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TORRE-PACHECO, MURCIA, Spain
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...

miércoles, 26 de diciembre de 2018

YO NO CREO



Ya ha pasado el festurreo navideño, a Dios gracias, y a la parte que puede tener el diablo. Nos hemos querido, abrazado, sonreído y felicitado, y cantado el zum-zum-zum en el Belén más próximo, y nos hemos comido las uvas como aquel rey Luís francés mandó, y otra vez nos hemos amado, abrazado y felicitado en un mimético, explosivo, campanudo y achampanado talán, talán… con el deseo de ser todos mejores para hacer un nuevo año mejor que el que hemos enterrado, aún sabiendo – porque lo sabemos, aunque lo disimulemos – que eso es una mentira como una catedral gótica. Pero, enfin, que cada uno piense lo que quiera y haga lo que pueda…

                Yo he recibido de estos preclaros y enjundiosos fastos el peor regalo que podía esperar del año que recién ha dimitido y de los Reyes recién llegados: Al Aquarius le han quitado la bandera bajo la cual navegaba, para que no pueda seguir salvando vidas humanas. Era demasiado incómodo, a pesar de haber sido utilizado por Sánchez, nada más asaltado el poder, para hacerse la falsa foto de solidario del año ante la comunidad internacional y sus adoradores de tribu. El mítico barco fletado por Médicos sin Fronteras, tras haber asistido y salvado la vida a más de 32.000 personas, de haber sido la patria flotante de los desheredados de su propia patria, de haber ejercido el derecho moral e inviolable de prestar ayuda y apoyo a los más despojados de todo y de todos, ha sido finalmente despojado él mismo de ese sacrosanto derecho. Viajaba bajo bandera panameña, una bandera de conveniencia bajo la que navegan muchos proscritos, pero Panamá ha recibido suficientes presiones para que Aquarius sea el único proscrito sin bandera bajo la que cobijarse para navegar en un Mediterráneo de pesadilla, y, a partir de ahora, ya sin su ángel velador, criminalmente varado a puerto.

                El Aquarius era sostenido, no por los gobiernos, si no por las pequeñas cuotas y humildes aportaciones de los socios de MsF. Han sido los gobiernos, precisamente, los que le han segado la hierba bajo los pies, para que no pudiera seguir mostrando la miseria, cinismo e inhumanidad de los mismos. En realidad, a mí no me extraña nada. Pero lo que sí me duele, y mucho, es que la gente hemos seguido revolcándonos en el consumismo y hedonismo de nuestras dudosas navidades, sin darnos por enterados, y sin salir a la calle a escupirles nuestro rechazo y a gritarles su ruindad. No… nos hemos estado quietecitos, mirando para otro lado, mientras nos quejábamos del precio de los percebes en los abarrotados cebatripas. No nos iban a estropear tan entrañables fiestas una nadería como esa… ¿Qué morirá aún más gente?.. pues feliz navidad a todos.

                Este virus moral, esta carcoma del alma, está destruyendo a Europa, y a nuestro católico país de católicos, con toda su rebozada y rebosante hipocresía, muy especialmente. Yo ya no sé si tenemos las conciencias dormidas, o es que están muertas. Hemos convertido a los inmigrantes en nuestros peores enemigos imaginarios, y lo hemos hecho escuchando a los monstruosos Trumps nacientes y a los diabólicos partidos que los arman y los desalman… Y la vieja Europa de los derechos humanos se ha corrompido y contagiado de ese sucio y ominoso cáncer, porque está (estamos) creyendo a los falsos profetas del nuevo racismo. El trabajo insidioso funciona así: por un lado envenenan las ideas, y por otro, arteramente, eliminan las banderas que salvan a náufragos sin patria ni pasaporte, inventándose la defensa de las otras: las banderas recogevoluntades y recogevotos.

                Por eso que yo no creo en las banderas. Porque son embusteras y cobardes. Mienten cuando nos hablan de justicia, solidaridad y derechos, pero le vuelven la espalda cobardemente a los Aquarius del mundo. Los abandonan, los dejan solos, los traicionan, les niegan su apoyo, su cobijo, su bandera, incluso los apuñalan por la espalda. Son banderas tejidas de mentiras. Yo no las quiero.

                Y por esto mismo también, desconfío de los políticos abanderados. Se envuelven en banderas de su conveniencia donde esconden el odio de su mensaje, su xenofobia enfermiza, su más ruin y exacerbado racismo, enfermizo y tremendamente contagioso, que inyectan en la ciudadanía a través de banderas contaminadas. En una bandera puede anidar la libertad de expresión, de pensamiento, o la represión, el fascismo y la violencia del pensamiento único. O envolver la llave de la cultura o un martillo de herejes. Puede revertir la educación en valores o en la más supina ignorancia… Una bandera es un señuelo, una caña de pescar con un cebo para coger peces. Fíjense en los que las portan y airean, y sabrán lo que quieren venderles a través de ella.

                Estas fiestas, como decía al principio, a mí me han llenado de vergüenza y de profundo pesar, entre tanto merry christmas y hosannas y glorias. Ojalá y la Navidad próxima, pueda remendar mi maltratada fe, y me ayude a respetar un poquico más la bandera de esa navidad, si el Aquarius volviera a navegar como el Ángel de la Guarda que es. Devuélvanle sus alas, y solo entonces creeré…

 MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php

viernes, 14 de diciembre de 2018

LA BIBLIA



Cuando decimos que “las cosas son como son”, eso no es una verdad absoluta, si no relativa, por no decir absolutamente falsa. Muchas veces, las cosas parecen ser lo que queremos que sean. Pero cuando las cosas vienen como vienen, las cosas acaban ocurriendo. Y eso mismo, en su doble versión, ha ocurrido en este caso que hoy expongo aquí, con este y bajo este título. Hace años, sí, muchos años, un alguien me dijo que por qué no escribía sobre el origen de La Biblia… Dónde, cuándo, quién, o por qué se escribió el libro de libros, tan venerado en todas las religiones (de origen) cristianas. Y lo hizo en un momento en que los “cursos bíblicos” estaban de moda en docenas de reuniones catequéticas y catequísticas por todo lo largo y lo ancho de la grey católica. Ni loco me hubiera metido entonces en un avispero de esos, aún con lo que ya llevaba leído sobre ello. Me faltaba fundamento, base, evidencia ante la ciega creencia. Y así mismo, tal cual, se lo hice saber: “pase de mí este berenjenal”… No hace mucho se publicó un libro escrito por un historiador y un arqueólogo, donde se vulgarizaba el lenguaje neocientífico todo lo descubierto, analizado y estudiado en ambos campos de investigación dentro de las últimas décadas, que, naturalmente, me metí entre pecho y espalda… Y hace unas pocas semanas, me vuelvo a tropezar con el mismo alguien, que, acordándose el jodío de años ha, me vuelve a lanzar la misma piedra. Solo que ahora sí que puedo hacerlo con mayor respeto, responsabilidad y conocimiento, que entonces. Si bien que en obligado formato “mini”..

                La Biblia empezó a escribirse apenas comenzado el siglo VI A.C., hasta aproximadamente el siglo II A.C., en varias etapas ininterrumpidas. Anteayer mismo. En un Jerusalén bajo el reinado de Josías, descendiente del rey David en la XVI generación, que no ocupaba más de 60 hectáreas y con un conglomerado de apenas 15.000 habitantes. Un villorrio. Tal era el mítico Reino de Judá. En ese reducido espacio, abierto a las influencias culturales helenísticas y comerciales con poderosos países vecinos, bullía un politeísmo importado, con templos dedicados a diversas deidades, que competían entre sí y compartían entre todos restando importancia al Templo de Salomón del lugar, centro de la entidad judía. Como reacción a tal estado de cosas, Josías emprendió una cruzada de purificación religiosa y afirmación de la propia entidad, destruyendo templos ajenos, prohibiendo cultos a dioses extranjeros, persiguiendo todo tipo de politeísmo. Fue el nacimiento del monoteísmo institucionalizado desde un poder central que asumía lo social-político-religioso. A partir de tal momento, el Templo de Jerusalén, con su Sancta-Sanctórum interno y sus patios externos, se constituyó en el símbolo sagrado de la nación (apenas una tribu) judía…

                Pero faltaba la consistencia escrita de la tradición, que durase y se transmitiese por generaciones. Así que durante décadas, e incluso siglos, extraordinarios de ebullición política, religiosa y social, de exharcebado nacionalismo judío, una élite de escribas, funcionarios de la monarquía, sacerdotes, ilustrados y profetas, se dedicaron a recopilar, en un núcleo de textos sagrados, dotados de un genio espiritual y literario sin parangón en la época, un relato épico-religioso basado y entretejido a partir de un rico conglomerado de textos antiguos y ambíguos, históricos y de leyendas, memorias y cuentos populares, anécdotas y crónicas tribales, cantos y poesía, y cuanto pudiera encajarse en un único texto de forma armónica, e identitario de aquella primitiva y primigenia nación judía. Una auténtica obra maestra y joya de la literatura universal.

                Siete siglos después de Cristo, las costuras de aquel reino/villa, estallaron en una abultada y expansiva población de regios funcionarios, una extensísima casta sacerdotal y de profetas, prósperos comerciantes, y un río imparable y contínuo de campesinos, refugiados y repatriados judíos de otras naciones… y es que antes, había sido invadido y destruido por los sirios, mesopotámicos y otros pueblos, acabando por la propia Roma. Pero el espíritu de la entidad judía prevaleció sobre todo, así como los viejos textos elaborados para que sirvieran a tal fin, y luego traspasados al nuevo y naciente cristianismo paulino.

                Pero lo que metafóricamente podemos llamar “el asalto a La Biblia” más importante y atroz, se ha venido cometiendo desde mitad del siglo XVII acá, desmontándose sus piezas, y volviéndolas a montar  para dar sentido al Nuevo Testamento recién incorporado, destruyendo ciertas “verdades”, construyendo otras,  intercalándolas e interpolando entre ellas, para que el Antiguo justificara al Nuevo, y así poder presentar todo el conjunto como “la palabra de Dios”. La cual, hasta hoy mismo, existen sociedades kukuxclanescas, como la Ecole Biblique, o la American School of Oriental Research, que no dudarían en matar (anatemizar y amenazar ya lo hacen) a cuentos no crean a pies juntillas que la jodida culebra mancilló a Eva de un manzanazo.- Y esa es la historia. Y esa es la arqueología. No hablo (ni me interesa) de la fé, ni del dogma. Hablo solo de la ciencia. Nada más… y nada menos. Y que cada cual se calce a sí mismo en sus zapatos y ande su propio camino… Y el que quiera encontrar, que busque.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php


El Mirador 14 de diciembre 2018 "PRESENTATE AL PRESENTE"

sábado, 8 de diciembre de 2018

RECORDEMOS LA HISTORIA



Alguien dijo en algún momento que ignorar la historia es la manera más inculta de suicidarse. Y si sabemos – deberíamos saberlo, al menos – que el hedonismo está casado con la ignorancia, y ambos son padres del desconocimiento y abuelos de la incultura, no se nos debería pasar por alto lo que hoy está ocurriendo en todo el mundo en general y en nuestro propio país en particular.

                En 1.924 se presentó por primera vez a unas elecciones democráticas en Alemania, el partido responsable directo de la II Guerra Mundial, y de la mayor mortandad habida en el mundo, no tanto por los sacrificados en la propia guerra como por la más salvaje explosión de xenofobia asesina en los campos de exterminio nazis. El partido de Hitler, entonces apenas sacó un 6% de los votos, y siguió bajando en todos los comicios hasta llegar a un ridículo 2,5% en las legislativas de 1.928. Nada preocupante. Pero en las elecciones de 1.930, los nacionalsocialistas obtuvieron casi el 20% de los votos, convirtiéndose en la segunda fuerza política alemana… ¿Qué es lo que había pasado en ese corto espacio de tiempo?. El Crash, la Gran Depresión, la crisis de 1.929, que afectó principalmente a Alemania y les obligó a sufrir una brutal inflación, a pagar salarios miserables, a instalarse unas desigualdades económicas insultantes, y abocar al país a una enorme pobreza. Esa, y no otra, es la historia, causa y motivo de lo que vino después.

                Hace diez años que la caída de Hermann Brothers propició nuestra más actual gran crisis económica de toda esta misma historia moderna. Una enorme recesión donde las empresas cerraban en cadena, el desempleo subía a cotas insostenibles, la prima de riesgo nos comía a dentelladas, la clase media caía y se empobrecía a ojos vistas, y los desahucios inauguraban una época de terror que aún no ha terminado. Una época de la que hemos heredado (a pesar del espejismo de volver a ver los restaurantes llenos y las fiestas a rebosar) un alto paro encubierto, unos sueldos de auténtica miseria – más del 20% de los españoles no llegan a los 700 euros de media, según el propio Ine – un riesgo de pobreza que supera el 15% de la población, la segunda mayor tasa de desigualdad de toda Europa, un sistema de pensiones en quiebra técnica declarada, y unas prestaciones sociales paupérrimas aún expuestas en el escaparate triunfalista del ayer, pero que cada vez se reconocen y se corresponden menos con la realidad de hoy.

                En el mundo, a resultas del estallido del pelotazo, solo el 1% de la población detenta cerca del 50% de la riqueza, 14 puntos más que en 2.008. Muy significativo, por cierto. Existen analistas que aventuran que la crisis fue provocada precisamente para eso, y los economistas anuncian que, al igual que las réplicas en los terremotos, el riesgo de otras explosiones de crisis existe, y es alto. En realidad, y aun sabiendo que todo fue provocado por los sistemas financieros a través de la banca, lo cierto es que los mismos sinvergüenzas, criminales y canallas responsables de ello, aún siguen impunes, sentados en sus poltronas, desde las que siguen manipulando, enriqueciéndose y comprando voluntades en políticos y gobiernos a los que ponen al mando. La crisis última fue dejando a los ciudadanos de todo el mundo (si bien a unos más que a otros) una sensación de abuso e impunidad latente y palpable. Tanto, que eso ha producido el fenómeno subsiguiente…

                …Y es que, igual que hace noventa años sucedió en Alemania, el mundo está asistiendo a un auge – yo diría animal, más que brutal – de la demagogia ultraderechista, de los neofascismos y nacionalismos fanáticos, de una siniestra xenofobia que igual enarbolan extremistas de izquierdas que de derechas (de hecho, ambos extremos se retroalimentan y se mimifican en sus métodos). Desde Norteamérica a Europa nacen, como la mala hierba, pequeños Hitlers que están utilizando los sistemas de las viejas democracias igual que entonces, para subirse al poder… EE.UU., Polonia, Hungría, Austria, Finlandia, Italia, Países Bajos... Políticos fascistoides en los gobiernos de Inglaterra, Bélgica, Dinamarca, Francia, Alemania… También aquí, en España, ha renacido la semilla del fascismo en sus herederos, en los nacionalistas fundamentalistas, en el auge repentino de Vox, en las neoizquierdas de origen burgués preñadas de privilegios…

                Y no es pesimismo, no… es tan solo que puro y duro realismo. El realismo que la propia Historia se esfuerza por transmitir, y que nosotros parecemos no querer ver en nuestra autoinducida ceguera. Pero ese mismo realismo nos dice también que, al igual que por las urnas se entronizó el mal hace ochenta años, secuestrando las libertades y usurpando los derechos humanos, por esas mismas urnas podemos desterrarlos del mapa. Aún estamos a tiempo (y esto no es pesimismo, si no esperanza). Solo de nosotros depende, antes de que ya sea demasiado tarde… “El mal no reside en quienes lo hacen, si no en quienes lo permiten” /Hanna Ahrent/.
               
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php


El Mirador 7 de diciembre 2018 "CUENTO DE NAVIDAD"

sábado, 1 de diciembre de 2018

PRESÉNTATE AL PRESENTE



Los seres humanos vivimos entre tiempos (no así los animales, que sienten, viven, un continuo presente). La mente de las personas, por alguna razón que se nos escapa, salvo que seamos la medida de algo, o estemos en la medida de algo – que a lo mejor lo somos y estamos – nos hace vivir nuestra existencia en tres tiempos que, aún siendo uno solo, sentimos tres distintos. Se ve que es la trinidad humana. Pero sí, nosotros sentimos en pasado, presente y en futuro. Es una facultad extraña, que nos hace ser especiales en la creación, o lo que esto fuera… Y es la sensación, quizá llegue incluso a ser el sentimiento, de haber vivido una vida pasada, estar viviendo la presente, y tener una imagen futura por vivir. Sin embargo, es una ilusión, un engaño, un blooff. Tan solo existe un solo tiempo, tan solo hay un único presente. Eso sí, dentro de la caja mágica del espacio, que es lo que nos despista. Por eso Einstein nos avisó de la relatividad…
                Cuando somos niños, vivimos un enorme, inmenso, y casi inacabable presente. Todo es nuevo para ellos y lo que nosotros fuimos. Todo es un descubrimiento continuo. Tenemos entonces un pasado corto, virgen, escaso y confuso, algo así como si hubiéramos traspasado un ligero y tenue velo placentario que nos empujaba fuerte hacia adelante, y que tiraba flojo hacia ningún pasado… Solo un ancho presente y un intuido por largo futuro… Tan largo, que apenas teníamos otros ladrillos para construirlo que los que nos proporcionaba nuestro monumental presente, y sin la argamasa que supone para fijarlos el recuerdo de un pasado. Fantasías, ilusiones, de lo que cada cual podía llegar a ser, a fabricarse, según su presente… En mi niñez de posguerra, algunos críos levantábamos y dibujábamos en la poca arena de aquella poca playa, rudimentos de casas, calles, carreteras, coches y personas, con guijarros, que representaban un futuro nuestro dentro de un nivel que no existía ni de coña, pero que nos adelantaba aquel Cinema Paradiso que era el Carthago de nuestro pueblo. Sueños ilusos que luego se iban ajustando a otra realidad distinta.
                …¿Pero qué es la realidad, sino un presente forjado de pasado?. Cuando esa realidad fantaseada de juegos infantiles se manifiesta después, con mayor o menor rigor, en la madurez de cada cual, nos creemos dueños y señores de nuestro incontestable presente. Heme aquí, en medio de mi pasado y de mi futuro y amo de ambos. Con una serie de planes, y proyectos, y aspiraciones, y ambiciones para atar lo que quiero y espero de mi plan de vida… He estudiado una carrera – si se ha tenido esa inmensa suerte, claro – o he trabajado orientando mi existencia hacia este o aquel objetivo. A veces, las circunstancias te ponen en una dirección marcada, y eres lo suficientemente cobarde como para no salirte del camino… Pero sea como fuere, tenemos por delante tanto futuro como pasado al coleto, y aún queda lana en los moldes suficiente como para seguir tejiendo una buena bufanda para tu vida, que te bienabrigue de los posibles fríos del mañana. Nos comemos el mundo, sin darnos cuenta que es el mundo el que nos come a nosotros. Pero eso es porque nuestros tres tiempos están en su fiel de la balanza, los tenemos equilibrados, en perfecta equidistancia, y nosotros somos y representamos ese mismo fiel de esa misma balanza.
                Sin embargo, la vida es inexorable. Demasiado inexorable. A veces, despiadadamente inexorable. Y en un tris estás apeado de esa posición en que crees manejar el timón de tu existencia. Y de pronto te encuentras atrapado en un presente sin presente. Tanto has vivido durante tu niñez, juventud y madurez enfocado al futuro, que llegas a él, y te encuentras que ya no tienes futuro. Casi que no te queda futuro. Apenas un poco, prácticamente el depósito de combustible se va inclinando hacia el cero… Ya cuentas el futuro por meses, por semanas, por días… Y te ves a ti mismo con un descomunal pasado que ya no te vale para nada. Tan solo para recordarlo. Mala cosa. Cuando uno se refugia en su pasado es cuando ha vendido su presente por el plato de lentejas que le queda de futuro.
                Yo ya no vivo mi presente, de eso soy consciente. Si acaso, vivo el presente de otros, de aquellos que me rodean y de los que me rodeo. Ya estoy pegándole bocados al poco futuro que me queda. Pero me doy cuenta de lo tontos que somos los que creemos plantar un frondoso árbol en un futuro en el que apenas cabe una maceta de perejil. Solo de niños fuimos auténticos amos del tiempo y dueños absolutos de nuestros sueños. Únicamente los que se aferraron a su hoy, hicieron su vida en el presente, y del presente su vida. Solo los que no se ataron a su pasado ni se vendieron a su futuro fueron afortunados… Los demás, que nos lanzamos a un futuro de fantasmas y nos refugiamos en un pasado de espectros, perdimos el gran don del presente… Y eso mismo, que por aquí andamos mientras andemos.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php