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TORRE-PACHECO, MURCIA, Spain
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...

martes, 25 de agosto de 2015

PERIÓDICOS DE PAPEL

Hace décadas corría una leyenda urbana que perseguía demonizar a los que leemos “periódicos de quiosco”. Preveían la desaparición de la prensa impresa porque iba a ser la responsable (íbamos a ser / yo me incluyo como consumido consumidor) de la deforestación del planeta, de los verdes pulmones de la humanidad. Y hasta teníamos cierta mala conciencia los que nos gusta buscar la noticia desenramando las hojas. Pero no ha sido así. Ni mucho menos. Los periódicos aún viven estoicamente y heroicamente en el papel de su cuerpo y la sangre de su tinta, y utiliza un papel ecológico que ahuyenta viejos fantasmas. Ya no es/somos reos de culpa. Es más, desde que los tapones de las botellas empezaron a fabricarse de corcho sintético, los alcornoques, al contrario de lo que se preveía, luchan por sobrevivir. Es la vieja economía de la oferta y la demanda, tan humana como cruel. ¿Para qué dejar que vivan, si ya no se necesitan?.. ¿si ya no son económicamente rentables?.. Por eso creo que las inmensos choperales de las riberas de los grandes ríos también tienen los días contados. ¿Para qué plantarlos y dejarlos crecer, si ya no van a servir..?.


                No. Las personas ya no leen la prensa de papel, al igual que tampoco el libro. Primero, porque ya casi no se lee, y segundo, por pura comodidad, por simple hedonismo… Pero no por ecología. Eso nunca jamás. Es una excusa imbécil. Daña infinitamente más a la naturaleza un coche, o un aire acondicionado, y a su propia vista el ozono de las pantallas, que el periódico de cada día, dánoslo hoy, como el pan nuestro. Ni siquiera puede alegarse la economía, aún con toda su importancia, que sin duda la tiene. No. Es otra cosa. Son otras causas… Otras razones.

                Aún somos una reserva de muchos seres humanos pacientes y valientes, y quizá hasta extravagantes, si bien cada día más residuales, que nos gusta sentir el palpitar del mundo, del país, de nuestra ciudad, en las manos, entre los dedos, bajo el brazo, en el deshojeo diario de sus páginas. Es un vicio leve, incluso para algunos ya difícil de mantener en su costo… Pero es una resistencia casi numantina, aún sabiendo que la batalla está más perdida que ganada. La desaparición de la prensa escrita, dicen los apocalípticos, es un hecho sin marcha atrás. El periódico, reinciden, o será digital, o no será… Pues será, mas yo solo espero que tarde aún lo suficiente como para que este servidor ya no esté a este lado del espejo. Hay profecías que, sin dejar de cumplirse, se están cumpliendo toda la vida, porque nunca terminan de cumplirse del todo. Y es posible, ojalá, que aquí ocurra lo mismo. Que siempre queden algunos supervivientes, resistentes, algunos advenedizos, que vayan contracorriente, porque siempre existan los suficientes, aún en minoría, seres extraños y estrafalarios que les guste leer sobre papel, pensar desde el papel, sentir con el papel…

                Ya… ya sé. Los nostálgicos no mueven el mundo, se me dirá. Y llevarán razón. Pero yo, como muchísimos aún, no quiero mover el mundo. Solo lo miro hacia donde se mueve. Y no me gusta mucho por donde se mueve. Ni cómo se mueve, tampoco. Yo tan solo reivindico el derecho al placer de los periódicos de papel, aunque estén destinados a escribirse en ellos su propia esquela, su propia tragedia griega. Aunque, al final, sean víctimas de la última hoguera de la última dictadura. Nada más que eso.

                La más encendida defensa de la prensa escrita me la dio un motero cascabelero que, encima, no lee, o lee bien poco. “No existe en el mundo, ni ha existido nunca, mejor aislante del frío que un periódico bien sujeto sobre la piel, bajo la ropa…”. Y eso me arranca recuerdos infantiles que dan fé de tal verdad. Es ciencia cierta esa, que de niño mi padre me arropaba del frío con periódicos en el pecho. Yo creía que eran escaseces de posguerra, pero veo que aún es el mejor remedio para los que conocen su virtud. Pero también calienta otras cosas más sutiles e importantes, además del cuerpo. Como no calienta ni calentará jamás una Tablet, por muy superchupiguay que sea, bajo la chupa. Siempre será más fácil, cómodo, entrañable, económico, útil y formativo mantener en solfa el periódico escrito. Que muy bien puede ser leído, tras haber sido sudado…


martes, 18 de agosto de 2015

NO BUSQUES, Y NO ENCONTRARÁS

Cualquier parecido con la realidad, será pura coincidencia, pero así lo he leído, y así me lo han contado. Una joven muy punk, familiar del relator al que se lo oí, deseosa de buscarse aventuras sexuales duras, fuertes, salvajes e impactantes con tipos duros, fuertes, salvajes e impactantes, un día se marcó de complementos bien marcada, y se marchó de pesca a los garitos ad-hoc… Allí visualizó a su presa: dos metros de cuidada y tallada tableta, paquete bien empaquetado, todo él forrado de cuero negro brillante, con tachonaduras mil, más cadenaje que bolsillaje, raftado hasta en los pelos sobaquiles, barba de pirata, aros en las orejas y mierda de años. Y basto hasta decir basta. Su ideal. Además, con una motaza para la entrepierna de mucho aparataje y ruído aparcada en la acera… Marvelleux.


                Inician la aventura, se retiran a su cubil, y en el primer asalvajado apareamiento si miramientos, a él se le van las cabras apenas abrir el redil… Passsaná, chute por esnife, tres horas roncando, y segundo asalto… lo mismo, el ganao se le sale corriendo apenas tocan puerta. Más cerveza, más canuterío y más sueño… Tercer asalto. Igual, no te pares que no llego… La pava que le pregunta si tiene algún tipo de problema, o qué, y él que, poniendo cara de sorpresa, le responde que nonis, que supernormal, nena... que qué coño esperas tú, tía..?, y eso… La puncky que lo planta, le dice que se meta la Hailey por su tunneado rastrojo trasero, y se vá a por el jefe de la banda que, aunque calvirota con brillo, también le mola mogollón, y es más mulo que ninguno… Parece ser, según se relata en aqueste relato, que un clon de lo mismo. Que adiós muy buenas, que tengo prisa y me voy a escape. Que tres cuartos del mismo pescao… Y doña chinchetillas que empieza a reconsiderar lo relativo de las apariencias.

                Y este sucedido me recordó un reportaje de la National Geographic sobre la manta gigante, la mantaraya, una criatura de lo más terrorífica de las que habitan los mares. Con sus ocho metros de envergadura y sus 1.500 kilos de peso, que se dice pronto, sin embargo, es mucho menos peligrosa que sus hermana pequeñas, puesto que carece del aguijón venenoso de las menúas… Pero, claro, te encuentras de sopetón con un monstruo marino de este calibre, y te faltan brazos y piernas para salir echando leches. La estampa acojona. Pues, bien, estas mantarayas se asoman del mar en calma empezando por unas orejas de murciélago burro, salta fuera del agua con una fuerza descomunal, como si volara, agitando las aletas y desplazando ese enorme cuerpo, asciende a lo alto, y luego se deja caer en champlazo moviendo toneladas de agua y espuma en un ruído infernal… Imagínese en su playa o su piscina un panzazo de tonelada y media. Escalofriante. Bueno, pues esto es tan solo que el cortejo nupcial de los machos. Se montan esta espectacular llamada para atraer a las mantarayas hembras que pasen por las cercanías y se les nublen las carnes por tamaño alarde..

                Es eso mismo, un reclamo sexual, un brutote de animal que llama la atención de su chorba con todo el esplendor de su físico y poderío ídem. Lo que pasa luego es que el revolcón salvaje no llega a noventa segundos. Un visto y no visto, un tararí que te ví, mariví de los mares… Algo así como lo que le pasó a nuestra heroína tragamachos, tan sexidispuesta ella, que buscaba los más feroces ejemplares de la fauna humana para aparearse… buscando, pienso yo, que habría proporción entre la apariencia y la experiencia.


                Y es lo que pasa en la vida. Pensamos que la naturaleza salvaje nos deben dar experiencias salvajes, y, a veces, nos dá lecciones de racionalidad pura y dura. Pero cuando eso lo buscamos entre humanos, no caemos en que todo es apariencia… Todo, absolutamente todo. Es más, las personas nos vestimos para ocultar nuestra desnudez. Cuanto más complementos y adminículos encima de la piel, más tenemos que esconder. Y los que más tienen que ocultar, con más cacharros, pinturas, herrajes, afeites y tatuajes se tapan. Lo salvaje del animal es puro, auténtico… Lo salvaje del hombre es todo lo contrario, porque vá escondido y se reviste de inocencia… Mejor, mucho mejor, busca a un gilipollas que a un salvaje, Maripunky, hay muchos, y son inofensivos. Con los otros, puedes resultar malherida… Y no es eso, ¿verdad?.. no, no es eso, no lo es…

jueves, 6 de agosto de 2015

LOS MISMITICOS

Siempre he oído decir que los años, la edad, ese huésped que se viene encima sin ser llamado, ni invitado ni deseado, , nos traen sabiduría y serenidad… entre otras cosas. Yo creo que se difunden eufemismos para nuestra mutua consolación, pero enfín… Mi experiencia es que cuanto más sé, menos serenidad tengo. Estoy en esa edad en que uno empieza a ser “perro viejo” sin aún sentirse un viejo perro… no sé si llego a explicarme. Ha pasado mucho desde que me nacieron a este mundo, pero no lo suficiente como para lamentarlo… aún.


                Estoy en esa fase crepuscular en que me veo venir al personal de lejos, en que me parece conocerlos con tan solo oírlos. Me pasa mucho con los políticos. Oigo a esas jóvenes promesas del PP, o incluso alguno que otro del Psoe, y me parece haberlos conocido de cuando la dictadura. Hablan y me suenan a aquellos trepas, farsantes, ganapanes, piulantes y cantamañanas que se agarraban a la higuera prometiendo buenos higos (callándose, claro está, para quiénes eran los higos de la higuera). Si son sinceros o falsos, aún no lo sé. Pero sí sé que, a veces, en la primera época del ser humano, la sinceridad aún no sabe que es falsedad. Y escucho a los de Podemos, y creo que ya los conozco también. Son aquellos privilegiados universitarios trotskistas, estalinistas y maoístas que nos comían el tarro con sus muy bien razonados y puros anhelos a los que solo teníamos un mal curro y una buena bicicleta. Son aquellos mismos que creímos ser nosotros bajo la camiseta del Ché Güevara…  Sí, los conozco..

                …Y, sin embargo, la lógica me dice que no pueden ser los mismos, pues éstos ni habían nacido, y algunos pocos apenas si chupaban de otro sitio que de la teta materna. No, no lo son. ¡pero se parecen tanto..!. Los veo abrir la boca y sé lo que van a decir. A veces, hasta cómo lo van a decir… Pero también me pasa con algunos jóvenes empresarios… perdón, emprendedores ahora, con eminentes titulados, con… no con todos, la verdad, pero sí con muchos. Es como un “dejá vú”, como un “ya sé quién eres, rey, no te canses mucho…”, un “ya te conozco, bacalao”… Me pregunto a mí mismo si no será la teoría de los arquetipos, de Kant, que vuelven, reencarnados en distintas generaciones, si bien que con sutiles diferencias. Me pregunto si será la rueda del Maya hindú, que de nuevo nos pone ante las narices, una y otra vez, los problemas no resueltos en las ilusas redes del tiempo. Me pregunto, simplemente, si no es que yo me pregunto demasiado.

                Pero, sea como fuere, si esto es la sabiduría del mayor, desde luego, no es la serenidad. Yo, al menos, no me siento tranquilo, si no más bien al contrario. No me gusta nada ver tipos humanos que ya he conocido, atados y condicionados a las mismas ruedas de un carro con otro aparejo distinto. Pero es que, el caso de la cosa es que aún puede ser peor, pues si lo digo, como lo estoy diciendo, verán como me llevaré lindezas encima del tipo de “el jodío viejo éste se las cree saber todas”, o que “es un profeta modelo cuaternario”, o que “se piensa saber más que nadie”… Y el problema, el drama si se quiere, es que yo no quiero saber. Es, simplemente, que sé, y lo que supe, si no me gustó entonces, tampoco me gusta ahora cuando les veo las canillas a los mismos chuchos aún con otros collares…

                Tan solo tengo la esperanza que a algunos de mis congéneres contemporáneos y de mi generación les pase igual. Aunque no lo digan, y lo oculten para no complicarse la vida. Es lógico. Pero confío que esta anomalía mía sea totalmente normal. Cosas de la edad, y eso…


                En la antigüedad eso era una ventaja. Los ancianos eran honrados, venerados y consultados por eso mismo, porque las veían venir de lejos… porque ya eran unos “avisados  de la vida”. Y formaban los consejos de los pueblos. Hoy ya no, claro… Hoy somos carne de Inserso. Nos hemos abrazado a nuestro propio cepo, y estamos tan contentos, felices y satisfechos de ello… encantados de habernos conocido. ¡Pobres gilipollas!, a lo peor es que nos asusta lo que vemos y preferimos el lolaísmo al más de lo mismo. Es muy malo conocer el paño y no poder transmitir lo que nadie quiere oír. Porque nadie son todos, y todos los del hoy son parte de los que fueron ayer… Y si no lo son, entonces es que se parecen mucho…

lunes, 3 de agosto de 2015

Partido Independiente de Torre Pacheco: Abierto el plazo de candidaturas para JUEZ DE PAZ

Partido Independiente de Torre Pacheco: Abierto el plazo de candidaturas para JUEZ DE PAZ: Torre Pacheco busca Juez de Paz, ya que quien ocupaba actualmente el puesto D. Miguel Galindo Sánchez (que era titular del Juzgado de Pa...