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TORRE-PACHECO, MURCIA, Spain
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...

jueves, 28 de diciembre de 2023

LOS SANTOS INOCENTES

 

Enhorabuena a los que les ha tocado la bien-vendida en publicidad Lotería de Navidad… Ajo y agua para la inmensísima mayoría que ha hecho posible el timo de la estampita, que cada año se repite como el tonto del apaño.

Los números son claros y las matemáticas, como el algodón, no engañan: el paganini del décimo tiene el 0´010% de posibilidades de que le toque el gordo, esto es: el 99´99% de que no le toque.

Con esos mimbres, los santos apoquinantes hacen el truco del mejor negocio de Hacienda, que luego se lleva otro pellizco de lo que cobra por adelantado y paga por atrasado, y que parezca el milagro de la Navidad.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

PERMÍTANME EXPLICARLES

 

(de Unsplash)

Cada vez hay algún lector/lectora que se suma a los que, por mis interpretaciones bíblico-evangélicas, por llamarlas de alguna manera, me hacen saber (cosa que yo agradezco sinceramente cuando lo hacen de forma educada y respetuosa) que se nota que solo me “alimento” de lecturas y libros… digamos “contrarios” a la exégesis religiosa, y de ahí mis “revolucionarias”, cuando no “tendenciosas” teorías y opiniones. Desde luego, nada que objetar en cuanto a que cada cual crea, o no, que mi interpretación de los hechos sea tendenciosa, revolucionaria, o… lo que quieran que sea. No deja de ser una correcta opinión personal.

Pero la alusión a mis fuentes, ya les digo yo (otra cosa es que deseen creerlo o no) que leo desde todas las ópticas, perspectivas y tendencias posibles de todo aquello que me ocupa y me preocupa, o que me importan, y acaban siendo temas recurrentes en mis escritos. Tengo centenas de libros de diferentes estratos y desde distintos ángulos, incluso los opuestos, así pues, pueden culparme de cualquier cosa menos de tendencioso… Y el tema de Jesucristo no me es en absoluto ajeno como para analizarlo desde un solo punto de vista. Son muchas docenas los de tema religioso y orígenes históricos que pueblan mis estanterías.

Pero sobre la figura central de Jesús, puedo decirles que los tres últimos que, en corto tiempo, han pasado por mis entendederas, van desde “La Historia desconocida de Jesús de Nazaret”, de Luís Miguel Sánchez Tostado, a “Últimas noticias de Jesús”, de José María Zavala, pasando por “La No muerte de Jesús”, de José Hernández Mondéjar… O sea, desde una versión documentadísima, a una absolutamente ortodoxa, pasando por una libre y desenfadada preñada de lógica pura. Esto es: todas las tendencias, y alguna más…

Por lo tanto, tan puedo ser tendencioso de todas las tendencias como de ninguna, aunque luego me incline por unas o por otras, o por la mezcla de varias a la vez… La cosa funciona de la siguiente manera: yo me meto entre sien y sien lo uno y su contrario, y lo que caiga. Vale. En la mente se produce una alquimia que, una vez asimilada, destila un razonamiento acorde con mi personal sentido de lógica (verán que evito nombrar a un sentido común que cada vez es menos común fuera de tal sentido). Y esto es un mecanismo intelectual que funciona en todas y cada una de las personas con capacidad de pensar racionalmente. Si algún alguien quiere completar o modificar esta definición, se lo agradeceré en lo que vale, pues toda aportación sincera sobre el particular es bienvenida.

Pero ese método libera el pensamiento. Si uno obliga al cerebro a analizar distintas opciones posibles, está haciéndolo ejercitar la relatividad sobre la tendenciosidad. Lo más parecido a la verdad está entre la comparación de teorías divergentes, o, simplemente, distintas. No existe el librepensamiento cuando el pensamiento está monocanalizado, monoalimentado, monodirigido y monopolizado… Lamentablemente, esto se da cada vez más en política, en religión, o en otras ideas sociales, y lo estamos viendo en las calles, en las redes, y en todos los medios de manifestación pública… Precisamente lo que yo busco es todo lo opuesto y contrario a esa, sí que sí, tendenciosidad. No quisiera ser víctima de su uso.

El fín último que se busca es, precisamente, el libre ejercicio de la racionalidad. Por ejemplo: que cuando me encuentro en uno de los Evangelios el pasaje en que Jesús increpa a Tomás por su incredulidad en su resurrección (o no muerte) con un “mira mis manos”, uno se pregunta con toda la lógica y sentido común del raciocinio: ¿no debería decir “mira mis muñecas”?.. pues sobradamente sabido es que una crucifixión sujeta el cuerpo por la resistencia ejercida por los huesos de las muñecas, no de las manos, algo que la anatomía científica rectificó a los imagineros hace siglos…

Que Jesús cayera en ese “error” tan básico no es creíble (sí a la gente de pasados siglos, pero no en la actualidad) y eso hace que uno se replantee al menos un par de cosas: o es una transpolación falsa, o, simplemente, que tal pasaje es inventado… Existen muchas situaciones en los evangelios en las que uno no tiene más remedio que preguntarse: ¿y quién estaba allí para contar lo que cuenta?.. ¿cómo lo recoge un autor no testigo de los hechos y escrito casi dos siglos después?.. Y aquí solo hay una respuesta: se tiene que creer así porque es un dogma obligatorio para todo aquel que se considere creyente.

…¿Pero creyente en qué?.. Yo soy creyente de la lógica, del razonamiento, del sentido común, y del conocimiento revalidado por varias disciplinas… Y entonces, a esa Iglesia, a esa Religión, le pedimos alguna evidencia razonable, y esa Institución nos pone los milagros y los portentos como toda prueba, ¡gente de poca fé!.. y puede que lleve razón, porque, al menos este pobre humano, ha de necesitar una fé en los milagros, no en Él, para poder creerlo. Y como no tengo fe en los portentos, ni en los milagros, ni en la magia ni en la taumaturgia, pues, acabáramos, tengo un problema: si no me convence por los prodigios, porque no me fío de ellos, entonces, según esos ellos, yo tampoco soy de fiar.

Y con esa tal consecuencia se me juzga… Pero miren ustedes, yo tengo la fé del conocimiento, en la sabiduría de la razón, en el entendimiento – que es entender, no creer – y en todo aquello que yo pueda comprender; pero no en lo que se me ordene creer a piés juntillas, no sé si me explico… ¡Ah, ya caigo..!, todo eso en que yo creo es precisamente la “dote” que el demonio dio a Eva para todo el género humano a través del jodío manzano. Ergo, el conocimiento es diabólico, y la santa ignorancia es sagrada y con marchamo de garantía para el cielo.

Por lo que, llegados a este punto, habré de contestar a los del primer párrafo, que si es a esa mala influencia a la que se refieren, la de cocerlo todo en el pote para poder conocerlo – o mejor, re-conocerlo – , y luego pensar por mí mismo, según mi otorgado libre albedrío, entonces, claro, sí, me considero reo de tal culpa.

Tan solo ruego el descargo en mi defensa de que no intento, ni deseo, ni es mi voluntad, el convencer a nadie de nada (ya me han llegado a decir que soy “comisionista del diablo»)… Ni a mí lograron catequizarme ni yo voy a catequizar a nadie, faltaría más… Tan solo me permito abanderar mi derecho a opinar libremente, y a expresar lo que supone mi fe verdadera. Nada más, solo eso. Espero y confío que nadie se sienta molesto y ofendido por ello, ya que tampoco yo me ofendo ni me molesto por lo que opinen de mí… Muchas gracias.-

Miguel Galindo Sánchez / info@escriburgo.com / www.escriburgo.com

miércoles, 27 de diciembre de 2023

PATÉTICO

 

(de Onda Cero)

El espíritu navideño ha logrado que Sánchez y Feijóo acuerden que la UE medie para renovar el CGPJ… Por fin la luz al final del túnel, con un retraso de cinco años. Vergonzoso.

Ha sido a propuesta del líder del PP, para que, el cambio en la dirección de la judicatura, por cierto que con una mayoría conservadora, sea con la intervención directa de las autoridades europeas.

Eso mismo podían haberlo decidido antes, pues para tal viaje no se necesitan alforjas… Es más, que lo dejen en manos de los tribunales de la CE, y mejor nos irá a todos. Esto solo demuestra nuestra manifiesta incapacidad.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

martes, 26 de diciembre de 2023

MÁS SOBRE "PREGUNTARSE"

 


(de Ethic)

Nunca deja uno de sorprenderse… Cuando escribí el “PREGÚNTENSE”, creía que el tema iba a resultar inhóspito para la inmensa mayoría de los que me leen. Cuando pasó del bolígrafo a la tecla y le di largas, pensé que, salvo los cuatro habituales, pocos podrían haberse sentido enganchados por su contenido… Sin embargo, digamos que “un algo más que la media” se interesaron, y unos cuantos de ellos me rogaron que, en lo posible, lo ampliara a un segundo; y que si podía dar más información sobre ese propósito personal del que hablaba.

…Pues voy a intentarlo, pero la verdad es que no hay mucho más que decir, aunque sí que sentir. No existe – o yo no lo conozco – otro método que el de dos pasos: el primero y más importante de todos, claro, es el de creérselo, o, al menos, concederle tal tal posibilidad de que aquí no venimos y estamos para nada; y el segundo, simplemente, es parar el tráfago de nuestra vida y preguntarnos eso mismo: ¿qué puñeta he venido a hacer yo aquí?..

Que uno descubra el sentido de su vida o no, es solo parte del propósito. Antes o después aparecen las señales de invitación a parar y sentarse tranquilamente… ¿Quién no se ha hecho esa pregunta alguna vez en su vida?.. Muchos la descubren en su recta final, o no llegan a descubrirlo nunca, aunque yo, personalmente, creo que todos tenemos un tiempo para cada cosa y una oportunidad para todo. Y que eso forma parte de la dotación del ser humano.

Naturalmente, otra cosa es que queramos creerlo, y, por lo tanto, concedérnoslo. Es nuestro libre albedrío personal de cada uno. En ese kit de ser humano se nos incluyó para todos y cada uno de nosotros… Eso quiere decir que al abrir nuestra mente o cerrarla a cal y canto, entre otras muchas cosas, obedece exclusivamente a nuestra voluntad. El “yo soy así” es incorrecto, y un tremendo error: lo correcto es “yo soy como quiero ser”, pues nos formamos a nosotros mismos.

Y es precisamente por ese preciso y precioso detalle por lo que el objetivo se pueda, o no se pueda, cumplir en su totalidad, o en parte, o en nada…Una de las cosas que más me preguntaban, casualmente, o causalmente, era lo que yo quise omitir en mi anterior, porque pensé que iba a embarullar un artículo desviándolo de su tema principal. Pero está claro que, en la vida y en el mundo, todo, absolutamente todo, está relacionado, y más pronto que tarde sale a colación.

La secuencia es lógica: venimos (nacemos) a esta realidad con un propósito. Vale. Lo primero es planteárselo otorgándole una base de posibilidad… De acuerdo, se la otorgo, es de sentido común que así sea o pueda ser. Bien. Pues ahora lo que sigue es Qué, o Quién, y Dónde, y Cuándo, se establece ese propósito, así como las condiciones en que desarrollarlo. La pregunta del millón.

Me voy a arriesgar a lo que no quise aclarar en el otro de antes, no tengo otra salida, así que lo diré con todas las consecuencias… intelectuales, que sé que va a tener mi planteamiento. Y miren, yo creo que ¿Quién?, pues nosotros mismos, cada cual. ¿Dónde?, en el impasse entre dos vidas, o dos muertes, o lo que cada uno quiera entender por vida y por muerte; ¿Cuándo?, pues cuando establezcamos estar en disposición de hacerlo; ¿Para qué?,. para poder seguir evolucionando en una creación ad eternum.

Aquí, en este punto, yo les aconsejaría una de tres opciones: seguir leyendo; parar y meditar un poco antes de seguir; o parar del todo y tirar este texto a la papelera… Nadie, absolutamente nadie, está obligado a creer en nada de esto ni de otra cosa. Pueden seguir creyendo en la teoría del cielo y del infierno, o decidir no tomarse nada en serio (recuerden que están dotados de libertad y voluntad). Pero tampoco está obligado a silenciar su voz interna, ese sutil y discreto “sexto sentido”, ese “algo me dice que…”, ese “¿y si acaso?”…

Si atendemos a esto último, entonces quizá tenga que aclararles que se olviden de la mecánica de la “Re-encarnación”, y que piensen en la más simple, básica y elemental encarnación. En que solo tenemos una sola y única “existencia” que se prolonga eternamente, o indefinidamente por lo menos, y cuyo objetivo final es volver a la fuente de dónde manamos (llámenla con el nombre que quieran)… Y lo que llamamos “vidas” tradúzcanlo mejor por “etapas”, también infinitas en número, hasta lograr el Propósito Final.

Entre nacimiento y nacimiento, desprovistos de la mentalidad material, en alma descarnada, examinamos, a la luz del espíritu, nuestra situación, exentos de emociones,, con serenidad, sin traumas ni ataduras humanas; y diseñamos nuestra siguiente encarnadura punto por punto… Por supuesto, se nos borra el disco “de vida”, no el “de existencia”, para no hacernos trampa a nosotros mismos. Es la única manera de que seamos absoluta y totalmente responsables de lo que obremos o dejemos de obrar. Solo debemos reconocer la existencia de la ley de Causa y Efecto. Nada más.

No sé, ni puedo, expresarlo de otra forma más clara y directa en tan poco espacio y con tan poco tiempo… Espero haber sido útil a los que me han pedido esta segunda parte de este controvertido tema. Y a los que no, pues confío que sepan disculparme y sean benignos con su juicio. Cuento con que siempre tendré aquellos “nahualt´s” que me acompañan en el camino para azotarme, mortificarme, combatirme y ponérmelo difícil. Forma parte del propio Plan…

Me consta que mi proximidad a la báscula de Anubis está mucho más cerca que lejos, es lógico por edad y otros achaques… Y sé que ponerme a escribir sobre esto es un atrevimiento por mi parte, pero es que no es así del todo tampoco. Para mí, esté mi cuaderno de vida lleno o vacío, es una liberación. Como cuando la conciencia traspasa el peso que soporta a la consciencia… Mismamente.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

lunes, 25 de diciembre de 2023

LAS PELOTAS

 

Se han acabado, hasta el año que viene si Zeus quiere, la sarta de pueblos hacedores de «pelotas«… Que si Patiño, que si Pozo Estrecho, que si todos los lugares de comer de plato del día, que si…

Yo creo, y ustedes me perdonen, que todo lo popular y gratis lo ensalzamos a niveles inadecuados… Ya saben: las de mi pueblo, las mejores del mundo mundial, faltaría más tío Nicolás…

Pero luego está una realidad que no se corresponde a lo que son «de interés cultural«, regional, o local, o tal y cual… Para mí, y es una opinión personal, como las pelotas de mi cuñada, o de mi mujer, que se aparten las «made in«. Enfín…

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / info@escriburgo.com

jueves, 21 de diciembre de 2023

FANTASÍAS REALES

 

(de Masfe)

El único recuerdo que me quedó de mi Primera Comunión, hace mil años, allá por el cretáceo, aparte del chocolate para una docena y la mendicidad de la estampita (Recordatorio) fué, curiosamente, una mínima parte de aquella Catequesis preparatoria, antediluviana, a la que se nos sometía entre la impartida en la escuela y las esporádicas – más de tipo práctico y protocolario – con el cura en la sacristía… La última de todas era como una especie de la “pesada del alma por Osiris”, como un examen final y repaso de no sé qué…

Y esa escasa parte que se quedó conmigo fue tan solo que un par de cosas: lo de que estuviésemos hechos a imagen y semejanza de Dios; y que ese Dios estuviera en todo momento en todas partes (Catecismo Ripalda). El resto quedó borrado, una vez disfrazado de Caballero de Calatrava, con una cruz roja que me ocupaba todo el escaso pecho, y la mise in scene… No me pregunten el por qué de tan corta y selectiva concisión, pues no lo sé. Pero, a partir de ahí, me dio por pensar, repetitivamente, en esos casos y en cómo podía ser posible eso.

Y empecé a imaginarme a Dios como un ser inmenso e inconmensurable, dentro del cual, en su inabarcable cuerpo, estaban incluidos los nuestros. El mío también, claro… Era la única explicación lógica más a mano para que pudiera estar en todas partes, y que nosotros estuviéramos hechos, si no ya a imagen, sí que a su semejanza, ya que nuestros elementos orgánicos formaban parte de Él… Por supuesto que aquel recurrente pensamiento, que ya nunca me abandonó, no se me ocurrió compartirlo con nadie, ni siquiera con los más próximos y dignos de confianza. En aquella lejana época no estaban los tiempos ni las personas como para exponerse a un exorcismo.

Un milenio después, se supo a través de la ciencia, naturalmente, que el espacio llamado “vacío” es muy superior al que ocupa lo que entendemos como “materia”. Tanto en el universo como en nuestros propios cuerpos, como incluso dentro de los más densos, como puede ser el de una piedra… El microscópico electrónico pudo entrar en el interior de las cosas y comprobar que los átomos que componen nuestras células bailan en un espacio aparentemente vacío entre ellos, e incluso dentro de ellos mismos, una vez se demostró la propia descomposición atómica… Acojonante física ésta, óigan.

Esto es: que si pudiéramos entrar en imaginación y consciencia dentro de nosotros mismos a nivel de ese mismo microscopio electrónico, nos descubriríamos como un vasto universo interior, donde nuestras propias células distan las unas de las otras grandes espacios vacíos, y donde esas aparentes acumulaciones celulares que forman nuestros órganos y tejidos aparecen como las nebulosas de estrellas y galaxias que nosotros mismos vemos en el cielo nocturno cuando levantamos la vista… O sea, estamos tan aparentemente vacíos por dentro como lo está el universo que nos contiene, a nuestros ojos; o el universo es que está tan aparentemente apretado y denso como a nosotros nos parece que está nuestro cuerpo.

La cuestión es que, si extendemos el paralelismo de la fantasía que yo tenía de crío sobre el “cuerpo” de Dios comparativamente al nuestro, nosotros seríamos los “Dioses” de nuestras propias células, en el caso, por supuesto, de que nuestras células tuvieran algún tipo de conciencia de sí mismas y capacidad, aún elemental, de pensar… Y justo esto también – se lo juro a ustedes por Tutatis – pensaba yo entonces. Una simple regla de tres de las que, ya entonces, también nos enseñaban en la escuela, y que yo asociaba (la regla de tres, digo) a la matemática hecha lógica: esto es a lo otro, ergo lo otro está directamente relacionado con esto (Pido perdón a mi amigo Juanba, de “mates”, por mi atrevimiento), pero es que Dios es matemática pura, pura lógica hecha de números… o por números.

Pero estiremos aquella “fantasía” de zagal a hoy: Einstein advertía sobre nuestro error de pensamiento al aplicarlo al concepto de espacio… decía que cuando pensamos en ese espacio lo imaginamos dentro de algo, como de una caja, por ejemplo. Una caja donde se meten cosas que van ocupando su espacio hasta llenarlo. Una equivocación, pues limitamos un espacio cuando el espacio no tiene límites. De hecho, las propias “cosas” con que “llenamos” la “caja” también están repletas de su propio espacio interno en su materialidad. Hasta el propio átomo contiene espacios entre sus protones, neutrones, etc…

Mi idea de Dios infantil, mi fantasía si así lo quieren, iba tomando forma… Y hablar de “forma” también es un decir, pues con tanto espacio entre la “materia visible”, lo de la “forma” es más una percepción de nuestros sentidos que una realidad manifiesta. Otra fantasía más que tomamos como real sin serlo. (El budismo tiene razón, y lo digo de paso porque viene al caso)… que todo lo creado está relacionado y contenido en sí mismo, y que, naturalmente, tan formamos parte de ese Dios como ese Dios forma parte de nosotros. En idéntica proporción y manera… “quod pro quod” que diría el legislador romano.

Pero queda suelto lo de esos “espacios” de los que tanto he hablado… Y no sé si podríamos tratarlos como “vacíos”, pues no es, no son, otra cosa que energía en movimiento continuo, creando y descreándose a sí misma y en sí misma, y por sí misma; muriendo como energía para nacer como materia, y muriendo como materia para re-nacer como energía… ¿les suena en algo a nuestro propio nacimiento y muerte?.. ¿morimos y nacemos en lo que llamamos (que no conocemos) por Dios?.. ¿No será la famosa por equivocada “Muerte de Dios” de la que hablaba Niestze, y que las iglesias tergiversaron para que no la entendiéramos?..

Cada cual ande sus propios caminos y “fantasías”; viva en ellas y con ellas; y puede que nos lleven al mismo sitio y lugar del que partimos todos. No las desprecien ni las minusvaloren. Existe un mecanismo universal suelto por ahí que se llama Sincronicidad, y que nos puede ser tremendamente útil si andamos atentos nuestra senda… Suele aparecer cuando menos te lo esperas, muchas veces a corto plazo, en horas, en días o semanas; a veces en meses o años, varias veces en la ida. Y el caso es que está a nuestro servicio, no nosotros al suyo, para lo poco que la usamos… Una lástima.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

miércoles, 20 de diciembre de 2023

NO SE EQUIVOQUEN



                                                                      (de MurciaPlaza)

De la prensa: “Los hospitales de la región suman más de cuarenta denuncias por negligencias”… pero no se confundan ustedes: no tienen culpa los profesionales, sino la administración la que es negligente, y no inteligente.

Si fuera lista, vería que le cuesta más las indemnizaciones que el aumento de medios y plantilla… La mala praxis viene de la sobrecarga, y la responsable es la consejería política.

Por mi edad soy un usuario reticente a mi pesar, y puedo dar fé de ello con ejemplos concretos. Donde habían cuatro, hay dos, y donde habían dos, hay uno… o ninguno.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.cominfo@escriburgo.com  

martes, 19 de diciembre de 2023

PREGÚNTENSE

 


(de Medium)

Permítanme empezar éste de hoy con una pregunta: ¿saben que todos nacemos a esta realidad con un propósito de vida pre-establecido?.. Uno contestarán que no; otros que ni se lo habían planteado; otros dirán que ni les importa; o que no venga ahora a comerles el coco; y quizá alguno dirá que, por alguna ignora razón, lo habían intuido, y que, en algún momento de su existencia, se lo han preguntado… Pues bien, independientemente de que me crean o no, he de decirles que es una certeza universal e ineludible, y a la que, seamos conscientes o no, todos estamos atados. Tanto a nivel general, como sociedad, como a nivel particular, como personas. La dimensión social solo se logrará cuando lo descubramos individualmente.

La premisa explícita en el alma, en el yo-soy (no confundir con el ego) es superarnos nosotros mismos a fin de evolucionar. Nacemos con una serie de defectos y limitaciones arrastrados de un pasado ilimitado, y con un programa específico que hemos de encarar conforme al nivel de cada cual… No quiero aquí (ya lo he abordado en otros artículos) entretenerlos en Qué, o Quién, dispone ese plan personal para cada uno, para no desviarme del tema. Eso ahora no debe importarnos. Pero el caso es que es así: nacemos a este mundo con el objetivo de marcharnos de él mejores que como vinimos, ya que nada acaba, sino que todo sigue…

Lo que ocurres es que la educación que recibimos: familiar, escolar, social, religiosa, etc. no solo no ayuda a descubrir ese propósito, sino que, por el contrario, emborrona, oculta y dificulta ese mapa de pruebas cuyo objetivo es el superarlo en un forcejeo continuo con las adversidades, las felicidades, y, por supuesto, siempre con y contra uno mismo. Una de las metáforas que encontramos en La Biblia, es lo de la Escalera de Jacob, por la que éste sueña que suben y bajan ángeles (almas) y donde encuentra a un ángel (su ángel / su alma) con el que ha de luchar y vencerlo para poder seguir su camino. La imagen de la escala por la que se sube y se baja y la lucha con la propia alma para seguir avanzando es clara.

La moderna y actual física quántica lo explicaría de otra manera, pero no voy a meterles por esos andurriales… La cuestión en la que deberíamos centrarnos es en tener claro ese Propósito, ese objetivo, esa misión que traemos con nosotros. Y no ya el detalle de cada prueba que nos aguarda, que eso es de seres muy evolucionados, pero sí al menos en que hemos de vivir nuestra vida despiertos, no dormidos, no como “a mí me vale, déjame en paz” (he aquí su torcido significado), sino atentos y vigilantes, sin perder de vista ese propósito que nos marca el camino… Situaciones, relaciones, personas, uniones, separaciones, pérdidas, experiencias, sentimientos que hemos de superar y nunca, jamás, por los que dejarnos dominar… abrir nuestra mente a cada ocasión propicia, apreciar lo positivo de lo negativo; aprender cada lección de vida…

Los que han leído a Carlos Castaneda recordarán lo que los chamanes mexicanos llaman “Nahualt”: todos tenemos nuestros propios enemigos, nuestros demonios y contrarios, aquellos que nos combaten. Son nuestros nahualts, pero no hemos de verlos como tales enemigos, sino como colaboradores necesarios que nos ayudan a superar las pruebas y a mejorarnos a nosotros mismos… Podríamos poner cientos de sucedidos, miles de ejemplos, y no habría espacio suficiente para definirlos. Pero es la mecánica la que funciona, tanto para los más pobres como para los más ricos. La tragedia no se mide por el hecho en sí, sino por cómo y en qué disposición se recibe. A un clase media se le rompe un grifo y le supone una catástrofe; se le rompe a un chabolista y tan solo es una molestia…

Todos nacemos deficientes de algo, y todos, por lo tanto, habremos de superar esos algos… El mayor suicidio anímico que existe en una persona son las frases de renuncia y rendición: “yo soy como soy”, “no puedo cambiar”; “o me tomáis o me dejáis”; “esto es lo que hay”… Y es destructivo por una triple razón: porque se niega a ayudarse y a que lo ayuden; porque la ayuda que exigen, no piden, es que les den la razón; y porque nadie puede ayudarlos así, sin perjudicarse a sí mismo y a quiénes intentan ayudarle… Esto es una norma en psicología, pero en el sistema evolutivo personal lo es todo, absolutamente todo.

Llegados aquí, a este punto preciso y precioso, podemos volver al principio, rehacernos la misma pregunta con que empezamos este escrito, y ubicarnos conscientemente en cualquiera de las posibles posiciones descritas en ese primer párrafo.. ¿Dónde nos situamos?: o no lo sabemos, o sí lo sabemos, o no queremos saberlo… O actuamos, o no actuamos, o no deseamos actuar… ¿Y cómo leshes se hace esto, a ver, tío listo?..

No existe la misma respuesta para todas las personas, ¡ojalá fuera así de fácil!, pero entonces todos seríamos todos clones de todos, y ya lo somos lo suficiente… A mí me vale la de “estar dispuestos a cambiar, si fuera necesario”, pero no tiene por qué valerle a los demás. A veces la existencia (no confundir con la vida) nos pone pistas en el camino: nos sentimos instintivamente empujados a algo; somos muy sensibles a concretas sincronicidades; tenemos ciertas más o menos irresistibles tendencias; nos sentimos atraídos por ciertas lecturas, ideas, casos o cosas… son como señales de senderismo en el camino para ser interpretadas por cada cual que lo anda.

Todos conocemos a personas que quieren ser dichosas a toda costa, como las ue quieren ser desgraciadas muy a pesar suyo. Circuitos enfermizos que acaban con la autodestrucción de los individuos y el daño considerable a los que se dejan captar en su órbita. Van en contra de la evolución universal. Nada en contra de una ley cósmica… Tú no conocerás esas leyes, pero ellas sí que te conocen a ti, y por eso les da igual que creas o no creas en ellas, puesto que todos jugamos en el mismo tablero de la Oca. Cada cual con sus propias fichas, pero todos con las mismas reglas.

¿Cuál es su propósito de vida?. Pregúntese. Quizá no lo sepan, pero deben saber lo que no saben. Es el mínimo imprescindible. Porque hay una cosa más importante que saberlo, y es ponerse en situación de búsqueda… Miren ustedes, lo importante no es el camino, lo importante es el caminar. Nuestro destino no es parar, sino andar siempre, siempre, y no dejar que los muertos nos entierren a nosotros como a sus propios muertos.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / info@escriburgo.com / www.escriburgo.com

SER Y ESTAR

 

(de Tandem)

Se puede ESTAR sin SER, pero no se puede ser sin estar, le digo a algún alguien; y ese alguien me contesta: “ya lo creo, yo conozco algunas personas que son, pero nunca parecen estar”.

Tras pensarlo un momento, le contesto que no, que siempre están en alguna parte, aunque aparentemente no estén donde creemos que están.

Lo que sí hay muchos – sigo – es de los que están, cierto, pero no son… Y eso se debe a que la gente se preocupa mucho de estar en todos los circos y no tiene tiempo para estar en sí mismo, y por eso nunca llegan a ser… “Déjame que me sitúe, a ver si soy capaz”, me contesta él…

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com