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TORRE-PACHECO, MURCIA, Spain
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...

viernes, 31 de marzo de 2017

VERDAD = MENTIRA

Decía John Ford en “El hombre que mató a Liberty Vallance”, que, a veces, convenía privilegiar una mentira sobre una realidad. Que la mentira es despreciable solo cuando es nauseabunda, y que hay mentiras y mentiras, y mentiras denunciables junto a mentiras justificables. Las mejores son las que evitan un daño innecesario, y si no solo lo evitan, si no que encima producen pingües beneficios, así que se convierten en mentiras que merecen ser verdad… Por eso, al final, son más verdad que la verdad misma, y más bellas que la propia verdad. Es la belleza (y el rendimiento) de las mentiras. Una bonita (y necesaria) mentira que la verdad no puede (ni debe) estropear.

 Un ejemplo entre muchos es el de Los Amantes de Teruel, que en este 2.017 cumplen, por cierto, 800 años de efemérides. Díganle a los turolenses que los historiadores dicen que es un bello cuento que nunca existió. Digámoselo a los que se tienen bien montado un negocio con él. Díganle que es un relato del siglo XV ambientado en 1.217, de una historia que jamás ocurrió. Cuando una mentira se convierte en leyenda, la propia leyenda fabrica su verdad, porque la mayor verdad es una verdad interesada. Y así es como la mentira se transforma en verdad verdadera… Digan por los caminos que un Santiago nunca pisó porque de Palestina jamás salió, que al final de ese camino son los despojos de Prisciliano el Apóstata el que espera el agasajo. Vayan contando por los nuevos caminos abiertos el negocio del peregrinaje y del turismo religioso, vaya cantando por los nuevos caravaqueños la vieja escapada en vuelo chárter-christi de su vieja cruz. Jamás existirán verdades tan ciertas que las que no se pueden demostrar, pero que tan felices hacen a los que quieren creerlas… y exprimirlas.

 Qué sería de nosotros sin la mentira?.. Si nada más pudiéramos exaltar que a personajes y hechos cuya veracidad fuera contrastada y verificada, la existencia de la gente, el arte sacro o profano, y los negocios, se tornarían aburridos e insoportables. La creatividad, la cultura, y la rentabilidad de las religiones, incluído todo el arte de su alrededor, desaparecerían… y todo sería llanto y crujir de dientes. Imagínense un mundo sin Navidad, ni Semana Santa, ni Santopatronazgos, ni Sanvalentines, ni romerías ni peregrinaciones que llevarse al coleto de la tradición. Por nadie pase… No, realmente la mentira es necesaria tanto o más que la verdad, hemos de admitirlo. Habrá que convenir, como en el periodismo cuando se trae a colación aquel axioma de “no dejes que la verdad te estropee una buena noticia”, esta otra de “luchemos por que nuestra mentira jamás sea descubierta por su verdad”. Es justo y necesario que así sea. Se sabe que Nicea fue el concilio donde de la verdad completa del cristianismo se transformó en la medio mentira del catolicismo. Y como dicen los guardianes cardenales de los vaticanos archivos, no podemos consentir que la verdad cause todo el daño que ocasionaría si se supiese… para eso hemos construido la verdad de repuesto.

 Al final de todo, esto es como la paradoja del cretense, de Anaxágoras, donde se afirma aquello de que decía un cretense que todos los cretenses eran unos mentirosos. De manera que, si decía la verdad, mentía, y si, por lo contrario, mentía, entonces es que estaba diciendo la verdad… ¿Dónde la verdad o la mentira?, ¿son los cretenses embusteros o es un engaño y no lo son?.. Al final, tras muchas vueltas que le demos y por mucho que lo pensemos, la única conclusión a la que llegamos es que la verdad forma parte de la mentira tanto como la mentira forma parte de la verdad… Y cuando están tan fundidas y entremezcladas, y trabadas la una con la otra, no lo duden, siempre gana la mentira. 

 Porque los historiadores, aunque son buscadores de lo real, de la verdad, de lo auténtico, del origen de las cosas, normalmente son despreciados por los fabuladores, y sobrepasados por los fabricantes de mentiras, como los políticos visionarios o populistas, los separatistas, los fanáticos y fundamentalistas, los tradicionalistas de las tradiciones y los acuñadores de leyendas y prebendas… Pues, en el fondo, ¿a quién le importa la verdad o la falsedad de esto o aquello?.. ¿qué más dá lo que fuese, o no fuese, o cómo fuese?.. Si yo voy a seguir con mis queridas rutinas, y voy a continuar haciendo mi nido en la caverna. Pos eso mismo digo yo… 

 MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php

miércoles, 22 de marzo de 2017

NO VAYA A SER QUE...


Dicen que los científicos suelen ser gente cartesiana y poco dados a raptos visionarios. Y que la racionalidad no les permite elucubrar en fantasías, por lo demás, indemostrables. De ahí el divorcio entre la ciencia y la religión, cuando antes, en su origen, fueron una sola y misma cosa. Pero los investigadores siguieron la senda de los postulados, las teorías y las leyes, y los sacerdotes el camino de las creencias, las fés y los dogmas… Aunque el punto final, al igual que el de partida, tenga que ser coincidente. Sin embargo, aún y así, siempre existe el científico, sensitivo más que iluminado, que vive entre ambas esferas de la aparente realidad.

                Ahí tienen el caso de Swedenbörg, por ejemplo. Todo un padre de la ciencia. Y un adelantado. Y un multidisciplinar como pocos, como muy pocos… Anticipó los principios y los primeros diseños del submarino, y del avión, descubrió el funcionamiento de las glándulas endocrinas, adelantó el descubrimiento de la formación de nebulosas en el sistema solar, y un montón de cosas menores más, fruto de una autodisciplina y de un pragmatismo absolutos… Y, sin embargo, andaba por las calles de Londres hablando con los ángeles. Relacionándose con un universo paralelo como si fuera lo más normal del mundo. El filósofo y tocayo suyo (Emmanuel) Kant, decía de él que era un loco visionario, y éste respondía que solo era un científico frente a algo que no podía demostrar, pero que eso era algo natural.

                Y como tal lo aceptaba. Su tésis era que en ese estado inmaterial, pero de energía inteligente y con personalidad propia, también se encontraban aquellos que habían muerto pero seguían buscando empecinadamente sus cosas, sus apegos, sus propiedades, sus querencias materiales, las cuales se iba desvaneciendo para él, y que ese sufrimiento era su propio infierno. Que cuando esas “adherencias” se podrían y descomponían en su dimensión, se les transformaban en algo horroroso y amenazador que los martirizaba hasta que se dieran cuentas por sí mismos que ya no existen, que de hecho nunca existieron, pues solo ellos existen y lo demás son añadiduras… y que les obliguen a buscarse la vida… bueno, la otra vida quiero decir.

                Eso era lo que aseguraba este científico, aunque se encogía de hombros cuando, claro, no le creían… “Bueno – decía – yo tampoco me creería si no pudiera probarlo”… En fin, Creo que nadie lo puede confirmar con pruebas científicas. De ahí que este asunto quede como una curiosa curiosidad, como decía Groucho Marx, pero algo de eso tiene que haber, porque a mí me pasa. No lo que a Swedenbörg, naturalmente, pero sí que a mi edad comienzan a desvanecerse cosas, personas e ideas: familiares, amigos, lugares, acompañantes del camino, situaciones, seguridades, afectos, odios, paisajes, apegos, vivencias, deseos, tentaciones, diversiones, expectativas, ilusiones, incluso sabores… que se van difuminando poco a poco, volatilizándose lentamente, y que van drenándose unas con otras, y perdiendo sustancia hasta desaparecer. Y quedan como un vago recuerdo, cada vez más vaporoso, como una débil huella de algo que hubo, estuvo y se tuvo, y que, si no se borran del todo, solo quedan en esencia, que ya no en presencia…

                Si me encontrara a don Emmanuel le preguntaría si me ve más acá que allá, o, por el contrario, estoy más allí que aquí, pero él ya traspasó el límite fronterizo que percibió en vida, y puede que ahora se tropiece con nosotros andando por las calles del otro lado. Quién sabe… Pero lo que digo: no afirmo ni niego nada. Es lo prudente. Las religiones apuestan todas por ello, incluso inventando lo que no es, si bien que vendido, administrado, controlado e hipotecado por una Iglesia, a través de una fé dogmática. Las filosofías todas lo confirman, si bien dejan absoluta libertad de pensamiento, creencia y comportamiento. Y la ciencia está en ello.  Es la hermana más retrasada en hacer las faenas de la casa, pero la más segura y fiable. Todo se andará… Mientras tanto, sería bueno practicar el desapego de las cosas que ofrece este dislocado mundo, como ya nos avisaba el nazareno aquel, a fin de ir acostumbrándonos a ir ligeros de morral, y a no perder luego el tiempo de otro tiempo buscando  unos calcetines olvidados. Por si acaso…


MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador  – los viernes a las 10,30 h. en: http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php              

miércoles, 15 de marzo de 2017

LIBERTAD DE...

Habrá que admitir que lo de la famosa libertad de expresión está cada día más difícil de manejar, porque, libertad… ¿hasta dónde?.. Hasta que no se lesionen los sentimientos de alguien, se dirá… Pero, es que, siempre habrá algún alguien que pueda sentirse (aún falsamente) herido porque otro se exprese, o piense, u obre, distinto a él, ¿no?.. Bueno, pues cuando se exprese ofensivamente… Vale… ¿y qué se considera ofensivo?.. ¿que se meta con mis creencias, por ejemplo..?. O sea, libertad de expresión, sí, pero hasta dónde cada cual diga, o hasta dónde diga un creyente, un político, un avatar, un iluminado, un juez…


                El concejal Zapata, de Madrid, fue condenado y luego descondenado por ser un idiota maleducado, y es que el ser idiota, o el estar maleducado, o el ser tonto del nabo, no es un delito. Ni debe serlo, creo yo. Otra cosa es una formación política que le dé buena paga y buen cobijo a sus idioteces en un ayuntamiento. Ahí sí existe una irresponsabilidad. Pues que el ciudadano no les vote más. Pero si, en su libertad de expresión, le dá por decir estupideces, es tan solo que un estúpido… Esto es solo un ejemplo, entre muchos. Los del grupo de títeres aquel que también fueron acusados y desacusados es más de lo mismo. Si hay titiriteros que les dá por poner a sus cristobitas al servicio del mal gusto, o a gilipollas creativos por escandalizar a meapilas con sus disfraces provocativos, pues más de lo mismo. Son vulgares provocadores que tocan poneduras de gallina. Son gente fronteriza que, como no tienen un solo ápice de artista, pues se dedican a hacer el cretino. Pero eso… ¿es delito?.

                Otro caso es el de César Strawberry, ese rockero punck que su propia mediocridad lo lleva a cantarle al terrorismo, enalteciéndolo. Ha traspasado una línea roja que dice que cuidao bacalao… Entonces, se le condenó, luego la Audiencia Nacional lo absolvió, y después, tras el recurso de la Fiscalía, el Supremo volvió a condenarlo. Se ha pasado de imbécil. Enaltecimiento del terrorismo son los cargos. De acuerdo, muy bien… pero aquí igual hay otra cuestión: ¿quién dice lo que es terrorismo y lo que no lo es?.. Porque aquí tenemos un Trump que a todos los que le llevan la contraria los acusa de terroristas, cuando, según se mire, él mismo es un terrorista potencial. Así que si esta mala bestia, y sus homólogos de fascismo europeos, ganan poder, puede ser terrorismo cuanto a ellos se les antoje… Este mismo párrafo, este mismo artículo, puede ser apología de terrorismo… Por favor, pensémoslo, porque a toda esta gente, al final, los hemos votado en unas democracias, para que luego hagan lo que hacen…

                Gobiernos y jueces deben tener muy clara la línea divisoria. ¿Pero qué tipo de gobiernos y qué jueces puestos por esos mismos gobiernos?.. De ahí la inexcusable separación de poderes. Si no, no vale. No es igual que ataquen con mentiras, falsedades, calumnias e infundios mi integridad personal, por ejemplo, que ataquen mis ideas, fé, o creencias. No… no es lo mismo. De lo primero debe defenderme un estado de derecho con la ley, y de lo segundo debo defenderme yo mismo con la razón. Lo primero requiere legislación, lo segundo requiere argumentos. Es que si eso no se establece, cualquier persona puede querellarse contra cualquier otra que le insulte su equipo de fútbol y eso lo insulta a él. Lo de las ofensas puede ser tremendamente personal y gratuíto, y más si son creencias, crecencias o credillas…

                Es que, si así no fuera, a mí mismo pueden empapelarme cada vez que diga, o escriba, que no me dá la gana celebrar San Valentín, porque me parece una solemne chorrada, por ejemplo… Los abducidos pueden sentirse aludidos. Y a mí me sirve que el tal santo llevase la contraria al emperador Claudio y casara a escondidas a legionarios romanos. Me vale, pero me importa un sextercio… Él se saltó a la torera una ley imperial que le pareció injusta, y yo me salto una costumbre santificada que me parece ñoña… además de comercialmente interesada.

                Ya… ya sé que soy un “esaborío”, y que las gentes que se apresuran a andar los caminos marcados y bendecidos son (aparentemente) los más felices de una sociedad mediatizada, o aborregada. Pues mira, ya están homologados para lo por venir. Pero cada uno tiene el ADN que tiene, y yo estoy muy satisfecho con el mío… No obstante, le leí a Quim Monzó que el 15 de Febrero es el día mundial de los desparejados, así que, como yo no soy un dispar que no tengo par, prefiero mantenerme al margen, mientras no haya una ley que me obligue a apuntarme a alguno. Porque, si así fuera… ¿qué día se celebra el 29 de Febrero?.. Es que, hacer el gilipollas una vez cada cuatro años es lo menos malo, ya puestos…


MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php

miércoles, 8 de marzo de 2017

EDUCAR EN...


Pues que aún colea aquel “Ignorancias” de hace tiempo, y otro más, secuela del mismo… Pues vaya… Pues qué barbaridad… No esperaba yo que las reacciones, aún y a menos, eso es cierto, pero que pudieran alargarse tanto. Por supuesto que todo el mérito no es mío, esa es la verdad. Es también, y no poco, del programa radiofónico que se hace de estos artículos en Radio Torre-Pacheco, 97.7 FM, de la conductora del mismo, que canaliza los comentarios de los participantes, del personal de la emisora, que los cuelga de las redes, con lo que les alarga vida y estancia, y sobre todo, a los contribuyentes que aportan opiniones y pareceres, comentarios, ideas y peticiones, como el de aquella maestra madrileña que utilizó este programa en su clase… Todos ellos enriquecen, y son artífices directos, y corresponsables, de estos ecos que se estiran, y se prolongan, en el tiempo. Desde aquí, vaya mi agradecimiento a todos ellos.

                …Y algunos temas, como éste, se resisten a perder protagonismo. O eso parece. Lo cierto es que ya está dicho casi todo, y poco más se puede sumar al mismo. Los que tienen poder, posibilidad y responsabilidad en ello son los que más aportarían, pero son los que más callan. Y los pocos que parecen tener interés, son los que aún mantienen vivo este debate, pero ellos no disponen de ese poder, ni esa posibilidad, ni tal responsabilidad tampoco, y tan solo manifiestan su inquietud… Aunque, no sé, no sé yo… Pero, en fin, por eso me alegra mucho oír en el canal regional de TV al alcalde de Murcia, mi viejo amigo José Ballesta, cuando dijo que en los institutos, en los centros de enseñanza, había que acometer una “educación en valores”…

                Porque esa es la clave: educar en valores. Antes, la sociedad educaba en valores. Desde la familia hasta los maestros de escuela, sin distinción, pasando por la propia sociedad, formaba en valores. A eso se le llamaba educación. La cultura era la totalidad de conocimientos, otro valor de los muchos. El problema es que hoy se confunden ambos conceptos hasta el punto de que la cultura ha prescindido de la educación, no sé si me explico… En las escuelas se transmiten materias, conocimientos, contenidos, formación cultural, sí, pero se ha prescindido de la formación en valores, se ha dejado de lado la educación, en definitiva. Los profesionales, presionados por la administración, y por los propios padres, se desentienden alegando que esa educación en valores es cosa de la familia, no responsabilidad de ellos. Pero lo cierto es que generaciones enteras privadas de tales valores tampoco pueden transmitirlos. Es un círculo vicioso, y los resultados ya han sido comentados sobradamente en esos artículos anteriores. El principio de autoridad se ha roto, y los frutos ya se están cosechando y conociendo.

                Lo que dijo el alcalde Ballesta es, pues, la razón de todo: hay que recuperar la educación en valores. Cualquier iniciativa en tal sentido es muy loable. Lo desesperanzador es cuando se anuncia que ese frágil, débil y tímido intento, está avalado por una dotación a los centros que la impartan de unos 3.500 euros anuales. Claramente insuficiente y ridícula, si lo comparamos con las enormes sumas que se dedican a otros menesteres dentro de los propios sistemas educativos. Y esto pone en tela de duda la voluntad que hay tras ello.

                Por otro lado, esta triste justificación contrasta con la eliminación de la filosofía en las áulas. La filosofía enseña ética, moral, y a pensar en libertad y con responsabilidad, con racionalidad… Eso son valores. ¿Por qué, entonces, se debilitan a la vez que se intenta, aisladamente, claro, de favorecerlos?.. Estamos viviendo en una sociedad preparada, pero no educada, culturizada pero no formada. Y eso es ignorancia, al fin y al cabo… Y eso mismo es lo que decía, y sigo repitiendo. Lo demás es mucho blá-blá-blá… Y de eso, nos sobra.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php


jueves, 2 de marzo de 2017

¿QUIÉN PAGA..?


Es muy conocida aquella historia, por lo demás verídica, de Josep Plá, en su primer viaje a EE.UU., llegando de anochecida al estuario de New York, cuando vió, atónito y extasiado, la gigantesca iluminación de los rascacielos de Manhattan, cuyas primeras y asombradas palabras fueron, “…y todo esto, ¿quién lo paga?..”. Y es que los siervos de la gleba, los ciudadanos de medio pelo, que cada vez somos más en este patio de Monipodio que es España, en manos de cada vez menos señores de feudales capitales (la desigualdad en nuestro país, constata la UE, es una brecha cada vez más de la Edad Media), los Juan Nadie de por aquí, tendemos a creer que las grandes cosas se pagan a sí mismas, del mismo modo que el universo provee a sus mundos. Y nada más falso. Esas grandes luces las pagamos los pobres y pequeños. Por eso, es una buena práctica, cuando vemos y admiramos las obras públicas, las pirámides que los políticos levantan para nuestro “¡ooohhhh..”, y a su mayor gloria y esplendor, preguntarnos, como el Sr. Plá, ¿Y esto, quién lo paga..?

                Y es que vivimos de ensoñaciones, y creemos que el dinero siempre es de algún otro, algún alguien más fuerte y poderoso, y, es verdad, pero lo cierto es que lo hemos puesto en sus bolsillos entre todos, de nuestras costillas… Recuerdo a aquella alta funcionaria declarando ante el magistrado en el juicio a Noos, “Lo de Hacienda somos todos, es un cuento, una leyenda…”. Naturalmente, Hacienda somos unos más que otros. En realidad, hacienda somos todos los pobres, que pagamos el 84% de sus ingresos, y los beneficiarios son los ricos, que solo aportan el 16% restante (y son sus propios datos). O aquella otra estadista socialista ante una reclamación judicial, cuando se le escapó aquello de que “el dinero público no es de nadie”. Quiso decir que está ahí para quien lo coja, que no tiene dueño, que es una entelequia para financiar entelequias: un auditorio, un aeropuerto, una independencia…

                Sí… hasta los nacionalismos se pagan con dinero público. Como el nacionalismo catalán está siendo sufragado con los dineros de los impuestos de los ciudadanos españoles, que ingresan, engrosan y engrasan los organismos catalanes a través del Estado. Hasta el famoso 3% ilegal con que los partidos de su gobierno se financian de mordidas a empresas… de toda España, sí, de toda España, hasta de aquí, de nuestra región murciana, que se adjudican con tal inmoralidad servicios públicos pagados de dineros públicos… A mayor tajada, mayor costo, el pueblo invita… Exactamente lo mismo que la tristemente famosa trama Gürtel, igual que la casi totalidad de los juicios por corrupción que se siguen en España. Lo de menos es financiar una infraestructura inútil, o de mantenimiento brutal o inviable – a veces solo sirven para colocar próximos – lo importante es el bocado en el importe incrementado de la obra. El ciudadano paga. Usted, y yo, pagamos. Y a más pobres, mayor tajada.

                Pero es que la cosa no se queda solo en eso. La absoluta totalidad de los partidos que nos gobiernan, bien por vía de impuestos, bien por vía de financiación ilegal (corrupción), bien por ambas vías, al final, todo ese dinero sale de los mismo bolsillos: los nuestros. La cuestión es: ¿está dispuesta la ciudadanía a dar un puñetazo en la mesa?.. Aquí, en este país, desde luego lo dudo mucho. El último Indice de Percepción de la Corrupción internacional, vuelve a colocarnos a un nivel de auténtica vergüenza. Tenemos políticos corruptos nacidos de un pueblo corrupto.

                Un solo ejemplo ilustrativo. En Rumanía… sí, Rumania he dicho, la gente se ha tirado a la calle durante casi dos semanas, día tras día, hasta que ha forzado a su gobierno a retirar la despenalización de funcionarios y políticos adictos a los sobres. Vuelvo a repetir: en Rumanía… Aquí, en España, una ministra sale mintiendo y estafándole los cuartos a los pensionistas, o un fiscal general sale diciendo que aquí manda él sobre toda fiscalía, o docenas de políticos que se lo están llevando crudo bajo discurso de víctima de persecución, y nos quedamos tan tranquilos, y tan frescos, y tan estúpidamente pero estupendamente, ignorantes… Y preferimos preguntarnos, como don Josep, ¿y todo esto, quién lo paga?


MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador  – los viernes a las 10,30 h. en: http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php