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TORRE-PACHECO, MURCIA, Spain
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...

martes, 30 de enero de 2018

HOY, COMO AYER...


Tres escalones, y estabas en el recinto de la Iglesia, rodeado por una verja. Dentro, a la derecha, la pequeña Cruz de los Caídos, donde en determinadas fechas montaban una escueta guardia cuatro lucidos falangistas, camisa azul y roja boina. A los que no éramos de la sangre del régimen no se nos permitía lucir prendas tan aguerridas, ni participar en tan marciales acontecimientos… A la izquierda, se abría un estrecho pasillo que dotaba de acceso exterior a la sacristía del pequeño templo, y a su derecha, otro que llevaba al grueso cable que daba tierra al pararrayos del campanario. En su fachada, junto a la puerta principal, colgaba una vitrina de puerta acristalada y abatible, que custodiaba, clavados con chinchetas, los horarios de los servicios religiosos, alguna Hoja Parroquial de interés, algún comunicado a los fieles… y una cartulina octavilla con el título de la película - o películas - de esa semana en el cine del pueblo, sus principales intérpretes, la sinopsis, y… ¡tatachan!, la Clasificación Moral de la(s) misma(s).

            Tolerada, o… Con reparos, 1R, 2R, 3R, 4R, o lo peor de lo peor, Gravemente Peligrosa con Reparos. La leche. Una 4R, por ejemplo, Mogambo, donde a unos amantes la torpe censura los convertía en hermanos, y de ahí que la adivinable relación desembocase en incesto, pero fuera como fuese eso nos ponía en el camino del infierno. O ya una Gravemente Peligrosa, como Arroz Amargo, de Sylvana Mangano, que nos colocaba directamente, sin preámbulos, dentro de ese mismo infierno, en la parte más barbacoa del mismo. Por supuesto, eso era en cuanto a los mayores de 18 años, que se jugaban sus brochetas cada fin de semana en las butacas del cine. A los críos, invariablemente, nos salvaban de chamuscarnos porque se nos prohibía directamente el acceso. Sin más paliativos…

            Y recuerdo esto en comparación a lo de hoy. Pero – se me dirá – si hoy, tío tonto, no existe la censura, ¿cómo se te ocurre?.. Pero, ¡já..!, claro que existe, si bien que larvada, de otra forma más sutil, más ladina y elaborada, más emboscada. Y no por la salvación de las almas, si no por otros intereses. Antes, simplemente lo hacían con el chantaje del miedo, con la amenaza de tu condenación eterna, o con que te iban a poner un sambenito ante las fuerzas vivas y muertas del pueblo que te ibas a cagar. Y todo eso junto, acojonaba un rato. Y en la actualidad, la censura se ejerce mediante el aborregamiento de la gente, la manipulación de la realidad, el consumismo, el hedonismo y el narcisismo, y, encima, por lo que ha venido en llamarse la postverdad. Esto es, utilizar las redes para, aprovechando el adocenamiento mental del personal, fomentar noticias falsas dirigidas a fines espurios. La masificación de las gentes y las mentes, y la gentificación de las personas, es el objetivo final. Lo mismo que aquella burda dictadura aliada al más casposo poder eclesial perseguian el control de los individuos. Ya digo, los de ayer, mediante un secuestro atroz de las libertades y del pensamiento dirigido, y los de hoy, a través de aparentemente lo contrario, o sea, una libertad casi absoluta con que deseducar al personal y orientarlo a un control absoluto mental como el de antes.

            Y lo cierto es que la ciudadanía del mundo está atravesando una época propicia a la manipulación de sus mentes. Ha logrado que EE.UU. elija (aparentemente en uso a su libertad de voto) a uno de los grandes monos de la selva mundial. Se está intentando manipular la realidad política en los estados europeos, facilitando el ascenso del fascismo, populismos y hasta resucitar al nunca muerto nazismo. Se ha interferido en el conflicto catalán con el fin de desestabilizar Europa. Los mayores medios del movimiento de masas, como el fútbol, están construyendo un poder dentro del poder institucional de los propios países (véase el chantaje de la Fifa a España en el caso Villar, por ejemplo). O la nueva moral de conseguir lo que un loco, o un colectivo enloquecido, quiere, a base de mover voluntades desprovistas de voluntad propia, dentro del engranaje de las democracias, que  es una tendencia que se va abriendo camino…

            Un día llegará en que iremos a la puerta de los Ayuntamientos, y a la izquierda de su entrada principal, en una vitrina con puerta de cristal abatible, habrá una cartulinica en octavilla, del Partido Unificado, cogida por una chincheta, que nos diga lo que tenemos que hacer y cómo hemos de pensar, y a los espectáculos que hemos de asistir fuera de las fiestas, los deportes, los folklores y las tradiciones permitidas. Y las actividades intelectuales serán clasificadas desde las Toleradas, las Con Reparos, o las Gravemente Peligrosas…  


MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php

viernes, 26 de enero de 2018

El Mirador 26 enero 2018

martes, 23 de enero de 2018

CONCIENCIA o ÉTICA


Existe por ahí una frase que suele repetirse mucho. La de “fulano, o fulana, tiene mala conciencia”. Lo cierto, la verdad, es que la conciencia no es ni buena ni mala. Por lo tanto, no se puede tener mala conciencia, como no se puede tener buena conciencia. Simplemente, se tiene, o no se tiene, conciencia de algo… Lo que pasa, y esto puede parecer curioso pero no es extraño, es que no tenemos conciencia de la conciencia. Hagamos una prueba, si no: salgamos a la calle y preguntemos a los jóvenes con los que nos tropecemos, ¿qué es la conciencia, acho..?. Pidámosles que definan la conciencia. Es posible que nos llevemos una buena sorpresa. O tienen una noción deformada de la misma, o no tienen ninguna noción sobre la misma. Y esto, lo reconozcamos o no, es un enorme fallo, no es sino una enorme carencia, de nuestro sistema de formación y educativo.

            En realidad es que las personas tenemos conciencia de nosotros mismos. De nuestra existencia, de nuestras experiencias, de nuestras vivencias, de lo que hacemos o deshacemos, y de lo que dejamos de hacer, de nuestros hechos y deshechos y de sus efectos, e incluso de las causas de nuestros hechos. Solo los seres humanos, o eso aseguran, tienen la capacidad de tener conciencia en sí mismos de sí mismos, pero eso no quiere decir que la conciencia personal de cada bicho viviente… perdón, de cada bicho pensante, sea un Pepito Grillo que lo lleve de su mano por el camino correcto, mucho menos  éticamente correcto. Si acaso, es una herramienta de la que dispone ese bicho, casi más sintiente que pensante por cierto, para intentar con ello labrarse ese jodido y puñetero camino, sea éste bueno o malo…

            Pero, de hecho, o somos unos desaprensivos mentales, o disminuidos, y carecemos de conciencia, o somos de la mayoría normal, y la tenemos. Cada cual la suya, más o menos homologada, pero la tiene. Los políticos del separatismo catalán, por ejemplo, tienen plena y cumplida conciencia de que mienten, falsean la historia y los datos, incumplen normas y leyes, retuercen la verdad y envenenan la postverdad, e incluso llegan al chantaje y la violencia a través de sicarios para conseguir sus fines. Los jóvenes practicantes del botellón, a un suponer, tienen absoluta conciencia del daño que se hacen a sí mismos y a la comunidad, como a toda la sociedad. Los gobernantes tienen perfecta conciencia de sus embustes, y saben en cada momento y lugar cuando mienten, e incluso los motivos de porqué lo hacen. Impunemente. Y todos sabemos cuándo robamos, cuando maltratamos, cuando violentamos, cuando abusamos de algo o alguien. Y todos tenemos plena conciencia de lo que hacemos en nuestra vida, como de lo que hacemos de nuestra vida. De lo bueno y de lo malo. Lo que pasa es que unos pocos saben distinguir lo positivo de lo negativo, y unos muchos no saben distinguirlo. Pero la conciencia no lo enseña, solo tiene constancia de su registro como vivencias.

            Los líderes del separatismo, por volver a los mismos ejemplos ilustrativos, son plenamente conscientes de lo que hacen, pero creen – se engañan voluntariamente a sí mismos – de que lo que hacen mal es por un bien mayor. Aunque ese bien sea absolutamente egoísta, insolidario, o dañe a muchos para solo beneficiar a unos pocos. Los jóvenes irresponsables consigo mismos y con la sociedad, saben lo que hacen y hacen lo que quieren porque están convencidos que sus derechos son más importantes que sus obligaciones. Los políticos que mienten creen que el mentir es parte de la política, o que el robar es cobrarse lo que la sociedad les debe.

            Todos tenemos conciencia de nuestros actos, pero casi nadie actúa según una conciencia recta. Y es por eso mismo, porque tener conciencia no es garantía de obrar bien, si no, simplemente, de obrar según consecuencias. Otra cosa, claro, es obrar, no con conciencia, si no con ética. Eso ya es harina de otro costal, amigo mío. El tener una conciencia ética es una joya para cierta clase personas (para otras supone un obstáculo) pero eso no quiere decir, como creemos o nos han hecho creer, que la conciencia es igual a la ética. No señor. Son dos cosas distintas. Bien diferentes una de otra. Y no siempre se dan juntas en el ser humano… Yo tengo conciencia, tú tienes conciencia, él tiene conciencia… pero ética… como el valor en la mili, tan solo se nos supone.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Miradorwww.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php


viernes, 19 de enero de 2018

El Mirador 19 enero 2018

martes, 16 de enero de 2018

DE LA FELICIDAD


La conductora de mi programa radiofónico, Micaela, me insta a que escriba, no sé…, sobre la felicidad, por ejemplo. Ahí es nada. Al principio, miras, sonríes, y piensas para ti mismo, “pues sí que me lo pones fácil, guapa…”. Luego, te vas diciendo que, a ver por qué no. Que la felicidad no exista realmente, o que no sea de este mundo, como dicen muchos, no es óbice para no tratar sobre ella, coñe… ¿No se escribe sobre ciencia ficción?.. Y toda estas elucubraciones para, al final, un día que tienes la pensadera perezosa, la pluma ociosa y la mente en blanco, convenir que… Al menos, inténtalo, a ver si eres capaz, y de paso, le das satisfacción a una buena amiga. Y… bueno, pues aquí estoy.

                Lo cierto, la verdad, casi todos los filósofos y médicos lo dicen, es que “el ser feliz es una decisión que afecta directamente a la salud”, y aclaro que la cita se la copio literal a Elsa Punset. Pero, fíjense en la construcción de la frase, que hay un detalle muy importante. Dice que el ser feliz es “una decisión”, no un hecho contrastable, y que eso afecta a la salud en positivo. Más claramente, está diciendo que para ser feliz hay que decidir serlo… a pesar de todo, añado yo. No dice que se es. Y no se es, porque la felicidad en sí misma no existe, como tampoco existe por sí misma. Hay que esforzarse en desear, no la felicidad, si no el ser feliz, que no es lo mismo. Y querer ser feliz es saber que la felicidad no es una sucesión de factores cojonudos y chupiguays, sino una situación mental inducida por uno mismo. Hay que abstraerse y prescindir de muchas cosas del entorno para ser feliz…

                Y es un estado mental por algo muy simple. Porque nuestro cerebro no está programado para ser feliz, no señor… Nuestro cerebro está programado para la supervivencia, que no es igual. Biológicamente, en lenguaje atávico, el cerebro se preocupa cada día por que llegues vivo a la noche, y, a ser posible, en paz con tus tripas, o sea, con la barriga llena. En lenguaje actual, llegar a final de mes. Pero no le preocupa un ápice si eres feliz o no lo eres… Como mucho, si estás satisfecho, y ni siquiera eso, solo si estás vivo. Y la verdad es que, en eso, hemos evolucionado poco. Yo diría que aún somos humanidad y todavía no somos personas, no sé si me explico… Nuestra mente, hija de nuestro cerebro, ha sido educada desde pequeñita por su padre en que prima la necesidad, no la felicidad, y eso es un lastre que la pobre mente le cuesta un trabajo inmenso quitárselo de encima, porque sabe, además, que ese principio ayudó a su padre a salvar primitivas generaciones humanas, y no se debe despreciar tal precaución.

                Pero la mente es poderosa, más incluso que su primario padre, el cerebro, y su actitud y sus decisiones pueden obrar milagros, dado que tales milagros, en realidad, solo existen en la actitud y la aptitud mental. “No os curo yo, si no vuestra fé en Mí”, dijo aquel nazareno genial. “Decidle a aquella higuera que se seque, y se secará”… Y se hartó de repetir que “con la fé podréis mover montañas”.  La mente tiene el poder de sanar o enfermar al ser humano, e incluso de transformarlo para bien o para mal. Así que la mente también es capaz de lograr la felicidad (relativa o integral) para ese ser humano al que habita. Pero es la fuerza de voluntad del ego quien debe tomar la iniciativa. Por eso que la felicidad es una cuestión de voluntad.

                Para mí, personalmente, es la sensación de plenitud con uno mismo, y tiene uno que absolverse de sus pecados, aunque yo no sepa cómo hacerlo… Por eso me es tan difícil escribir sobre la felicidad para mi amiga. Heráclito y los sabios griegos aconsejaban su práctica, y la llamaban “perspectiva cósmica”. Se imaginaban alejándose de su casa, sus familiares, su país, sus problemas… flotando en el espacio veían aquello como un todo, o como parte de un todo, ajeno a ellos mismos, aunque parte de ellos mismos. Es lo que luego practicó Buda… Pero hay un pensador, Selighman, el padre de la psicología positiva, cuyo método es el “sé feliz a tu manera”. Y expone tres formas de encarar la vida: la vida placentera, la buena vida, o la vida valiosa, y que cada cual se apañe, y se conforme, con la que elija. Hay quién busca “su” felicidad en cualquiera de los tres campos, pero, me temo, que no se pueden dar todos a la vez, ya que el tercero haría inviable los otros, como igual al contrario, pues la plenitud es imposible. Pero esto, claro, es tan solo que una opinión personal.

                Yo me contento con contentar a Micaela, y me alegraré de alegrar a los que les interese el tema y me lean, o me escuchen luego, en la radio… En cierta forma es una satisfacción, que es lo que más se acerca a la felicidad, lo que más se parece a aquello que se busca y no se encuentra. Así que si os sirve de algo, me sentiré feliz de haber sido útil… pero solo un ratico, claro. A lo mejor la felicidad solo es eso…

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/rad

jueves, 11 de enero de 2018

MUJER


Me hablaban el otro día sobre una película que corre por ahí, Wonder Wooman, que creo que es una mujer guerrera sacada de un cómic, llena de signos feministas y contramachistas, según alguien contaba… Es muy posible, decía otro, que se haya producido pensando que este año es el año de la mujer, y ya se sabe que los beneficios de lanzar una película corre parejas con el oportunismo de hacerlo en el momento adecuado. El caso es que se me quedó de rondón el comentario, así, como a flor de pensamiento, ya saben… y hace poco, en algún rincón escondido de alguna programación de algún canal de alguna televisión, me pasaron ante las narices un tryler de la susodicha cinta, al que procuré prestarle, dado el caso, la debida atención.

            Y la verdad, si el feminismo más rampante y dominante quiere hacer un icono de ella, lo veo el mayor de los contrasentidos. El disparate más absurdo y falaz que se puede concebir. Ni más ni menos que una caricatura antinatura. Y solo por algo tremendamente simple: es una imagen de heroína con el prototipo de una mujer sensual más enfermizo que mente masculina haya podido parir de su enfebrecido magín. Lo cual es una flagrante incongruencia. Un modelo feminista creado por una factoría machista. Pues muy bien…

            Así, te ves a una mujer imponente que quita los sentidos, enfundada en una hiperajustada malla o piel, con su debido y estereotipado, faltaría más, escote, “palabra de honor” creo que se llama, que amenaza con matar de un pezonazo disparado desde una especie de corsé que hace de los pechos un arma letal, también para la portadora. Que corre como un gamo, salta cual ardilla y resuelve las más increíbles piruetas pegada a unos tacones de aguja tan largos como su estilizado supercuello. Y con una especie de culotte – resulta imposible no apreciarlo – tan escaso, ceñido y mínimo, que es un milagro que no se le clave como puñal en su muy apreciable anatomía. Es más digno de una modelo de pasarela de lencería fina que de una guerrera como la tal Wonder.

            Así que no. Si he de imaginarme a una mujer guerrera, heroína de su propia libertad y merecedora de su propia dignidad, no es ese modelo. Un modelo de mujer libre, digna, orgullosa y salvaje frente a los hombres, es el de las amazonas. La tradición convertida en mito nos hace un retrato de ellas sin tinturas de rimmel, sin moldeadas cabelleras, sin vestidos atractivos y sin sofisticados complementos de belleza… ¿a quiénes habían de atraer?.. Su belleza, si acaso, es tan salvaje y primitiva como su propia naturaleza, ya que todo lo natural es bello por sí mismo. De hecho, se mutilaban uno de sus pechos para poder tensar el arco mejor y disparar sus flechas con mayor efectividad. Aunque también sea la caza del hombre, al que, por cierto, no lo mata, sino que lo utiliza para ser servida en sus tareas domésticas. Pero no los matan si quieren disponer de su libertad, si no que los dejan marchar siempre que no atenten contra ellas… Una enseñanza a tener hoy en cuenta…

            Y digo una enseñanza de la historia, aunque sea mítica para la actualidad, porque lo de hoy es la antítesis del reino de las amazonas. De aquel matriarcado fabuloso. El reino de los patriarcas ha sido, y sigue siendo, todo lo contrario. Se ha usado a la mujer para ponerla al más absoluto e integral servicio del hombre. Vale. Solo que, cuando ellas han empezado a querer disponer de su libertad, al revés que las amazonas hacían con los hombres, se les están matando…

            Y ni siquiera unas disparatadas leyes contra la violencia de género están frenando la escabechina. Así que yo me tomo esta película como una especie de venganza, como una suerte de ajuste de cuentas en tiempos de violencia contra las mujeres. Aunque sea un disfraz patético diseñado por el hombre más machista el que se ha calzado. Entiendo que la historia, incluso la mitología, nos ofrece modelos menos burdos, que nos enseñarían mucho más y mejor. Y estamos viviendo la cultura del cómic, del entretenimiento, del estreñimiento mental, y del consumo… y que preferimos a los héroes contrahechos que a los héroes, y héroas, hechos y derechos. Pero es una auténtica pena.


MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php

sábado, 6 de enero de 2018

El Mirador 2018 01 05

PROGRAMA RADIO SOBRE LA ESTUPIDEZ

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lunes, 1 de enero de 2018

PAÍS INGRATO


La dignidad de los seres humanos está en su comportamiento, no en su trabajo, por humilde o importante que éste sea. Igual que la indignidad de esas mismas personas. El otro día, leí en un dominical el testimonio de una periodista catalana, partidaria de la no separación. Iba en un taxi, hablando por su móvil con un amigo al que le estaba contando los problemas que afrontaba por pensar cómo pensaba, cuando el vehículo frenó de golpe, el taxista, insultándola como un energúmeno, la conminó a bajar del coche bajo amenazas. Este pobre infeliz, es tan ignorante – e indigno – que no se da cuenta que la Cataluña que defiende con tan violentos métodos solo le traería miseria para su propia familia y hambre para sus hijos, pues de una “nasió” así se irían más, muchos más, clientes, que llegarían. El fanatismo siempre ha sido lo que ha traído la pobreza a los pueblos.

                Y ese caso me recordó otro curioso que le leí a la excelente Almudena Grandes sobre un señor de Murcia, y no precisamente el que Mihura creó con Ninette por delante, en su aventura, españolísima aventura, parisina… Ni mucho menos. Este otro señor de Murcia, leído, cultivado en los clásicos, educado, conocedor de varios idiomas y un experto en latín, es un personaje real de 1.935. Cecilio Sáez se llamaba. Encontró trabajo en La Unión, donde una compañía minera lo malcontrató como maestro de los trabadores y de sus hijos. Cuando se vino a dar cuenta, se percató que el escaso dinero de su paga salía de los menguados bolsillos de los obreros pobres, pues la empresa había suprimido su sueldo por una bajada de los beneficios. Incapaz de afrontar el sacrificio de aquella pobre gente, se despidió de ellos, y, casado y con tres hijos y su vasta cultura a cuestas, marchó a Madrid, a tratar de allí, de mantener a su familia…

                Ya en Madrid, sin ningún trabajo fijo, humillaba su dignidad vendiendo por la calle libritos de clásicos que él mismo traducía y se editaba en la imprenta de un amigo, Gráficas Victoria, de la calle Benito Gutiérrez… La Metamorfosis, de Ovidio, sus versos, o la Historia de Príamo y Tisbe… Había días que sacaba hasta cinco pesetas, a veces hasta un par de duros… Aparece fotografiado frente al Banco de España, en cuya verja cuelga con alambres, en una perfecta y cuidada ortografía, un cartón en el que ofrece su erudita mercancía, a veces acompañado de un hijo de siete años, tan limpio, pulcro, aseado y digno como su padre. Los primorosos y sencillos, escuetos y magros, cuadernos de tapas grises, de 16, 30 o 50 páginas en papel sepia, extendidos sobre una mesa de tijera, delante de sus triste figuras… Un periodista de la época, Emilio Ferret, lo sacó en la sección Vidas Humildes de la revista Estampa de Abril del 35. En su página 10 se lee, “El traductor de Ovidio que vende su obra en la calle”...

                Un profesor de historia, Pedro Sáez Ortega, regaló uno de estos entrañables ejemplares a la gran Almudena Grandes, durante la presentación de uno de sus libros en una biblioteca de Móstoles. Era el nieto de aquel pobre traductor y vendedor callejero de los clásicos. Y así llegó a sus manos la entrañable historia real de este noble señor de Murcia que hace ochenta años mantuvo su magnífica dignidad con tan miserables medios… y a través de la general indignidad de aquella época de pobreza y tremenda desigualdad. Cecilio Sáez despidió su vida entre estrecheces económicas y necesidades vitales sin cuento. Pero se mantuvo digno y erguido hasta el final.

                Este hombre de Murcia, este gran señor, merecía que nosotros hubiéramos hecho una España mejor que la que hoy tenemos. Más culta, más educada, más civilizada, más transigente, menos fanatizada. Pero solo hemos sabido hacer, desde su aquel presente acá, una España más rica en haberes y más inmensamente pobre en valores. Una España de taxistas fundamentalistas, como el de Barcelona, precisamente en una de las regiones más prósperas, abiertas y cosmopolitas de este indigno país, como es Cataluña. Una pena. El talento, la sensibilidad, la erudición, la educación y la vergüenza, la muy digna vergüenza, de un solo español – de Murcia – aparece como una perla escondida y enterrada entre el cutrerío vacío, el ocio y el odio, y el desprecio, de muchos compatriotas actuales, dispuestos a tirar por la borda el cómodo pasar de clase media, escupiendo en la memoria de los que sacrificaron su propia dignidad para solo lograr la indignidad de los que somos y estamos aquí hoy…

                Cuando leí la historia de nuestro antiguo e ilustre antepasado, Cecilio Sáez, me sentí tan conmovido como avergonzado. Y tan orgulloso como entristecido. “Un hombre todavía joven (dice el cronista de la época) bien vestido, una pajarita oscura en el cuello de una camisa inmaculadamente blanca, que muestra unos pocos libros en las manos…”. ¿A cuántos como él habrá que sacrificar aún para que muchos como el taxista catalán insulten a la vida?.. ¡¡ País ingrato ¡!..

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.p