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TORRE-PACHECO, MURCIA, Spain
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...

miércoles, 26 de diciembre de 2018

YO NO CREO



Ya ha pasado el festurreo navideño, a Dios gracias, y a la parte que puede tener el diablo. Nos hemos querido, abrazado, sonreído y felicitado, y cantado el zum-zum-zum en el Belén más próximo, y nos hemos comido las uvas como aquel rey Luís francés mandó, y otra vez nos hemos amado, abrazado y felicitado en un mimético, explosivo, campanudo y achampanado talán, talán… con el deseo de ser todos mejores para hacer un nuevo año mejor que el que hemos enterrado, aún sabiendo – porque lo sabemos, aunque lo disimulemos – que eso es una mentira como una catedral gótica. Pero, enfin, que cada uno piense lo que quiera y haga lo que pueda…

                Yo he recibido de estos preclaros y enjundiosos fastos el peor regalo que podía esperar del año que recién ha dimitido y de los Reyes recién llegados: Al Aquarius le han quitado la bandera bajo la cual navegaba, para que no pueda seguir salvando vidas humanas. Era demasiado incómodo, a pesar de haber sido utilizado por Sánchez, nada más asaltado el poder, para hacerse la falsa foto de solidario del año ante la comunidad internacional y sus adoradores de tribu. El mítico barco fletado por Médicos sin Fronteras, tras haber asistido y salvado la vida a más de 32.000 personas, de haber sido la patria flotante de los desheredados de su propia patria, de haber ejercido el derecho moral e inviolable de prestar ayuda y apoyo a los más despojados de todo y de todos, ha sido finalmente despojado él mismo de ese sacrosanto derecho. Viajaba bajo bandera panameña, una bandera de conveniencia bajo la que navegan muchos proscritos, pero Panamá ha recibido suficientes presiones para que Aquarius sea el único proscrito sin bandera bajo la que cobijarse para navegar en un Mediterráneo de pesadilla, y, a partir de ahora, ya sin su ángel velador, criminalmente varado a puerto.

                El Aquarius era sostenido, no por los gobiernos, si no por las pequeñas cuotas y humildes aportaciones de los socios de MsF. Han sido los gobiernos, precisamente, los que le han segado la hierba bajo los pies, para que no pudiera seguir mostrando la miseria, cinismo e inhumanidad de los mismos. En realidad, a mí no me extraña nada. Pero lo que sí me duele, y mucho, es que la gente hemos seguido revolcándonos en el consumismo y hedonismo de nuestras dudosas navidades, sin darnos por enterados, y sin salir a la calle a escupirles nuestro rechazo y a gritarles su ruindad. No… nos hemos estado quietecitos, mirando para otro lado, mientras nos quejábamos del precio de los percebes en los abarrotados cebatripas. No nos iban a estropear tan entrañables fiestas una nadería como esa… ¿Qué morirá aún más gente?.. pues feliz navidad a todos.

                Este virus moral, esta carcoma del alma, está destruyendo a Europa, y a nuestro católico país de católicos, con toda su rebozada y rebosante hipocresía, muy especialmente. Yo ya no sé si tenemos las conciencias dormidas, o es que están muertas. Hemos convertido a los inmigrantes en nuestros peores enemigos imaginarios, y lo hemos hecho escuchando a los monstruosos Trumps nacientes y a los diabólicos partidos que los arman y los desalman… Y la vieja Europa de los derechos humanos se ha corrompido y contagiado de ese sucio y ominoso cáncer, porque está (estamos) creyendo a los falsos profetas del nuevo racismo. El trabajo insidioso funciona así: por un lado envenenan las ideas, y por otro, arteramente, eliminan las banderas que salvan a náufragos sin patria ni pasaporte, inventándose la defensa de las otras: las banderas recogevoluntades y recogevotos.

                Por eso que yo no creo en las banderas. Porque son embusteras y cobardes. Mienten cuando nos hablan de justicia, solidaridad y derechos, pero le vuelven la espalda cobardemente a los Aquarius del mundo. Los abandonan, los dejan solos, los traicionan, les niegan su apoyo, su cobijo, su bandera, incluso los apuñalan por la espalda. Son banderas tejidas de mentiras. Yo no las quiero.

                Y por esto mismo también, desconfío de los políticos abanderados. Se envuelven en banderas de su conveniencia donde esconden el odio de su mensaje, su xenofobia enfermiza, su más ruin y exacerbado racismo, enfermizo y tremendamente contagioso, que inyectan en la ciudadanía a través de banderas contaminadas. En una bandera puede anidar la libertad de expresión, de pensamiento, o la represión, el fascismo y la violencia del pensamiento único. O envolver la llave de la cultura o un martillo de herejes. Puede revertir la educación en valores o en la más supina ignorancia… Una bandera es un señuelo, una caña de pescar con un cebo para coger peces. Fíjense en los que las portan y airean, y sabrán lo que quieren venderles a través de ella.

                Estas fiestas, como decía al principio, a mí me han llenado de vergüenza y de profundo pesar, entre tanto merry christmas y hosannas y glorias. Ojalá y la Navidad próxima, pueda remendar mi maltratada fe, y me ayude a respetar un poquico más la bandera de esa navidad, si el Aquarius volviera a navegar como el Ángel de la Guarda que es. Devuélvanle sus alas, y solo entonces creeré…

 MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php

viernes, 14 de diciembre de 2018

LA BIBLIA



Cuando decimos que “las cosas son como son”, eso no es una verdad absoluta, si no relativa, por no decir absolutamente falsa. Muchas veces, las cosas parecen ser lo que queremos que sean. Pero cuando las cosas vienen como vienen, las cosas acaban ocurriendo. Y eso mismo, en su doble versión, ha ocurrido en este caso que hoy expongo aquí, con este y bajo este título. Hace años, sí, muchos años, un alguien me dijo que por qué no escribía sobre el origen de La Biblia… Dónde, cuándo, quién, o por qué se escribió el libro de libros, tan venerado en todas las religiones (de origen) cristianas. Y lo hizo en un momento en que los “cursos bíblicos” estaban de moda en docenas de reuniones catequéticas y catequísticas por todo lo largo y lo ancho de la grey católica. Ni loco me hubiera metido entonces en un avispero de esos, aún con lo que ya llevaba leído sobre ello. Me faltaba fundamento, base, evidencia ante la ciega creencia. Y así mismo, tal cual, se lo hice saber: “pase de mí este berenjenal”… No hace mucho se publicó un libro escrito por un historiador y un arqueólogo, donde se vulgarizaba el lenguaje neocientífico todo lo descubierto, analizado y estudiado en ambos campos de investigación dentro de las últimas décadas, que, naturalmente, me metí entre pecho y espalda… Y hace unas pocas semanas, me vuelvo a tropezar con el mismo alguien, que, acordándose el jodío de años ha, me vuelve a lanzar la misma piedra. Solo que ahora sí que puedo hacerlo con mayor respeto, responsabilidad y conocimiento, que entonces. Si bien que en obligado formato “mini”..

                La Biblia empezó a escribirse apenas comenzado el siglo VI A.C., hasta aproximadamente el siglo II A.C., en varias etapas ininterrumpidas. Anteayer mismo. En un Jerusalén bajo el reinado de Josías, descendiente del rey David en la XVI generación, que no ocupaba más de 60 hectáreas y con un conglomerado de apenas 15.000 habitantes. Un villorrio. Tal era el mítico Reino de Judá. En ese reducido espacio, abierto a las influencias culturales helenísticas y comerciales con poderosos países vecinos, bullía un politeísmo importado, con templos dedicados a diversas deidades, que competían entre sí y compartían entre todos restando importancia al Templo de Salomón del lugar, centro de la entidad judía. Como reacción a tal estado de cosas, Josías emprendió una cruzada de purificación religiosa y afirmación de la propia entidad, destruyendo templos ajenos, prohibiendo cultos a dioses extranjeros, persiguiendo todo tipo de politeísmo. Fue el nacimiento del monoteísmo institucionalizado desde un poder central que asumía lo social-político-religioso. A partir de tal momento, el Templo de Jerusalén, con su Sancta-Sanctórum interno y sus patios externos, se constituyó en el símbolo sagrado de la nación (apenas una tribu) judía…

                Pero faltaba la consistencia escrita de la tradición, que durase y se transmitiese por generaciones. Así que durante décadas, e incluso siglos, extraordinarios de ebullición política, religiosa y social, de exharcebado nacionalismo judío, una élite de escribas, funcionarios de la monarquía, sacerdotes, ilustrados y profetas, se dedicaron a recopilar, en un núcleo de textos sagrados, dotados de un genio espiritual y literario sin parangón en la época, un relato épico-religioso basado y entretejido a partir de un rico conglomerado de textos antiguos y ambíguos, históricos y de leyendas, memorias y cuentos populares, anécdotas y crónicas tribales, cantos y poesía, y cuanto pudiera encajarse en un único texto de forma armónica, e identitario de aquella primitiva y primigenia nación judía. Una auténtica obra maestra y joya de la literatura universal.

                Siete siglos después de Cristo, las costuras de aquel reino/villa, estallaron en una abultada y expansiva población de regios funcionarios, una extensísima casta sacerdotal y de profetas, prósperos comerciantes, y un río imparable y contínuo de campesinos, refugiados y repatriados judíos de otras naciones… y es que antes, había sido invadido y destruido por los sirios, mesopotámicos y otros pueblos, acabando por la propia Roma. Pero el espíritu de la entidad judía prevaleció sobre todo, así como los viejos textos elaborados para que sirvieran a tal fin, y luego traspasados al nuevo y naciente cristianismo paulino.

                Pero lo que metafóricamente podemos llamar “el asalto a La Biblia” más importante y atroz, se ha venido cometiendo desde mitad del siglo XVII acá, desmontándose sus piezas, y volviéndolas a montar  para dar sentido al Nuevo Testamento recién incorporado, destruyendo ciertas “verdades”, construyendo otras,  intercalándolas e interpolando entre ellas, para que el Antiguo justificara al Nuevo, y así poder presentar todo el conjunto como “la palabra de Dios”. La cual, hasta hoy mismo, existen sociedades kukuxclanescas, como la Ecole Biblique, o la American School of Oriental Research, que no dudarían en matar (anatemizar y amenazar ya lo hacen) a cuentos no crean a pies juntillas que la jodida culebra mancilló a Eva de un manzanazo.- Y esa es la historia. Y esa es la arqueología. No hablo (ni me interesa) de la fé, ni del dogma. Hablo solo de la ciencia. Nada más… y nada menos. Y que cada cual se calce a sí mismo en sus zapatos y ande su propio camino… Y el que quiera encontrar, que busque.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php


El Mirador 14 de diciembre 2018 "PRESENTATE AL PRESENTE"

sábado, 8 de diciembre de 2018

RECORDEMOS LA HISTORIA



Alguien dijo en algún momento que ignorar la historia es la manera más inculta de suicidarse. Y si sabemos – deberíamos saberlo, al menos – que el hedonismo está casado con la ignorancia, y ambos son padres del desconocimiento y abuelos de la incultura, no se nos debería pasar por alto lo que hoy está ocurriendo en todo el mundo en general y en nuestro propio país en particular.

                En 1.924 se presentó por primera vez a unas elecciones democráticas en Alemania, el partido responsable directo de la II Guerra Mundial, y de la mayor mortandad habida en el mundo, no tanto por los sacrificados en la propia guerra como por la más salvaje explosión de xenofobia asesina en los campos de exterminio nazis. El partido de Hitler, entonces apenas sacó un 6% de los votos, y siguió bajando en todos los comicios hasta llegar a un ridículo 2,5% en las legislativas de 1.928. Nada preocupante. Pero en las elecciones de 1.930, los nacionalsocialistas obtuvieron casi el 20% de los votos, convirtiéndose en la segunda fuerza política alemana… ¿Qué es lo que había pasado en ese corto espacio de tiempo?. El Crash, la Gran Depresión, la crisis de 1.929, que afectó principalmente a Alemania y les obligó a sufrir una brutal inflación, a pagar salarios miserables, a instalarse unas desigualdades económicas insultantes, y abocar al país a una enorme pobreza. Esa, y no otra, es la historia, causa y motivo de lo que vino después.

                Hace diez años que la caída de Hermann Brothers propició nuestra más actual gran crisis económica de toda esta misma historia moderna. Una enorme recesión donde las empresas cerraban en cadena, el desempleo subía a cotas insostenibles, la prima de riesgo nos comía a dentelladas, la clase media caía y se empobrecía a ojos vistas, y los desahucios inauguraban una época de terror que aún no ha terminado. Una época de la que hemos heredado (a pesar del espejismo de volver a ver los restaurantes llenos y las fiestas a rebosar) un alto paro encubierto, unos sueldos de auténtica miseria – más del 20% de los españoles no llegan a los 700 euros de media, según el propio Ine – un riesgo de pobreza que supera el 15% de la población, la segunda mayor tasa de desigualdad de toda Europa, un sistema de pensiones en quiebra técnica declarada, y unas prestaciones sociales paupérrimas aún expuestas en el escaparate triunfalista del ayer, pero que cada vez se reconocen y se corresponden menos con la realidad de hoy.

                En el mundo, a resultas del estallido del pelotazo, solo el 1% de la población detenta cerca del 50% de la riqueza, 14 puntos más que en 2.008. Muy significativo, por cierto. Existen analistas que aventuran que la crisis fue provocada precisamente para eso, y los economistas anuncian que, al igual que las réplicas en los terremotos, el riesgo de otras explosiones de crisis existe, y es alto. En realidad, y aun sabiendo que todo fue provocado por los sistemas financieros a través de la banca, lo cierto es que los mismos sinvergüenzas, criminales y canallas responsables de ello, aún siguen impunes, sentados en sus poltronas, desde las que siguen manipulando, enriqueciéndose y comprando voluntades en políticos y gobiernos a los que ponen al mando. La crisis última fue dejando a los ciudadanos de todo el mundo (si bien a unos más que a otros) una sensación de abuso e impunidad latente y palpable. Tanto, que eso ha producido el fenómeno subsiguiente…

                …Y es que, igual que hace noventa años sucedió en Alemania, el mundo está asistiendo a un auge – yo diría animal, más que brutal – de la demagogia ultraderechista, de los neofascismos y nacionalismos fanáticos, de una siniestra xenofobia que igual enarbolan extremistas de izquierdas que de derechas (de hecho, ambos extremos se retroalimentan y se mimifican en sus métodos). Desde Norteamérica a Europa nacen, como la mala hierba, pequeños Hitlers que están utilizando los sistemas de las viejas democracias igual que entonces, para subirse al poder… EE.UU., Polonia, Hungría, Austria, Finlandia, Italia, Países Bajos... Políticos fascistoides en los gobiernos de Inglaterra, Bélgica, Dinamarca, Francia, Alemania… También aquí, en España, ha renacido la semilla del fascismo en sus herederos, en los nacionalistas fundamentalistas, en el auge repentino de Vox, en las neoizquierdas de origen burgués preñadas de privilegios…

                Y no es pesimismo, no… es tan solo que puro y duro realismo. El realismo que la propia Historia se esfuerza por transmitir, y que nosotros parecemos no querer ver en nuestra autoinducida ceguera. Pero ese mismo realismo nos dice también que, al igual que por las urnas se entronizó el mal hace ochenta años, secuestrando las libertades y usurpando los derechos humanos, por esas mismas urnas podemos desterrarlos del mapa. Aún estamos a tiempo (y esto no es pesimismo, si no esperanza). Solo de nosotros depende, antes de que ya sea demasiado tarde… “El mal no reside en quienes lo hacen, si no en quienes lo permiten” /Hanna Ahrent/.
               
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php


El Mirador 7 de diciembre 2018 "CUENTO DE NAVIDAD"

sábado, 1 de diciembre de 2018

PRESÉNTATE AL PRESENTE



Los seres humanos vivimos entre tiempos (no así los animales, que sienten, viven, un continuo presente). La mente de las personas, por alguna razón que se nos escapa, salvo que seamos la medida de algo, o estemos en la medida de algo – que a lo mejor lo somos y estamos – nos hace vivir nuestra existencia en tres tiempos que, aún siendo uno solo, sentimos tres distintos. Se ve que es la trinidad humana. Pero sí, nosotros sentimos en pasado, presente y en futuro. Es una facultad extraña, que nos hace ser especiales en la creación, o lo que esto fuera… Y es la sensación, quizá llegue incluso a ser el sentimiento, de haber vivido una vida pasada, estar viviendo la presente, y tener una imagen futura por vivir. Sin embargo, es una ilusión, un engaño, un blooff. Tan solo existe un solo tiempo, tan solo hay un único presente. Eso sí, dentro de la caja mágica del espacio, que es lo que nos despista. Por eso Einstein nos avisó de la relatividad…
                Cuando somos niños, vivimos un enorme, inmenso, y casi inacabable presente. Todo es nuevo para ellos y lo que nosotros fuimos. Todo es un descubrimiento continuo. Tenemos entonces un pasado corto, virgen, escaso y confuso, algo así como si hubiéramos traspasado un ligero y tenue velo placentario que nos empujaba fuerte hacia adelante, y que tiraba flojo hacia ningún pasado… Solo un ancho presente y un intuido por largo futuro… Tan largo, que apenas teníamos otros ladrillos para construirlo que los que nos proporcionaba nuestro monumental presente, y sin la argamasa que supone para fijarlos el recuerdo de un pasado. Fantasías, ilusiones, de lo que cada cual podía llegar a ser, a fabricarse, según su presente… En mi niñez de posguerra, algunos críos levantábamos y dibujábamos en la poca arena de aquella poca playa, rudimentos de casas, calles, carreteras, coches y personas, con guijarros, que representaban un futuro nuestro dentro de un nivel que no existía ni de coña, pero que nos adelantaba aquel Cinema Paradiso que era el Carthago de nuestro pueblo. Sueños ilusos que luego se iban ajustando a otra realidad distinta.
                …¿Pero qué es la realidad, sino un presente forjado de pasado?. Cuando esa realidad fantaseada de juegos infantiles se manifiesta después, con mayor o menor rigor, en la madurez de cada cual, nos creemos dueños y señores de nuestro incontestable presente. Heme aquí, en medio de mi pasado y de mi futuro y amo de ambos. Con una serie de planes, y proyectos, y aspiraciones, y ambiciones para atar lo que quiero y espero de mi plan de vida… He estudiado una carrera – si se ha tenido esa inmensa suerte, claro – o he trabajado orientando mi existencia hacia este o aquel objetivo. A veces, las circunstancias te ponen en una dirección marcada, y eres lo suficientemente cobarde como para no salirte del camino… Pero sea como fuere, tenemos por delante tanto futuro como pasado al coleto, y aún queda lana en los moldes suficiente como para seguir tejiendo una buena bufanda para tu vida, que te bienabrigue de los posibles fríos del mañana. Nos comemos el mundo, sin darnos cuenta que es el mundo el que nos come a nosotros. Pero eso es porque nuestros tres tiempos están en su fiel de la balanza, los tenemos equilibrados, en perfecta equidistancia, y nosotros somos y representamos ese mismo fiel de esa misma balanza.
                Sin embargo, la vida es inexorable. Demasiado inexorable. A veces, despiadadamente inexorable. Y en un tris estás apeado de esa posición en que crees manejar el timón de tu existencia. Y de pronto te encuentras atrapado en un presente sin presente. Tanto has vivido durante tu niñez, juventud y madurez enfocado al futuro, que llegas a él, y te encuentras que ya no tienes futuro. Casi que no te queda futuro. Apenas un poco, prácticamente el depósito de combustible se va inclinando hacia el cero… Ya cuentas el futuro por meses, por semanas, por días… Y te ves a ti mismo con un descomunal pasado que ya no te vale para nada. Tan solo para recordarlo. Mala cosa. Cuando uno se refugia en su pasado es cuando ha vendido su presente por el plato de lentejas que le queda de futuro.
                Yo ya no vivo mi presente, de eso soy consciente. Si acaso, vivo el presente de otros, de aquellos que me rodean y de los que me rodeo. Ya estoy pegándole bocados al poco futuro que me queda. Pero me doy cuenta de lo tontos que somos los que creemos plantar un frondoso árbol en un futuro en el que apenas cabe una maceta de perejil. Solo de niños fuimos auténticos amos del tiempo y dueños absolutos de nuestros sueños. Únicamente los que se aferraron a su hoy, hicieron su vida en el presente, y del presente su vida. Solo los que no se ataron a su pasado ni se vendieron a su futuro fueron afortunados… Los demás, que nos lanzamos a un futuro de fantasmas y nos refugiamos en un pasado de espectros, perdimos el gran don del presente… Y eso mismo, que por aquí andamos mientras andemos.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php


viernes, 30 de noviembre de 2018

El Mirador 30 de noviembre 2018 "BIENVENIDO MR.FASCIO"

domingo, 25 de noviembre de 2018

CUENTO DE NAVIDAD


Cada año, por estas fechas, Hacienda, o Loterías del Estado, que es lo mismo pero la parte lúdica y festiva,  no por eso menos recaudatoria, del erario público, nos inyecta en vena el anuncio institucional de la Lotería de Navidad. Hay que mover los corazones en dirección al bolsillo. Siempre tocando la fibra del ciudadano. Eso ayuda a que el contribuyente forme largas colas de voluntarios ante los expendedores de ilusas ilusiones. Jamás se ha contribuido a las arcas del Estado con tanto afán y alegría… Este año, Juan, un tipo solitario, resentido y mezquino, egoísta e insolidario, que se ve atrapado en una especie de Día de la Marmota que le permite prever que el premio gordo de Navidad es el que le ha ofrecido la señora de su bar de la esquina, y que rechaza sistemáticamente por su malla follaíca congénita, se apresura a comprarlos todos. No sé si para enriquecerse él solo en el barrio, o si para joder a los demás, o ambas cosas a la vez… Pero, ¡oh, milagro del navideño espíritu!, de repente se vuelve humano, se solidariza con una pobre chica en desgracia, y se convierte, por arte del guionista, en el ser más generoso sobre la tierra, compartiendo, incluso fiando, su premio con ella… Un cuento perfecto, al mejor estilo de Charles Dicquens, para tan inefables fechas.

                El mensaje es meridianamente claro: comprar Lotería de Navidad significa compartir. Nos convierte en seres  generosos y sensibles, fomenta la solidaridad humana. Guay, requeteguay… Pasemos todos por taquilla con flores a María, que madre nuestra es… donde se nos expenderá carnet de solidario institucional. Ya no se trata de hacernos ricos, millonarios, de agarrar un buen pellizco que cubra nuestras leves o pesadas necesidades, no… se trata de… (redoble de tambores, por vafor), ¡compartir!... ¡Y vaya si compartimos!. Primero con Ntra. Sra. De Hacienda, que agarra su 20% cuando le abone un premio que usted – y otros como usted – se ha financiado previamente comprando el décimo… y luego le espera al año siguiente en su Declaración de la Renta para volver a ordeñarlo por lo mismo. Después ya tendrá usted sus agujeros que tapar, y de paso, por los que también cotizar, en Ivas y tonterías varias.

                La estrategia es clara: Utilizar estereotipos humanos para idealizar un acto que es de pura naturaleza egoísta, no menos humana por otra parte. Compro para ver si me toca a mí, no para que toca a los demás, claro. Pero, naturalmente, con el enjuague de entrañas tras pasarnos el mensaje publicitario de Navidad, viene a ser algo así como la limosna que se da para tranquilizar la conciencia. O como aportar nuestro óbolo en las diferentes campañas navideñas para tratar de equilibrar el absurdo consumismo al que nos dedicamos en estos días. Obedece al mecanismo psicológico de la compensación. Me asocio a tal Ong contra la explotación infantil, por ejemplo, para re-equilibrar el que luego compro en tiendas cuyos artículos bien sé que se fabrican con tan inhumano método, porque me ahorro mi buen dinerito… Es como aquel “no desperdicies la comida, cómetela, que hay negritos que pasan hambre”, como si fueran a dejar de pasarla si tú te inflas… La cuestión es que la conciencia es una maquinaria muy delicada, a la que hay que engrasar de vez en cuando para que no chirríe y nos despierte de nuestro plácido y autotejido sueño. Y existe la conciencia social, igual que existe la conciencia personal. Lo malo es cuando queremos diluir la segunda en la primera, como en este caso.

                Que esa es otra… Solemos (o nos suelen) fabricar prototipos sociales que nos conducen a ello. Por ejemplo: las personas extroverdidas, sociables, que hacen de su vida una contínua e intensa relación, una inacabable sucesión de eventos, comidas, cenas, saraos y fiestas, suelen ser seres  generosos, solidarios, etc., mientras los adustos, solitarios e introvertidos, son todo lo contrario, egoístas encerrados en sí mismos. Sin embargo, esto es una visión demasiado simplista y estereotipada. Es posible que lo primero sea una huida, personas que les dá miedo estar a solas consigo mismas, que les espanta la introspección, el análisis íntimo, la meditación, y que utilicen su sociabilidad como una vía para escapar de sí mismos. Puede ser. Como también conozco algún tipo solitario, amante de su intimidad, de su discreción, que está asociado a una docena de Ong´s y colabora con todo quisque. Que lo que ha hecho, como humildemente confiesan no sin cierta vergüenza a pocos íntimos, es porque prefieren gastar lo que consumen en “comicenas”, en estas otras cosas… Simplemente han cambiado un cromo por otro. Y sin proclamarlo ni presumir de nada, sin aspavientos farisáicos, que también abundan mucho en estas fechas, por cierto…

                Por eso yo no creo en los Juanes del anuncio, donde se obra el milagro de la conversión instantánea, en vez de ser un lento proceso de maduración. Puede ser, pero no es normal. Lo normal es que en los Juanes raritos y encerrados en su aislamiento, haya de todo, egoístas y generosos, solidarios e insolidarios, sensibles e insensibles… o maravillosas personas con apariencia de ogros. Pero no me cuenten más cuentos, por favor…

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php


viernes, 23 de noviembre de 2018

El Mirador 23 de noviembre 2018 "MANIPULADOS"

viernes, 16 de noviembre de 2018

El Mirador 16 de noviembre 2018 "SE TU MISMO, DICEN..."

jueves, 15 de noviembre de 2018

BIENVENIDO, MR. FASCIO



Si nos fijamos un poquico, solo un poco (tendemos a emborracharnos de panycircus y evadirnos de la realidad) en la rueda de la historia, deberíamos de darnos cuenta que el nazismo, el fascismo, se resiste a morir. Que en su apenas escaso siglo, mientras que, por un lado, estamos barriendo las últimas cenizas de los responsables del mayor genocidio de la historia moderna, motivado por la orgía sangrienta de la xenofobia nazi, por otro estamos abriendo las puertas a un nuevo concepto fascista actual, aún con los mismos clisés antiguos. De hecho, incluso se enlazan unos con otros, aún con la misma doctrina central, pero con la apariencia de doctrinas opuestas. El supremacismo de un Torras, de un Puigdemont, idénticos al de un Hitler, si bien sus aliados de fortuna, anticapitalistas y de extraña factura – yo diría fractura – izquierdista, visten hábitos contrarios pero adoptan y se adaptan al absolutismo integral del fascismo. Todo es tan tremendamente confuso como clarificador a la vez, y es que vivimos unos tiempos en que un nuevo fascismo nace de las cenizas de otro que muere.

                Hay aún leyes y justicias que todavía siguen la pista de los últimos criminales del holocausto, que se refugiaron en EE.UU., Sudamérica, y muy especial y abundantemente en la España franquista, donde Iglesia y Estado les concedieron hasta nuevas personalidades e identidades, incluso entidades religiosas, y donde nunca existió la extradición de tales asesinos genocidas para ser juzgados. Pero aún están cayendo por ahí.  Jakiw Palig, en Florida, Michael Karkoc, en Haway, todos ya despojos de 90 y 95 años, enfermos y agotados. El primero de ellos, por ejemplo, se da la absurda circunstancia que está reclamado por Polonia, al ser un nazi polaco que colaboró activamente en los campos de exterminio de su propia patria sometida, y lo trincan ahora, cuando en esa misma Polonia hay un gobierno de extrema derecha que amenaza su propio régimen democrático y sus relaciones con Europa. Patético. Un neofascismo procurando la eutanasia de un viejo fascismo.

                Pero es que, mientras esa misma Europa mantiene abiertas, como en un réquiem, esas viejas causas contra ese viejo fascismo, en ella se van abriendo avanzadillas de otro fascismo actualizado. Polonia, Hungría, Austria, Italia, Países Bajos… son los nuevos frentes de los viejos tiranos, y vienen de la mano de las propias democracias. Elegidos por la propia ciudadanía europea, Los Orbam, Salvini, y un cada vez más largo etcétera son los brotes del nuevo nazismo en la ya castigada Europa. Los revivales populistas de todo cuño igual apuntan en la misma dirección (véase Cataluña, por ejemplo). Ese nuevo supremacismo, eso sí, está cambiando los campos de exterminio por los campos de refugiados, vale, pero es la misma semilla del diablo. Cambia la represión interna por la represión externa, pero son las mismas mujeres, niños, hombres y ancianos que en Mauthawsen, si bien sin cámaras de gas. Ejerce la xenofobia violenta en las fronteras, aunque Italia empieza a ejercerla en sus calles. Y se practica la doble moral de las apariencias y los hechos. Se persigue un nazismo y se abren las puertas a otro…

                Pero es que en los EE.UU. está ocurriendo exactamente igual. Colaboran en la liquidación del hitleriano mientras comienzan a practicar el trumpismo. Conceden extradiciones de los últimos monstruos de las SS, al mismo tiempo que crean sus propios campos de concentración y separan a las familias, a los hijos de los padres, internándolos en gigantescas jaulas. Porque Trump es un Hitler que aún no puede exterminar, aunque lo haría si pudiera. Lo mismo que sus homónimos europeos, a los que ayuda a imponer el nuevo supremacismo… Vivimos esos tiempos macabros que con una mano apagamos mientras con la otra aventamos.

                Aquí, en nuestro país, el PP se ha visto obligado a posicionarse en un tema que ya huele a cascajo (la exhumación de nuestro fascista) que habrían preferido eludir a perpetuidad, pero que la determinación del Gobierno los ha dejado totalmente descolocados, y han tenido que adoptar la abstención a la hora de votar en el Congreso. Por un lado deben contentar a sus votantes demócratas y limpios, a la vez que cuidar la propia herencia histórica, que se les va por donde Vox. Los hijos y nietos de los que ganaron la guerra y aún buscan la oposición frontal de la calle y el enfrentamiento. No obstante, lo menos malo es abstenerse antes que votar a favor, lo cual los retrata como los herederos de donde provienen. Casado, su actual líder, intenta justificar su ambigua postura acusando a Sánchez de abrir heridas en vez de cerrarlas, pero sabe que es su partido el que ha rechazado siempre cualquier fórmula de reconciliación, cualquier intento de cerrar tales heridas…

                La resistencia del PP a condenar la dictadura, sus sistemática hostilidad hacia las víctimas del franquismo, sus esfuerzos por convertir la Memoria Histórica en Silencio Histórico, ha dibujado un panorama político tan incomprensible en su principio para el resto de Europa, como para la propia Onu. Pero es desgraciadamente coherente en la actualidad con lo que está ocurriendo en esa misma Europa. Y es que estamos asistiendo a un fascismo con billete de ida y vuelta, en que aún condenamos lo que de nuevo abrazamos. Y donde estamos dando la bienvenida a lo que un día despedimos. Hoy, los dos fantasmas andan extrañamente juntos.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php


lunes, 12 de noviembre de 2018

MANIPULADOS



El control mental del ser humano ha sido una constante en la historia de ese mismo ser humano. El controlar a las masas es prioritario para cualquier ideología, fé, estado, o estructura de poder. No importa cómo. En los años treinta, los estados totalitarios, fascistas y comunistas, desarrollaron órganos represivos y desinformativos de control, como el KGB soviético, o las SS nazis (aquí importan poco las izquierdas o las derechas, si no los métodos) en que sometían a su ciudadanos a un control absoluto de su libertad de pensamiento para luego llegar a su libertad física e integral. Pero no podían llegar a toda la ciudadanía por completo, ni podían manipularlos individualmente persona a persona. Tenían un límite, que eran sus propias fronteras. Si querían expandirse en los países democráticos, como el ejemplo comunista, debían introducir agentes que formaran grupúsculos de pensamiento único, dirigidos a fomentar y difundir su inyectada ideología. No critico aquí la ideología, si no su absolutismo.

                Hoy, sin embargo, ya no existen límites técnicos ni humanos para controlar mentalmente a la gente. Gracias al Big Data, a los sistemas de redes, a la inteligencia artificial – y artificiosa – o al aprendizaje automatizado, entre otros, por primera vez empieza a ser posible hackear a las personas, influir en su pensamiento, manipularlo e incluso decidir por ellos mismos. Tal capacidad existe, y es mundial, como Internet. El mejor ejemplo lo tenemos en el terrorismo islámico. El arma más poderosa del Eis no es la fuerza militar, si no la red mundial y sus técnicas de captación. Pero eso no queda ahí, si no que llega a todo ser humano de toda democracia a través de la nueva manipulación soviética (Putin) con el empleo de las más modernas técnicas (Trolls) para la difusión de noticias falsas, incluso personalizadas por grupos de pensamiento humanos.

                Nosotros nos dejamos en las redes a través de los móviles y ordenadores que usamos, constantes retazos de nosotros mismos con que se elaboran perfiles sociales, y con ellos un monstruoso mapa biométrico de toda sociedad de todo país de todo continente… Ese inmenso poder informático permite que se nos pueda manipular y controlar a través de nuestras tendencias, de la manera más sutil y artera, y de la forma más efectiva que nunca se haya conocido ni podido imaginar siquiera. Y no es ciencia-ficción. Hoy, por ejemplo - y es un ejemplo muy simple pues hay muchos y mucho más sofisticados - todo el mundo recibe la oferta de un servicio de remisión de noticias (sean éstas verdaderas o falsas). Es gratis… Bueno, usted paga con su atención.. Y hay medios para captar la naturaleza de las noticias que a usted le interesan específicamente. Ese es nuestro talón de Aquiles. Todos tenemos nuestras personales tendencias. Con ese Caballo de Troya se pueden introducir manipulaciones en la conducta humana a través del falseamiento de noticias.

                Sigamos con el desarrollo de tal ejemplo: Una persona partidaria de la línea dura contra la inmigración, recibe una noticia sobre inmigrantes que violan a mujeres. Con esto se alimentan y refuerzan las actitudes xenófobas… O, supongamos que a otra persona que piensa que todos los antiemigración son fascistas, se le envía la noticia de blancos neonazis que atacan y palicean a emigrantes, o a extranjeros en el Metro. No solo la primera noticia provoca la segunda, como reacción, si no que crea una polarización extremadamente tóxica y dañina en la sociedad. Así, se dan suelta a las de un tipo u otro, según el resultado que quieren obtener determinados y oscuros intereses. Nosotros, el ciudadano de a pié, somos la caña, el sedal, y el cebo…

                Todo esto, aunque no queramos reconocerlo, está ocurriendo en el mundo. Y mucho. Así se ha obtenido el poder para un orangután peligroso como Trump en un país como América, y así se consiguió el Bréxit en el Reino Unido, y así están accediendo el fascismo y el populismo más retrógrado en las viejas democracias europeas, y así se está alimentando el problema catalán y otras escisiones nazi-onalistas, y así se está dirigiendo nuestra atención a unos u otros conflictos, según convenga a los que conviene… Y el caso, es que no podemos largarnos a una de las lunas de Marte, o vivir aislados en una cueva de un monte. Ni es posible, ni tampoco es la solución. Yo, que me repito más que el ajo, siempre digo que el antídoto es la Cultura, pero no la mediática, que es subcultura, si no la auténtica; no la estrecha, si no la ancha; no la de con minúsculas, si no la de con mayúsculas. Pero expertos y sociólogos empiezan a decir que se limiten los tiempos, que se diversifiquen los temas, que se busque la variedad en temática y monotemas, que se esté abierto a todo y cerrado a nada, que se amplíe la atención y no la encerremos, entre otras cosas. Que nos enriquezcamos y no nos empobrezcamos mentalmente.

                Es posible, no lo sé. Lo único que digo es que nunca hemos estado tan cerca del universo orwelliano como en la actualidad. Que jamás me he sentido tan acosado por el mundo del pensamiento único como hoy… Las dictadura ya no están en los sillones presidenciales… están en el aire…

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php

               

domingo, 11 de noviembre de 2018

De lo divino y humano: EL ATEO ESPECULAR

De lo divino y humano: EL ATEO ESPECULAR: El ateísmo no es no creer en Dios, sino no creer en uno mismo.  Los ateos que no creen en un dios determinado de una religión determi...

viernes, 9 de noviembre de 2018

El Mirador 9 de noviembre 2018 "EL ATEO ESPECULAR"

martes, 6 de noviembre de 2018

SÉ TÚ MISMO, DICEN...




Sé tú mismo. Es una afirmación bonita que se nos repite desde todas partes, desde cualquier material de autoayuda a cualquier filosofía liberal, pasando por cualquier manual de seducción personal. Siempre se dice eso: sé tú mismo…. Pero, aparte de lo atractivo que resulta ser uno mismo – por eso se pregona – realmente pocas veces resulta ser liberador, y muchas veces suele ser una fuente de conflictos. Literalmente, si yo me siento ofendido por determinadas cosas (y todos tenemos esa capacidad), cuando suceden, ¿he de exponer mi ofensa y mostrarme como soy?.. esto es, enfadado, dolido, reactivo, violento, rechazado… rellene la línea de puntos como se sienta a sí mismo. Si lo hago, lo más seguro es que provoque una reacción contraria en otros que también se están mostrando en ser cómo son, ¿no?.. El conflicto aparecería y la diplomacia se destruiría. Luego esa afirmación tiene sus límites, y si se limita el manifestarme tal como soy, tan bello consejo es, al menos en parte, un tanto falso.

                Aquí se me dirá… bueno, tú mismo, pero sé prudente, no lo manifiestes según con quiénes, y guárdalo para ti o para compartirlo solo con los que sientan como tú o respeten tu manera de pensar o de ser. Vale, entonces seré yo mismo conmigo mismo, hasta que conozca bien el personal que me rodea. Pero, claro, ¿cómo voy yo a conocer a ese personal con los que me trato, si no se comportan como son ellos mismos, y todos seguimos la misma pauta?.. Y aquí se cierra el bucle del dilema. Al final, la cuestión es que, nos guste o no, habremos de cocinar tal recomendación de ser uno mismo a fuego lento, con una pizca de respeto y otra pizca de disimulo. Y si encima, por no dejar de ser uno mismo, naturalmente, lo decimos y reconocemos así, tal cual, entonces nos pueden encasquetar la etiqueta de ser unos falsos como la copa de un carrasco, o sea, pura hipocresía.

                Menudo problema. Porque esa es otra. Decimos mucho lo del “yo soy así, y tienes que respetarme”, pero si yo soy un cabroncete, ¿quién leches me va a respetar?.. Y es dudoso tal respeto, porque siempre creemos, invariablemente, que el cabrón es el otro. Y si no queremos líos, entonces entra el segundo ingrediente: el disimulo. Aparentamos una normalidad que en realidad no existe, y que nos irá distanciando poco a poco de esas personas. Y todo, por ser nosotros mismos… Por supuesto, siempre existe la tercera vía, esto es, así soy y así me comporto, si quieres me aceptas y si no que te den (y me den) pipas… Y quizá sea la fórmula más natural y naturalista que exista, el mostrarnos “a pelo” y aprender civilizadamente a soportarnos los unos a los otros, como Dios nos está soportando a todos. Y que aprendamos a perdonarnos por ser nosotros mismos. Y puede que de ahí venga todo lo demás, o sea, la diplomacia, el disimulo y el buen rollito… La verdad es que yo no alcanzo a saberlo muy  bien, pero por ahí debe de andar la solución.

                Y no es que yo vaya en contra de consejo tan hermoso, no, lo que me digo es que hay que tomarlo con una generosa dosis de cautela, pues para poder mostrarnos tal y como somos nosotros mismos, creo que aún no estamos preparados. Tanto para ser y que nos vean como somos, como para afrontar las consecuencias de ello. Ya saben. Desvístanse en una playa nudista, pero no en la puerta de la iglesia de su pueblo. Y no me voy a poner lacitos hipócritas, que lo digo empezando por mí mismo. Que yo soy pecador y me confieso como tal, y tampoco acepto a mucha gente que son como son. Y que si alguien me dice que sea yo mismo, que me acepta así, o esa persona es un héroe, o un santo, o un mentiroso, o un gilipollas. O no se conoce a sí mismo.

                Ya… ya sé, me conozco la fórmula mágica que lo convierte todo en algo muy civilizado. Esa tan manida de “lo respeto pero no lo comparto”. Guay. Yo la digo también, aunque reconozco que cada vez menos. Solo cuando se me escapa. Pues no deja de ser un eufemismo, porque es muy difícil respetar lo que no se comparte de buen grado. Es solo eso, una fórmula de compromiso que nos permite pasar de puntillas y salvar una situación incómoda. Porque no compartir es una manera de rechazar, una forma light de estar en contra, una manera educada de oponerse,  y hay que ser muy virtuosos para respetar aquello que rechazamos. Lo que pasa es que el lenguaje es como un ropaje con que disfrazamos los sentimientos… Y si los disfrazamos, pues eso, que el “sé tú mismo” es más como una declaración de intenciones que una voluntad real.

                Bueno, vale, de acuerdo, pero inténtalo al menos, joío, leches, que eres único poner en duda cualquier escaparate, por bonico que éste se vista, cagonlamar… Pues sí, intentémoslo. Quizá, y ojalá y así sea, hago votos por ello, llegue el día en que todos podamos ser nosotros mismos integralmente, mostrándonos desnudos, tal y como somos, tal y como cada uno es. Ese día serán un nuevo cielo y una  nueva tierra.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php

domingo, 4 de noviembre de 2018

El Mirador 2 de noviembre 2018 "7 SIGLOS DE GARANTÍA"

viernes, 26 de octubre de 2018

El Mirador 26 octubre 2018 "MISTERIOS DE LA CRIPTA"

PROGRAMA MISTERIOS DE LA CRIPTA

miércoles, 24 de octubre de 2018

EL ATEO ESPECULAR



El ateísmo no es no creer en Dios, sino no creer en uno mismo.  Los ateos que no creen en un dios determinado de una religión determinada son solo ateos religiosos, nada más. Son de los que dicen – o deberían decir – no creo en tal o cual diós, pero creo en este otro. Es el caso de los islamistas actuales, o de los católicos medievales, por ejemplo. Ambos se montan cruzadas del suyo contra el del otro, y se llaman mutuamente infieles… ¿Pero en qué Dios no crees?, les preguntaba yo a los ateos integrales… “En ninguno”, contestaban, con lo que daban por supuesto tácito la existencia de varios dioses. O, si cosechabas un raro y extraño “en mi Dios solo, y punto pelota”, estaban reconociendo la de su exclusivo y personal Dios. Ernesto Cardenal creo que fue quién dijo que no se puede ser ateo de algo en lo que no se cree, sino de algo en lo que se cree. Yo digo lo del principio de este párrafo, y es que si nos reconocemos a nosotros mismos, estamos viendo un reflejo, por pálido que sea, de Dios, así que si no creemos en Él, tampoco creemos en nosotros…

                La libertad de culto en las sociedades avanzadas reside en que cada cual elige su propio Dios a través su particular confesión. Lo que pasa es que casi nadie elige por sí mismo, si no que se lo eligen otros por él. Sus padres, a ellos sus abuelos, la sociedad, la costumbre… tradición la llaman con veneración, pero en materia de dioses lo llamamos fé. Y estamos dando culto a una fe heredada, no elegida. Así que el mostrarse ateo de ese dios no es mostrarse ateo de Dios, sino una tradición adorada por la peana, que es el fundamento básico, al fin y al cabo, de todas las religiones… Zeus, Júpiter, Amón Ra, Quetzacoalt, Alá o Pachamama, qué más dá… Cuando alguien dice que el único y verdadero Dios es el de Cristo, el de Mahoma, el de Moisés, el de Zaratrusta o el de Hermes Trimegisto, está empobreciendo a Dios tanto como se está limitando a sí mismo, porque no es que existe un solo y único Dios verdadero, y los otros sean falsos, o de segunda categoría (lo que implicaría su existencia), si no que todos los dioses existentes o que puedan existir, convergen sus existencias en un solo y único punto: el ser humano que lo crea a su propia imagen y semejanza. Yo puedo ser ateo de todos y cada uno de los dioses, pero no puedo serlo de la suma de todo incluído yo mismo. Eso es un imposible.

                Por eso Hermes, Zoroastro, Jesucristo, Buda… se esforzaron por transmitirlo, pero la gente terminó por compartimentarlo y fabricar religiones con sus mensajes, que, en definitiva, es un solo y único mensaje. El Mensaje es de integración cósmica, sin cabida ni lugar para las religiones ni los ateísmos. Sin embargo, las propias religiones nacidas de tal Mensaje se encargan de des-integrar y dividir a la humanidad en nombre de sus propios profetas de diferentes credos… y de ahí, precisamente, el nacimiento de los ateísmos.- Paradógicamente, sin embargo, todos integramos en nosotros a las distintas grandes fés que en las religiones (llamadas Del Libro) se han esforzado en hacerse distintas, e incluso enemigas. Yo mismo llevo en mí ideas del credo judío e islámico en comunión, o contraposición, con el cristianismo que, a su vez se ha dividido en varios catolicismos. Y todos ellos coronados en un diós celoso, todopoderoso y ominoso, en cuyo nombre se han librado conquistas, cruzadas, guerras santas y sangrientas luchas para justificar el poder y el dominio de sus representantes en la tierra. Para eso trabajan sus prelados, sus ideólogos, sus publicistas y políticos, y para eso están las legiones de fieles y seguidores, para desatar campañas confesionales, ciegas y obtusas, en nombre de cualquier dios imposible. Es perfectamente lógico y normal que existan los ateos y los ateísmos entonces…

                Pero ya digo, exactamente igual que el ateo no cree en el dios que no existe, yo tampoco creo en un ateísmo que no cree en el dios equivocado. Es todo el reflejo del mismo error, de la misma falsedad. Que en un espejo se refleje una imagen no dá por cierta la existencia de esa imagen – que puede ser impostada – pero sí asegura la existencia del espejo. Y esto es así porque, en definitiva, a Dios tenemos que vislumbrarlo a través del género humano, de sus criaturas, de su creación de la que somos partícipes para bien o para mal, pero no por lo que digan los dogmas de las personas, que solo traducen parte de la verdad en su propio interés de dominio, influencia y poder. Dios no es lo que dice la gente, por lo que nuestro ateísmo es hacia un mensaje torcido (cuando no retorcido) de lo que se obliga a creer que es Dios
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                Yo soy más ateísta que ateo. Porque creo en las causas de increencia más que en la increencia misma. Solo hay que meterse en su esencia, pues tiene sus motivos pero carece de sustancia. Un ateo no debe de caer en la trampa de no creer en lo que es increíble. Por eso dudo del ateo real, no así del circunstancial. Y no creo en el ateo total, si no en el parcial… ¿Ateísmo general?.. Puede, pero no capital… Menudo tole-tole el de hoy, acho, tío… Tal cual, don Pascual…

 MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php


miércoles, 17 de octubre de 2018

7 SIGLOS DE GARANTÍA


Bélgica no es solo la sede del Parlamento Europeo, ni la cuna de partidos nazis que dan apoyo a Puigdemont, ni tantas cosas contradictorias que nos evoca y provoca el nombre de Bruselas. También existe un pueblo allí, de unos 40.000 habitantes, Geel, con todos los atractivos de estas pequeñas ciudades belgas, que tiene y mantiene una curiosa actividad desde hace siete siglos, unida a una tradición medieval, quizá una leyenda, que cuenta que, allá por el año 600, un rey de la lejana tierra irlandesa enviudó de su atractiva esposa, y quiso componer su vacío con las más hermosas mujeres de su reino, frustrándose siempre cualquier intento. Y como que tenía una hija, Dimpna, que a sus quince años era tan bella como su madre, el monarca quiso desposarla… Ella, aterrorizada por tan incestuosas y enfermizas pretensiones, huyó a refugiarse en Geel, en compañía de un clérigo de su absoluta confianza. Pero su progenitor la encontró, y loco por su negativa, acabó por decapitarla.
                Hasta aquí lo terrorífico. Luego viene lo balsámico. Se cuenta que ese arranque de insana locura fue curado por su hija Dimpna tras su violenta muerte, que arrancó al diablo de la mente de su padre. Así que, los de Geel, convencidos de la capacidad sanatoria de su joven mártir, en el siglo XIII se le empezó a rendir culto como santa, se le instituyó en patrona de los enfermos mentales, y se erigió una iglesia en su nombre, ya en 1.349.- Desde entonces, los peregrinos buscan una cura o alivio a sus males acudiendo masivamente a rendirle un novenario. Fue tal su fama, que se tuvo que edificar un centro asistencial junto al templo, que pronto quedó escaso para acoger los pacientes que venían. Ante tal imposibilidad, comenzaron a alojarlos con familias del lugar a cambio de una muy leve compensación económica. Muchos de ellos se encontraban tan bien acogidos, y se sentían tan felices, que ya nunca volvieron a sus lugares de origen, viéndose curados de su mal, con el tiempo, una mayoría de ellos. Geel inició así un reconocido periplo de fórmula alternativa de tratamiento a enfermos mentales que viene durando la friolera de setecientos años.
                En la actualidad, más de 200 familias acogen enfermos de esquizofrenia, depresión, epilepsia, paranoia, alucinaciones, ansiedad, trastornos de la personalidad, bipolares y obsesivo-compulsivos de la alimentación… Reciben una ayuda del Estado de 600 euros, y son seguidos, controlados y apoyados por las autoridades sanitarias y doctores especialistas. Por supuesto, en la comunidad médica este experimento social tiene sus defensores y sus detractores, pero los resultados obtenidos durante 7 siglos son claramente positivos: se espacian las crisis, se aminoran los problemas en los enfermos, se reducen hasta en un 60% la medicación… y llegan incluso a tener una existencia normal. Y son cientos de niños, jóvenes, adultos, que, como un miembro más de la familia de acogida, se integran de pleno en las labores usuales de la comunidad. Unos están meses, otros años, otros el resto de su vida…
                El debate científico está abierto desde el siglo XIX, y ya en 1.902 el Congreso Internacional de Psiquiatría de Amberes proclamó que Geel es un modelo a imitar, pero tal llamamiento fue ignorado y silenciado. Sin embargo, el modelo sigue funcionando, y funciona bien, muy bien, hasta el día de hoy. Yo me he atrevido a traerlo esta semana a mi columna, porque creo que hemos de reactivar la polémica, a ver si sirve para algo. Es obvio que nuestra sociedad es una sociedad enferma, cada vez con más y más personas que precisan tratamiento mental continuado en mayor o menor grado. Y que lo que aquí salta a la vista es una pregunta difícil de contestar: ¿por qué estos enfermos, en su entorno natural y con sus propias familias no obtienen la mejoría y alivio que en otras comunidades sí le procuran?.. No es una pregunta retórica. Estamos ante una experiencia de 700 años que la avalan. Naturalmente, yo no estoy capacitado para contestarla, pero sí que estoy decidido a exponerla y defenderla. ¿Por qué, ese modelo que ha dado, y sigue dando, tan buenos resultados, no se promociona y favorece?.. Quizá mi muy estimado amigo J.J., eminente profesional y excelente ser humano, me lo diga al oído algún día. Y entonces puede que llegue a entenderlo.
                Por supuesto, este artículo de hoy está dedicado a todas las familias en las que alguno de sus miembros padecen problemas mentales, y que los sufren ante la práctica indiferencia de los que no tenemos tal problema. Que tampoco somos tantos si nos contamos a nosotros mismos. Y lo dedico con todo cariño a todas aquellas organizaciones que, como el Prometeo de mi pueblo, intentan afrontar un reto tan valiente con tanta generosidad y desprendimiento… Mi intención es solo darles voz, sacarlos a la realidad y exponer un mal que ya no es vergonzoso, si no ominoso, y que lo produce la propia sociedad y nuestro equivocado estilo de vida.. Pero que también la propia sociedad oculta resortes y recursos que pueden revertir la situación. A la vista está. En Geel lo llevan haciendo la friolera de siete siglos. Está probado, comprobado, demostrado y documentado, por lo tanto, es posible. La cosa está en querer hacerlo y en cómo hacerlo. Vamos, digo yo…
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php

miércoles, 10 de octubre de 2018

MISTERIOS DE LA CRIPTA


…O lo que es igual, Misterios de la Administración. Porque la administración, la nuestra al menos, es una cripta llena de historias de misterio, un costoso, esplendoroso y fastuoso mausoleo, de enormes proporciones, donde, muchas veces, cumple el objetivo opuesto para el que existe. Es más caro el mantenimiento que el costo de custodiar los restos que conserva. De hecho, en nuestra multiplicada por 17 espléndida cripta, a mí, personalmente, claro, me surge la duda de que no sé si los funcionarios se han hecho para la administración, o la administración se ha hecho para los funcionarios. Y pienso que el costo (impuestos) de mantener esa administración, muchas, muchísimas veces, es superior al costo real de los servicios que se supone prestan al ciudadano. A veces, incluso, obra el efecto contrario, sus absurdas normativas complican, embarullas y encarecen aquello que su concurso debería de simplificar y abaratar. Y priva a la ciudadanía de lo que debiera facilitarle.

                Hace un tiempo, hablaba con un alto exponente de una administración local sobre tales misterios de la cripta. Resulta que si una asociación, organización, etc., sin ánimo de lucro, está dispuesta a prestar a los ciudadanos un servicio de indudable interés público, al mero costo puesto que no está subvencionada, pero con unos beneficios y ventajas concretas por su reconocimiento por ciertos organismos oficiales, va y ofrece un convenio de colaboración abierto a cambio de la cesión de un espacio, se le niega y se le da con las puertas en las narices, porque se le considera un negocio, así, sin más. No importa la inexistencia de beneficio; no importa que se limiten a cubrir los costos; no importa que los profesionales a los que se pagan sus servicios, faltaría más, declaren sus ingresos en renta; no importa que brinde su oferta pública a la mitad de otros organismos, que incluso son oficiales; no importa incluso que lo hagan como el propio Ayuntamiento con respecto a sus propios contratados... O como otras organizaciones que funcionan exactamente igual, con las que sí tienen convenio y con las que se establecen claros agravios comparativos…

                La solución dada es: Alquilen un local, dense de alta, móntenlo, asístanlo y manténganlo, funcionen como cualquier empresa privada, en fin, y cobre lo que tenga que cobrar al que precise de sus servicios. Dá igual que salga el triple que el cuádruple. No problema… Y entonces va uno y se pregunta si esa administración mantiene su alta y copiosa nómina con elevados impuestos para facilitar mayores y mejores servicios a sus ciudadanos, o, por el contrario, está para evitar que se les pueda ofrecer con enormes ventajas a través de su concurso y buena disposición. Se nos puede acusar de propiciar la competencia desleal, puede aducirse en su descargo… Negativo. Para eso tal competencia debe existir, y no existe. Viene desde un canal oficial a una organización reconocida por dicho canal. Punto. Son normativas esas que no defienden el interés ciudadano, sino que lo dificultan. Se prefiere que tales ciudadanos tengan que desplazarse, o pagar el doble o el triple de lo ofertado, y con una mayor rigidez e incomodidad, porque una dudosa normativa legal, o lo que fuera, impide que esos ciudadanos puedan beneficiarse de lo contrario. Y eso aun contando con el equipamiento y medios sobrados para poder hacerlo. Así que uno, al menos, se pregunta un par de cosas: una, si nuestros impuestos sirven para algo más que pagar sueldos, y dos, si uno pagara los escuetos y mínimos impuestos exclusivamente necesarios, tendríamos más que suficiente para costearnos lo que debiera facilitar pero obstaculiza esa administración de ventanilla y zancadilla.

                Naturalmente, quiero dejar bien claro que no estoy culpando a los políticos que han de torear con esas normativas absurdas y miopes. Los de abajo, porque están sujetas a ellas como un reo a unas argollas. No. Me estoy refiriendo a las propias normas que retrasan a la sociedad e lugar de ayudarla a avanzar. En las que gravan en vez de liberar. Culpo a esas leyes, normas, o lo que sean, involucionistas. Y si culpo a algún político, naturalmente, son a los de arriba. A los que las paren y las imponen. A los ciegos que guían a los sufridos tuertos. A los que viven de los administrados y solo se sirven a ellos mismos. A ellos culpo…

                Algún alguien me sopla al oído que muchas veces tales normativas han de ser interpretadas, que puede darse el caso que en unos sitios lo hagan de una manera y en otras de otra. No lo sé. Lo cierto y verdad es que ignoro tal posibilidad. Pero si una norma está sujeta a interpretación, existen maneras, formas y fórmulas, salidas… y si no lo está, pues punto pelota. Eso queda para la aptitud o ineptitud, competencia o incompetencia, del político que se encierra en ella y se cierra a buscarle la vuelta. Dicen que lo que es igual pá tós no es beneficioso pá naide… aunque en este caso que nos ocupa, más bien es perjudicial pá tós

                Misterios de la Cripta, como aquél viejo cómic de Marwel, luego llevado a la pantalla. Un clásico del terror… Aquella Oficina Siniestra de La Codorniz… Misterios, historias oscuras de la administración… Las de la ficción, y las de una realidad que supera a esa misma ficción…

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php