristianismo.
        Pero es algo que no pueden con esto. Lo de la relación entre personas de igual sexo, alegan, es lo peor que ha ocurrido en dos mil años. Pues, pederastias aparte y disculpen, o no saben mucho de historia, o no quieren saber, o lo que quieren es escribir la historia ellos, pero esto, como el juntarse y el separarse, ha existido desde que el mundo es mundo, fray Facundo… Ni siquiera en la iglesia fundada por Jesús existían tales preocupaciones condenatorias. Fue desde San Agustín, que incluyó en la teología su visión enfermiza del hombre condenado por culpa de la mujer, diablesa sexuada, tentadora y amoral, súcubos del demonio enviados para hacer pecar al virtuoso varón hecho a imagen y semejanza de Dios, cuando se condenó más a la castaña que al castaño ad dívinis, per sécula seculorum.

        Y como de aquestas agustinianas cuitas vienen estos porrompomperos, el actual obispo de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández, clama en su última pastoral en letras de fuego y sangre: “Huid de la fornicación”. Y acusa a la televisión, al cine, la radio, e incluso a toda escuela no religiosa, de “incitar a la fornicación”. No sabe el buen prelado que el cine, la tele o la “aradio” no son ni buenas ni malas en sí mismas, y que los padres de familia y los botones interruptores de aparato tienen su función en estas aleluyas, y es tan sencillo como saber ejercerlas con responsabilité.

        Mas enfín… Lo cierto es que hacía mucho, mucho tiempo que no había leído la palabra fornicar. Desde que era un zagalico, o sea, un púber con perdón. Y la verdad es que me hace gracia, qué quieren que les diga… Fornicare viene de la raíz latina que significa horno. Muy apropiada la relación buscada: agujero, oscuridad, calor, luego fuego, infierno… Me recuerda a aquella estampa ejemplar del esposo puro, sin mácula, embutido en largo sayal, arrodillado sobre el tálamo, ante su virgen tapada por inmaculada sábana con discreta abertura a la altura, a filtiré bordada si posible fuera… ojos en blanco, brazos en ofrenda, en recogida recitación de sublime y divina jaculatora: “Ofrezco este fornicio / No por lascivo vicio / Si no a modo de sacrificio / Y para dar a la Iglesia el beneficio / De procrear en sagrado oficio”. ¿Se imaginan la escenita..?. Pues vayan preparándose sus aliados, que a poco doren píldora a la santa madre, veremos si solo los eunucos irán al cielo… En esto nos ganan los que al llegar allí  destinan un par de huríes pá  cá uno, Unamuno…

HASTA SIEMPRE...

He preferido esperar un tiempo para honrar la memoria de Manuel Pérez de Lema. La distancia es buena para poder poner los sentimientos en perspectiva una vez que los sentidos van recuperando la calma tras el golpe, aún por esperado. Los panegíricos conviene hacerlos en caliente, y ha tenido muchos y merecidos. Pero los análisis hay que asumirlos en frio, cuando la razón se empareja con el corazón, y el devenir del conocimiento viene a unirse, mansamente, con el fluir del reconocimiento. Hay un tiempo tras la agitación inicial en que el pensamiento viene a buscar la paz sumergiéndose en las tibias aguas del alma, y entonces vá tirando de recuerdos…
    Conocí a Manolo hace más de 25 años. Él era, a la sazón, vicepresidente de Coec en acción formativa, y yo recién había iniciado la aventura de fundar Acíes, una asociación empresarial multisectorial local con más quimeras que fundamentos y que nacía huérfana de todo. Vino a proponerme la anexión a la Confederación, organización institucional a fin de cuentas, de la que inhibirse es lo mismo que autoexiliarse de las administraciones públicas y oficiales. Y sin embargo, le dije que no. Que muchas gracias pero mientras Coec fuese de constitución endogámica, abierta a su ciudad pero cerrada a su comarca, con un solo y único órgano de resonancia acogido al absurdo, obtuso y ciego cantonalismo, Torre-Pacheco seguiría fuera de un nido que lo consideraba ajeno.
    Lo aceptó con deportividad. Me tendió la mano y contestó que por eso mismo venía, a conocerme y a pedirme que le ayudara a cambiar lo errado en acertado y a abrir lo que estaba cerrado, enfin, a democratizar la institución usando a Torre-Pacheco como ariete, sin ocultarme que iba a ser muy duro. Lo fue, y mucho.  El día de la inauguración de la sede territorial lo emplacé abierta y públicamente a tal compromiso y yo empeñé mi palabra en seguir a su lado hasta conseguir tal propósito. Lo que siguió después fue una obra titánica. En tanto Pérez de Lema pudiese ser presidente, imponer mi presencia, extraña y forastera, en una directiva autófaga, sellada a cal y canto, desconfiada de cualquier aperturismo intrusivo, fue desgastador. Pero tenía su apoyo. Su solo, único, formal y frontal apoyo. Él y yo solos. Luego, una vez fue presidente, se hizo con media docena de escogidos, formó un equipo de confianza, una especie de guardia de corps, una pequeña legión con la que abrir brecha en un fortín exclusivo que resistía como bloque monolítico. Fueron años fantásticos, de magnífica lucha. Reuniones nocturnas en todos los pueblos, aperturas a codazos, de gran enfrentamiento… Se reformaron Estatutos, se conformaron órganos de gobierno democráticos que eran inexistentes, ejecutiva, permanente… se dió representación a toda la comarca… se firmaron convenios municipales (el primero de España con el ayuntamiento de Torre-Pacheco)… Se vencieron resistencias e intereses demoledores… En sus 12 años de timón florecieron las más espléndidas perlas de Coec: Días de la Empresa, Congresos, Jornadas de Dirigentes…Podría llenarse un libro
    Nadie duda hoy de su capacidad de convocatoria, y del respeto y el prestigio que cosechó para un tejido empresarial que supo unir como una piña, y que le hizo merecedor de la medalla de Oro de la Región de Murcia, ya en el hospital, no dando un chavo por su vida. Algunos sabemos que se dejó su precaria salud en la Coec, y es muy, muy cierto. Como se dejó otras muchas cosas de las que no haré mención. Esa entrega fue casi sobrehumana, y le pasó una factura de 7 años de sufrimiento que pagó sin rechistar hasta el día de su muerte. Quizá era cosa de su naturaleza de castellano viejo, aún sin serlo – parecía sacado de un cuadro del Greco -, de su estampa seria, sobría, austera, honesto como pocos, honrado hasta la médula, de bromas disfrazadas de reñiduras, de chanzas rebozadas de enseñanzas, no sé… Pero sí, es cierto que daba sensación de altivez, de orgullo, de prepotencia. Pero no era altivez, si no responsabilidad, no era orgullo, si no respeto, no era prepotencia si no fortaleza. Lo que pasa es que era nulo en disimulo. Lo sé muy bien, que le conocí en equipo y le traté en la distancia corta. Y no puede ser altivo un hombre que nunca, jamás, tomó una sola decisión sin consultarla con sus colaboradores. Ni puede ser prepotente el que luchó por unos principios democráticos donde nunca los hubo. Ni puede ser orgulloso el que, siempre, siempre, fue leal con sus amigos y noble con sus enemigos.
Hay otra razón que he dejado para el final, aparte de la confesada al principio de esta columna. Y es que, ya llegado a los 65, me es venida la hora de jubilarme de empresario. Y dejo todos mis cargos y mis cargas, y las armas con que Manolo me armó caballero de gestas imposibles que unos pocos hicimos posibles. Y que, por imperativo legal y moral, por prudencia y por coherencia, he de rendirlas allí mismo donde las tomé… Pero lo hecho, hecho queda. Ahí está, don Manuel… Ha sido un honor servir contigo. Ha sido un privilegio tenerte como amigo…    
- Hasta siempre, Manolo                                                                            
 – Hasta siempre, Coec…

miércoles, 4 de enero de 2012

SÍ QUE SE PUEDE


Hombre… pues qué bien. Es bueno que mis dos artículos anteriores sobre los “unos”, o funcionarios – digámoslo ya por su nombre de pila – siga teniendo contestación. Pero aún es mejor que, aunque solapadamente, todavía de forma parca y discreta, de manera tímida y como nombrando a la bicha, alguno que otro deslice, si bien como un reto insuperable, o como una especie de sin-remedio, o como un averquieneselguapo, la atrevida posibilidad del algo que, olvidémonos, no es posible. Pero sí que lo es, ya lo creo que lo es. Con tiempo suficiente, se puede cambiar de un sistema funcionarial de base hiperespecial por su hiperprotección, a uno normal. Y sin excesivos traumas, además.
                Pero para hacer ese ejercicio de osada imaginación, primero hemos de despojarnos de las falsas hipocresías que nos han inoculado nuestros mediocres políticos de cuna. Que no sé lo que se necesita para que abramos los ojos de una puñetera vez por todas. Que ahora resulta que los que dieron el dinero público a puñados a los bancos, advierten a los otros que no cuenten con su apoyo si lo hacen ellos, y lanzan admoniciones que los recortes de éstos nos van a llevar a una recesión que ya estaba cuando ellos se apearon del poder, o critiquen que las medidas recaigan sobre las bases, cuando ellos subieron el Iva… Como igual nos percatamos  que los que han subido a la poltrona comienzan a hacer, corregido y aumentado, lo que negaron repetidamente en su campaña. O sea, esto es el perfecto enroque de ajedrez, como siempre. Ahora te toca a ti hacer el papel que yo hice y a mí hacer el que hiciste tú… Que estos son tontos y no lo pillan, acho, tío…
                Así que tratemos de abandonar todos los interesados prejuicios a que estamos sometidos, y volvamos a nuestro primer párrafo, si son tan amables. Repito: es posible cambiar nuestro rígido e insostenible sistema funcionarial por otro mixto mucho más flexible, como el alemán, o totalmente integrado en el modelo general, como el estadounidense, o por otro más o menos liberal por liberalizado, como el sistema de contratación privado, y que de verdad, en serio, el estado actúe como una empresa. Y esto no solamente es posible, si no que también es relativamente fácil, y además, encima, se ha hecho ya en aquellos casos en que ha convenido hacerlo. A la chita callando, sí, pero se ha hecho.
                Y es, ni más ni menos, que legislar un nuevo modelo, y al otro ponerlo a extinguir. En unas pocas décadas, solucionado. Los que pueden crear serios conflictos por conservar unos inauditos privilegios que causan sonrojantes agravios comparativos, se irían jubilando por lo suyo, mientras los contratados en su lugar no les cabría otra que aceptar la nueva norma, que no es más que la misma que la de todos los trabajadores de este país… Ya sé que todo es matizable, y que pueden existir, yo diría co/existir, sus ineludibles excepciones, naturalmente, pero poderse hacer, desde luego, se puede.
                Como se pueden hacer otras cosas. No nos damos cuenta de los signos de cambio y los riesgos que esta sociedad tiene ante sus narices. Todo un sistema económico se está derrumbando, y los gobiernos, incapaces, se están entregando suicidamente (mezcla de ignorancia y miedo) al poder absoluto y absolutista de los mercados financieros. La entrega de medio billón de euros de dinero público por parte del BCE a los bancos, sin contrapartida a empresas y familias, o el vergonzoso aval de 100.000 millones de nuestro recién ministro De Guindos no caído de un ídem, a la banca, ¡habrase visto avalar al que nos presta¡, demuestra que ya ni se molestan en disimularlo. Estos acontecimientos nos están diciendo que caminamos hacia una dictadura económica impuesta por las oligarquías financieras. Y nosotros queremos arreglar las cosas usando las mismas fórmulas caducas que nos han llevado a esto, y remendando las grietas con los mismos escombros del derrumbe. Así terminaremos por reconocer como (falsas) libertades  solo a las que podamos comprar con una tarjeta de crédito.
                Dice la célebre profecía maya del 2012, que hacia final del año y si el gran azteca no lo remedia, “caerá el cielo sobre la tierra y se juntará el infierno con el paraíso”… Bueno, lo cierto es que ya se nos está cayendo el mundo encima, y vemos que los peores demonios tienen bula sobre esta tierra. Así que cada cual se encomiende a su dios de cabecera… porque los gobiernos, títeres del dios Mammón, no van a hacer mas que emitir espurias promesas para sus oyentes creyentes. Promesas de algo que no saben ni pueden arreglar porque han vendido su arma al diablo que las carga. O sea, a las corporaciones financieras.
                Así que solo sé que habrá que caminar hacia nuevos modelos más flexibles y menos rígidos, hacia fórmulas más libres y menos liberales, hacia sistemas más solidarios y menos egoístas. Y tendremos que buscar nuestras propias soluciones antes que nos impongan las de otros… Habremos de cambiar antes de que nos cambien… Nosotros mismos, chatos.