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TORRE-PACHECO, MURCIA, Spain
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...

miércoles, 31 de mayo de 2023

EL TIEMPO

 

(de La Sexta)


No me voy a referir al oraje, al meteoro, a comentar ese manido recurso comunicativo que sí, que da para mucho, pero que no es el motivo que hoy me mueve… Tampoco voy a usar el tiempo para medir distancias entre los hechos que se suceden unos tras otros, como metraje de los acontecimientos que pasan. Ni mucho menos voy a utilizarlo en obsoletos recuerdos de historias ocurridas, aunque ninguna historia pasada es inútil, y mucho menos para alimentar el bulo que se acostumbra a hacer rular por ahí de que “cualquier tiempo pasado fue mejor”, o peor…

Y, simplemente, porque el Tiempo como tal no existe, aunque mucho se diga y poco se crea. Ya lo demostró Einstein cuando promulgó su conocida Teoría de la Relatividad, precisamente de la relatividad de ese mismo tiempo…

El tiempo es una especie de chicle que estira y encoge según las circunstancias de la percepción humana, nada más que eso. Puede ser muy útil en cuanto a establecer distancias siderales, tomando como base la velocidad de la luz, y formulándolas pues en eso mismo, claro: en años-luz. O para dar la hora del reloj. Pero, en el momento en que se modifique el factor velocidad, el tiempo ya se percibe de diferente manera en un lugar que en otro, y los habitantes de aquí envejecerían más rápidamente que los que viajan en un vehículo espacial. Distintas actuaciones del mismo tiempo. El motivo es ese: que, realmente, no existe como tal tiempo, o como creemos que es, anclados como estamos entre los espejismos del pasado y del futuro… ¿Entonces – se me preguntará – pasado y futuro tampoco existen?.. Naturalmente que no. Lo único que de verdad existe es el Presente… Como el mismo Einstein dice, es, o somos en, un “presente-contínuum”, momento a momento de presente. Lo de hace cinco minutos ya no existe en el ahora, y los cinco venideros tampoco, pues aún no han llegado, y lo que no ESTÁ, no existe…

Lo que nos ocurre a los seres humanos es que nuestra mente (pues somos seres pensantes) nos lanza a los recuerdos constantemente, y a las elucubraciones,,. de modo que nos evade del presente, y no sabemos concentrarnos en él. No es que no podamos, es que nos resulta incómodo, y trabajoso, y difícil por lo tanto, pero todos estamos dotados para poder… En el fondo es que no queremos creer que podemos, pero, la verdad, es que si un yogui, un sensitivo, un oriental, puede, nosotros tenemos la misma potestad, pero que no la ejercitamos. No nos molestamos en abstraernos dentro de nuestro presente, que es concentrarnos en él, que, en definitiva, es lo único real que existe y tenemos a mano.

Existe un sencillo experimento al que le invito a probar: en uno de sus muchos presentes empiece a contar hacia atrás, hacia el pasado. Llegará un instante en que todo y todos dejaremos de estar, porque llegará al cero. Tenga en cuenta que ha de arrancar de un número presente. Si lo hace hacia delante, igual dejaremos de estar, pues se nos lanza al infinito… No existimos más allá de nuestro presente, de nuestros presentes, fuera de recuerdos y conjeturas, donde el tiempo es un disolvente de pasados y futuros. Todos desembocan en el presente, todos arrancan del presente…

Así que no. El tiempo lo fabrica nuestra imaginación a través de nuestras mentes, conforme a lo que necesitemos de él, pero no tiene existencia propia y real fuera de nuestro yo y ahora… Nosotros, seamos lo que seamos, estamos sujetos al engranaje natural del movimiento universal. Y punto pelota… Por cierto, que Universo es una definición compuesta de Uni-Versus, o sea, Una Palabra, Un Verbo. “Por la Palabra fue hecho, y luego el Verbo se hizo carne, y vino a habitar entre nosotros”, dejó caer San Juan así, como el que no quiere la cosa… Luego vienen ustedes, please, y dónde dice Verbo, o Palabra, ponen ustedes “Energía”, y dónde dice Carne, colocan ustedes “Materia”, y les sale un don Alfred como una casa.

El tiempo, si acaso, es el flujo de esa Energía a la Materia pasando por la Masa einsteniana, y tampoco estoy muy seguro yo de eso… Las horas que marcan nuestros relojes no es tiempo, no es “el tiempo”. Eso es un reflejo a través de mil espejos que nos distorsiona una realidad a la que estamos empeñados en medirla. Pero eso sí, reconozco que estamos sujetos a esas cadenas que nosotros mismos nos hemos fabricado y colocado. Nos hemos esclavizado a lo sucedáneo, y hemos escamoteado nuestra realidad verdadera, la genuina, la auténtica.

Admito que esto que hoy suelto aquí resulta indigerible para muchos. Les pido perdón. Lo que pasa es que, al ser difícil de creer no nos resulta fácil de entender, piénsenlo… ¡Vamos, joer, decir que el tiempo no existe!.. cuando estamos sujetos a él desde que nacemos hasta que morimos, me van a decir a mí… Pero es así aunque no queramos creerlo. Los que rompen esa atadura están libres de ese nacimiento y esa muerte, que son los aparentes límites impuestos por ese tiempo que nos ordena nuestras vidas (Jesucristo no murió y resucitó, es que no dejó de vivir), pero que, “en verdad, en verdad os digo, que mi tiempo no es de este mundo”, bien pudo decir aquel Nazareno.

Y he usado, adrede, las mismas iniciales palabras de Aquél a quién decimos creer y seguir, para que veamos (yo también, claro) que una cosa es decir que tenemos fé (prestada, naturalmente), y otra muy distinta tenerla en posesión, por muy compartida que sea. Y aquí no hay Iglesias mediadoras ni medianeras, ni mediatrices ni medianías, que son las Reinas del Tiempo hecho rito y dogma.

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

del QUIEROYNOPUEDO en programa radiofónico

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https://youtu.be/ucGypg7alzE

martes, 30 de mayo de 2023

Y SIGUE PASANDO

 

(de Galicia Máxica)

Me cuenta un buen amigo “caminosantiaguero”, que ha leído que en la tumba de Santiago, quién yace es un tal Prisciliano, llamado El Apóstata, mártir primero de la mano de su propia Iglesia, y que el obispo de Iría Flavia transvistió de apóstol en Campus Stella… Se lo confirmo y le amplío detalles. En el propio Códex Calixtinus consta todo el burdo tejemaneje.

Igual que entonces la Iglesia le dio matute a Prisciliano por predicar un cristianismo más auténtico que el inventado catolicismo, hoy sigue persiguiendo con saña e insidia a los/las que descubren lo que se debe saber y ellos quieren ocultar.

Cuánto más débil, vulnerable, desvalida y desprotegida es la persona, más la acosan, atacan, amenazan y chantajean, con todo su poder y sin ninguna piedad. Me consta, y doy fé de ello.

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

lunes, 29 de mayo de 2023

NO ES LO QUE PARECE

 

(de YouTube)


Cinco palabras disculpativas; cinco que conforman una excusa al uso; cinco lobitos que guardaba mamá loba tras la escoba… Si me permiten, diría que casi nunca es lo que parece, por eso de dejar un resquicio abierto a la razón, al libre-pensamiento, o incluso, si quieren, a la imaginación. Es ésta una frase ajada por lo usada, muy dada en series y películas; muy utilizada en los momentos en que a uno lo pillan en un renuncio… Pero es que, a veces es verdad que las cosas no son como parecen, por la simple razón que se nos “aparecen” así para que formemos la idea de que lo “parecen”. Esto suele ser muy común por conveniencias más o menos ocultas, y es muy bien servido y mejor presentado por los medios de comunicación.

En las recientes elecciones, nos saltó y asaltó, y nos sobresaltó, y se nos resaltó, lo de las compras de votos por correo, por ejemplo. Como algo escandaloso e inaudito que pone en serio peligro la democracia por su ausencia de garantías. Vale, es cierto, soy conforme… Pero se nos olvida, o mejor: se nos quiere hacer olvidar, que la propia Democracia cría y alimenta de sus ubres esa desgraciada práctica. En mi época de Juez de Paz solía exponer repetidamente a mis superiores mi extrañeza de que, de los tres controles del sistema: petición de voto, recepción de papeletas y depósito del ya establecido voto, solo en las dos primeras se exigiera identificación, mientras no así en el acto de depositar dicho voto, pudiendo cualquiera entregar el voto de otro.

Pero es que, si pensamos, la compra del voto se hace antes de ir incluso a pie de urna. Nos rasgamos las vestiduras, sí, y con razón, sí, pero no existirían los compradores si no existiesen los vendedores. Por lo tanto, la causa y motivo, y razón, está en cuidar que no exista lo segundo, pues de esa causa viene tal efecto… En la República, con un índice de ignorancia e indigencia a la par de brutal, los oligarcas y caciques compraban el voto a base de unos pocos duros, un saco de trigo, o un miserable empleo de quince días. Por eso en los países con mayor desigualdad e índice de pobreza, agarra más esta caparra, que en países desarrollados. Ante el hambre y la necesidad cuenta poco la política, y si vale para poder sacarle unos cuartos, pues se vende…Y miren lo que les digo: donde esa política importa poco a los ciudadanos desengañados de sus políticos (examinen el índice de abstención) tampoco es raro que se saquen unos euros por lo que no se sienten identificados. Entre la escasez y el desinterés anda el juego, por eso Melilla es un caladero principal.

Mas me voy a permitir ir más allá: en conciencia, el voto cautivo, el clientelismo, el barrigagradecimiento, también es un tipo de compraventa de votos. Y esto es un fenómeno social que se da mucho en las colectividades, y suponen un porcentaje más, muchísimo más amplio, porcentualmente hablando, que por los motivos por los que acostumbramos a solazarnos en nuestro rechazo. Y más cuando tan sutilmente manejan nuestras emociones y nuestros “nohayderechos”… pero, ¿cuántas colocaciones, contratos, gabelas, etc. siembra un partido político entre su ciudadanía en los años de su mandato, como para no cobrárselos con el agradecimiento y fidelidad al voto?.. Yo lo llamo a eso compra venta emocional. Por eso me atrevo, con su permiso, a relativizar la mesada de cabellos y la espantada de caballos, orquestada y amenizada por todos.

Por parecer, es algo parecido a la también reciente escandalera por lo de Vinicius. Una parte de la grada del Valencia se sumó al rebuzno del asno que insultó al jugador del Madrid en la peor y más casposa forma de abyecto racismo. Se han llenado páginas de periódicos, columnas de analistas y tiempos de telediarios con un hecho que, desgraciadamente, se está dando todos los días en nuestras calles, plazas, metros y lugares públicos, incluso en lugares de trabajo y de convivencia, sin que merezcan una sola nota, una sola mirada, un solo comentario, una sola nada… Y claro que es una demostración racista de una sociedad racista, pero no son todos los valencianos. Somos todos. Y no basta decir que uno no es racista, también tiene que ser antiracista. Pero es que, además, somos clasistas.

Porque no nos es lo mismo, ni tan tremendamente útil para la humanidad, claro, un futbolista millonario, dador de patadas a un balón, que viste camiseta de gran Club de élite, que las moras recogedoras de fresas que se machacan en Huelva, por ejemplo; o los sinpapeles a los que insultamos, maltratamos y acusamos de delincuentes; o los otros negros chaboleros que sobreviven en los estercoleros de nuestro país. Éstos no cuentan… Y es que no es el mismo racismo. Uno es racismo común y el otro de etiqueta (si digo “negra” haciendo un mal chiste, se me acusará de racismo top). Con el segundo, hacemos una cuestión mediática y casi razón de Estado, y con el primero, simplemente lo ignoramos…Uno viene a llevarse nuestro dinero (verdad), y otros a quitarnos nuestro trabajo (mentira). Esto es: tampoco es lo que parece. Pero parece lo que es.

Así manejan nuestras emociones y manipulan nuestras entendederas… Mi humilde y desinteresado consejo es que desconfíen del principio de todo aquello que los medios de comunicación exageran y magnifican. Casi siempre hay un motivo que esconde un determinado interés concreto. Hay que hacer que sea lo que tanto esfuerzo se hace porque así parezca. Sin grises ni medios matices. A veces, hasta se logra desviar la atención y ocultar que, en realidad, el voto clientelar o el racismo, es mucho más de lo que aflora en estas bien-expuestas macetas. Incluso puede que se esté haciendo por eso mismo, para apantallar con otra pantalla igual pero mucho más pequeña…

Pero para que esto no se produzca, se necesita formarnos, y no nos van a formar los que les interesa una ciudadanía dúctil, manejable y fácil de moldear… De hecho, nos están convirtiendo, poco a poco, lentamente, en ciudadanos-plastilina. Y lo están haciendo con nuestra muy entusiasta colaboración y decidida participación. Tan solo que de nosotros depende.

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

domingo, 28 de mayo de 2023

hÁGANSE Y HÁGANME UN FAVOR

 

Me están llegando e.mails y whatshaps, también opiniones en las redes, con peticiones de personas que suelen seguirme, con una concreta: que no suspenda mi programa semanal de radio durante tres meses cada vez que llega el verano.

Yo les revierto a todos mi agradecimiento, porque es un interés por su parte que me honra y privilegia… Quiero decirles que por mi parte no hay ningún inconveniente, todo lo contrario. Pero no está en mi mano. Es cosa de programación de la Emisora.

Sí que les digo que dirijan sus peticiones a radiomunicipaltp@gmail.com que es quien tiene el poder disponer de tal posibilidad. Es lo correcto y lógico… Muchas gracias.

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

viernes, 26 de mayo de 2023

EL PRECIO DEL DINERO

                                                        

(de Vecteezy)


Dinero viene de Denario, la palabra romana que definía el precio de diez “ases”; y denario deriva a salario (salarium), que era como se dominaba la paga de los amos a los sirvientes, ya que, salvo algunos privilegiados que recibían un “pecunium”, por lo general se hacía en medidas de sal, gracias a la cual podían conservar los alimentos que guardaban para subsistir… Si se fijan, la concepción del dinero no ha variado un ápice desde hace dos mil años, ni tampoco de más atrás, no vayan ustedes a pensar. Sigue siendo el mismo: el costo de nuestra subsistencia.

No de la de los repartidores de sal, si no de sus siervos y servidores, o sea, el resto de los demás, todos nosotros. Pero, además, la invención del dinero como tal – jodido invento del jodido demonio – se hizo con una peculiaridad añadida: cuánto más pidamos al amo para vivir con dignidad, a mayor precio nos pone el amo el costo de la sal. Incluso, a ser posible, y rizando el rizo, nos la encarece por encima del valor de nuestro trabajo, para que, además, tengamos que pagarle intereses por lo que cobramos, esto es: pagar por trabajar.

Nuestros amos solo tuvieron que dar una vuelta de tuerca al sistema, y poner precio al mismísimo dinero, con el fin de vendernos nuestro propio dinero. Esa es la estrategia a la que ellos, los amos, son adeptos, y nosotros, los siervos, somos adictos… Lo más simple es que usted produce, ellos lo convierten en dinero comprándoselo en sal, y luego se lo vuelven a vender a usted a un costo muy superior al que le han pagado. Básicamente es así con todo… Si buscamos, encontramos que el comercio mundial está en manos de grandes trusts y oligarquías financieras y distribuidoras. Elemental, querido Wattson, Desde la energía hasta las patatas.

Una vez caídos en esta trampa, se nos inocula el virus del consumismo, se nos cuenta el cuento de la globalización, y nosotros mismos en masa nos ponemos la soga al cuello y le pasamos el cabo a nuestros amos para que nos estrangulen a su exclusivo interés. Como el que pesca atún a caña: suelta un poco, pega un tirón fuerte; dá sedal, recoge más que dá, y así… Lo de la carestía son circunstancias que ellos mismos provocan para establecer unas “leyes de mercado” también inventadas por nuestros ya saqueadores amos. Y esto es lo que hay: unos muchos trabajando para que unos pocos se enriquezcan con el fruto del trabajo de esos muchos, vendiéndoles su propio producto…

Un ejemplo tácito lo tuvimos con Garamendi, el presidente de la patronal a nivel nacional, un sujeto que se hace contratar por los empresarios, pasarse de autónomo a nómina, y encima ponerse un sueldo superior al que cobra el mismísimo Rey: 400.000 euros anuales. Pero lo que ilustra el despropósito es que, al mismo tiempo que tan burda y groseramente se autoprecia a sí mismo, se oponía brutalmente a la subida de quince cochinos euros al Salario Mínimo Interprofesional. Este tipo gana en un solo día lo que los del SMI ganan en todo el mes. Los banqueros y políticos hacen exactamente igual…

A esto hemos llegado, y esto es lo que aceptamos mansamente, y aplaudimos incesantemente. La excusa normalmente utilizada es la cosa de la responsabilidad y la importancia de “su trabajo” con acorde a su remuneración, pero, honradamente, ¿usted, de verdad, en serio, cree que es así?.. Miren: yo me tiré más de treinta años siendo un alto gilipollas local, comarcal y regional de los empresarios, entre otros tantos y tontos honores, y no solo no cobré un solo duro por ello, si no que puse dineros y denarios, y sales y salarios, de mi bolsillo y de mi negocio.

Bueno… pues así está montado ahora todo el chiringuito, desde tales “profesionales” de la mangancia, grandes empresarios, e incluso toda – digamos casi toda – la clase política que se afana en que creamos que “trabajan” por y para nosotros. Y sus desproporcionados haberes, proporcionados a nuestros también desproporcionados “agujeros”, se los pagan a sí mismos de los impuestos que nos encasquetan a los ciudadanos-siervos.

Desde alcaldes que se ponen nóminas por encima de la renta media de los de sus pueblos, a consejeros, directores generales, presidentes, diputados y senadores, paniaguados de toda laya y condición, y un etcétera más largo que un tren-mercancías…Representar es cobrar, y los representados que se den por bien ordeñados, pues hasta prefieren negarle parte de su autoextraído salario para dárselo a otros ajenos (Sistema de Licitaciones).

Como podrán comprobar, lo que ha cambiado del denario acá, son las formas, el vestuario, las etiquetas y la apariencia, pero no la experiencia, que es exactamente igual y lo mismo: la manipulación del precio del dinero manipulando el precio de las cosas (también funciona al revés)… pero de las cosas que usted mismo produce y fabrica y consume. Y seguimos engañándonos nosotros solos y a nosotros mismos.

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

jueves, 25 de mayo de 2023

LOS REYES MAGOS DEL MAR MENOR

 

(de La Verdad)

Todos los políticos ante-urnam “venden” proteger el Mar Menor, pero ninguno dice la verdad. Unos se lavan las manos en una estrecha zona de proximidad, y se desentienden de los acuíferos cargados de purines tierra adentro. No se puede contentar a la vez a Dios y al Diablo.

Otros engañan confundiendo: quieren eliminar el problema del Mar Menor eliminando al Mar Menor como tal, pero aparentando que lo protegen.

Y es que, en elecciones, aparecen los coloridos y atractivos catálogos de la campaña de Reyes Magos… Hay regalos dónde escoger y para todos los gustos. Pero ya se sabe: los Reyes son los padres, o sea, nosotros. Ellos no existen.

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

miércoles, 24 de mayo de 2023

YASTANAQUÍ LAS MUNICIPALES / programa radio

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https://youtu.be/L3q83p2L7GE


martes, 23 de mayo de 2023

GENTES DE BIEN

 

(de Diario Público)


En uno de los rifirrafes políticos, pasado no ha mucho, a los que nos tienen acostumbrados nuestros ídems, creo que fue el inefable Feijóo (que se ha vuelto Casado por virtud de Isabelita Ayuso), me parece que por la gilipuertez del “siessi”, soltó algo así como que iba contra “la gente de bien”… Hacía siglos que no había oído ese referente de Gente de Bien, muy de la época de sus apellidos, por cierto. Lo recuerdo como muy de la posguerra, en que solían manejarse un par o tres de denominaciones, que, invariablemente, se usaban para entenderse entre la paisanada: si la zagala, por ejemplo, se ennoviaba o casaba, siempre había un alguien que decía que el opositor era “gente de bien”, para aludir a cierto gentilismo, o que era “mú honrao y trabajaor”, cuando no alcanzaba el estatus anterior. Lo otro que se decía era “gente de órden”, aludiendo más a su obligada proximidad a lo de “afecto al régimen”, que eso era ya un aval de supervivencia.

En los pueblos como en el que yo me crié, solían tener una especie de comité local, que, formado por la tríada cura-boticario-cacique, o similar, eran los que elaboraban las etiquetas del equipaje del vecindaje para cualquier viaje, fuera evento o por cualquier eventualidad… En el de donde me recrié, al ser villa más reconocida, podía ampliarse la trinca a quinteto, llegado el caso, pues cabía el jefe de puesto de la guardia civil, así como el alcalde y/o Jefe Local del Movimiento… bueno, en esta clave – JLM – conocíamos cuando había que disimular ante oídos atentos, traducido por Jamón Limón y Melón llegado el caso y si hubiera lugar.

Si el pueblo tenía Casino, el filtro social podía ser más relajado, ya que los prohombres del lugar formaban o conformaban una especie de “senatus”, donde, en primera instancia, se dilucidaban los más elementales y básicos quehaceres del “pópulus” y sus individuos… La mayoría, claro, “buenas gentes” no más, que la vitola de “gente de bien” se otorgaba a una elegida parte por las fuerzas vivas de esa colectividad, o sea, que los aspirantes hagan meritaje, ingresen el Círculo Restrictivo… perdón, Instructivo he querido decir, o Cultural, o equilicual, y luego ya se verá lo que aporta para pasar a “gente de bien”, de órden, o de la divina leche de la santa teta.

Y la cosa funcionaba cojonudamente… Si la pareja de la Guardia Civil de servicio se topaba por la calle con uno de la pana, el saludo era: “documentación…”, o un “¿…y tú quién (o de quién) eres”; y si se cruzaba con uno de la pasta, invariablemente su saludo era un “muy buenos días nos dé Dios, don Ramón”… Los códigos contantes y cantantes no eran ni postal ni genético, pues bastaba con mirar si llevabas zapatos o alpargatas, sombrero o boina, corbata o bufanda; si fumabas cigarrillo con filtro o picadura liada.

Entonces era todo muy sencillo: o eras, o no eras. En aquella época bastaba con que alguien de los del quinteto te señalara para que los tricorniers fueran a por ti, a tu casa, y, sin necesidad de probar nada, te trincaran hasta más ver… o te dejaran tranquilo, o te pusieran en observación. Hoy tan solo en un caso no ha variado mucho el procedimiento: basta que la mujer diga a la Civil que el marido la ha maltratado, aún psicológicamente, con todo lo que de relativo lleva tal concepto, para que, también sin prueba alguna, lo saquen esposado y lo escancien en la trena. Tal que entonces.

Pero el perfil ha cambiado. Se ha instaurado un tribunal inquisitorial, poco a poco, sutilmente, en que se amplian estos supuestos y otros más – aparentemente – buenistas y politicorrectos, tal que si le da un cachete a su crío, porque le ha escupido en la cara, será reo de grilletes; si le cuenta el cuento de Caperucita Roja en versión no revisada, será llamado a Capítulo; si le silba homenaje de admiración física a una despampanante moza, irá a galeras por acoso y violación; si vuelve a ver la película Lo que el Viento se Llevó en versión original, le caerán las del pulpo a la brasa; si lee a un autor u obra cuestionada, como La Cabaña del tío Tom, lo enviarán a un campo-reformatorio de concentración…

Esto es, que Feijóo, queriendo hacer un valor de una expresión caducada y decimonónica, sin verlas venir, le ha devuelto a Sánchez lo que sus socios de gobierno quieren resucitar del más casposo franquismo, si bien que al revés: los censores de antes ejercían hacia un sentido, y los de ahora ejercen al contrario. Ayer se pedía a la Guardia Civil o al Párroco, certificados de buena conducta, y pronto se habrá de pedir al Comisario, o Comisaria, de Inclusión, Igualdad, Paridas y Paridades.

A mí ya me enseñaron aquellos lo que valía – y sigue valiendo – un peine. Y tuve mis experiencias. Las suficientes. Yo les suplicaría a los de la Dirección General de Politicorrección y Buenismos, que, a los de cierta edad, por ejemplo la mía, se nos exima de un Servicio Social que ya vivimos y apuramos con creces en nuestros días. Que se nos libre del cumplimiento de tales normas y hormas, que ya se nos aplicaron a plomo y fuego… Que se las enseñen, si acaso, a los que aún tienen que ganarse el ser “gentes de bien”, o de lo que fuere que sea eso.

Los que aún no aprecian lo que tienen, y que pueden perder (libertad de pensar, de expresarse, etc.) puede que lo tengan que aprender… Es posible que necesiten lo que a nosotros nos sobra por todos los poros, y no supimos transmitirles. Yo, ya sé lo que es eso… Pase de mí, Abba, este jodido cáliz, si es tu voluntad. Yo ya bebí mis buenos y amargos tragos, anda, porfa, acho…

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

POR ALGO SERÁ...

 


(de ABC)


Dato cogido en prensa (LO/15-5): el 25% de los jóvenes de la región entre los 18 y 30 años no piensan votar, y la mitad del resto no saben a quién hacerlo… Debería preocuparnos el futuro.


No es raro que los líderes se despepiten en ofrecerles caramelos y chuches a porrillo a estos cientos de miles de jóvenes, a ver si los encandilan y les llevan patica y papeletica a la urna.


Pero es el más claro síntoma de que los jóvenes captan la demagogia, la falsedad y la marrullería de los políticos mejor que nosotros, sus adultos… Tan solo hay que preguntarles, para que nos digan lo que piensan de ellos.


Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

lunes, 22 de mayo de 2023

NI P... IDEA

 

(de Word Press)

Leo en E.P.-28/4 una… iba a decir noticia, por eso de que sale en un periódico, pero no todo lo que se publica en la prensa son noticias, así que diré una de “las cosas de la vida”, como también decía mi abuela, y aún se dice por ahí, y que me atrevo a compartirla con ustedes que me suelen leer, por curiosidad, y porque puede ser materia de reflexión del comportamiento humano (aunque no siempre los humanos hayamos tenido igual comportamiento, claro)…

Se trata de una de las siempre llamadas antiguamente “Casas de Comidas”, que solían llevar familias, y donde, por obvio y natural, se servían comidas eminentemente caseras, de las de “toda la vida del señor”… permítanme la minúscula, pero es que la vida tiene muchos señores, como ustedes mismos comprenderán. Está situada en la conocida por Zona Franca, de Barcelona, o sea, por donde la pelana industrial y todo eso, ya saben. La llevaba la abuela, que era buena cocinera; luego la madre, que heredó su buen hacer, a la que se le añadió el padre, como mesero, que no mesonero, cosa natural, y ahora lleva un hijo, nieto de la primera, el cual ha sumado a dos hermanos más, porque se lo come la bulla.

El éxito – dicen los “expertos”– estriba en no haber hecho nada. Sí señor, como lo leen: en dejar las cosas como estaban, en “non meneallo”: decoración mínima (no minimalista, ojo), esto es, cero, que no sean sillas y mesa con mantel; y servir platos de cuando Jaume el primero andaba por allí, ya saben: de cuchara, puchero, huevos y otras cosas fritos a manta. Con una ventana abierta a la cocina, por la que se ven y se huelen los platos que se condumian, aparte anunciarlos a tiza y pizarra colgada de la pared. Eso es todo. Hasta si quieren los comensales husmear cómo faenan sus demandas, pueden entrar al cocináculo y ambientarse… Puro “retro”, o “vintage”, o como se etiquete en english lo que ya está más que inventado.

Esto es todo. O esto es nada, si así les parece. O esto es mucho, si igual lo creen así. Pero no hay más… Bueno, pues sepan que, si quieren ir, ya que se ha convertido en lugar de peregrinaje y reclinaje de veneración gastronómica, tendrán que pedir cita, pues tiene lista de espera de meses lunares. Como les cuento a vuesas mercedes. Naturalmente, como tontos no son, aparte de ser catalanes, lo que sí han tocado han sido los precios: El triple o cuádruple, o más, según de qué sea la “truita” – en cristiano, tortilla – si de queso, sobrasada o pernil, u otras delikatessen de guisos de potajes, trucha, conejo de la zona, o carne de cepo de esos lares.

O sea: la sencillez básica de la cocina casera, pero con la sofistificación añadida de los precios caros como el mejor “maridaje”… ¿se dice así?, con la tontería moderna. Y no voy a criticar yo aquí el que estos espabilados cobren a precio-Berasatagui lo que otros hacen cola para pagar, ni muchísimo menos. Existe una ley no escrita, porque es una norma dictada por la propia naturaleza, que reza que “mientras haya tontos no faltarán los listos”. Este zagal ha descubierto que lo que su abuela hacia para redondear el pañuelo (entonces se guardaban las “perricas” en los “moqueros” a falta de monederos), hoy se paga a precio de oro aparte la pleitesía de la espera, y eso no lo va a cambiar él por una gilipollez que, encima, no es suya, por general que sea.

No voy a citar aquí el nombre del invento-descubrimiento, por un par de razones: primero, porque no les hace falta una propaganda que les hago con esta crónica, y a lo peor puede que alguien me acuse de hacer publicidad ilegal; y segundo, porque los que pierden el sueño por vivir tan “exóticas experiencias”, estoy seguro que, con las meras pistas dadas, encontrarán aqueste Grial de la “divine cuisine”… Faltaría más, tío Tomás.

Lo cierto y verdad es que lo he traído aquí, de aquesta güisa, a mis “crónicas malditas” (así las llaman ya algunos y algunas, doy fé que de buena fé, a estos escriturios), y, la verdad que me siento tentado a rebautizarlas tal cual, ¿a ustedes que les parece?.. Pero que he traído ésta, digo, por el malsano interés de analizar estos extraños comportamientos humanos que nos brinda la actual existencia. Veamos: hace pocas, muy pocas, poquísimas décadas, que despreciábamos, y nos mofábamos, arrinconándolas y olvidándolas de mala manera, todas esas formas de cocinar y alimentarnos, para epatar y alucinar por todo lo contrario. De pronto, de la noche a la mañana, descubrimos el nuevo mundo de la elaboración, el “eau bendite” del cuento chino; elevamos a sus sacerdotes a los altares de los cielos; lo sobrepagamos con alabanzas y doblones; y nos dejamos el culo a rastras con la misma prisa con que abandonamos la otra de malos modos.

¿Estupidez humana?.. Ustedes mismos, por favor. Pero conste que esta actitud – que no aptitud – está conducta, este proceder, lo tenemos con cada vez más cosas y en más casos… Y, mientras tanto, no tenemos puñetera idea de lo que en realidad merece la pena valorar. Por ejemplo: si decimos que esa sencillez en la comida y en el servicio tiene calidad (y así se paga en consecuencia), ¿qué valor tiene entonces cuando nos despepitamos por todo lo contrario, abandonando lo hoy ensalzado?.. Y es que nos engañamos hasta el punto de encarecer lo que nada vale, por la estúpida y ciega demanda, y arruinar lo que tiene valor, por la misma ciega y estúpida moda. Llámelo usted comida, en este caso… ¡oh, no, perdón, anatema sea, que esto es vulgarizarlo!, he querido decir “Gastronomía”, o sea, arte conceptual, cultura, cretinismo y turismo…

Por cierto, que en Tenerife, por ejemplo último, han empezado a desautorizar la llegada de cruceros porque el turismo que ya llaman “de aluvión” destroza y aniquila más que rinde en divisas. También en Venecia, Barcelona, y otros lugares del mundo están restando a estas invasiones bárbaras… Los fenómenos que desatamos para enriquecernos han empezado a empobrecernos. Destruyen más que construyen (miren el fenómeno asociado de las viviendas turísticas, lo que está produciendo de insano y destructor). Somos nuestros propios Atilas asolando nuestra propia tierra y envenenando nuestro propio aire por treinta monedas de plata. Acudimos en rebaño a la llamada del cohete y los faralaes, y, lo peor de todo, es que no queremos, no nos da la real gana, de reconocerlo y darnos cuenta de lo que estamos haciendo y está ocurriendo.

Los hermanos Borja sí se han dado cuenta de la bobaliconería humana. Y vuelven a ofrecer la más básica elementalidad al precio de la más idiota superficialidad. Saben perfectamente que somos ciegos que siguen a los ciegos; que somos del gremio del mogollón; que abaratamos lo positivo y encarecemos lo negativo… Y entonces van y actúan en consecuencia. Pues claro que sí, si nosotros confundimos lo ético con lo peripatético, y lo lógico con lo demagógico…

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

viernes, 19 de mayo de 2023

COCHINOS POLÍTICOS

 

(de La Verdad)


Que la guerra del agua está politizada es más claro que esa misma agua con la que nos engañan todos y a todos, y se sirven de nosotros para conseguir votos con que gobernarnos. Consideren este ejemplo como ilustración:

En el 2.007, Barreda, del Psoe, y Cospedal, del PP, con su proyecto conjunto de Reforma de su Estatuto Autonómico, planearon el cierre del Trasvase para el 2.015… así, mano a mano.

Así que aquí no hay partidos, ni ideologías violadoras ni defensoras. Eso es solo circunstancial. Rajoy tampoco quiso hacer nada. Tan solo existen puros y duros intereses de manifiesta insolidaridad que se tapan con la sucia política, nada más…

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

jueves, 18 de mayo de 2023

SE NOS ACABA EL INVENTO

 

(de Educo)


Si nuestro Sistema Solar tiene 5.000 millones de años, semana arriba semana abajo, nuestro planeta, la Tierra, tiene aproximadamente lo mismo (no confundir con la edad del Universo, que es de unos 14.000 millones de años, poco más o menos)… Estamos hablando de nuestro elaborado pero escaso mundo sobre el que cabalgamos; estamos tratando, en definitiva, del clima planetario que nos padece a la clase humana, entendámonos. Y si nosotros aparecimos hace alrededor de 250.000 años, quiere decir que nuestra casa es 20.000 veces más vieja que nosotros, lo cual merece un respeto, o así lo creo yo al menos.

Digo esto porque un muy conocido científico abundaba el otro día en que el ser humano dura sobre este suelo seis veces menos que el plástico que producimos y tiramos al mismo, por lo que nadie quedamos para medirlo, salvo por la durabilidad de los productos químicos con que lo fabricamos y envenenamos el medio ambiente, que eso sí que lo conocemos… Y algo de verdad debe haber en eso, cuando el residuo plástico que se está recogiendo de nuestros mares-basureros tiene cerca, o eso aseguran, de un par de siglos. Calcule usted si ha tenido tiempo de joder la flora, la fauna, y hacernos comer microplásticos por un tubo a través de la cadena alimentaria… Y vamos multiplicando exponencialmente los efectos, también en nuestros organismos, como enfermedades, en vez de restándolos.

Ese mismo investigador daba por supuesto que en esos miles de millones de años en que el planeta ha ido evolucionando y revolucionándose para adaptar algo con lo que adoptarnos a nosotros, también ha producido sus propios cambios climáticos, y no flojos precisamente: hielos y deshielos que han hecho aparecer y desaparecer continentes enteros y especies de todo tipo; terremotos y violentísimos movimientos sísmicos; erupciones volcánicas; caídas de meteoritos; periodos de calor espantoso; y también, por supuesto, terribles inundaciones y sequías… Ella solica, por sí misma, hasta que se hizo, también a sí misma, habitable para acoger a la especie humana, que tampoco es moco de pavo. Llevan pues razón aquellos que alegan que esto ha ocurrido siempre, con o sin el hombre, y que tampoco es para ponerse en plan catastrofista y todo eso.

Pero lo que se callan y no dicen es que esta es la primera vez en toda su historia geológica en que un cambio tan monstruosamente acelerado es producido directamente por la acción directa del factor humano, y lo que es peor: que los propios cataclismos en sí mismos; que los fenómenos provocados (sobrecalentamiento atmosférico, envenenamiento ambiental y agotamiento de recursos) son algo absolutamente negativos para la propia especie humana y para su pervivencia en este planeta… Esa es la diferencia de matiz. No es lo mismo miles de millones de años de estabilización en solitario, que un par de cientos de miles de esos mismos años de desestabilización provocada (llamémoslo autocorrección si se le queda mejor cuerpo), expansivamente acelerada por nuestra manipulación directa del invento. De un invento, por cierto, que, al menos para nosotros y salvo su energía prístina, tiene fecha de caducidad.

Y he intercalado lo de “para nosotros”, porque, lo que es para el planeta, en comparación con todo lo pasado en el pasado, esto es pecata minuta, y tiene tiempo sobrado para autoregenerarse. Y capacidad, también… Y, como comenta Enrique Nieto: “así, tan pancho, viéndolas venir, como diciendo: ya cambiaré esto, que yo no tengo ninguna prisa”. Y es que es cierto, es mucha verdad. La Tierra tiene todo el tiempo, medios y posibilidades del mundo, pero los que no tenemos un jodido tanto así, somos nosotros. La habitaduría seguirá, y los habitantes se irán a tomar el viento por donde vinieron. Así lo hemos querido, y así mismo se hará.

Y sigue diciendo Nieto: “…ella seguirá volando en el espacio, con sus hermanos planetas de la galaxia, y sus soles, y sus demás primos los astros… A la Tierra le importa un pijo. Allá vosotros los humanos, dice cuando nos ve cometer todo tipo de barbaridades”… Naturalmente, las causas cicatrizan, pero los efectos repercuten directamente en nosotros, no en ella. Con lo listos que somos, joer, y no nos damos cuenta de algo tan sencillo como eso. Miren ustedes mismos el panorama, y piensen, si aún saben y quieren pensar: cada vez lloverá menos, y cada vez hará más calor; el hielo se derrite en los polos y los glaciales en aceleración constante, subiendo el nivel de los mares y afectando todas las costas; las carestías – de carencias y de costos – serán cada vez más y mayores… y me paro aquí, no sigo con todo lo demás que se irá sumando a esto.

Pero, y a todo esto, nosotros, como perfectos bobos, seguimos de fiesta en fiesta, de celebración en celebración, de puente en puente, y de acá p´allá… En el último mayero, por ejemplo, aquí, tan solo que en esta región, apenas trincada la idolatría semanasantera y mamadas sin fín de primavera, 300.000 coches salieron a la carretera a enmierdar la atmósfera y cargarnos el medio ambiente y el medio natural. Son datos de la DGT, no inventados por el menda. El menda saca unas cuentas más simples que el asa de un botijo, y se pregunta: con una media de cuatro personas por vehículo, en una región de millón y medio de habitantes que somos, hemos movido el culo las cuatro quintas partes de los del roal, y se han quedado aquí algún viejo rematado, crío en pobreza infantil (un 30% según Cáritas, por cierto), y los impedidos por necesidad o enfermedad. Tontolúltimo

Luego, vuelve ese más de un millón de personalgentío, a ponerse la alcachofa de la TV7 en la frente, y quejarse de los precios de los alimentos y a gritar en falso que “así no se puede vivir, coño”, que es lo único que nos sale del moño… Y como que las matemáticas dicen lo contrario, uno se pregunta que una de tres: o que aquí nos tocan los iguales hasta sin jugar; o que somos más embusteros que el Almanaque Zaragozano; o es que aquí no somos más tontos porque no nos entrenamos, que si no… Pero lo cierto y verdad, visto lo visto, es que nuestros “posibles” los empleamos en la dudosa inversión de pasarlo bien y llenar terrazas a costa de la naturaleza y de nuestros propios bolsillos y supervivencia. Y estamos tan impuestos de nuestras razones, que no vemos lo evidente ante nuestras propias narices… Yo confieso que no lo entiendo, que no comprendo nada. Quizá por eso me critican. Hacen bien, ¡qué leches…!

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

miércoles, 17 de mayo de 2023

LA MORAL.- programa radio

 LA MORAL.- programa radiofónico:


https://youtu.be/uG_0ZlnR96Q