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TORRE-PACHECO, MURCIA, Spain
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...

jueves, 29 de septiembre de 2022

AL MENOS...

 


Decía el poeta José Martí una frase que se repite mucho: “Hay tres cosas que cada persona debería hacer durante su vida: plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro”.

No aclaró el porqué ni el para qué… Lo digo porque yo esas tres cosas la he repetido varias veces, a ver qué pasaba, si es que tenía que pasar algo a los que cumplíamos la recomendación. Yo, al menos, en mi humilde apreciación, me he quedado como estaba.

Puede que nada más sea la responsabilidad de regarlos durante el resto de tu vida… Aunque los hijos crezcan solos y los libros se olviden solos, el árbol siempre necesitará de tu agua.

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

 

CATALANESPAÑOLES

 


de La Vanguardia

En el Museo Arqueológico Nacional existe un curioso y antiguo mapa de la península con la ubicación de los asentamientos de los pueblos pre-romanos que la habitaron, donde… ¡sorpresa!, por mucho que se busque, no aparecen los catalanes por ninguna parte. Están los cántabros, los vascones, los lusitanos, los astures, y otros varios más esturreados por la primitiva Iberia, pero tampoco asoma por ningún lado topónimo alguno de Cataluña ni nada que se le parezca. Sin embargo, ese espacio debería estar poblado por algunos álguienes, ¿no?… Luego aparece, eso sí, como poblado, Barcino, que sería la Barcelona romana, pero ningún pueblo de referencia que anteriormente habitara esos lugares. Habría que remontarse a Estrabón para encontrar a unos “indigetes” y “ansetanos”, posteriormente desaparecidos de tal mapa, pero ninguna referencia a “catalanes”…

Existen especialistas que afirman que Catalunya viene de Castellonia, de castillos, o sea, de Castilla… ¡Hay que jodelle!, nada menos que provenir de los castellanos españoles. Nunca, jamás, podrían permitir tamaña afrenta. Es como nombrarles a la propia madre, pero así es. Para eso mismo está la historia: para manipularla y falsearla, y es exáctamente lo que hacen: mentir, ocultar verdades, inventar falsas evidencias… Lo cierto es que existen prestigiosos historiadores, como Richard Ford, que ya en 1.845, en su Hand-Book, afirmaba que Cataluña era la versión actualizada de Gothalunia, o sea, tierra de godos, esto es, tal y como el resto de España… Cien años después, el distinguido hispanista William Entwistle, creía más convincente la procedencia de Goth-Alania, para referirse en concreto a los alanos… Esto es, más de lo mismo.

La teoría más aceptada entre los más serios y conspícuos investigadores, es la llamada “vía castellana” primera, mal que les pese a los que les pese mal… que son muchos y muy tontos. Y eso significa que españoles y catalanes venimos de la misma camada, por mucho que se esfuercen, o nos esforcemos, en establecer signos de diferencialidad más inventados y tergiversados que reales. Porque… entre otros, lo de la lengua, ambas dos son romance, y vienen de un mismo tronco. Lo que sí se explica perfectamente es la teoría del cainismo: no existe mayor odio que entre hermanos. Ahí tienen a los israelíes y palestinos; las luchas intestinas entre los pueblos servios; nuestra propia guerra civil… y así hasta el fraticismo entre Caín y Abel. Cataluña ha abjurado siempre de España porque dicen no sentirse españoles, cuando en realidad es que son castellanos como los de León o los de La Mancha. Oriundos de la misma cepa goda.

Lo que sí resulta extremadamente, y sorprendentemente, curioso, es la profesión y profusión del federalismo ibérico… ¡con Portugal!, por parte de eminentes escritores, filósofos y autores catalanes y catalanistas, muy ilustres de las lletres catalans, como Martínez-Gil, Jaume Balmes, Pí y Margall, Fréderic Mistral, Prat de Riba, Francesc Romaní, Alexandre Cortada, Joaquín Casas-Carbó, Ribei y Rovira, Pompeu Gener, y un gran etcétera de intelectuales catalanes, separatista, unionistas, españolistas o integristas, que todos, absolutamente todos sin distinción, abogan por un Federalisme Ibérique, identificados con Lousitania, o sea, Portugal. Lo que no sé es lo que piensan hacer con la tierra que los separa, o sea, el resto de todos nosotros que andamos por enmedio.

Miren, les voy a confesar un algo: yo siempre me he considerado a mí mismo más ibero que español… o mejor, si lo quieren, más iberista que españolista. De siempre y por puñetera convicción. Me reflejo totalmente en, y coincido con, Saramago, Pessoa, Ian Gibson, y muchos otros, y estoy convencido que, más pronto que tarde, ese FIN, esa Federación Ibérica de Naciones, o lo que se llame, será una manifiesta realidad, tanto en beneficio propio, como en el de Europa, como en interés de todas las naciones hispanoamericanas. En eso tengo puesta mi fe, aunque yo no llegue a verlo.

Iberia es una inmensa ínsula (más que pen-ínsula) cuyos habitantes somos mezcla de ingentes pueblos y culturas que nos han aportado todo lo bueno y lo malo de su genética y patrimonio, y que formamos todos una cultura de asimilación atlántico-mediterránea única en el mundo, para muchas, muchísimas cosas que nos propongamos… El problema es que esa ventaja, aún tan evidente, nuestras ruindades de patio de corrala nos ciega y nos enreda en viejas, arcáicas y anacrónicas peleas patrioteras y barriobajeras. Tenemos un talento inmenso en autodestruirnos. Pero las posibilidades son/serían inmensas.

La sin mar y gótica Castilla (Castilla, sequedad de tierra adentro…), se abrió al Gan Océano y al Mare Nóstrum con pueblos paridos de sí misma para alumbrar su propia expansión de tierra interior, y ya es hora de que se recojan todos en la misma casacomún de la que salieron para formar una familia hasta el mismísimo límite de la tierra misma (Finis-Terre)… Miren ustedes, ahora tienen otra cosica que también saben de mí, por la que criticarme, o reirse, o burlarse, o lo que les apetezca. No la voy a ocultar. Considérenme más ibéricus que hispánicus. Y ustedes disculpen, pero veo más futuro en el ayer que en el presente.

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

miércoles, 28 de septiembre de 2022

PUBLICIDAD ENGAÑOSA

                                                        

-Ministerio Agricultura, Prensa y Alimentación-

Hay un anuncio publicitario de página entera que circula por los periódicos: El de la PAC (Política Agraria Común) sobre que la modernización de hoy es la rentabilidad del mañana…

Se ve a una señora que, con el frigorífico abierto, recibe una caja de verduras de un señor calvo y de espaldas, que se supone agricultor – viste de ello – con la sobreimpresión: “lo que pasa en el campo NO se queda en el campo”.

Debería decir: lo que pasa en el campo pasa a las grandes distribuidoras, que monopolizan sus productos y precio. Lo que cuesta llenar el frigo NO se queda en el campo… Sería la pura verdad, y se entendería mejor.

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

lunes, 26 de septiembre de 2022

¿PAN O LIBERTAD?

(Museo Reina Sofía)

Hace unos meses, cuando estalló la guerra de ocupación de Ucrania y todos nos movilizamos para ayudar y traernos a casa a cuanta pobre gente víctima de Rusia pululaba por la frontera europea, y clamábamos a grito pelado por su libertad (el primer valor del ser humano, la libertad, o, al menos, eso mismo se dice)… Hoy, con las consecuencias de ese mismo abuso dándonos en las costillas, en nuestros mismos morros y en nuestros bolsillos, ya empezamos a pedirles que negocien con el malvado Putin una salida, un arreglo, un algo, antes que aflojar tres o cuatro grados el aire acondicionado, o medio llenar el depósito de gasofa, o pagar más caro el chusco, o reducir los días de holganza y/o de llenar la panza…

Desde los primeros días de la Historia, el dilema del ser humano ha oscilado entre el pan y la libertad. A lo segundo le damos un valor lírico, romántico, incluso heróico, además de que el concepto libertad es muy relativo, sobado y manipulado; ya saben, depende del cristal con que se mire… pero cuando empieza a faltar lo primero – algo concreto y contundente – estamos prontos a entregar nuestra libertad de elección al tirano que nos ofrezca una hogaza a cambio, ¿o por qué se creen ustedes la venida de los populismos fascistas?.. En una de las épicas más antiguas, cuando Moisés “libera” al pueblo elegido por su dios (aunque a ese pueblo no le dieron opción a elegir un dios suyo), cuando se ve vagando por el desierto sin nada que echarse a la andorga, le sueltan a su líder que sí, toda la libertad que tú quieras, “pero al menos en Egipto teníamos qué comer”… También a Jesús le tentó el diablo con lo de convertir las piedras en panes si tenía hambre, solo que el galileo no entregó su libertad de elección a tirano faraón o demonio alguno por el estómago. Y aquí, precisamente, está el “quid of the questión”, señores míos: en que Jesucristo marca un nivel moral a los que dicen de seguirle, que aún estamos muy lejos de alcanzar…

Extrapola en su boca Dostoyewsky: “no entreguéis vuestra libertad de conciencia al poderoso que os ofrezca pan, pues no solo de pan vive el hombre”… Un mensaje que va contra la línea de flotación del “panem et circus” montado por los romanos, copiado por la Iglesia Romana después, y luego por todos los regímenes dictatoriales habidos y por haber. Los caudillos de las más extremosas y cremosas derechas e izquierdas del mundo actual, los ultras y populistas, es la política en que basan sus propuestas: vuestra libertad a cambio de bocatas de sucedáneos; no existe cacho pan sin un poco de tiranía; más os vale pan sin libertad que libertad sin pan… Y, al final, nos lo pensamos, y empezamos a reconocerle sus derechos al Putin que tiene la harina, y a recortárselos a los que se la han robado y se mueren de hambre por culpa del ladrón. Nos han subido el pan y nos han bajado los humos.

Es por eso que en la actualidad la libertad vuelve a cotizar a la baja, mientras cotiza al alza la bolsa de pan… Hace apenas diez años que la mitad de la población mundial vivía bajo dictaduras duras, blandas o semiblandas, y hoy, una década después, es el 70% de esa misma población la que vive bajo regímenes dictatoriales. Ha habido un aumento del 30% en nada de tiempo… A Rusia, Arabia Saudí, China, Corea del Norte, etc., como oligarquías más de pata negra, se le han sumado una serie de semitiranías como Turquía, Hungría, Polonia, y otras en vías de desarrollo, como Italia, que están gestándose dentro de sus propios gobiernos democráticos, y que afilan los sables de represión mientras amplían las tahonas… Eso es lo que fue la “Pax Romana”.

En la andorga de nuestros países – España, naturalmente, incluída, aunque inconclusa – cada familia ideológica (aunque las ideologías están cada vez más vacías) tienen a sus miembros divididos por partidos, en moderados y ultras, siendo estos últimos los que ganan terreno y cada vez parten más el pan de los ciudadanos que los votan. La gente se refugia, una vez más, en el amparo cobarde que le ofrece el sátrapa de turno antes que renunciar a su aparente seguridad por su libertad… Luego, el tirano, una vez dueño de la piara, nos arrojará el trozo de pan duro junto a las cadenas que les hemos forjado nosotros mismos, y eso son lecciones repetidas de Historia que la humanidad no hemos terminado de aprender. Tendremos bienestar por libertad como aquel que vendió sus derechos por un plato de lentejas… Un panocho leído diría que es “el cobijo del tontolpijo”.

Pero nuestra sociedad occidental ya es medrosa y temerosa. Hemos parido generaciones enteras de pusilánimes egoístas y cobardes, en una llamada “sociedad del bienestar”, que hemos reconocido como un derecho sin pararnos en los hechos que la hacen posible… Y el hecho es que hemos pasado por encima de los mínimos derechos humanos de los demás seres, también humanos, que hoy asaltan nuestras parcelas en busca de unos despojos y migajas que tampoco estamos dispuestos a compartir. No solo hemos vendido nuestra libertad por el chusco (el anticristianismo de aquel nazareno), si no que ahora les compramos también la seguridad (falsa, por supuesto) de que van a exterminar a los que vienen a trabajar a cambio de nuestras sobras… y así, cada vez somos más esclavos de nuestros propios errores y temores. Lo que pasa es que siempre hay Hitlers al acecho de nuestras debilidades para también esclavizarnos a su cruz gamada.

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com 

EN LA ÚLTIMA DIADA


                    foto de El Mundo

La declaración de la ANC convocante en la última Díada de Catalunya fue apabullante: “Dejemos los partidos atrás. La fuerza de la gente es la única”… ¿También a su partido hay que dejarlo atrás?. ¿o quieren desembocar en el partido único?. ¡Menuda democracia la de esta gente!..

Ese slógan lo utilizaron los camisas negras de Mussolini, precisamente, en el estreno del fascio italiano… Se parece mucho también a la estructura franquista del Movimiento.

A lo mejor por eso mismo han usado las enseñas negras este año. Porque es el color que usaban los “camicia nera” italianos y la Falange Española… Estos catalanes hablan dicen ser demócratas, pero imponiendo su dictadura.

                                                Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

viernes, 23 de septiembre de 2022

SIN EMPRESAS NO HAY PUEBLO


                    Foto de Alamy

Quizá que por mi antigua dedicación de servicio empresarial; puede que por mis más de treinta años entregado a defender intereses propios y ajenos (más de lo segundo que de lo primero); a lo mejor porque aún conservo cara de tonto… que todavía me comentan en pequeños negocios, empresarios vecinos, tiendas y comercios, lo que está ocurriendo en el municipio con el nueviejo Sistema de Licitaciones, con el que el Ayuntamiento gasta en empresas de fuera lo que sus empresarios de dentro le pagan en impuestos. Y se muestran patidifusos, desagradablemente sorprendidos, enfadados, y casi que no terminan de creérselo, y van y me lo espetan a mí, poniéndome ojos como platos, de cordero degollado, como si yo aún fuera responsable, o representante, de algo, álguienes o algunos…

El cinismo regodeante que utilizan los de las administraciones locales, es que, encima, se atreven a montar, por navidad o por peteneras, campañas pidiéndole a una ciudadanía que también ha abandonado a sus comercios, que compre en ellos, en su pueblo, porque si no lo hace, está debilitando a ese mismo pueblo. Es de una sinvergonzonería casi que soez. Son capaces de pedir a los ciudadanos lo que ellos no tienen las narices ni la voluntad de cumplir. Lo que sí cumplen es con aquel viejo axioma de “haced lo que yo diga, pero no lo que yo haga”… Y esto está ocurriendo en muchos pueblos, ciudades y administraciones.

Dicen y cuentan sus políticos y administradores – y debe ser verdad – que es de arriba de dónde les viene la orden, el mandato, la obligación de imponer tal malhadado sistema de Licitaciones en sus compras y consumos. Y se lavan las manos, como inútiles Pilatos. Por nefasto que sea, injusto, negativo, cínico, despótico, arbitrario, inícuo, funesto, desgraciado, fatal, infortunado, perjudicial, maligno, destructivo, cabrón, y unas cuantas cosas peores… Tan solo es legal, o eso dicen, que no moral, encogiéndose de hombros y justificando así su pésimo proceder. “Nosotros semos unos mandaos”, sueltan esos malos políticos que presumen de defender el interés de sus pueblos de los que bien medran… Naturalmente que sí, y también unos mantenidos por los que deberían ser sus beneficiados, pero son sus perjudicados, ya que su nómina sale de sus impuestos. Pero ninguno, ni ninguna, tienen la dignidad de poner su dimisión en manos de quién, o quiénes, les obligan a adoptar un sistema tan infame y cobarde para con sus administrados. Saben que es una práctica nefanda para la economía de sus comunidades, claro, pero practican el “llégueme el sobre, aunque venga del pobre”

Ya digo, una o dos veces por semana, bajo de mi retiro al pueblo por el que un día me dejé lo que ahora me falta, como ferpecto gilipuá que soy, y aún me recitan el de los periódicos, el floristero, el papelero y el librero, el panadero y el mercero, sus lamentos, sus quejíos, sus estosacaboses y sus nohayderechos… Y aún consiguen transmitirme su rabia y su pena por tal injusticia. “Yo ya solo os puedo dar pálidos consejos” les voy contestando uno a uno, por órden y sin concierto, conforme me van calentando la caballuna oreja.

¿No tenéis a organizaciones empresariales?, les digo, pues unidse y exigidle que luche por vuestros intereses, y que los defienda de tan traicionero ataque. Tenéis un derecho moral ante este desastroso y desastrado sistema de Licitaciones. Que vuestras organizaciones empresariales se ganen la cuota que les pagáis, y dejen de contemporizar… ¿Para qué estar afiliado a lo que no os defiende?.. Todo el dinero que se mueve entre asociaciones y administraciones sale de vuestros bolsillos, de las cajas de vuestras tiendas, de vuestros negocios, empresas e industrias… Si esta puñalada hubiera acaecido en mis tiempos de tonto útil, hubiera llevado la guerra hasta los últimos confines: Coec, Croem, Ceoe y quizá también Cee, y a las instancias a las que hubiera podido llegar… o hubiera puesto mis cargos idiotas encima de la mesa de algún idiota.

Existe acuerdo cuando existe voluntad entre las partes, y voluntad entre los partidos que se reparten los plenos de cualquier cotarro municipal. Lo demás son cuentos chinos que nos venden. En los casos en los que pésimos, injustos y criminales sistemas atacan la línea de flotación de sus propios barcos, no han de doler prendas en incumplirlos, como el que soslaya una injusticia. Hasta la propia insumisión fiscal en bloque es explicable, al estilo de hace unos años en Islandia por un algo parecido. Con la conciencia bien tranquilica… Se trata de negarse a pagar la fundición de los cañones que nos apuntan. O no financiar impuestos que los municipios no revierten en sus propios municipios, salvo en sus sueldos, claro… y que se rinden a un sistema de engordar bolsillos ajenos y alejados empobreciendo a los propios. Así, en bloque, en conjunto, solidariamente, como en el “Fuente Ovejuna, todos a una, señor…”, que aquí no se paga un puñetero Ibi, señores, mientras esto no se corrija, y ustedes verán…

No se me ocurre otra cosa, amigos míos, sinceramente… Vivimos tiempos absurdos, traicioneros y retorcidos, donde los principales valores humanos, políticos, sociales, económicos, e incluso morales, no solo se han perdido, si no que hasta se justifica su pérdida viviendo opíparamente de ello, de su atrocidad… Eso, el esquilmar al ganado del que se come, el robar al de abajo para engordar al de arriba, es un ejemplo entre otros. Un ejemplo principal para todo pueblo que se precie a sí mismo, por supuesto… Así que éste es mi consejo de viejo conejo, amigos y excompañeros: que, a grandes males, grandes remiendos…

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

                        Foto de Alamy

Quizá que por mi antigua dedicación de servicio empresarial; puede que por mis más de treinta años entregado a defender intereses propios y ajenos (más de lo segundo que de lo primero); a lo mejor porque aún conservo cara de tonto… que todavía me comentan en pequeños negocios, empresarios vecinos, tiendas y comercios, lo que está ocurriendo en el municipio con el nueviejo Sistema de Licitaciones, con el que el Ayuntamiento gasta en empresas de fuera lo que sus empresarios de dentro le pagan en impuestos. Y se muestran patidifusos, desagradablemente sorprendidos, enfadados, y casi que no terminan de creérselo, y van y me lo espetan a mí, poniéndome ojos como platos, de cordero degollado, como si yo aún fuera responsable, o representante, de algo, álguienes o algunos…

El cinismo regodeante que utilizan los de las administraciones locales, es que, encima, se atreven a montar, por navidad o por peteneras, campañas pidiéndole a una ciudadanía que también ha abandonado a sus comercios, que compre en ellos, en su pueblo, porque si no lo hace, está debilitando a ese mismo pueblo. Es de una sinvergonzonería casi que soez. Son capaces de pedir a los ciudadanos lo que ellos no tienen las narices ni la voluntad de cumplir. Lo que sí cumplen es con aquel viejo axioma de “haced lo que yo diga, pero no lo que yo haga”… Y esto está ocurriendo en muchos pueblos, ciudades y administraciones.

Dicen y cuentan sus políticos y administradores – y debe ser verdad – que es de arriba de dónde les viene la orden, el mandato, la obligación de imponer tal malhadado sistema de Licitaciones en sus compras y consumos. Y se lavan las manos, como inútiles Pilatos. Por nefasto que sea, injusto, negativo, cínico, despótico, arbitrario, inícuo, funesto, desgraciado, fatal, infortunado, perjudicial, maligno, destructivo, cabrón, y unas cuantas cosas peores… Tan solo es legal, o eso dicen, que no moral, encogiéndose de hombros y justificando así su pésimo proceder. “Nosotros semos unos mandaos”, sueltan esos malos políticos que presumen de defender el interés de sus pueblos de los que bien medran… Naturalmente que sí, y también unos mantenidos por los que deberían ser sus beneficiados, pero son sus perjudicados, ya que su nómina sale de sus impuestos. Pero ninguno, ni ninguna, tienen la dignidad de poner su dimisión en manos de quién, o quiénes, les obligan a adoptar un sistema tan infame y cobarde para con sus administrados. Saben que es una práctica nefanda para la economía de sus comunidades, claro, pero practican el “llégueme el sobre, aunque venga del pobre”

Ya digo, una o dos veces por semana, bajo de mi retiro al pueblo por el que un día me dejé lo que ahora me falta, como ferpecto gilipuá que soy, y aún me recitan el de los periódicos, el floristero, el papelero y el librero, el panadero y el mercero, sus lamentos, sus quejíos, sus estosacaboses y sus nohayderechos… Y aún consiguen transmitirme su rabia y su pena por tal injusticia. “Yo ya solo os puedo dar pálidos consejos” les voy contestando uno a uno, por órden y sin concierto, conforme me van calentando la caballuna oreja.

¿No tenéis a organizaciones empresariales?, les digo, pues unidse y exigidle que luche por vuestros intereses, y que los defienda de tan traicionero ataque. Tenéis un derecho moral ante este desastroso y desastrado sistema de Licitaciones. Que vuestras organizaciones empresariales se ganen la cuota que les pagáis, y dejen de contemporizar… ¿Para qué estar afiliado a lo que no os defiende?.. Todo el dinero que se mueve entre asociaciones y administraciones sale de vuestros bolsillos, de las cajas de vuestras tiendas, de vuestros negocios, empresas e industrias… Si esta puñalada hubiera acaecido en mis tiempos de tonto útil, hubiera llevado la guerra hasta los últimos confines: Coec, Croem, Ceoe y quizá también Cee, y a las instancias a las que hubiera podido llegar… o hubiera puesto mis cargos idiotas encima de la mesa de algún idiota.

Existe acuerdo cuando existe voluntad entre las partes, y voluntad entre los partidos que se reparten los plenos de cualquier cotarro municipal. Lo demás son cuentos chinos que nos venden. En los casos en los que pésimos, injustos y criminales sistemas atacan la línea de flotación de sus propios barcos, no han de doler prendas en incumplirlos, como el que soslaya una injusticia. Hasta la propia insumisión fiscal en bloque es explicable, al estilo de hace unos años en Islandia por un algo parecido. Con la conciencia bien tranquilica… Se trata de negarse a pagar la fundición de los cañones que nos apuntan. O no financiar impuestos que los municipios no revierten en sus propios municipios, salvo en sus sueldos, claro… y que se rinden a un sistema de engordar bolsillos ajenos y alejados empobreciendo a los propios. Así, en bloque, en conjunto, solidariamente, como en el “Fuente Ovejuna, todos a una, señor…”, que aquí no se paga un puñetero Ibi, señores, mientras esto no se corrija, y ustedes verán…

No se me ocurre otra cosa, amigos míos, sinceramente… Vivimos tiempos absurdos, traicioneros y retorcidos, donde los principales valores humanos, políticos, sociales, económicos, e incluso morales, no solo se han perdido, si no que hasta se justifica su pérdida viviendo opíparamente de ello, de su atrocidad… Eso, el esquilmar al ganado del que se come, el robar al de abajo para engordar al de arriba, es un ejemplo entre otros. Un ejemplo principal para todo pueblo que se precie a sí mismo, por supuesto… Así que éste es mi consejo de viejo conejo, amigos y excompañeros: que, a grandes males, grandes remiendos…

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

jueves, 22 de septiembre de 2022

PARA QUE SE ENTEREN

 

(foto XLSemanal)

Las bolsas de pobres que estos… digamos “comunistas” de hoy querían negociar con las grandes distribuidoras de alimentos, son las mismas Cartillas de Racionamiento que los fascistas de ayer negociaron con las tiendas de ultramarinos en posguerra.

Si se molestan en indagar un poquico, verán que la cantidad y calidad que los grandes ofrecen en el lote tienen los mismos precios que los pequeños ofrecen al despelote. Los grandes no hacen ningún esfuerzo.

Y encima, estas… digamos “izquierdas” de hoy, favorecen y encauzan las ventas hacia los grandes distribuidores, manipuladores de los precios de mercado, y perjudican a las tiendas de barrio y de fiado. Ellos sí que no son de fiar.

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

miércoles, 21 de septiembre de 2022

EL PRECIO DE UNA VIDA

 

(foto de FORMED)

 

Desde los antiguos filósofos y pensadores griegos hasta los modernas teorías humanistas, pasando por el cristianismo y todos los ísmos religiosos o no, la vida humana, su existencia sobre la tierra, se ha tendido a proteger, si bien que retóricamente, sobre todas las demás consideraciones (no seré yo quien lo critique), si bien en la práctica real esa vida humana ha valido bien poco: de todas las vidas perdidas en el mundo cada día, más del 40% son por agentes provocados: guerras, aplicación de políticas por intereses económicos, masacres, atentados, asesinatos… o simple desprecio por la existencia humana en ciertos casos, y no precisamente por motivos naturales.

Esa es la farisea circunstancia que el también humano cinismo intenta ignorar, disimular, esconder, e incluso, a veces, hasta tratar de explicar en contra de toda lógica y sentido común… Entre lo “sagrado de la vida humana” y/o el interesado valor estratégico de esa misma vida humana, la reconocida realidad es que hay un abismo difícilmente explicable.

Resulta lícito preguntarse en una sociedad – la nuestra – donde la vida del hombre ha cotizado como un valor en alza por el hecho de que una vida es un voto (reconozcámoslo de una puñetera vez) y un productor de algo que se vende, que, si así no lo fuera, la cultura judeocristiana le hubiera reservado el estándar que tiene dentro de las legislaturas de las naciones occidentales… En la edad media, por poner un simple ejemplo, el valor de esas vidas estaban en función a si morían de la peste, la explotación por el señor medieval de turno, o en las sacrosantas cruzadas. Esas vidas truncadas tenían un precio según el interés establecido por los que entonces mangoneaban, y en función de los motivos de sus mangoneos y sus réditos.

Hoy, todo eso se considera ya superado… Hemos evolucionado, nos decimos a nosotros mismos. De acuerdo, aunque para nuestro “nosotros” profundo no tenga el mismo valor la vida de un niño sirio que la de un niño ucraniano. Reconozcámoslo. Y seguimos sacrificando vidas en guerras, conflictos, luchas y revueltas, subliminándolas en nombre de ideales, o ideologías, o lo que puñetas sean, cuando en realidad son en nombre de jodidos intereses político-económicos o de pura influencia de poder. Y pueden llegar a ser hasta héroes los caídos, o también verdugos, o mártires, invasores, defensores, soldados, asesinos, ángeles o demonios… Dá igual el título. Son vidas disponibles que se sacrifican por cualquier causa determinada y las que pueden etiquetarse de noble o de ruín, lo sea o no lo sea… ¿es ese su valor real?..

Sin embargo, la propia ciencia, la medicina, que también se justifica a sí misma como que está para salvar vidas humanas (y tampoco diré yo que no), a veces pone también en evidencia tal concepto, y quiénes la mantienen al menos, plantean lo que se ha venido en llamar una duda razonable… Pongo un ejemplo reciente y real: acaba de salir un fármaco que trata una rara enfermedad mortal. Es el Libmeldy, de la farmacéutica británica Orchard Therapeutics, y sirve para hacer frente a la leucodistrofia metacromática, una terrible enfermedad genética que detiene el desarrollo de los niños, con frecuencia al cumplir los tres añicos, y que es letal al destruir las conexiones neuronales. Por dar un dato, cada año nacen en España alrededor de cuatro mil críos con esa enfermedad.

La cuestión es que ese fármaco se considera el más caro del mundo. Cada dosis cuesta 2,5 millones de euros para cualquier sistema sanitario que quiera adquirirlo para salvar esas vidas… ¿o habrá que decir para comprar esas vidas?.. ¿O acaso no habrá disponible para salvarlas todas?.. Porque el tratamiento no se basa en una sola dosis… Así que, ¿cuáles se salvarán y cuáles se dejarán morir?.. ¿o, ante tal dilema moral, se terminará por no tener que elegir y optar por el siempre válido remiendo moral de “que sea lo que Dios quiera”?.. Y la pregunta del millón: ¿cómo se actúa en conciencia cuando hay que decidir?.. Y, sobre todo, ¿quién pone precio a esa decisión y a esa vida?..

Porque, al final, nos repugne o no, resulta que a las vidas humanas se nos tiene puesto un precio, por mucho que se nos diga que esa vida humana no tiene precio. Las religiones, los políticos, las oligarquías, las financieras, los que viven de dorarnos la píldora para que a ellos nos les falten las suyas, nos pueden vender la idea de nuestro incalculable y sagrado valor de seres humanos, pero, a la hora de la verdad, es que no es así. Que hay vidas que valen más que otras, y que, en definitiva, todas se ajustan a según qué intereses.

Que nuestra propia especie humana ha puesto un precio a las cosas, incluido a nosotros mismos, es lo único cierto… Gracias a Dios, de momento es a nuestra presencia, y no a nuestra esencia (eso es lo que yo creo, claro), aunque muchos de ellos, y de nosotros, y de esos que están allí y estos que están aquí, hayamos vendido también nuestra alma al diablo… Es que esa es otra, amigos míos, esa es otra…

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

 

lunes, 19 de septiembre de 2022

LETAL INCONGRUENCIA

foto Slideshare

Foto Slideshare

Aquí va una de cal: “la inmigración irregular a Europa crece al mayor ritmo desde 2016”. De entonces acá las solicitudes de asilo han subido un 90%, y 155.000 personas han cruzado ilegalmente las fronteras del viejo continente.

Y aquí va la de arena: “la natalidad desciende en Europa, y muy alarmantemente en España”; junto con otra: “existe una demanda de mano de obra en sectores de servicios que no se puede cubrir con la oferta actual”…

Ahora vienen ustedes, me atan esas dos moscas por el rabo y me las pintan de colorao… Si existe lógica y sentido común en ambos extremos me lo expliquen, porque ni yo lo entiendo ni otros quieren comprenderlo tampoco.

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com