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TORRE-PACHECO, MURCIA, Spain
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...

viernes, 22 de febrero de 2019

El Mirador 22 de febrero 2019 "CONFESION TERMINI"

jueves, 21 de febrero de 2019

EL PROPÓSITO /2/



En uno de mis programas radiofónicos a que dan lugar estos escritos de hace unas semanas, concretamente el correspondiente a El Propósito, un seguidor y amigo, intentó contactar conmigo a través de la emisora, en el espacio en que mis más o menos habituales opinaban sobre el artículo, sin lograr conseguirlo. Así que optó por enviarme un mensaje de voz a mi móvil con su parecer, que se lo agradezco en lo que vale, y al que intenté corresponder con un, quizá que insuficiente, escueto whatshaps, ya que aún no sé manejar lo de los mensajes hablados – lo confieso – pues soy un inepto en nuevas tecnologías. Pero como lo que él planteaba es lo suficientemente interesante como para poder ser compartido con ustedes, y encima creo que le debo esto, pues miren lo que les digo… que aquí vá…

            Planteaba esta persona amiga, que ese Propósito en el que yo quería encajar las normales experiencias que todo ser humano vive en mayor o menor intensidad (me remito al artículo) que, al no encontrarle una explicación plausible, quizá por eso solemos callarlas y olvidarlas, puede que obedecieran a un propósito, a un por qué, a una causa u objetivo al que tendemos aún de forma y manera inconsciente , o mejor, subconsciente  … “Pudiera ser – alegaba - que la herramienta para encontrar tal sentido, fuera la fé”. Que el camino natural más a mano que tiene el hombre fuese esa fé, aparte, claro, lo que cada cual entienda por fé… “Al fin y al cabo – me decía – el concepto clásico de fé es creer aquello que se intuye pero que no se puede explicar”, y que, de hecho, de eso mismo se trata.

            Como enunciado resulta impecable, y no deja de ser verdad en su desarrollo. Cierto. Lo que pasa es que la fe, que en definitiva es la confianza en algo superior, si es dogmática, es coactiva, y entonces deja de ser fe para ser otra cosa. La fé es personal, y por lo tanto intransferible, y ha de encontrar cada uno la suya. “Buscad y (la) hallaréis”, fue dicho, o también se dijo “No busquéis a Dios fuera, si no dentro de vosotros”. La fé transmitida es costumbre, tradición, rito, pero no es fé; y la fé dirigida es órden, mandato, disciplina, imposición, pero tampoco es fé. Son fes en las que si no crees salen a relucir el pecado y la culpa. Existe la fe natural de las personas y en las personas, al igual que existe la fé buscada y encontrada, trabajada e interiorizada, pero ninguna de ellas se basa en dogmas. De hecho, una fé dogmática, trufada de amenazas, chantajes y condenas es la anti-fé.

            Lo que pasa, y yo lo entiendo, no crean, es que los seres humanos, durante milenios, hemos sido catequizados por las religiones y sus normas establecidas. Incluso unas religiones son herederas de otras, como el Cristianismo viene del Judaísmo. Y es un peso que se soporta durante cientos de generaciones, y eso condiciona nuestras respuestas, y nuestra forma de ver las cosas. Pero una religión no es una ciencia, sino una creencia… Y, sin embargo, la fe, la legítima, la auténtica, sobrepasa las creencias. A veces, la creencia ha de someterse a la ciencia. En 1.951, por ejemplo, la Iglesia Católica admitió que la teoría de Hawkings sobre su Bing-Bang muy bien pudo ser la creación del mundo. Anteriormente en el tiempo ya tuvo que inclinar sus creencias ante la ciencia de Galileo, de Copérnico, de Servet, de Darwin, de Hubble… y de un laaaargo etcétera. Los caminos hacia la explicación de Dios son infinitos, pero la ciencia siempre será más segura que la creencia. Y en eso sí que creo…

            La visión de mi amigo, al fin y al cabo, es paralela a este razonamiento. ¿El Catecismo, o el Método?.. En ese puñetero artículo de referencia se planteaba el viejo enigma de la humanidad: ¿qué somos, de dónde venimos, a dónde vamos..?, pero reducido a nivel personal de cada quisque: ¿qué hago yo aquí, porqué y para qué?.. Ese era el propósito de mi Propósito, y no otro. No me lo planteaba entonces, ni lo hago ahora, desde ningún punto filosófico, ni religioso, ni científico, si bien me apoyaba en la psicología desarrollada por Sigmund Froïd y su discípulo Frank Young, pero solo como hilo conductor de lo que ya es conocido, probado y aprobado como ciencia. Más allá, ni entraba, ni entro…

            Para mí, personalmente, claro, veo a Dios actuar en el Bosón de Higgs, convirtiendo la energía en materia, por ejemplo; o en el principio de incertidumbre de la física quántica; o en la entropía del universo; o en la ley de causa y efecto… que siempre nos conduce, precisamente, a un propósito… Pero lo veo de forma cabalmente distinta, racionalmente diferente, incluso en ciertos aspectos, frontalmente opuesta, a la visión estereotipada de la religión, que la reviste de falsedades para justificarse a sí misma… Pero eso es todo.-

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php

viernes, 15 de febrero de 2019

El Mirador 15 de febrero 2019 "DIOS Y HAWKINGS"

jueves, 14 de febrero de 2019

CONFESIÓN TÉRMINI



Hay mucha mies que cosechar, pero los brazos son pocos”… es una frase del Evangelio. Pero, por alguna causa que yo ignoro, se me pegó a la piel al nacer, y la he llevado como el jamón lleva su marchamo. Antes de que me catequizasen para ninguna religión, dogma o creencia, sin saber por qué ni para qué, ha sido como algo que ha impulsado mi vida, aún sin proponérmelo. Créanlo. Los compromisos y responsabilidades que he asumido a lo largo de mi existencia (el trabajo del que he comido, aparte) han sido tan múltiples como diversos y variados. Yo mismo no me creo la cantidad de asuntos que me he echado a las espaldas para llevar a cabo. Y no quiero que nadie piense que deseo presumir de nada que no sea de tonto útil de pata negra. Solo lo cito para ya tratar de trazar el final del camino, y, compartiéndolo con ustedes, que me hacen el honor de seguirme y soportarme, y también para ver de entenderme a mí mismo..

                De todas esas faenas, muchas y surtidas como digo, solo dos me acompañaron tras el paso de mi Rubicón – de mi jubilación – y con ambas me quedé enganchado, yo a ellas, y ellas a mí, como asuntos por terminar, o, al menos, por determinar (por favor, no me pregunten, insisto, en lo de todas estas escrituriales, pues no tengo ni zorra idea), . Lo de estas escrituriales no cuentan como “trabajos de Hércules” alguno, porque es un entretenimiento, un juego, un divertimento, o como una medicina para mi exclusivo uso personal que hago extensiva a los demás que la necesiten de su lectura… No, esto no cuenta, estoy hablando de otros “trabajos” que, de alguna forma y manera, andan pegados al culo de mi alma como pendientes de terminar, como mies aún por segar, o de explorar, o de experimentar, o de concluir, o de qué puñetas sé…  Quizá alguno de ustedes tenga esa sensación en la recta final de su vida, y puede que lleguen a entenderme, no sé…

                Una es la que heredé por acabar, tras mis 20 años de Juez de Paz mediando entre la gente de mi pueblo, sin ser más que un mediador de fortuna, claro. La Mediación Profesional es un mandato de la propia Humanidad para con las personas. Recogido por la propia ONU en 1.947 – precisamente cuando yo nací –  extendido por todo el mundo, recogido por la UE para sus países miembros, y absurdamente aún desconocida en España en todo su potencial y necesidad. El Consejo General del Poder Judicial ha emprendido ese quehacer, pero, ya saben, “la mies es mucha, y…”. Hay que formarlos, organizarlos, asociarlos, dotarlos de herramientas forjadas por unos pioneros a las que hay que actualizar y perfeccionar, sin juzgarlas, pues somos Mediadores, no jueces. Y en ese charco ando metido. No me queda mucho tiempo ya, pero entra en lo posible, al menos, para que el camino lo sigan otros. Una vez puesto en marcha el proyecto, me retiraré a mis cuarteles de invierno, lo prometo, y…addío.

                Y la otra cosa tiene que ver con la Fundación Entorno Slow, comprometida en tratar y recuperar a víctimas de las drogadicciones, con la que colaboré en su día en levantar el proyecto Valderas, con el que me siento en deuda moral como para re-vincularme a él el resto de mi vida útil. Sería como una especie de vuelta a casa por necesidad, sin el turrón y la música de la navidad y sin anuncio en que vender nada a nadie. Tan solo un lugar donde, tras dejar docenas de hombros echados y proyectos iniciados, siga siendo válida mi ya débil y limitada aportación y disposición, hasta que se agote mi capacidad de poder ser útil. Las colaboraciones que merecen la pena son aquellas que alargan la vida alimentando la conciencia, ¿saben ustedes?.. Y la magra paga es plenamente satisfactoria, se lo puedo asegurar sin miedo a equivocarme.

                No quiero con esto marcar ninguna guía de nada para nadie, pues cada uno ha de andar sus propios caminos y descubrir sus propias veredas con sus propias albarcas. Ni mucho menos presumir de valores que carecen de valor, pues unos opinarán que es una heroicidad (demasiados falsos ídolos y héroes fabricamos) y otros, sin faltarles un ápices de razón, que son  ganas idiotas de complicarse la vida. Y, lo cierto, es que ni lo uno ni lo otro. Ante la cortedad de una vida y la inmensidad de la existencia, el valor es muy relativo. Lo que sirve es la disponibilidad y la experiencia, y lo que vale es vivir la vida en contenidos que nos merezca la pena vivirla. Lo demás, es anodino. Si se vive ocupado, hay que morir ocupado. Solo cambia la voluntariedad y la manera de hacerlo… Aunque, fíjense, yo no haya logrado aún encastrarme en otra máxima evangélica que intento aplicarme a mí mismo sin conseguirlo, a pesar de la edad que ya me viste sin vestirla yo a ella, y que es esa de, tranquilo tío, que “cada día trae su propio afán”.

                Se preguntarán, quizá, que a qué viene el peñazo de hoy. Tan solo es una reflexión interna que hago externa, compartida, nada más. Algo así como dotar de dimensión a lo que no la tiene. Una especie de testamento postrero para el último tramo del camino. Una declaración pública de últimas voluntades sin acta notarial de por medio. Un sincerarme con los que quieran creerme y escucharme. Una extraña toma de conciencia postrera de la que ni yo mismo soy del todo consciente… Lo cierto es que puede resultar confuso para algunos, pero es como un GPS que me guía hasta el final de mis días. ¿Ustedes lo entienden?.. Pues no se preocupen, puede que yo tampoco…

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php

viernes, 8 de febrero de 2019

El Mirador 8 de febrero 2019 "IGNORANTE INGRATITUD"

martes, 5 de febrero de 2019

DIOS Y HAWKINGS



En 1.981 el desaparecido Stephen Hawkings, el hombre que mejor conocía el universo de todo el mundo científico, fue invitado a dar unas conferencias en el Vaticano sobre sus teorías. Tal muestra de apertura fue un acto medido, calculado y sopesado, pues había que lavar la imagen de la Iglesia con respecto a su mundial metedura de tiara con la figura de Galileo, al que condenó porque el hombre se atrevió a decir que el sol no giraba alrededor de la tierra, si no que era al revés. No obstante, el Papa, entonces Juan Pablo II, le hizo una ominosa – pero piadosa – advertencia: “está bien que usted estudie la evolución de su Bing Bang, pero no debe hacerlo en su momento, ni antes de su momento, pues eso está reservado a Dios”… Le faltó añadir:… y solo Nos poseemos la facultad y potestad para explicarlo. Nadie más ose en hoyar caminos a los que solo nosotros tenemos el santo derecho. Que pá eso están los dogmas, joer.

                El Dogma contra la Ciencia, como siempre. El oscurantismo mágico siguen reservándoselo ellos en el nombre de Dios, sin que Dios haya dicho ni pío al respectoPara eso son su franquicia en la tierra, ostentan representación en exclusiva y son sus intérpretes divinhomologados. Ya está bien de perder el honor, el poder y la gloria que se NOS da por añadidura del modelo que hemos diseñado. Y como tal inventada prefectura, siguen actuando. Se le advirtió al sabio que no entrase en el sancta-sanctórum de su propiedad… O sea, tras su Bing-Bang, diga cuanto le plazca, que ya la jodimos con Galileo y habremos de callar, pero ni se le ocurra el sacrílego pensamiento de traspasar el límite que marco, por muy investigador que usted sea, caballero de alto plumero…

                Pero el caballero, hasta el momento de su muerte, buscó con la lógica de su ciencia más allá de la ilógica del dogma, pues hoy ya no se quema al estudioso por el hecho del buscar para hallar, como los sacros e ignorantes inquisidores hacían antes. Así que se aplicó a ello, y junto a otros tan brillantes como él, como su colega norteamericano Jim Hartle, logró diseñar un par de teorías tan posibles como plausibles, a la luz de los últimos descubrimientos, en las que, naturalmente, no se asusten ni se pasmen, no voy a entrar en detalles que, a lo mejor, los aburrirían soberanamente. Mucho menos, cuando la formación (adviertan sus eminencias que a la Creación, ni mentarla) del universo desde el Bing-Bang, está sobradamente explicada y cada día más demostrada por la física quántica. Así que no teman.

                Pero sí que les voy a contar lo que ocurrió en aquellas conferencias vaticanas. Allí propuso, por vez primera, la posibilidad de que un universo autocontenido en sí mismo, no estuviera afectado ni condicionado por nada que hubiese fuera de sí mismo, pues, si no hubo un principio, no tuvo un origen, y ya existía antes en su cualidad de eterno, por lo que su final tampoco existiría, dado que lo que es eterno no puede desaparecer, y al no ser creado, eso dejaría a Dios fuera como Creador. Lógicamente, por lo contrario, si el universo tuvo un principio, entonces hubo una autoría, por lo que, necesariamente, ha de tener un final… Fíjense que hablo de “posibilidad”, una posibilidad paralela a su teoría del famoso Bing-Bang, y, por lo tanto, muy a tener en cuenta por parte del mundo científico.

El rebote que se llevó la Curia no fue por lo que dijo, si no por cómo lo dijo. Y fue así: “Mientras el Universo tenga un principio, se puede suponer que fue creado por un agente exterior. Pero si el Universo es en realidad completamente autocontenido, si no tiene fronteras, ni sería creado ni sería destruido. Simplemente, sería. ¿Qué lugar habría, entonces, para un Creador?”… Ni siquiera dijo Dios, si no creador…

La frasecica no sentó nada bien. Aun siendo la exposición de un supuesto científico. Así que, en vez de malinterpretarla, lo que hicieron los clérigos fue malintencionarla. Y entonces, desde sus púlpitos inundaron los medios con la declaración maliciosa y borde de que Hawkings había confesado públicamente que él no creía en un Dios creador de nada. Se retorció el hecho de que fue expuesto como una posibilidad científica, y aún y así, tan solo cambiaría el concepto de Dios, no su esencia. La clerecía misma, en su Catecismo Ripalda de los tiempos del Nacionalcatolicismo, ya definían a Dios como que “ni se crea ni se destruye, ni tiene principio ni fin”, o sea, la misma noción que plantea Hawkings, o sea, el mismo principio con que la Física define el concepto de la Energía…

 Hawkings está diciendo que el Universo, la Energía y Dios viene a ser lo mismo. Adviertan la diferencia entre su concepto de Dios y de Creador, que no es el mismo… Es que, si no, a ver, y con permiso de la púrpura, ¿Qué Dios creó a Dios?.. ¡Ándele..! 
                        
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php


viernes, 1 de febrero de 2019

El Mirador 1 de febrero 2019 "DEL AMOR Y LA AMISTAD"