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TORRE-PACHECO, MURCIA, Spain
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...

jueves, 30 de abril de 2015

ES COMO ES, PERO NO ES ASÍ...

A esto que los voy a contar se le llama rizar el rizo. Pero lo cierto es que supone mucho más que eso. Fíjense qué cosas pasan, o pueden llegar a pasar, llegado el caso… Son retruques de la vida que salpican tan cerca de lo que a uno le es propio, o familiar, o cercano, que nos pone a pensar si esas cosas pasan porque pasan, o si pasan porque deben pasar. No lo sé. Pero júzguenlo ustedes mismos:
 
                Un columnista conocido mío de un periódico que no es este periódico, cuenta que otro columnista amigo suyo, de otro periódico distinto, valga la carambola, estaba atravesando un largo período depresivo. De hecho, su loquero le había diagnosticado una depresión severa. Así que el hombre, un sufrido free lance, en castellano viejo un porsucuenta, se encontraba en un doble problema comunicante, que a su vez, incidía directamente en la gravedad de su dolencia. Resulta que en ese estado no era capaz de escribir, pero si no escribía tampoco comía, pues tampoco cobraba, por lo que entró en un círculo vicioso de difícil salida, como no fuera ésta salir por la ventana… Y tampoco servía, pues desde un primer piso solo se garantizaba una rotura de costillas como mucho.

                Así que mi conocido le propone a su amigo una elaborada solución. Le escribiría sus artículos, si bien, claro, que firmándolos con el nombre del enfermo, mientras durase su recuperación. No sin antes perder sueño y sosiego por las legítimas dudas de si eso sería fraude, suplantación, falsificación o cualquier otro delito penal. Pero pudo más el deseo de ayudar al compañero en apuros que el riesgo. Así que puso manos a la obra. Ni qué decir tiene que tuvo que hacer un enorme esfuerzo en adaptar su estilo y adoptar sus modos, sus giros, sus formas y querencias, sus contenidos y tendencias, sus apegos y desapegos, sus temas favoritos… Nada más difícil que suplantar la columna de otro.

                Pero la cosa se complica aún más cuando empieza a sentirse a gusto, a encontrarse cómodo en la piel, mejor dicho, en la pluma, del otro. Y peor aún, o mejor, nunca se sabe, cuando empiezan a llegarle (al otro) ofertas de mejoras económicas de otras cabeceras de periódicos, ajenas a ambos. Ítem más, la de su propio periódico ofreciéndole más al otro supuesto que a sí mismo… Un fenómeno que, en modo alguno, tampoco le había ocurrido a su amigo. De hecho, la impostura le permite a su amigo obtener más ingresos que cuando realizaba su propio trabajo. Ganaba más enfermo e inactivo que sano y activo. Ahora creo que se estaban planteando formar tándem, o mi conocido tomarse un año sabático y que ese amigo suyo lo suplantase a él, en justa reciprocidad. Y ahí están. Y en eso mismo andan…

                Lo que esto pone de manifiesto es el viejo asunto del “negro”, que escribe al autor consagrado y reconocido, y vive a la sombra de la fama de una firma que no es la suya. Pero lo curioso del caso, es que si escribe lo mismo con su nombre, no se come una jodida rosca. Se muere de asco. Mientras el que tiene el prestigio vende con su sola firma el trabajo del otro, y lo vende muy bien.


                Un día, hace ya algún tiempo, otro amigo me preguntó: ¿no ganarías más con esto escribiendo para otros?.. Es que yo no gano nada, pues nada me pagan, le contesté… Pues más a mi favor, me dijo, si has pegado la etiqueta “gratis” a tu nombre, tu nombre jamás tendrá valor alguno, y nadie lo comprará, así que es mejor cambiar de nombre que cambiar de etiqueta… y, ¡coño!, desde entonces que me lo estoy malpensando. Y lo que malpienso no me gusta nada. Porque lo que hay de verdad detrás de todo esto es que uno mismo es el culpable de no ser valorado, y de que todo el mundo se te acerque con el derecho hecho y creado, ya que no adquirido, de que la labor que te piden no tiene ni valor ni precio. Y hasta se ofenden por el mero supuesto de tener que pagar cualquier algo por tu trabajo. Pero tú no puedes sentirte ofendido por ello. Es así de crudo, pero así de cierto… Lo demás son milongas.

jueves, 23 de abril de 2015

¿DESGRACIA?.. NO, VERGÜENZA.-

Desde luego, la crisis entiende de territorios. O puede que sean los territorios los que no han sabido entender, ni estar preparados, para afrontar la crisis. Porque el estudio elaborado por expertos del CSIC – Consejo Superior de Investigaciones Científicas – no deja mucho márgen para dudas, y pone al tan cacareado y celebrado arco mediterráneo como para seguir ahuecarse en sus estrategias posicionales. Sobre todo nosotros, los del levante. El Atlas de la Crisis ha sido dirigido por el jefe del Instituto de Economía, Geografía y Demografía del CSIC, D. Ricardo Méndez, y ha logrado colocar en el mapa los resultados y consecuencias generados por la crisis en España. El estudio recoge el periodo 2007/2014 en todos los municipios mayores de 20.000 habitantes, y obtiene conclusiones cruzando una estudiada cantidad de datos e indicadores económicos, sociales, demográficos e inmobiliarios, como precio de la vivienda, ejecuciones hipotecarias, número de empresas, Pib por habitante, tasa de paro, exportaciones, etc…
 
                Lo preocupante es que esas diez ciudades españolas en peor posición y/o en clave de recesión, todas son mediterráneas. Pero lo peor es que la mitad, cinco, son murcianas. Pero lo peor de lo peor es que de esas  cinco, tres pertenecen a esta comarca en la que vivo. Y, ya la repera, encima, de esas tres, una es mi pueblo… El reparto de esta no sé si vergüenza o desgracia, es desigual. Una en Tarragona, El Vendrell; dos en Castellón, Benicarló y Vall D´Uxó; una en Almería, Roquetas; otra en Málaga, Estepona… y el pleno (cinco) en Murcia: Yecla, San Pedro del Pinatar, San Javier, Torre-Pacheco y Águilas. Estas son las grandes perdedoras, y así figuran como tales, señaladas con un alto índice sintético de vulnerabilidad.

                No me estoy inventando nada, y no deseo ser ejecutado como mi tocayo Strogoff. Que lo de matar al mensajero es lo acostumbrado por estos lares. Tampoco estoy interpretando, aviso. El que quiera comprobar que no pongo nada de mi cosecha, el estudio está publicado por la editorial Tirant Lo Blanch… Punto pelota. Otra cosa es otra cosa. Y es que, si existe la cara opuesta a esta mala cara, y existe, como por ejemplo la pacense Villanueva de La Serena, o La Coruña, o todo el País Vasco… tiene que deberse a algún tipo de causas… Alguna razón habrás, que dijo Fierabrás (el del quijotesco bálsamo). Y, por supuesto, los autores especifican los motivos, entre otros, “por su mayor diversificación productiva, por su mayor atención inversora y por su esfuerzo innovador”. Una realidad que, remarcan, “también se da en otros pueblos del litoral atlántico”.. O sea, Cantábrico y Atlántico con nota, y el Mediterráneo cateado.

                Yo, lo único que me pregunto, y no deja de ser una reflexión personal, es que ese suspenso por no haber sabido hacer lo que otros sí han sabido, ese hacer mal lo que en otras partes han hecho bien, debe tener algún tipo de responsabilidad por alguna parte, ¿o acaso no?.. “Los impactos de la crisis – explican estos investigadores – han sido desiguales según en qué regiones y ciudades, en función a su grado de vulnerabilidad (siguen…) en relación directa con los modelos de crecimiento adoptados en cada territorio (…)”. Y vuelvo a preguntar, ¿quién o quiénes eran los responsables de plantar y cuidar esos modelos?..


                … Es que un servidor sí que conoce a los que se colgaban medallas, y se atribuían los éxitos, y sacaban pecho, y presumían de todo ello, y cobraban por todo ello sus buenos sueldos. Éxitos que, además, se atribuían a sí mismos por el mandato de su gestión sobre los funcionarios a sus órdenes… Entonces, si eso no era así, que el resultado de tal sacatripas ha sido todo lo contrario… ¿qué cojines es lo que nos quieren vender ahora?.. ¿La salida de un desastre del que tienen una gran parte de responsabilidad?.. ¿O van a decir ahora que no estaba en su mano, y a ellos que los registren..?. ¿Nos van a sacar los mismos que no pudieron evitarlo?.. A mí me cuesta bastante trabajo creérmelo, ¿y a usted..?.

lunes, 20 de abril de 2015

DE PEINETA, SERVILLETA Y PANDERETA...

…Tía Enriqueta. Yo no sé si mis temores son infundados o no, la verdad. Pero lo cierto es que, cuando este gobierno quiere montarnos el cinexín para demostrar que la economía española va viento en popa a toda vela, como el velero bergantín de Espronceda, siempre saca a relucir el último puente festivo, los millones de desplazamientos por carretera, el número de extranjeros que nos han llegado porque han venido, la ocupación hotelera… y no mucho más. Todo parece girar alrededor de un cuento de hadas, donde el ídem madrina vá de lagarterana de porcelana. Sector de hostelería, ruega pro nóbis Santamaría… y punto. La foto-fija es tan simple como, a veces, simplista: terrazas llenas, versus todo vá de pútermother. Y ocasiones no faltan, puesto que somos el país construído, o deconstruído, o reconstruído, sobre soles, veranos, botellones, fiestas y puentes. Cada vez que viene una de ellas, se sacan los mismos tópicos y los mismos clisés a dar un garbeo, las más o menos maquilladas cifras a que les dé el aire, y hasta la próxima… que será el mes que viene. Por supuesto, también el empleo se balancea sobre la misma ola y los mismos parámetros.
 
             En este mismo periódico, por ejemplo, hace poco, y con motivo de uno de los últimos artificiosos castillos de fuegos de artificio, hacía glosa de las siempre laureadas ventajas económicas de estos subidones. Ocho eran las empresas pulsadas, las ocho del mismo sector, las ocho de idéntico tipo de negocio, las ocho de idéntica naturaleza, los ocho bares, naturalmente tío Vicente... Y todos y cada uno de ellos entonaba la misma cantinela de media medida: Ha venido más gente que el año pasao... Pero hemos tenío la misma caja… Porque como hay más competencia… Pues toma ocurrencia, señá Prudencia.

             Y no me sirve que me digan que sí, bueno, vale, es que claro, el caso es que se gasta y eso, y que las perras corran… Sí, y que ladren, y muerdan, y tal y tal. Pero eso me vale pero no me sirve. Es un sector muy, pero que muy, respetable, que conste, y que nace de las tripas más hondas de la genética hispana. En la posguerra se carecía de todo… menos de bares. No había tiendas, y las pocas que habían estaban vacías, pero había un bar en cada calle de cada barrio de cada pueblo. Un bar abierto las 24 horas del día todos los días de la semana, todas las semanas del mes y todos los meses del año. Un bar era como los de la guardia civil y los del Ocaso. Servían (y tampoco era poco) para refugiar, gestionar y rumiar la miseria de los parroquianos, pero era parte de la vida y, por lo mismo, ayudaban a vivir al tiempo que se ayudaban a sí mismos a sobrevivir.

             Pero no me vale, porque igual hace treinta o cuarenta años, incluso en este mismo roal en el que sigo viviendo, había una realidad industrial: fábricas, talleres industriales, industrias de transformación, manufactureras, de maquinaria, textiles, cerámicas, deportivas, de áridos… y un laaargo etc. que hoy es absolutamente inexistente. Ya no queda nada de todo aquello. Lo que se dice nada. Y podría nombrarlas una a una, cómo existieron, y cuándo y dónde fueron desapareciendo. Irremisiblemente. Eso es un hecho constatable, palpable y medible. Pero eso sí, las cafeterías, pubs y terrazas se han multiplicado como las setas. Es un fenómeno indiscutible. Como indiscutible también es que los cientos de obreros que trabajaban de fijo en ese tejido industrial perdido, ni siquiera la cuarta parte se cobijan de eventuales malpagados como camareros en el “nuevo tejido desarrollístico”. Está claro que algo ha pasado, algo ha cambiado, y no para bien precisamente, o, al menos, no para mejorar lo que ya había. Y es que hemos disfrazado el desempleo de subempleo y lo llamamos empleo. Pero no lo es.

             Sin embargo, la triste realidad es que este cambio nos lo hemos vendido a nosotros mismos y se lo hemos vendido a Europa como nuestra indiosincracia. Y Europa ha dicho que bueno, vale, de acuerdo, posloquequeráis… y nos ha designado como país de servicios turísticos. Tenemos sol, buen clima, buena comida y buenos profesionales. Los mejores masterchefs del continente… Fiat. Hágase pues según vuestra palabra. Y la palabra se hizo carne y pastel de carne, y dieta mediterránea. Posamén.

             Conste, sin embargo, que no estoy criticando un sector. Critico nuestra dependencia de un solo sector. No es lo mismo. Estamos arriesgando mucho, demasiado, al cargarnos la diversificación económica que teníamos para apostarlo todo a una sola y única opción. Ya no sabemos producir, solo sabemos servir. Si funciona el turismo, todo resuelto, y si no funciona, todo revuelto… Por eso en temporada baja en divisas solo se divisa el turismo interior, el yo me lo guiso y yo me lo como, el cambiarse de bolsillo los perrolos… que mientras rulan no chamban


jueves, 16 de abril de 2015

VOTEMOS DEMOCRACIA

Hace exactamente cien años, en 1.915, Kafka escribió su más conocido libro: La Metamorfósis… Bueno, lo cierto y verdad es que él tituló su más famosa obra como La Transformación, lo que pasa es que su primer editor, aprovechándose que el bueno de Franz no iba a poner muchas pegas, pues necesitaba la pasta como el comer… mejor dicho, para comer, pues metamorfoseó a su vez el título y lo transformó a su gusto. Sea como fuere, significan lo mismo. Igual dá lo uno que otro, si bien un siglo después lo de transformarse nos suena más a travestismo que a otra cosa, y es así como reversible. No metamorfosearse, que es como darse uno mismo el cambiazo. Y aunque sea mucho cambio el de un hombre en cucaracha, no se nos olvide que hay muchas cucarachas humanas en este mundo…

                Bueno… que no quiero hablar de esto. Solo de la metamorfosis en sí, del transformismo. España es una democracia joven, comparada con nuestros vecinos y socios europeos. Y fue el producto de una cuidada y delicada operación de cambio de sexo de una dictadura a una democracia. El país se nos durmió cafre y se despertó doncella. Pero los cirujanos tuvieron a bien cuidado transformarnos en una democracia tutelada. Nada de segundas vueltas, nada de cuotas de participación, ni de representación, nada de listas abiertas… nada de muchas cosas. Cuando el pueblo se eduque y madure, y se acostumbre a un sistema democrático, entonces, quizá… se dijeron a sí mismos.

                Pero han pasado muchas décadas y el pueblo ni está educado, ni ha madurado, ni se ha educado como debiera en el manejo de una democracia abierta… ¿Culpa del pueblo?. No. Culpa de unos políticos a los que no les ha convenido formar al ciudadano, a fin de poder controlarlo y no soltar ni compartir el “manípuli” del poder. Así que han construido unos partidos políticos fortificados como castillos (quizá de aquí viene casta) que fagocitan todo el juego democrático en su propio, único y exclusivo interés. Son espacios acotados y cerrados del que emanan listas, nombres, directrices, puestos, nombramientos, estrategias… para alcanzar el gobierno, y luego hacer lo mismo desde el gobierno para aposentarse en el poder. Y legislan sin consultar, no para servir, si no para servirse, no para dar control a la ciudadanía, si no para controlarla ellos. Y han acumulado tanto poder en todo este tiempo de metamorfoseada democracia, que se han corrompido, pues sabido es que el poder corrompe, y cuanto más absoluto es, más absolutamente corrompe… Y de aquí el actual estado generalizado de corrupción que supura el sistema en España.

Así que para eliminar la corrupción hay que aplicar el modelo contrario al que lo ha provocado, y que se está usando hasta ahora. Hay que repartir el poder, desmenuzarlo, desconcentrarlo, extenderlo, compartirlo, consultarlo… ¿Con quién?, pues con quién lo ha otorgado: con el pueblo, con los ciudadanos. Es de pura lógica y sentido común. Naturalmente, los partidos viejos que se han construido a su alrededor una fortaleza egocéntrica e inexpugnable en el tiempo de tutelada democracia no van a abandonar sin resistencia sus costras de ventajas, trampas y privilegios. Solo los nuevos pueden ser permeables en un principio y mostrar aperturas que en los viciados son cerraduras. Hay que descubrirlo en sus programas y votar solo a aquellos que están dispuestos a compartir su poder con el propio pueblo, a compartir responsabilidades, a no hacer y deshacer sin consultar con quién les ha puesto allí, a dar protagonismo a quién únicamente puede y debe ser protagonista. Como por ejemplo, cambiando el cómputo electoral, adoptando el sistema de listas abiertas, facilitando los comités de participación ciudadana, etc, etc., etc… Lo demás iría llegando por inercia.


¿Qué esto es una utopía?, ¿Qué es imposible?.. ¿Quién lo dice..?. En mayor o menor grado, en todas las democracias avanzadas existe. El modelo más participativo y representativo es el de Suiza. Se llama democracia directa, o democracia abierta. Todo lo contrario a la nuestra, que es indirecta y cerrada. Lo que pasa es que se necesita la implicación del ciudadano desde el principio hasta el final. El pueblo que no es capaz de gobernarse a sí mismo está condenado a caer en manos de malos gobernantes. ¿Acaso no es lo que pasa aquí?.. Así que pensémoslo cuando vayamos a enterrar nuestra confianza en una urna. Un voto no es un permiso para hacer lo que quieran, si no un encargo, un mandato, una órden concreta que debe ser vigilada día a día. No regalemos lo que es nuestro a nadie. No prevariquemos con nuestro derecho... Y, por favor, queridos, votemos democracia, no mangancia.

martes, 14 de abril de 2015

De lo divino y humano: L L E G A R

De lo divino y humano: L L E G A R: Hay un dicho: lo importante es hasta dónde se llegue, no lo que se tarde en llegar . Yo ya estoy llegando. No sé muy bien a qué, ni a dónd...

jueves, 9 de abril de 2015

¡¡ MALDITA INTELIGENCIA !!..

Si ser inteligente en este país de mediocridades ya es un problema, el ser superdotado es una tragedia. No me refiero a esa multitud de críos de mamás que andan pregonando las listezas y coeficientes de sus nenes, que aquí el que no tiene abuela no sopa en la cazuela, no… Es lo que le ha pasado a un niño de 5 años, extremeño, Raúl, y a su familia. A este chaval le ha costado más de siete años y a sus padres más de 30.000 euros el poder demostrarlo. Estaba siendo literalmente machacado por unos profesionales ineptos y una administración incompetente hasta el punto de declarar “mamá, odio mi vida y odio la escuela”. El pobre zagal tenía pesadillas, padecía de asma, sufría depresión, le salían ronchones en la piel… Es lo que dá la mata hispana en estos casos. La Junta obligó al pequeño a repetir dos materias en las que tenía sobresaliente. La administración autonómica recurrió al menos dos decisiones judiciales favorables al pequeño… Al final, entre múltiples despropósitos, se demostró que las puntuaciones del test de la Consejería estaban mal sumadas… Enfín… Los burros no pueden seguir, mucho menos entender, a un caballo.


                La falta de medios de detección y respuesta y la baja formación de los educadores causan problemas psicológicos a estos alumnos, y echa a perder su talento y capacidades. Incluso las comunidades usan distintos métodos y diferentes baremos para medir la inteligencia, de modo que un tonto gallego puede ser un listo andaluz, por mal ejemplo. Somos asnos hasta para eso. Una perito independiente muy calificada cifra en 160.000 los casos ocultos y mal tratados de niños con gran capacidad intelectiva. Muchos de los casos captados confiesan que prefieren fingir mediocridad para poder ser aceptados en su entorno… Hay hasta padres que llegan incluso (son hechos comprobados) a prohibir a sus hijos que traten y se relacionen con niños clasificados como muy inteligentes… Tengo una amiga a cuya hija le encanta escribir historias, y su educador advierte a la madre que la vigile y se preocupe mucho.

                Yo me hago una pregunta muy simple: ¿cómo es posible que para el deporte sí tengamos Centros de Alto Rendimiento, y para la inteligencia no los tengamos?.. Y tan solo tengo una sola y única respuesta: porque preferimos fabricar ídolos mediáticos deportivos que atonten al personal, que desatontar al propio personal. Aunque estos craks en lo suyo apenas si sepan hablar y expresarse correctamente, o tengan una subcultura congénita. Resulta tristemente significativo que este país de pollinos no cese en su fiebre de parir planes educativos (cada político el suyo, como si la política en sí misma significara cultura) pero no dejemos de salir en los últimos puestos de los sucesivos Informes PISA, tanto en formación, como en calidad, pero eso sí… de los primeros en fracaso escolar. Como para encima despreciar y maltratar a los superdotados que la naturaleza nos haya querido regalar, y que, cuidándolos, podrían hacernos subir ese mediocre nivel cultural que padecemos. Alguien ha escrito sobre “La maldición de la inteligencia en España”.

                Pero no… parece que esos CAR para niños inteligentes ni están ni se les espera. ¿Para qué?.. si aquí a los inteligentes se les trata como atrasados… Además, si la propia ignorancia no nos deja ver los casos que se destapan ante nuestras narices… Miren, yo tengo mi teoría, por supuesto, y es que en un país donde los ciegos guian a los ciegos, es muy fácil de gobernar. Todos ciegos y felices. Todos dichosamente ciegos. A los que nazcan con alguna vista que pueda joder la feliz gobernación, se les sacan los ojos, y ya está… ¡¡ con lo listos que somos nosotros, joer, que semos los campeones der mundo en furbo..!!.


martes, 7 de abril de 2015

LOS AMOS Y LOS CABALLOS

No se puede hacer vino nuevo en odres viejos. O revientan los odres, o el vino se pudre. Lo dijo el Cristo en una de sus parábolas del Evangelio. Y esta metáfora es universal, y sirve para todo y todas las acciones del ser humano, y muy especialmente para sus actividades de relaciones y políticas. No se pueden adoptar ni adaptar nuevas formas políticas con maneras viejas. No se puede desarrollar una nueva manera de entender la política con formas caducadas… Y, si de verdad es cierto que deseamos no caer en los mismos errores, abusos, prepotencias, robos, nepotismos y corrupciones en que se ha desenvuelto la política hasta aquí, hemos de tomar conciencia de ello y comprometernos personalmente en cambiarlo… Y noten que estoy diciendo, y lo recalco: personalmente.
 
                Verán que no voy a caer en la fácil trampa de predicar el nombre y apellidos de qué nueva política ni qué nuevos partidos. Lo de camuflar más de lo mismo tras unas nuevas siglas es una tentación más vieja que la de la manzana… Puede ser que sí, o puede ser que  no. O puede ser, simplemente, que cambien ciertos ropajes sin mudar de ropa interior, o ciertos paisajes sin trasladarnos de lugar. Como tampoco se puede esperar el milagro de que formaciones con vicios adquiridos de falsedad y manipulación puedan convertirse, de la noche a la mañana, en perfectos illuminatti… Si bien, tampoco me voy a arriesgar en afirmar que tampoco ello pueda ser posible. Grandes estrategas con visión de futuro capaces de dar un golpe de timón y cargarse las viejas rutas pueden aparecer, naturalmente, pero se les vé venir de lejos, y aún así, los cambios son lentos y trabajosos, pues limpiar el barco de ratas y el banco de piratas no es tarea fácil…

                …¿Entonces..?, se preguntarán los que me han seguido hasta aquí. Entonces no cabe otra solución que cambiar de hábitos nosotros. Mudando nosotros, los mudaremos a ellos, y con eso, conseguiremos la transparencia y rigor políticos que tanto pedimos y necesitamos… ¿Y cómo se hace eso?.. pues molestándonos en ser humanos que piensan por sí mismo y no a través de los lentes preestablecidos por unas siglas. Desterrando de raíz viciadas y nefastas costumbres de apoyar partidos en lugar de cuestionar personas. Ya sé que lo que hacemos hasta ahora es muy cómodo. Pero también es muy irresponsable. Yo voto a “los míos de toa la vida” y me voy a casa a aplaudir el partido. Pero no, no es eso… “los nuestros de siempre” solo son de sí mismos, y nos utilizan para sentar sus culos, colocar a los suyos, vivir del cuento y eternizarse en los cargos… “Los nuestros” solo van a profesionalizar su buen vivir, a sentar plaza, a hacer oficio de la política y a vivir del cuento de que trabajan por y para el pueblo, cuando solo maman de ese mismo pueblo. “Los nuestros” solo nos usan y se aprovechan de nosotros.

                Solo podemos hacer un par de cosas. Una es molestarse en estudiar los programas y no votar la lista que incluya imputados, por ejemplo. Ni las que se niegan a cambiar las leyes electorales, ni a las que no defiendan las listas abiertas, por otro ejemplo, ni las que no apoyen decididamente medidas de avance social y cultural, o las que pongan trabas a la participación ciudadana directa… cuidado, digo DIRECTA, en la gestión pública y control de las responsabilidades políticas del día a día, no cada cuatro años. Ni aquellas que no se dirijan a conseguir una mayor transparencia política y económica… Enfín… Y la otra cosa es fiscalizarlos, vigilarlos, examinarlos e inspeccionarlos a cada paso, estar encima de su cumplimiento o incumplimiento…


                …Claro, me dirán, para hacer esas dos cosas hay que molestarse, y preocuparse y ocuparse de la gestión pública y política… Pues sí, claro, naturalmente… Es lo que hace una sociedad despierta, responsable y avisada. Y no dormida y abotargada como la nuestra. Yo no puedo entender que una maceta que dá frutos podridos pueda darlos sanos si no se empieza por cambiarle la tierra. Dice el refranero español, que suele ser mucho más sabio que los propios españoles, que el ojo del amo engorda al caballo… ¿Cómo, entonces, es posible que lo entendamos y repitamos tanto, pero no lo apliquemos en política, si es la política la que condiciona nuestra vida?.. Pues será porque ellos son los amos y nosotros los caballos… ¿Qué no?... piénsenlo, piénsenlo bien pensado, y verán como sí.