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TORRE-PACHECO, MURCIA, Spain
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...

lunes, 30 de enero de 2023

BUSCANDO A DIÓS

 

(del Diario Armenia)

Me he leído un libro de Michío Kaku, un eminente físico de Hardward, de título “La Ecuación de Dios”, nada más y nada menos… Se dá por supuesto que yo no pensaba encontrar esa ecuación entre sus páginas, ni por allá pasó, pero sí, al menos, contrastar los pocos conocimientos que tengo sobre el tema con los que él aporta, desde que Einstein se quedó a punto de establecer, cuando murió, el “Campo Unificado”, esto es: una sola fórmula, la única, que explique la creación de todo el Universo (hasta ahí me sé de lo que vá en mi librico), y lo poco después descubierto hasta la actualidad. Nada nuevo. Aunque, eso sí, me ha servido para actualizar algún detalle que otro que se me había olvidado. Pero las grandes preguntas siguen en pié frente a las grandes teorías: aunque ya sabemos de dónde venimos, y, seguramente, para qué venimos, y/o a dónde vamos a parar, ahora se plantea la de ¿es posible el viaje en el tiempo?, ¿de dónde, o de qué, viene el universo?, ¿qué sucedió antes de la llamada Creación – versus Big Bang – ¿.. Todo realmente fascinante.

Naturalmente, Dios sigue escondiéndose a la mente de los hombres. Según el gran astrónomo Huxley, “cuando el ser humano sepa determinar su naturaleza con relación al cosmos, será el momento de partida”, pero yo creo que la humanidad va muy retrasada con respecto a la ciencia, y lo peor de todo, le importa un soberano pimiento acercarse a ese conocimiento. Preferimos atarnos a las cadenas de las religiones, que nos lo dan todo masticado, y no tenemos que aplicar el mandato bíblico de “buscad y encontraréis”. Pero buscar en todo, claro, no en una sola parte… Einstein afirmaba que hay dos tipos de Dios: aquél al que se reza, que puede ser el Yahvé destructor del Antíguo Testamento, violento, celoso y vengativo; o al otro, el Padre amoroso, comprensivo y perdonador de Jesucristo; aunque luego hay otro que está por conocerse en la energía inteligente, laa mente creadora, la materia y el órden universal, donde nosotros vamos incluídos como los piojos en sus costuras.

Stephen Hawkings dejó establecido que ese mismo universo nació de ese Big Bang del que se tiene constancia física en esa radiación de fondo de microondas que nos llega de esa explosión inicial. Eso ya ni siquiera el Vaticano lo niega, aunque al principio lo rechazara y ahora no encuentre acomodo a su diós en esa versión que difícilmente encaja con la suya. Calificó a Hawkings de ateo, pero éste no explicó qué motivó esa explosión, ni Qué, o Quién, había antes de ese ya demostrado principio… Nos dejó dicho que ”el universo es como una inmensa biblioteca con libros aún por leer y descifrar”, pero, ¿quién es el autor de esos libros, please?.. ¿quién es el bibliotecario?.. Pues no tiene por qué ser la misma entidad el bibliotecario que el autor, aunque al final, y al principio, de todo, todas existan en una sola.

Ésta es la cuestión. Se acercó más Santo Tomás de Aquino, en el siglo XIII, con sus cinco famosos fundamentos, a ese gran físico contemporáneo, como es Einstein, que la Iglesia actual admite (o mejor, quiere admitir) públicamente y de cara a sus sumisos consumidores… Por cierto, decía este Albert que “Dios no juega a los dados”, a lo que otro gran físico, Pauli, le respondía con “¿quién es él para decirle a Dios lo que tiene o no tiene que hacer?”, a lo que Hawkings añadía a la controversia: “a lo mejor juega a otra cosa, o quizá tira los dados en otro tablero”…

Cito todo esto para ilustrarles a ustedes que, si ellos, que estuvieron muy cerca de explicar la Creación de ese Dios en disputa, y que intuyeron por dónde debería andar la cosa, disentían, discutían y se cuestionaban, el resto de mortales nos dejamos llevar por el fácil magicismo de las religiones, donde las élites sacerdotales monopolizan y administran las creencias, las mal-llamadas fés, incluso enfrentándonos entre nosotros mismos, fanatizándonos, para obtener así su prevalencia de los unos sobre los otros… Cuando, si el conocimiento es universal, debería ser patrimonio de todo el mundo, sin ser mangoneado por ninguna cúpula, o Iglesia, de poder, que, en definitiva, son los dogmas que nos imponen a cada creyente.

Miren ustedes qué (aparente) contradicción más aclaratoria y luminosa: El postulado científico del Big-Bang dice que “vino de la Nada”, del vacío puro y duro, “…y así es como algo, la vida, salió de la Nada”, dice un escrito sacado de la Biblia. Después, un postulado de la física quántica establece que “en la teoría quántica, la nada absoluta no existe como tal nada”

Vale… Pues yo creo que Dios se esconde en esa “Nada” aparentemente contradictoria hecha de energía inteligente, y que no queremos, o no podemos, definir. Mejor dicho, somos nosotros los que nos escondemos de Él buscándolo por inventados caminos labrados por nosotros mismos, en vez de buscar los indicios que el universo nos deja como señales. No digo yo que sean equivocados, pero puede que sí anticuados. Nos empeñamos en hacer a Dios a nuestra propia imagen y semejanza, inventándonos lo de que es al contrario, para así justificarnos a nosotros mismos, y tratando de imponérnoslo a través de cruzadas y guerras santas, y yihads, donde, como siempre, los más malos se aprovechan de los más tontos. Y todos se justifican entre sí. No hemos evolucionado mucho en eso que digamos, desde que cambiamos las cavernas por los apartamentos… A lo mejor habrá que buscar en el sentido en vez de en el sentimiento.

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

LOS MISMOS ÍSMOS

 

(de Ísmos.es)

Ha dicho Joaquín Sabina que ya “no es tan de izquierdas como cuando era jóven”, y le han caído las del pulpo por su puñetera sinceridad… Y el caso es que su pensamiento y sus decires y cantares siguen siendo de izquierdas.

¿Qué ha pasado para que Sabina “se haya movido”?.. `pues, a lo mejor no es él quién lo ha hecho; a lo mejor la que se ha movido ha sido la propia izquierda. La actual, digo…

Pregúntenle a los humoristas, por ejemplo, y entre muchos otros. Nunca han conocido una izquierda más censora e inquisitorial que ésta… Ni más dogmática en sus planteamientos populistas. Y es que, al final, los extremos se tocan.

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

viernes, 27 de enero de 2023

LIBERTAD Y RESPETO

 

No hace mucho, leí una frase de lo más inteligente, a la vez que dura y realista: “todos somos hipócritas, lo importante es que no seamos cínicos”. Me tomé buena nota de ella, pues sabía que, tarde o temprano, le llegaría su turno para ser destripada en alguno de estos… ¿digámosle artículos, por llamarlos de alguna manera?.. La verdad es que vivimos una época extraña, de contrastes, donde se mezcla la, no sé si bien llamada, libertad de expresión, por ejemplo, con un “buenismo” que, por otro lado, la coarta y restringe… o la otra libertad, la del librepensador, como una línea de pensamiento único que ciertos moralismos políticos intentan imponer: piense usted lo que quiera, amigo mío, pero cálleselo.

El caso es que existe una falta de respeto que, real o no, siempre anda de por medio. O bien no se respeta el librepensamiento, o bien lo que no se respeta son los convencimientos, o las fés, o las creencias de algunos álguienes. Y aquí tenemos el conflicto liado y servido… Y ya resulta imposible, llegados a estos términos, el anteponer un razonamiento lógico sin que una de las dos partes se sienta atacada por la otra. Enseguida se alza el derecho al respeto. Y si bien es cierto que debe existir, no es menos cierto que se debe aprender a transigir, puesto que, si no existe el diálogo, tampoco puede existir el entendimiento. Y lo cierto y verdad es que se nota mucho en la ausencia de algo que debería de ser una máxima: “aquél que no respeta al otro, tampoco puede exigir ser respetado por ese otro”.

La cosa es que, cada vez más, se nota un crecimiento de… yo lo llamo “la educada intolerancia”. Foros públicos donde, poco a poco, lentamente, se vá exigiendo un pérfil a los colaboradores, concreto, definido, y, al final, extricto a ciertas normas, con excusa de la fidelidad a la siempre llamada “línea editorial”, y la exigencia del respeto debido a la filosofía de la casa. Una especie de jura de bandera. Usted es libre – se le dice – de colaborar o no, pero si lo hace, ha de seguir las siguientes reglas, etc., etc. Es una cortés invitación a someterse a censura previa, o marcharse. Impecable. Es como cuando uno dice o escribe algo sobre alguna cosa, y siempre hay quién se siente ofendido e insultado “en sus principios”, y se pide a los poderes públicos que imponga reparación o castigo. Es que, óiga usted, se ataca lo que yo creo más sagrado, o esta u otra sensibilidad, y exijo ser respetado, se dice… Pero no se dice que lo más sagrado para mí no tengo ningún derecho a imponérselo a los demás, como tampoco tapar la boca a sus opiniones.

Si el respeto no es mutuo, ni es respeto ni es nada. Tan solo es exigencia, intolerancia. Un respeto impuesto es un silencio impuesto… Y miren, a lo peor es eso mismo lo que se busca: el silencio, el usted se calla, el usted mutis y chitón. Cuando no existen argumentos con los que debatir, existe la dictadura para prohibir. La ley de la mordaza. Y, entonces, los derechos y los respetos se vuelven unilaterales, y circulan en sentido único, y se convierten en la cárcel de las libertades en nombre de una sola y determinada libertad. En este país estamos andando una regresión sutil, donde nuevos censores emplean nueviejos métodos de brillantes cadenas.

Y con estos métodos se consiguen un par de cosas, al menos: una pobreza intelectual y cultural inmensa, pues se eliminan las opiniones diversas y compartidas de los foros de debate (son foros de escaparate, pero no de debate), y una educación dirigida a lo unilateral y tendenciosa, donde cada cabeza de ganado acude a su aprisco a “comer” el pienso preparado a su caso y causa… Luego, después, a ver qué, o quién, consigue más reses para segar los otros pesebres y quedar en hegemonía. Eso, y no otra cosa, es lo que hay detrás de todo estos movimientos: un absolutismo precioso y preciso, como en una cirugía ilustrada. Se debe exigir más educación en las formas, claro que sí, pero no más flexibilidad en las normas, claro que no.

En los periódicos, en los foros, en todo donde se escriban y se expongan ideas, se debería admitir de toda traza, trazo y opinión, si bien que con educación. Los lectores sí que tienen el derecho a elegir, pero no hay derecho a que otros elijan por ellos; a que se coarte su intención y su elección… A mí, personalmente, me espantan los abrevaderos únicos y dirigidos, y prefiero los abiertos a todo pensamiento y expresión de tal pensamiento. Pero, por desgracia, veo que cada vez proliferan más los primeros y escasean los segundos. Aquí y allá dejan de publicarte, o te invitan a marchar, o te ponen trabas y pegas que suenan a inexcusables imposturas, pero que se sabe obedecen a estrategias con doble filo y doble fondo. Hay donde te lo dicen con claridad, sin disimulo, y hasta es de agradecer, joer… Yo, como otros, nos hemos abierto nuestras webs, y nuestros blogs, para, desde ahí, poder estar, y llegar hasta quién nos busque, y decirles lo que otros no quieren que escuchen, y aunque es una buena solución que no me disgusta, prefiero el debate, el espacio abierto, el pluralismo, allí donde se pueda opinar; lugares dónde te encuentren, no dónde te busquen. Sitios dónde se pueda leer también lo contrario a tus pensamientos, de otras plumas y de otros plumeros… Como prefiero discutir por libre a consentir por obligado, y que me llamen atrevido a mal educado. Pero está claro que hoy no se puede tener todo.

Pues, sin embargo, mucho me temo que lo políticamente correcto nos está labrando otros caminos por donde pastemos… Y, es curioso, pero el populismo derechista y el populismo izquierdista que coinciden en los fondos, también parecen coincidir en las formas, en las hormas y en las normas. Ahora no son apetencias, nos dicen, son “tendencias”. Lo que pasa es que esas tendencias nos las crean sutilmente, con unos sistemas educativos más herrados que errados, ya me entienden; y unos planes sociales, más uncidos que ungidos, a un cada vez mayor “panem et circus” aborregante, que no estimulante, del tira y topa p´alante

¿Qué fué de aquel iluso, Labordeta, que cantaba aquello de “habrá un día que, al levantar la vista, veremos una tierra que ponga Libertad”?.. Por eso mismo lo digo, compadres míos y de mi alma, por eso lo digo, por eso mismo…

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

jueves, 26 de enero de 2023

IGNORANCIA SUPINA

 

(de La Opinión)

Que Murcia capital es una de las ciudades con mayor índice de contaminación de España, es un hecho constado y constatable por lo sobrado… Que el Plan de Movilidad Urbana pretende corregir ese problema que afecta directamente a la salud de los murcianos, es una constatación del mismo hecho.

Que tales ciudadanos protestan por ello está también más que visto y comprobado… Prefieren seguir viviendo en una de las ciudades más insalubres de Europa, rebozada de coches, Co2, humos y aparcamientos.

O la cosa no está bien explicada, o no está bien entendida, o hay intereses ocultos que mueven los hilos a conveniencia de… (rellene los puntos suspensivos). Lo que sí hay es una profunda y profusa ignorancia.

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

miércoles, 25 de enero de 2023

PROGRAMA ROMÁNTICO

 HABLANDO DE ROMANTICISMO...

https://youtu.be/fDvyfM0g-aE

martes, 24 de enero de 2023

LA FÉ

 

(de Les Dokimos)

Me dicen algunos unos y algunas otras que a ver si escribo algo sobre la Fé. Hay que ver, una palabra tan corta con un significado tan largo… pero, sobretodo, un significado tan indefinible. Porque, por mucho que se hable de ella, y por mucho que se emplea con tanta contundencia, lo cierto, la verdad, es que es una definición muy indefinida, permítanme ustedes el retruécano. Creo recordar que hace algun tiempo, quizá que bastante tiempo, escribí un artículo sobre este mismo enunciado, que debe andar… mejor volar, enredado en alguna nube informática, vaya Dios a saber. Pero, como me es mucho más trabajoso el buscarlo que el empinarlo de nuevo, pues prefiero volver a intentarlo.

La corta palabra esta viene del latín “Fides”, que significa lealtad, confianza, fidelidad, y de su largo léxico nacen otro montón de asociadas a ella, como fidere, fidelis o infidelis, pérfidus, fiducia, confidens, y una larga y cumplida tira, hijas e hijos de la de tan solo dos letras. Esto es un ejemplo ilustrativo que de lo poco sale lo mucho, de lo pequeño nace lo grande, como del punto simple del Big Bang emergió todo lo complejo… Porque la fé, al fin y al cabo, no es nada de simple ni sencillo, por mucho que se la hayan apropiado las Iglesias casi que para definir su exclusivo uso. Pero no es así. O, al menos, no debe serlo. El significado catecísmico más antíguo en mi memoria, el Ripalda, la de la fé era tan escueta como esto: “FÉ es creer sin ver”. Y punto pelota.

Aprendedselo de memoria, que no es difícil, nos decían, y el que quiera entenderlo, que eso ya es otra cosa, que se lo pregunte al cura, y si aún y así no lo entiende, que se lo pregunte en confesión y se atenga a las consecuencias, que va a saber lo que vale un peine. Naturalmente, de algo tan elemental surgen preguntas elementales, por ejemplo: óiga, ¿creer qué?, y ¿sin ver, qué?.. ¿los Reyes Magos?.. ¿la democracia?, ¿los billetes de 500?.. Claro, la Iglesia hablaba de Dios, de “su” Dios, por supuesto, y de sí misma y todos sus dogmas. Tienes que creer, hijo, en todo lo que nos te digamos, cuando nos te lo digamos y como nos queramos. Por supuesto. Era así de sencillo. Eso mismo, y no otra cosa, era la tal Fé.

El pequeño problema es que aún quiere seguir siéndolo. O así lo parece por lo menos. “El que no tiene fé es un impío”, se decía y aún se afirma, y así se sigue creyendo y manipulando. Tan es así, que se cree a piés juntillas que un hombre, o una mujer, sin fé, está condenada a la ausencia de “la gracia”, si no a otras cosas `peores. Sin embargo, nada más lejos de semejante barbaridad. El intentar hacer dos clases de personas: las que tienen fé, que serán salvadas, y las que no tienen, que serán condenadas, es una atrocidad digna de la primera cruzada, por seguir con las pareadas…

Todos, en mayor o menor grado, tenemos fé, según su sentido natural original, porque todos con-fiamos en algo, o en alguién, en algunos conceptos o ideas. Absolutamente todos nos fiamos en algún momento de alguna cosa.. La fé es una capacidad consecuente de la humanidad (y de algunos animales evolucionados) que nos hace “fiarnos” de nuestros semejantes todos los días de nuestras vidas. Un señor pregunta a otro por una dirección, éste se la explica, y el otro se “fía” de él… hasta sin “ver” ni “conocer-lo”. Esa es la fé, la fianza, y la confianza.

Otra cosa ya muy distinta y distante es cuando monopolizamos la fé como una idea dirigida, y la utilizamos como un arma: o crees, o no crees; o tienes fé o no la tienes, pero, claro, fé en y cómo yo te diga y mandemos entenderla. Esa es la casi insalvable diferencia. A mí me gusta poner un ejemplo más simple que yo mismo, que lo soy más que un cazo (de ahí viene cazurro): vamos a ver, maestro, ¿usted tiene fé en la libertad?, vale… ¿y en el sometimiento, en la esclavitud?.. de acuerdo. Lo que no se puede decir del que cree en el primer supuesto es que no tiene fé.

Lo que pasa con esto es que hemos confundido los principios. El gran sabio y humanista Averroes, afirma en una de sus máximas que “la fé está subordinada a la razón”, y nuestra sociedad lleva siglos, milenios, haciéndolo al revés azuzada por los diferentes credos existentes, esto es, subordinando la razón a la fé de turno. (Cuando Jesucristo lanzó su famosa llamada: “¡¡ hombres de poca fé ¡!”, se refería claramente a sujetos que no tenían fé en sí mismos (lo otro no era fé). Y nosotros andamos predicando que hay que tener fé en otras dudosas cosas más que en nuestra propia razón… Entonces, ¿qué leches vamos a buscar – “buscad y encontraréis” – si ya lo hemos encontrado?..

Este artículo me vá a hacer reo de picota en muchos y muchas. Lo siento. Pero esa es mi fé, en ella confío y de ese Dios me fío… ¿Que me dicen que eso es contrario a la fé?.. pues, entonces, es que seré un hombre sin fé. Pues peor para mí. Pero lo que nunca podré perdonarme es tener la fé equivocada, y/o vendérsela a los que dicen que la verdad es suya por decreto divino. Esa es la razón a la que aludía el tal Averroes. Las fés impuestas no son fés, son otras cosas, y las encontradas en laboriosa búsqueda se aproximan más, mucho más, a la fé que todo hombre debe tener, guardar y desarrollar por sí mismo… O algo así.

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

AVANZAMOS

 

(de S. Bermejo)

…Es una pancartaslogan muy de los partidos llamados “de izquierdas” y autollamados “progresistas”, que, de vez en cuando, sacan para airearla y que no se nos olvide. Pero, a veces, practican un progresismo la mar de retrógrado, incluso lo que no se atrevió hacer Fernando VII, como por ejemplo:

Han anunciado que Justicia va a eliminar los Juzgados y a los Jueces de Paz, y toda la mediación de proximidad, y actos de conciliación, y juicios de faltas, y cuánto el ciudadano ha tenido en dos siglos de existencia…

O sea, los, y nos, devuelven al siglo XIII, como era antes. Hasta los que se casan por lo civil habrán de hacerlo pagando tasas municiales o notariales… ¿Avanzamos, o retrocedemos?..

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

lunes, 23 de enero de 2023

ARTIFICIO - arte y oficio

 

(de Telemadrid)

Antes, cuando existían los oficios (hoy solo existen las carreras, aunque no se sepa hacia dónde corremos) había una especie de sindicato vertical que se denominaba “de Artes y Oficios”, y ahí, como en un desastrado cajón de sastre, se metía toda actividad creativa, lo mismo la de un poeta, que la de un esteta, músico, pintor, afilador o paragüero y el mío el primero. Todo entraba y nada salía. Hoy, en la actualidad, el oficio del arte es de parte, y ya no se confunde con el oficio. Puede llegar a ser un oficio del arte, pero lo que hoy se está echando en falta es el arte del oficio.

Media Europa, con empleo sin cubrir de esos mismos oficios, se está apresurando a legislar para atraer gentes, entre propios y foráneos, para trabajar en lo que ya nadie sabe hacerlo. Faltan (EP-8/1) soldadores, fontaneros, electricistas, enfermeros, albañiles, transportistas, carpinteros… La UE ha colgado un gran cartel: Se Buscan Trabajadores, con letras bien gordas y que se vean bien de lejos. No es que los que están no trabajen, ni mucho menos, es que no “ofician” propiamente dicho, claro. Y se han puesto a buscar. Pero resulta que en casa han desaparecido, y fuera casi que no encuentran. Nos estamos dando cuenta que la globalización, con sus hechuras en serie y sus deshechuras en serio, tampoco resuelve el probema que ha creado, que es el buen hacer (saber) del buen oficiar.

En los Países Bajos, los porcentajes de empleos sin cubrir se acrecientan año tras año. Alemania, el motor de la eurozona, ha reducido la burocracia y facilita la homologación de títulos de los oficios que vienen de fuera. Francia está preparando una Ley Migratoria que permita la contratación de inmigrantes y demandantes de asilo que aporten un oficio… España se afana por copiar este sistema con cambios normativos que agilicen la contratación en origen, pues ya sumamos 145.000 vacantes sin cubrir, y sin esperanzas. Pero, claro, ya se sabe, somos el país de las pegas y los peros. También a Italia se le agotan las soluciones, y Bélgica se apresura en implantar un Permiso Único de Trabajo y Residencia, en un solo paquete… Hasta la mismísima República Checa reconoce que se le están agotando oficios con que cubrir empleos.

En tanto en cuando Bruselas empiece a parir iniciativas que afronten la escasez de mano de obra oficializada, o especializada, los países han de apresurarse a legislar e ir tomando posiciones. Cuando terminó la II Guerra Mundial, los países industrialmente más desarrollados empezaron a surtirse de personaal de los menos avanzados. Ellos proveían trabajo y nosotros teníamos esos trabajadores. Ellos necesitaban oficios y a nosotros nos sobraban oficiantes… Pero el desarrollo ha igualado con el rasero a los países europeos. Ahora, en mayor o menor medida, todos padecemos la misma necesidad por la misma necedad. Se nos acaba el artificio por falta de artificieros.

El envejecimiento de la población; la revolución (que no evolución) del mercado laboral; y, naturalmente también, los bajos salarios en algunos sectores básicos, están tras la realidad, ya casi irreversible, cuando no inapelable… Por supuesto, otra razón que ha incidido en este vuelco, es que – por lo menos aquí – hemos priorizado las carreras universitarias sobre los oficios gregarios, por un falso sentido de importancia que termina en impotencia. En este país al menos, siempre hemos querido tener más jefes que indios, y, al final, hasta lo hemos conseguido.

Pero, bueno, sea como fuere, y cómo y aunque hayamos venido a esto, el equilibrio del mercado siempre se encarga de hacer justicia social en compensación, y hoy, un fontanero puede ganar más que un ingeniero. Todo está en la ley de la oferta y la demanda. Y como ya somos europeos, pues eso nos pasa a toda Europa. Aquí, en España, el haber simplificado nuestra ambición desarrollista al turismo, el ladrillo y la agricultura, con que no nos falten camareros ni peones albañiles y agrícolas, parece que lo solucionamos. Sin embargo, no nos engañemos, porque la explotación y el abuso es tan manifiesta, que ya ni de cambiamanteles quieren trabajar (el sector se queja de ello, pero no se paran a mirar la nómina); y los del campo ni te cuento, mientras haya inmigrantes, pateras que los traigan y Ett´s que los mande al barbecho a trabajar el deshecho… para que luego aún nos atrevamos a decir que “vienen a quitarnos nuestro trabajo” sin ningún desparpajo.

Y no tenemos ni la más elemental y básica inteligencia como para recrear aquellas “Escuelas de Oficios” en las que instruirlos y de las que surtirnos. Tenemos cientos de miles de empleos por cubrir en oficios de los que ya no hay profesionales, y sin embargo preferimos echarles a Vox encima y sumarnos a sus burricies, en vez de solucionar dos problemas de una tacada: el suyo y el nuestro… Y encima somos tan miopes y cegatos que no vemos lo más evidente: que detrás nuestro ya no hay nadie que pague nuestras pensiones el día de mañana. Somos tan soberanamente tontos que dá miedo, la verdad..

Antes, cuando las longanizas no se usaban para atar a los perros, los mismos maestros (o patrones) de cada oficio, lo enseñaban a sus aprendices. Erán auténticas fábricas de empleo y trabajo. Hoy no se puede hacer porque ya ni quedan maestros que enseñen ni nadie quiere ser enseñado. Pero todavía podrían importarse, como hemos hecho con los chinos y sus productos… Y ofrecerles la vida digna que ellos no disponen en sus países de orígen a la vez que nos satisfacen en nuestras necesidades… Si la ceguera y el egoísmo aún nos permite ver más allá de nuestras estúpidas narices, claro. La solidaridad no está reñida con el sentido práctico, ni mucho menos Salvo que, naturalmente, seamos tan idiotas como para preferir tirar a la basura nuestra propia supervivencia antes de compartirla con los demás… Capaces somos, desde luego, pero no quiero creerlo.

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

viernes, 20 de enero de 2023

SEMANA EUROPEA DE LA MEDIACIÓN

 DÍA MUNDIAL DE LA MEDIACIÓN

Escuche esta grabación:

CAMBIO DE IMÁGEN

 

(de El Español)

La última y reciente remodelación de nuestro gobierno regional atiende a una necesidad estrictamente política más que social: se echan las elecciones encima y hay que lavarse los bajos, que apestan.

Hay que eliminar en lo posible los rastros más vergonzosos del transfuguismo y compraventa de puestos con que se consiguió el poder en esta comunidad de Murcia. Los restos de Ciudadanos y Vox que delatan tan sucias prácticas.

Solo a eso obedece este movimiento de última hora tomado por un ejecutivo contrahecho y mal parido, que se delataba demasiado… y no por interés de la ciudadanía. Lo que se intenta es un cambio de imagen para la foto de las urnas.

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

jueves, 19 de enero de 2023

ADIÓS, MUY BUENAS.

 


(Imágen de Omnes)

Hemos empezado el año sin el Papa Emérito. Se le ha brindado las exéquias propias sin ser un Jefe de Estado (Vaticano) porque ya no lo era, pero las suficientes como para que todo el mundo le rindiera los honores que merece, o que supuestamente merece, o en aquello que más merece, que no cabe duda que siempre habrá algo. Ahora se ha quedado solo Francisco, sin la sombra, o el condicionamiento, que sin duda lo tuvo, del alemán Ratzinguer, figura que fue, hasta el final, el apoyo, refugio y reflejo de la curia más ortodoxa y recalcitrante del clero católico… Si el que ahora se quede solo vá a sentirse, o a estar, más libre, ya no lo sé, pero me parece a mí, dado lo que hay, que lo vá a seguir teniendo difícil.

Benedicto XVI, el de las zapatillas rojas de Prada, nunca negó ser un tradicionalista de tomo y lomo, y un freno a la necesaria evolución (que él creía revolución) de la Iglesia a la que conducía. En su figura de Gran Inquisidor, que lo fue, se encontraba como pez en el agua, y jamás disimuló, eso es cierto, sus tendencias a lo arcáico, al latín y a lo viejuno, pero también es verdad que intentó, dentro de su condicionada limitación carca, desterrar los vicios de la corrupción y la pederastia en sus prelados. Quizá no lo pudo conseguir por ambas cosas: por representar al sector más protector, disimulador y practicante de esos pecados, y por no ser capaz de dar un golpe de timón a la barca que gobernaba.

Sea como fuere (si fue sincero en ello u oportunista queda a su conciencia) se lo ha llevado a la tumba, y prefirió la comodidad del emeritaje y la influencia del abordaje desde sus plácidos jardines, y que fuera lo que Dios quisiera, que en esto, en su muy alta intelectualidad, siempre supo manejarse con la sutil habilidad de una anguila. Siempre supo hacer responsable a Dios o al Diablo según conviniera… Recuerden, como ejemplo ilustrativo, su visita al campo de exterminio nazi de Austwithz, y sus palabras ante el evidente horror: “Dónde estabas, Señor, cuando sucedía esto?..”, cuando la interpelación lógica y correcta debió haber sido: ¿dónde estaba tu Iglesia, Señor, cuando sucedia esto?. Y es que en esto, como en otras tantas cosas, siempre fue un gran sofista. Al igual que los sofistas griegos, sabía perfectamente cómo plantear preguntas que no tuvieran respuesta, o que, si la tenían, correspondieran a sus intereses intelectuales. Aquellos sofistas eran sobradamente capaces de, a partir de un principio falso, elaborar una prodigiosa construcción lógica, que, entre la negación y la aseveración, siempre hubiera resquicios sutiles para conducir la atención a las respuestas más sorprendentes… Eso mismo es el sofismo: malabarismo puro.

Manuel Vincent, el magnífico columnista, hace un ingenioso paralelismo con el malabarismo que también realizaba – éste con el balón, no con las palabras – otro gran sacerdote de otra gran religión, que igual nos dejó unos días antes que Benedictus: Pelé. Y compara el prodigioso peloteo de uno con el no menos prestigioso parloteo del otro. Y en esto, no le falta razón, pues el fútbol es el otro gran tótem mundial ante el que se arrodillan y hacen sacrificios sus creyentes, y Pelé fue uno de sus máximos pontífices… Porque aquí estamos tratando de religiones, ¿no?, y si analizamos la ortodoxia de sus seguidores, es casi exáctamente la misma. La magia del fútbol y la magia del dogma requieren distintas santerías (equipos) y multitud de oficiantes (jugadores) que mantengan los ritos y las afluencias.

Yo siempre acabo diciendo, y termino reconociendo, que cuando el ser humano fabrica semejantes estructuras es porque tiene necesidad de ellas. Las personas… las personas humanas, claro, necesitan poner su fé en algo que supuestamente los transcienda, sea un santo, un ídolo, un ritual o una competición (deporte). Un gran monolito alrededor del cual cohesionarse y confeccionar la unidad que necesitamos sentir. Un patrono, una patrona, unas siglas, unos colores, un escudo, un himno, una bandera o una procesión; una eterna e inmensa romería que nos eleve sobre nosotros mismos. La cuestión es hacer un algo en común para cobrar fuerza. Ya saben: “la familia que reza unida, permanece unida”.

Y mientras la humanidad siente y se entrega a tales necesidades, existirán los aglutinantes con sus aglutinadores. Todo es cuestión de evolución del pensamiento humano… Jesucristo fue un avatar perteneciente a ese mismo género humano, que nos propuso, precisamente, dar ese salto evolutivo. Pero Él defendía la unidad de ese mismo todo del que cada uno de nosotros formamos parte, con el Padre. Solo nosotros y Dios. Sin intermediarios ni más lugar de encuentro que nuestro propio interior (“busca dentro de tí y habla con Él allí, pues ahí lo encontrarás”).

Pero no estábamos preparados para asumir tal verdad absoluta, y aún nos debatimos en la relatividad, no ya del ser, si no «de ser”… Y entonces entró San Pablo en escena, y, con tal mensaje, una vez debidamente retocado, reformuló y montó una nueva religión en toda regla. Con sus intermediarios, con su camiseta y su canesú, la sacó a paseo, se rewsfrió, y está en la camita con mucho dolor. Porque ya saben lo demás: luego, después, ésta se separó en distintas ópticas: que si los coptos, los protestantes, los luteranos, los ortodoxos o los vayaustedasaber. Y seguimos atándonos y jurando fidelidad a las cadenas que nos afanamos en fabricar alrededor de nuestros gurús y santones. Y a hacernos la guerra entre nosotros.

Y a mí me vale si a ustedes les sirve. Pero no olviden algo que dijo álguien (creo recordar que fué el Dalai Lama) que sabía muy bien lo que decía: “cuánto más tardemos en tirar nuestras muletas, más tarde aprenderemos a andar”… ¿Qué no?. Pues dígame usted entonces si existe otra manera, por favor.

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

miércoles, 18 de enero de 2023

LAS HISTORIAS DE LA HISTORIA

 LA HISTORIA VERDADERA...

https://youtu.be/4ovw_uZM3BM

RUINDAD

 

(de La Casa de mi Tía)

Si es cierto de lo que presume el gobierno recién estrenado el año, de que “Sánchez – tal cual se personaliza – reserva diez mil millones de euros para ayudas contra la inflacción”, así, a brote pronto, a mí me parece algo miserable, ¿no?..

A ver: sacando números, no sé si llega al euro diario por habitante durante todo este año… No obstante, por si me equivoco (lo he sacado con la cuenta de la vieja), que todo puede ser, repasen ustedes sus “mates”, por favor…

Yo soy un lego ignorante, pero pienso que si esa inflacción está sobretodo en la cesta de la compra, lo mejor es vigilar y limitar el precio de los alimentos. Aunque eso joda el negocio recaudativo del Estado…

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

martes, 17 de enero de 2023

LOS TIEMPOS

 

(de MundoPoesía)

Me abordan un par de amigos en las pasadas navidades: “felices pascuas, y un próspero año nuevo”, me dice uno al modo tradicional… “buen presente y mejor futuro”, me dice el otro usando una novedosa (y muy ecléctica) fórmula. Al fin y al cabo, ambas maneras transmiten lo mismo: buenos deseos para el hoy y para el mañana. Pero el segundo, la verdad, es que dá para una buena reflexión, así que, mientras nos liamos sendos cafés, me permito filosofar un poco, aunque se me quede dentro más de lo que, en ese momento, solté. Me permito desarrollarlo aquí, si ustedes me lo permiten, claro.

Lo cierto, si se fijan un poquico, es que se le otorga al presente y al futuro un valor de esperanza, pues ninguno de ambos tiene una existencia real. El futuro, porque aún está por llegar, así que no existe. Y el presente, porque es tan efímero que se convierte en pasado a poco que te descuides. No sabemos lo que vá a pasar dentro de una hora, pero es que, lo que en este mismo momento está ocurriendo, dejó de ser futuro para convertirse en pasado en un tris, así que… Lo único cierto es el pasado, o sea, lo que se ignora en esos buenos deseos formulados es lo que menos podemos ignorar, ya que es lo único real. De hecho, aunque el presente obra el futuro, también es una máquina de fabricar pasado. Será toda la incongruencia que se quiera, pero es así. Digamos entonces que es una aparente incongruencia…

…Pues, aparentemente, el ser humano se está labrando hoy un futuro de grandes logros y ventajas, por un lado; pero el propio ser humano se encarga, a la vez, de jorobar esos logros y de zancadillear esas ventajas, y esos, también aparentes, buenos deseos… Esto es: usamos los tiempos para hacer lo uno y su contrario, y jodernos a nosotros mismos. A lo largo de toda la Historia hemos conseguido grandes avances al mismo tiempo que hemos retrocedido en lo moral. Por ejemplo, apenas descubrimos la reacción nuclear en cadena, destruímos Hiroshima y Nagasaki; y aún tiranos locos, como Putin, se permiten fabricar y amenazar con bombas atómicas…

En verdad, el mundo está amenazado por sus propios inventos e inventores. No somos capaces de dejar el cainismo a un lado y emprender juntos la senda de la solidaridad y la tolerancia. Desde el hacha de sílex de aquél del taparrabos a la bomba H de aquél otro del Enola Gay, nos hemos apuñalado a nosotros mismos. Siguiendo la misma línea del ejemplo, recién en EE.UU. se ha logrado un inmenso paso, que pudiera ser un salto evolutivo para toda la humanidad: me refiero a lo de la Fusión Nuclear. Una energía limpia, no contaminante, barata, pues se necesita menos energía para producirla que la que libera; es prácticamente gratuíta, y además, ilimitada, dado que una minúscula porción de materia se traduce en una fuente incalculable de energía… Los que me siguen, me habrán leído docenas de veces lo del movimiento entrópico del universo, ¿a que sí?, e esa entropía contínua en el estado de la materia y la energía. Pues bien, en eso, y no en otra cosa, se basa la fusión nuclear. Nada se inventa, todo se descubre.

Así que estamos a las puertas de solucionar (casi) todos los males del género de humano… si queremos, claro. De acuerdo. Ahora veremos, con este descubrimiento trascendental en las manos, lo que hacemos. Si utilizamos el sílex para alimentarnos los unos a los otros o para rompernos la crisma esos unos a esos otros, reproduciendo así el ciclo nunca abandonado del uso fratricida de nuestros avances. Primero, acaparar el descubrimiento; segundo, ponerle precio – impuestos – a lo que regala la naturaleza (como se está haciendo con la solar); tercero,usarlo para ejercer el poder y el enriquecimiento de los unos sobre los otros; cuarto, mover guerras por su control, si fuera necesario.

Con lo que la ciencia nos está poniendo en la bandeja de las ofrendas desde que el mundo es mundo, el tal puñetero mundo se habría convertido en un paraíso para el género humano, piénsenlo… Pero todo se está usando para que unos pocos sojuzguen y esclavicen a unos muchos. Desde la producción de alimentos, a la de medicinas, pasando por la de energía. Hasta el agua – que se dice es de todos – ya cotiza en bolsa… Sí, pueden llamarme pesimista, pero no embustero.

Así que, cuando me felicitan el futuro, me pregunto: ¿cuál?.. ¿el que nos estamos labrando en el presente?.. No, gracias, ya me lo conozco del pasado. Einstein establecía que no existía ni el pasado ni el futuro, y que todo era un “presente contínuum”. Pues bien, vale, entonces este solo y único presente nos muestra, inequívocamente además, lo que ha podido ser y no ha sido, y si aún podrá ser lo que debe ser. Porque lo que está siendo, es en lo que nos estamos convirtiendo… ¿Dice usted que no?..

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com