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TORRE-PACHECO, MURCIA, Spain
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...

domingo, 24 de septiembre de 2017

QUIZÁ MAÑANA...



                Algunos domingos, por la tarde, quedábamos en “la casa de los pollos”, aunque allí no había más pollos que nosotros. Con las paredes a semiempinadas y el suelo sin poner, aquella casa a medias nos parecía un castillo, cerca, muy cerca, de la base militar que ejercía a modo de guardia pretoriana sin serlo. En obras, y una vieja mesa que obraba entre media docena de sillas desvencijadas, cuando no hacía de escaso taller para lograr el milagro de unos malparados ejemplares de aeromodelismo que nunca llegaron a volar, nos esperaban obras y autores no muy bienvenidos – prohibidos, más bien – en aquella época. Jesús Torbado, Maxence Van der Meerch, García Lorca, Hemingway, León Felipe, Miguel Hernández… con sus Fiesta, La Máscara de Carne, Bodas de Sangre, Bon Jour, Tristesse, etc… Mientras hubiera luz y alguna vela, nos dábamos un festín con aquellas obras que alguien llevaba a escondidas, y buena cuenta de unos libros malditos a los que nuestra voracidad lectora honraba a puerta cerrada, no fuera que algún par de verdes tricornios, fruto de algún chivatazo, husmeara por allí, a pesar de ser “zona protegida” por algún padre que otro de algún que otro San Luís.

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                Los Clubs Camping y Fénix, sucesor uno de otro, eran el frágil botijo donde esconder la escasa agua fresca con que calmar la sed. Una más escasa aún, pero prodigiosa, “biblioteca”, de manoseados libros aportados y deportados. Una multicopista de ciclostil  Roneo, con la que editábamos nuestras panfletudas aportaciones liberadoras y nos poníamos de tinta grasa hasta las cejas, y unas fiebres de fabricar cultura, cuyas ganas superaban a los medios, la protección de algunos ángeles de la guarda haciendo lo propio con nuestras frágiles espaldas, y obviando el mosqueo parroquial o del Jefe del Movimiento local… O aquellos teatro/fórums. Un flexo por cada personaje sobre mesa en penumbra, encendido para la entrada, apagado para el mutis, en los semivacíos salones del viejo café de la playa, con un contado auditorio de confianza, a puertas y ventanas selladas…

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                Los Juegos Florales permitidos y los Certámenes Literarios bajo contínua sospecha, en los que, oculto en el ritual y parafernalia admitida – Reina, Damas, Marcha de Aida o Flor Natural – dábamos rienda semisuelta a cuanto llevábamos dentro y amenazaba con salir por gateras no autorizadas. Había que decir en aquellos textos lo que se quería decir pero de la forma en que se podía decir, ya saben… Un poeta amigo del Jurado (Dios lo tenga en su gloria) hacía de cubrecolchas y ángel protector, e ilustre fiador de nuestras ánsias libertarias… perdón literarias, he querido decir. Así, hasta que un Certamen se nos fue de las manos, se hizo internacional sin querer serlo, vinieron los gobernadores provinciales, lo secuestraron y lo procesionaron en andas a la Plaza de Armas de la Escuela de Suboficiales del Aire, en todo su esplendor del régimen… y a nosotros nos pusieron de acomodadores de los ilustres asistentes. Nos sacrificamos (nos sacrificaron) gustosos, por la cultura… y para salvar el pellejo, claro. En uno de los últimos, ya de soldado y en la mili, me dejaron salir de estricto uniforme a leer mi opúsculo y recibir mi humilde premio, un escueto Quijote tallado en madera. En el patio del viejo Hotel desgrané aquel perdido “Quizá algún día…”

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Aquel viejo distribuidor de la murciana Plaza de Santo Domingo, tocayo y amigo mío, viejo socialista cultureta, disponía de todos, o casi todos, los títulos prohibidos por el régimen. Los imprimía Losada, en Argentina, o Kier, en México, D.F., y los enviaban camuflados entre cubiertas catecísmicas o de Formación del Espíritu Nacional, o de autores permitidos… A mis manos de contrabandista de prohibidos libros llegaban ilustres autores crucificados en el Índex, que yo repartía entre una escasa y semitapada clientela de leyentes, más que de clientes. Stephen Zweig, Madariaga, George Orwell, A. Machado, Gerardo Diego, Pablo Neruda, Vicente Aleixandre… cabalgaron por estas estepas, anduvieron por oscuras esquinas y se entregaron a manos y mentes ávidas…

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                Hoy leo que se ha hecho un estudio reciente sobre la media de asistentes a conferencias, con el siguiente resultado: el 90% son mayores de 60 años, el 70% son mujeres, y solo un mísero y miserable 0,5% son menores de 30 años… ¿Qué ha pasado con los jóvenes?.. ¿dónde están?... ¿en qué se encuentran hoy?.. ¿Cuáles son sus apuestas..?.

                “Quizá algún día”… Lo escribí en el cuartel, un jurado me distinguió con algún algo, y lo leí en el viejo patio del viejo hotel de mi pueblo… hace ya más de medio siglo. Pero ese día, aún no ha llegado. Ese mañana todavía no ha existido… Ni sé si llegará a ser… algún día.
               
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ // www.escriburgo.com // Los viernes,10,30 h. en http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php


miércoles, 13 de septiembre de 2017

FEMINAE, FEMINI...


Siempre he venido escribiendo y opinando sobre la naturaleza femenina del Dios bíblico y machista que se nos presenta desde el Génesis acá… Cada vez que, en algún artículo he tocado el tema, he vertido mi opinión de que Dios fue mujer. En cada ocasión he afirmado mi convicción que, si el principio creador (no hablo de generador, pues no es lo mismo) es femenino, y Dios es creador, tiene que tener una importante parte femenina. En las oportunidades que he tenido que tratar estos temas, siempre he manifestado mis dudas de si Eva vino de Adán, o, por el contrario, Adán proviene de Eva, y siempre he intentado poner de manifiesto el esfuerzo de las religiones por esconder, omitir, silenciar la parte femenina de la creación, aun sabiendo que no se puede crear nada sin ella.

                Vale. Pero nunca había puesto sobre el tapete la lógica de que, si el lado que consideramos positivo, la bondad, Dios, tiene una parte femenina, en correspondencia, el lado considerado negativo, la maldad, Satanás, igual deba tener una parte femenina, ¿no?.. Es de sentido común. Aunque, al igual que a Dios nos empeñamos en hacerlo macho, al diablo igual nos encamotamos en otorgarle sexo varón… ¿a que sí?. Sin embargo, en las culturas más antíguas de la humanidad, donde ya existía la idea de la separación del bien y del mal, al demonio se le reconocía también una entidad femenina: Lilith. Una diablesa comedora de niños, agostadora de cosechas, mala de toda maldad… y visitadora nocturna de hombres a los que exprimía su jugo vital hasta dejarlos más secos que unas pasas. Natural, no podía ser de otra manera. Si el macho cabrío judeocristiano cohabita con brujas, a ver por qué esta vampiresa-diablesa no puede hacerlo con los tíos, digo yo… Las antiguas escrituras relatan que hubo un momento en que “los ángeles de Dios vieron que las hijas de los hombres” estaban más buenas que el pan, y bajaron a tomarlas… por las ingles… y que de esa unión nacieron “varones de gran nombradía”… ¡Y dale con los varones, siempre varones… Bueno, vale, pero ¿por qué los ángeles también los ponen como varones?.. ¿no pudo haber ángelos y ángelas que se pusieran al tajo con hombres y mujeres? Pues lo más fijo que sí.

                Miren… Aquí cerca, en Orihuela, hay un Paso de Semana Santa donde sale La Diablesa. No el demonio, como en muchos otros, no, la demonia. Es de Nicolas De Bussy (siglo XVII), y la talla encierra un marcado significado oculto – esotérico, si quieren – de profundo calado. La Diablesa tiene cuernos, para fijarle su filiación demoníaca, un rostro con marcados rasgos de malsana lubricidad, como corresponde a sus perversas intenciones, una manzana en una mano, para indicar su conexión con Eva con toda la mala leche del mundo, y un montón de signos que no cabrían todos en este artículo… Y, naturalmente, más fea que la leche. Y digo fea, y no feo, porque existe un detalle en La Diablesa tan curioso como revelador. Tiene pechos, sí, pero también tiene pito. Sus órganos sexuales se adivinan de macho y hembra. En una palabra, sus atributos abarcan ambos géneros. Definitivamente, es un ser andrógino.

                El recado, el mensaje, resulta clarificador. Si el principio generador (masculino) y el creador (femenino) se reúnen en, y parten de, Dios, deben reflejarse en cuanto ha sido creado de Él y por Él… “Macho y hembra  lo creo” (…) “A su imagen y semejanza lo creó”. Y señalo que lo dice en singular, no en plural. Si aceptamos como hipótesis que don Chivo era una creatura de Dios, pues una de dos, o es un ser andrógino, o sufrió una intervención de separación de sexos en algún momento del proceso, como ocurrió con el ser humano (salvo que seamos lo mismo), y entonces hay demonios y demonias jodiendo por ahí… quiero decir fastidiando, dando por saco, haciendo diabluras…

                Así que sí. Si Dios fue (es) mujer, el diablo, también. Lo siento mucho. Tampoco es eso tan malo, no me engüisquen ni me malentiendan. Eso quiere decir que el principio femenino, aunque la cultura machista quiere esconderlo, está presente en los signos y símbolos importantes, en todas las claves de la creación, en todos los misterios y orígenes de la humanidad, en todas sus fés, sus religiones y creencias… Lo de la cosa masculina, también, pero de otra forma, de otra manera… Y es que esa es otra historia…


MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador  – los viernes a las 10,30 h. en: http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php

viernes, 8 de septiembre de 2017

EUROISLAM


El abuelo de uno de los jóvenes terroristas abatidos tras la masacre de Barcelona, decía, lamentándose del hecho, que su nieto había sido educado e islamizado en España, no en Marruecos. Estaba poniendo, quizá sin proponérselo, el dedo en la llaga. Uno de sus amigos desde niños, criado también en Ripoll, se manifestaba, sorprendido, sobre el autor de la matanza: “lo voy a resumir… de puta madre”, decía con el mejor modismo spanishcalle, “ fíjate que incluso mis padres me lo ponían de ejemplo, y mira ahora…”. Pero es que todos los componentes de la célula que han sido abatidos, así como casi todos los que se han inmolado matando en los atentados acaecidos en cualquier país europeo, pertenecen al mismo patrón. Criados y educados en los países contra los que se revuelven.

                Y eso, digo yo, estará señalando algo. El Consejo de Religiones Islámicas de España (su logo está formado con los colores de la bandera española) en su rotundo comunicado de condena del atentado en Cataluña, salta algo que quizá nos lleve a una pista. Se confiesan contrarios a la violencia, y condenan, una vez más, el uso del Islam por los asesinos, puesto que el Islam es un mensaje de paz – la misma palabra islam significa paz – pero advierten que, a pesar de sus esfuerzos, por ellos solos desde las mezquitas no pueden garantizar el control de los descontrolados, ni terminar con la violencia y la radicalidad, si no es con la ayuda y la colaboración del Estado y de la sociedad. Que los fundamentalistas y los fanáticos se forjan entre la intolerancia de la calle y no en las mezquitas, aunque mal-utilicen El Corán.

                Y algo de verdad hay en ello. El sistema religioso islámico, al igual que el judío, no se basa en ninguna jerarquía como la católica, cuya cúpula ordena sacerdotes y los va haciendo formar parte de una estructura definida y de total obediencia al dogma y a la escala superior. Por el contrario, los imanes, al igual que los rabís, son elegidos por cada comunidad de entre ellos mismos (al estilo de las primeras comunidades cristianas) y tienen la libertad de desarrollar, interpretar y aplicar su propia escuela de pensamiento. Los Consejos Nacionales Islámicos son implantes posteriores que se esfuerzan por formar y controlar a imanes “oficiales”, y aconsejar que los imanes que elijan las comunidades se les “obligue” a pasar por un proyecto de formación antes de ejercer como tales. Pero no es fácil cambiar un sistema con casi un milenio de tradición, y que es calco de otras creencias religiosas igual de milenarias.

                Al final, por mucho Corán que haya de por medio, el islamismo de calle se interpreta según el imán de turno, lo que lo hace susceptible de ser manipulado, retorcido y falseado por imanes modelo a aquel tristemente famoso de Fuengirola, o por agentes apocalípticos como el de Ripoll, que vació, lavó y catequizó cerebros jóvenes y los convirtió en matarifes al grito de “Alá es Grande”. Igual hay otros que, por el contrario, denuncian y advierten a la fuerza pública de aquellos elementos que advierten fundamentalizados.

                De ahí que las bandas de sicarios, como el Isis, financiadas por sátrapas oligarcas islámicos en beneficio de sus (crudos) intereses, puedan reclutar kamikazes, mártires a bajo costo, entre los jóvenes menos formados, más descerebrados, más rechazados y más marginales de sus comunidades europeas. Es tremendamente motivador ganarse el paraíso de las huríes matando “cruzados y judíos”, como gritaba uno de ellos, y de paso tomar debida venganza personal de una sociedad que siempre lo ha llamado despectivamente “moro” durante todo su corto espacio de vida.

                Que tan ignorantes son que ni siquiera saben que moro, mauri, significa “señor”, como Mauritania quiere decir tierra de señores. Y así pasan a capitalizar los intereses bastardos de las fuerzas oscuras que los utilizan. ¡Resultan tan baratos de usar y tirar!.. Y ahí mismo es donde está la responsabilidad de las naciones en donde nacen, se educan y se crían. En criarlos, educarlos, formarlos e integrarlos especialmente. En colaboración con las comunidades islámicas si fuera preciso, claro está.

                Yo veo muchos jóvenes de estos en las calles, ociosos, solos o en pandilla, si nada que hacer ni en qué ocuparse, ni en qué pensar. Son los mismos que mañana pueden ser convertidos en soldados suicidas de un Alá falso y falseado. Pero nadie hace nada al respecto. Son jóvenes desestructurados que se hacen fuertes entre ellos ante el rechazo de los descendientes de los cruzados. Son, eso mismo, moros, y lo seguirán siendo siempre. Es el error en que han caído muchas naciones europeas, pero ¿será el mismo error en que caigamos nosotros también?.. Aún estamos a tiempo.


MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php

viernes, 1 de septiembre de 2017

¿ESPECIALES..?


Hay un libro por ahí, Utopía para Realistas, de Rutger Bregnan, que lo analiza esto. El dato, digo yo. Y es que, en los años cincuenta, solo el 12% de los jóvenes, tanto norteamericanos como europeos, pensaban de sí mismos que eran una persona especial. El mismo estudio repetido hoy, 60 años después, los que se sienten que son especiales ya son el 80%... Tan solo el 20% de los jóvenes se consideran “normales”. La verdad, es que es para echarle una pensada, no me digan que no. El autor dice que esto es de visita al psiquiatra y de pastillitas. Y la verdad es que resulta sorprendente que una época de mayor alienación como la actual no es normal que produzca tal cantidad de seres especiales, más bien todo lo contrario… Y lo cierto es que no le falta una buena parte de razón a este analista.

                Yo es que creo que es justamente al revés. Tanta gente sintiéndose especial demuestra claramente que no lo son. Que son gente común que se creen especiales. Lo que pasa es que son/somos muchos, muchísimos, compartiendo y compitiendo (por) el ego, y eso nos hace creernos a nosotros mismos lo que no somos. Precisamente en la actualidad somos menos especiales que nunca. Existen tendencias alienantes que los/nos iguala a todos en un rasero de infinita mediocridad hedonista y consumista. Jamás hemos sido tan igualados por la moda y las tendencias ni tan obtusamente predecibles. Tanta gente allanada por la estética personal de confite y gimnasio, por los móviles, táblets y packs en serie… Calcule el aforo de un concierto, de un festival, de un partifútbol, de un botellón, de un mogollón cualquiera… ¿de verdad creen que hay ahí un 80% de personas especiales?.. Sean sinceros, por favor.

                Muchos argumentarán en este punto que tal estudio, no se nos olvide, está realizado sobre la juventud. Y sí, es cierto, pero aquí lanzo otra preguntica: ¿acaso los adultos no imitamos a los jóvenes, a los cuales por cierto, hemos formado según nuestros valores?.. Y los imitamos en el vestir, en el comportamiento, en el esfuerzo de sentir y pensar como ellos. Hasta adoptamos las mismas modas, los mismos peinados, la misma “liberalidad”, o lo que eso sea… El gregarismo, que yo sepa, nunca ha sido nada original, si no una copia múltiple y generalizada de modos, usos y costumbres, y eso en modo alguno nos convierte en especiales. Fíjense si no quieren/queremos marcarnos como especiales copiando las tendencias de moda en cada momento. Jamás ha existido mayor gregarismo que en esta época, ¿dónde están los especiales?.

                Ya… vale, lo sé, la publicidad es un arma tan poderosa que nos sirve perfectamente como excusa, algo a lo que responsabilizar y echar la culpa. Lo que pasa es que la publicidad es una técnica que estudia las tendencias de las mayorías para sacarles partido y hacer negocio, y las mayorías son los normales, los comunes, los que siguen los dictados, pero jamas funciona con esos especiales. Piénsenlo. Estoy siguiendo una línea argumentaría razonada, dentro de la lógica y del sentido común, y no porque yo quiera escandalizar ni sacar las paticas fuera de la cesta. Solo deseo que mediten sobre ello. Nada más.

                Eso sí, podremos decir, y es cierto, que una cosa es sentirse especial y otra serlo realmente. Ahí l´an dao, Estanislao… Los modernos sistemas de alienación personal radican precisamente en eso mismo, en hacernos sentir seres especiales, usando, sumando y abusando, y manipulando, los valores de la cultura del ocio, pero restándoselos de la cultura del conocimiento. Vivimos en la llamada era de las comunicaciones, pero solo nos comunicamos con Vicente que va donde está la gente. No la usamos para ser especiales, si no para ser iguales… como los manguales.

                Hagan un sencillo experimento. Fíjense en los programas de televisión, las series, los youtubers, tuiteros e influencers de mayor éxito y seguimiento, y luego miren el nivel de visitas comparándolo con el nivel cultural, moral y/o educativo que tienen. Bien, pues esa es la medida. Ahí tienen ese aplastante 80%. El resto, ese residual 20%, son/somos los “normales raros”, tan raros, que nos convertimos en especiales precisamente por no serlo… Y es que, en definitiva, vivimos en un mundo de especiales y raros. Y los que deberíamos ser normales, pasamos a ser anormales. Eso es lo que pasa, doña Tomasa…


MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. en http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php