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TORRE-PACHECO, MURCIA, Spain
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...

martes, 30 de julio de 2013

De lo divino y humano: A LOS QUE DESAHUCIAN

De lo divino y humano: A LOS QUE DESAHUCIAN: Miren ustedes, señores desahuciadores y compradores de “sogas de ahorcado”. Una casa, no es solo una casa. Una casa es multitud de vivenci...

lunes, 29 de julio de 2013

EL CORÁN, CLARO...

Por un breve comentario que publiqué en Chispazos de este mismo periódico respecto al islamismo, y a que dije que me había leído El Corán una vez y pico, el epíteto más amable que me cayó por estos lares fue el de amigolmoro. Tolerancia, creo que le llaman a eso. Al final, nos ponemos a la misma altura del fundamentalismo que criticamos en ellos. La única diferencia es que, en nuestro caso y gracias a Dios, el estado es aconfesional, y el de ellos confesional hasta las cachas. Pero acordémonos de la edad media, y de las cruzadas, a ver si en el occidente cristiano de la época no hicimos exactamente las mismas barbaridades.

               Mas, efectivamente, me ratifico en lo que decía en ese corto. Si algo enfatiza El Corán es la lucha contra la ignorancia, la necesidad del conocimiento, el desarrollo de la creatividad y la imaginación. La primitiva cultura islámica liberó de supersticiones a su antigua población, recuperó y difundió los saberes de la historia persa, hindú, incluso griega… Hizo florecer la observación científica, las artes, la medicina, la astronomía, la filosofía, las matemáticas… de donde surgió una floreciente civilización. Mahoma, en realidad, liberó a la sociedad árabe de su época de una situación estructural de opresión e injusticias, de ignorancia, de esclavitud y marginación. El Corán proporciona a la mujer una carta de derechos de los que antes jamás había disfrutado. Podían casarse o divorciarse libremente, sin presiones de familias ni clanes, podían disponer de la custodia de los hijos, podían heredar y tener propiedades… Yo he mismo he conocido personalmente este modelo social en los campos de refugiados saharauis de Tinduff, en la Hammada argelina. El Corán no aprueba la poligamia ni los harenes para satisfacción de nadie, sino tan solo por estricto sentido de justicia ante viudas, huérfanos o mujeres desamparadas. Lo que más bien recomienda, por el contrario, es la monogamia. El Corán es un mensaje liberador para la humanidad de cuando fue escrito.
                El problema reside en que los dirigentes religiosos musulmanes, a lo largo de la historia, desviaron el camino, falsificaron el mensaje, se aliaron con poderes políticos opresores y sometieron a masas de creyentes fanatizándolos a través de la incultura y la ignorancia. Si nos fijamos un poquico, su historia es paralela a la de nuestro catolicismo con respecto a sus alianzas con monarquías absolutistas que hacían de la religión un poder y un juego de intereses. Lo que ocurre es que nos llevamos 500 años de diferencia, y puede que, en política, nosotros sí que hayamos evolucionado más que ellos, que aún están anclados en el dogmatismo más ortodoxo, dañino y destructivo de sus gobiernos confesionales y extremistas. Pero eso, repito, no es El Corán. Ni los ayatolahs lo siguen tampoco. Aunque prediquen y muevan a la gente en su nombre, más bien empujan a practicar todo lo contrario de lo que dice su mensaje. Debería de sernos familiar esto, y no sorprendernos. En realidad es que en todas partes han cocido habas… y en algunas, aún las cuecen.
                Precisamente, y esto resulta curiosísimo, hace un par de meses falleció un teólogo islámico, de la rama chií ismaelita, Ashgar Alí Engineer, que fue Premio Nóbel Alternativo en 2.004 y tiene un montón de reconocimientos internacionales… ¡por su teología islámica de la liberación!, y se basa en la centralidad de la justicia, la opción por los marginados, la lucha contra la pobreza, la denuncia de la acumulación de poder y riqueza, la compasión y la benevolencia… según las raíces originales de El Corán. ¿Les suena a la de nuestro Leonardo Boff?.. Y, últimamente, un sacerdote y teólogo católico, Juan José Tamayo tenía que ser, director de la Cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones de la Universidad Carlos III de Madrid, también ha venido en ayuda de mi opinión. Hasta el punto que, en colaboración con la Liga Islámica Española, han publicado en castellano el libro Teología Islámica de la Liberación, de Ashgar Alí… Así, con un par. Veremos si nuestros curiales epíscopos no le mandan una fathúa que lo dejan tieso, veremos…

Pero, a ver cuándo nos vamos a enterar todos, que las conocidas como “religiones del libro”: judíos, cristianos y árabes, somos tres grandes ramas de un mismo tronco, de un mismo árbol… Ya va siendo hora que nos demos cuenta, joer…

martes, 23 de julio de 2013

De lo divino y humano: ¿ROBO O APROPIACIÓN..?

De lo divino y humano: ¿ROBO O APROPIACIÓN..?: No sé si recordarán ustedes que en un par de ocasiones he escrito sobre el fenómeno de rapiña de las llamadas inmatriculaciones, con que ...

lunes, 22 de julio de 2013

A LOS QUE DESAHUCIAN

Miren ustedes, señores desahuciadores y compradores de “sogas de ahorcado”. Una casa, no es solo una casa. Una casa es multitud de vivencias, emociones, experiencias, sentimientos, recuerdos, que forman parte de la vida y la existencia de las personas que la habitan. Por eso, cuando en nombre de una ley deshumanizada y mezquina, privan a las familias, a la gente, ancianos y niños incluidos, de sus casas, las están desahuciando de su propia vida. Están asesinando sus propias vivencias, que son parte inseparable de sus existencias personales. Les están cortando, acortando y acotando vida y existencia. Eso, si no ponen antes fin a la misma, como saben que está ocurriendo.
                Ustedes leen poco, ¿verdad?.. Cuando un autor escribe, por ejemplo, sobre su niñez, y recuerda aquel porche de aquella casa donde su abuelo le contaba cuentos, o recrea sus paseos por el jardín con su padre, o los buenos ratos en la cocina de la abuela, o cuanto aprendieron a no olvidar… son valores eternos unidos a sitios físicos concretos que se instalan en el alma de las personas. Los hombres y las mujeres somos así. Estamos hechos con añoranzas ancladas a lugares. Casi nunca se evoca el qué solo. Se hace junto al cuándo y al dónde. Y si se saquea el dónde, la nostalgia se convierte en amargura. Deberían saberlo, puesto que también ustedes son seres humanos. No pensar en el daño que se hace es ser insensible con el padecimiento que se provoca… Y eso nos hace peores de lo que ya somos.
                Por eso mismo, ser expulsados de nuestra propia casa es como ser expulsados de nosotros mismos. Ser desahuciado de nuestro pasado – eso es nuestra casa – es también ser desahuciados de nuestro futuro. Es una violación de lesa humanidad. No ilegal, pero sí inmoral. Y de esas violaciones se han producido en España (y se producen) desde que se inició la crisis, más de medio millón. Quinientas mil familias que no solo han perdido su patrimonio vivencial, si no que también han perdido la esperanza y la confianza en la justicia y en la solidaridad de la sociedad. Ustedes sabrán lo que hacen, aunque yo no lo dudo que sí lo saben.
                …Y me permito no dudarlo, entre otras cosas, y ustedes lo conocen perfectamente bien, porque el dictamen de la abogada general del Tribunal de Justicia Europeo, Julianne Kokott, dice muy alto y muy claro que “la normativa española sobre desahucios, incumple la Normativa Comunitaria de Protección al Consumidor por flagrantes y sangrantes cláusulas abusivas”. El que ustedes se apalanquen en la debilidad permisiva de un gobierno temeroso y timorato, incapaz de enfrentarse a los poderes financieros, no hace, en modo alguno, que lo estén haciendo bien. Ni mucho menos. Yo creo que lo que están es ganando tiempo para exprimir al máximo el beneficio de esas cláusulas abusivas, por muy criminales que puedan llegar a ser en sus efectos.
   
             Y me atrevo a decir criminales, porque se han dado cifras estremecedoras: más del 34% de los suicidios en España están causados por los deshalojos. Si tuviéramos un ápice de conciencia, deberíamos sentirnos tan avergonzados, que, igual que antes nos santiguábamos al pasar por delante de una iglesia, hoy, el ritual debería ser escupir al pasar por delante de un banco.
                Ya sé… Lo admito, y lo siento de veras. Sé que el de esta semana es muy duro, quizá durísimo, pero es mucho más duro, muchísimo más, los cientos de personas que se han quitado la vida por causa de ello. Sin contar los miles de dramas familiares, separaciones, vidas arruinadas, pérdidas de custodia de los hijos, exclusión social, adopción de conductas autodestructivas, y un miserable etcétera de “daños colaterales”, ¡maldita palabra!, que lleva esta cruel práctica de satánica procesión.

                Yo llegué a conocer personalmente a una de esas cifras que se dan. Lo malo es que detrás de una cifra hay una persona, y mujer, e hijos… Un mal día se vio en la calle, con un crío de cada mano y su esposa, sentados en un banco de un parque público. Los acogió la abuela de ella, con la que se había criado, y con su sola y escasa pensión. Su familia lo adoraba, pero él no pudo resistir la tensión… He tardado mucho tiempo en sacar este escrito de mis tripas, porque me dolía mi propia rabia. Pero hoy, por fín, me libero de él, y de ella, del escrito y de la rabia, y lo hago por ti, amigo mío, donde quiera que estés.

jueves, 11 de julio de 2013

BIENVENIDO, LEO...


“ - ¿De dónde vine… dónde me encontraste..?,
pregunta el niño a su madre.
Ella llora y ríe a un tiempo…
-Tú estabas en mi corazón. Tú eras su deseo.”

R. Tagore

                Nos ha llegado Leo. Temprano, cuando el día despereza y enciende el trajín de los seres humanos. Su primer conocimiento físico me llega gracias a los dioses del olimpo tecnológico: una fotografía vía paritorio por whatshap o como leches se llame o escriba eso. Para algo bueno tienen que servir los móviles. Mi sexto nieto en línea sucesoria, o mejor sucesiva, se le ve dormir tranquilo en la foto, con su gorrico azul, su cara redonda y sonrosada, sus mofletes cálidos, y los ojos que se le adivinan grandes y hermosos. Me informa su tía Nuria, copartera familiar de todos sus sobrinos, que es rubio y muy guapo. Como su madre… como su hermana Sara, de enorme y redondos ojos azules, como un piélago de estrellas.


                No sé si alguien dijo, y si no lo dijo alguien lo digo yo ahora, que cuando los hijos se convierten en padres, nosotros nos convertimos en ayer. Mi mujer y yo, con media docena de nietos tirando de los genes ya pisamos el presente con zapatillas de seda. No es nuestro el mañana. Es de nuestros hijos y de los hijos de nuestros hijos. Así debe ser. Nuestra generación tuvo que enseñar a sus hijos a soñar con los ojos abiertos, y ellos habrán de enseñar a los suyos a no cerrarlos. Todo lo demás es accesorio. Incluso las cambiantes formas y modos, y las normas fluctuantes, de la educación moderna. Incluso eso. Yo nada más conozco una sola y única norma que me atreva a aconsejar: la mejor combinación es un padre que sea bondadoso a pesar de ser firme, y una madre que sepa ser firme a pesar de su bondad innata.
               
                Pero quizá me esté desviando un tanto del tema. Quién leches soy yo para aconsejar nada a nadie. Cada época tiene sus propios maestros. Mi misión hoy, aquí, es dar la bienllegada a mi nieto Leo, que tal me cuentan que así habrá de llamarse. Pues sé bienvenido, pequeño… Que tú y tu hermana ya sois, y seréis aún más, el ancla que sujete a vuestros padres al río de la vida. Es vuestro papel. Es tu papel. Es el papel de todos los hijos de todos los tiempos. Cuando eso se rompa, también se romperán los tiempos del mundo.

                Sé bienvenido, pues. Y que seas bienhallado a donde quiera que tu existencia te lleve. Crece sano, crece fuerte, y crece bien. Que al crecer irás relevando y revelándote a tus padres y a tí mismo… Nos damos cuenta que crecéis cuando dejáis de preguntarnos de dónde venís y empezáis a ocultarnos a dónde vais. Y, entonces, los adultos, ¡qué tontos somos!, comenzamos a añorar esa película de vuestra niñez que ya no se volverá a proyectar nunca, jamás... Tus padres, Leo, son nuestro “Cinema Paradiso”, como vosotros lo seréis de ellos.

                Así que venga… ayuda a hacer hogar de tu casa. Es tu trabajo desde ya mismo. Sin esperas ni demoras. Tú ya vienes de donde vengas sabiendo que el hogar está donde el corazón ríe sin timidez ni cortapisas, y donde, si llora, las lágrimas secan por sí solas. Tú ya sabes de donde vienes que la casa está hecha de paredes, y el hogar está hecho de personas. Con sentimientos. Y que si las casas tienen alma, que la tienen, es porque la ha tomado de los espíritus de las personas que la habitan…. Dicen y cuentan que el hogar es un lugar que vamos deseando abandonar conforme crecemos, y al que ansiamos retornar conforme envejecemos..


                … Sea como fuere, sé bienvenido a tu hogar, Leo.

martes, 9 de julio de 2013

De lo divino y humano: CRÓNICAS DEL VIVIR

De lo divino y humano: CRÓNICAS DEL VIVIR: Antes de que sigan leyéndome esta semana, les advierto que voy a hacerme publicidad. Como no tengo abuela, ni perro que me lama la oreja, n...

lunes, 8 de julio de 2013

LA LECHE CON MAMÁ..!

He leído en un reportaje de un prestigioso periódico que amamantar no es fácil, aunque la madre desee hacerlo. Y aclara que cerca de la mitad de las madres españolas afirman que la lactancia complica su actividad laboral y social. No dice nada de la otra mitad, así que habrá que echar unas cuentas imaginarias entre las que quieren y no tienen, las que pueden pero no quieren, las que pueden pero no quiere el rorro, las que ni quieren ni pueden, y las que pueden y quieren, o sea, las que enchufan teta al zagal. La cuestión es que no llegan al 20% - lo dice el estudio – las españolas que siguen las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud respecto a lo de dar la lactancia materna al menos hasta los seis meses de ná… Que poco, y creo que malo, es. Pues es como quitar el merengue a la criatura tras el primer lametón.
                Los mitos, la desinformación, la reincorporación al trabajo (quien lo tenga) y la puñetera comodidad, es lo que viene a jorobar esta sana y recomendada práctica. Pero el caso es que hay un 94% de inconvenientes, la inmensa mayoría de ellos son prejuicios, frente a solo un 6% de conveniencias. Lo cierto es que la leche materna inmuniza al crío de enfermedades, estrecha lazos afectivos con la madre, establece vínculos sociales, y encima es un alimento bueno, bonito y barato, paisa…na. Además, si se mete al congelador es capaz de aguantar sus nutrientes hasta al menos tres meses. Por otro lado, las empresas medianas y grandes ya tienen la obligación por ley de habilitar espacios para lactancia. Así que…
                Los expertos aclaran que los motivos que se alegan sobre que se gana peso, retrasa la recuperación del tipo, los pechos pierden firmeza o que dificulta el chin-chín entre los progenitores, son todos falsos. Y que más bien son excusas para justificar otros más egoístas y hedonistas como el no tengo tiempo para mí, es doloroso, me incomoda, etc… Todo esto es lo que alegan médicos y especialistas.
                Ya sé… ya sé que estarán pensando qué clase de calenturas me habrán dado esta semana para agarrarme la tabarra esta del mamoneo. Bueno… Yo es que tengo mi propia teoría, ¿saben?. Y, naturalmente, puede que esté equivocado, pero… ¿y si no lo estoy?. Digo yo que habrá que estudiarlo y ver si esto que expongo tiene alguna base o no la tiene, pero, a las luces de las teorías de don Sigmundo, el señor Freüd, creo que no voy muy desencaminado. Y yo pienso que el origen de que los hijos “carlancúos” se aferren al “nío” hasta los 30 o 40, está relacionado con que se los destetó a destiempo, o no se les tetó a tiempo, sí señor… Por eso arrastran una carencia bioafectiva desde su primera infancia, que se traduce en negarse a madurar por lo suyo. Es, ni más ni menos, que el ya famoso y llamado síndrome de Peter Pan. Han sido privados de su derecho natural a ser amamantados como cualquier mamífero de su especie, y el subconsciente tiende a compensarlo empujándolos a seguir pegados a la teta que ya no es teta ni es ná… En pocas palabras, mutan de mamíferos a mamones. Está mú claro.

               Miren… yo tenía un tío-abuelo que contaba (es historia verídica, aunque, sin duda, exagerada) que él estuvo encaramado a su madre y mamando de ella hasta los seis años, en que lo desauparon de lomo y ubre pensando que era tonto… "Sí... tontico que era yo..." culminaba el comentario con una sonrisa pícara. Desde luego, no termino de ver un zagal a punto de primera comunión comulgando a pitorro... "entavía", como él decía. Pero sí que llego a ver, salvando las distancias de tiempos, medios y costumbres, claro, que él volara del nido más pronto que tarde, y que su santa madre no sufriera, ni por allá pasó, de síndrome alguno de nido vacío, ni leches en vinagre si no se le agrió en su momento.

                Con esto quiero decir – y ya terminar – que los seres humanos somos muy dados a los extremos. Y a las modas, usos, hábitos y costumbres, que todo viene a ser lo mismo. Y que, llegado el caso, igual nos atiborran de maternal leche en una época, que nos hartan de mala leche en otra. Y no es lo uno ni lo otro, oigan, sino una cosa que esté bien… Que no desarrollemos complejos, ni carencias psicológicas, ni nada de nada… Que los niños crezcan in mens y córpore sanos, y que siempre puedan seguir cantando aquello tan entrañable de “esta leche es leche buena, y mañana navidad, saca la teta María…”. Posesomesmo.

jueves, 4 de julio de 2013

PARA QUE CONSTE EN ACTA

Dedicado a los jóvenes músicos de mi pueblo,
y a todos los músicos de todos los pueblos de todas las épocas.

                Me dicen que le tengo manía a la llamada música moderna, por decirlo de algún modo. Incluso me achacan que, en el fondo, es que no me gusta la música. O que incluso soy un intolerante musical. Bueno… mirad, lleguemos a un acuerdo y partamos de esta base, ¿vale?.. Bien. Yo estoy dispuesto a considerar que música es todo lo que suena, si mis críticos reconocen una muy considerable diferencia entre ritmo y melodía. Y, desde ahí, intentaré construir mi defensa, señores del jurado… Así que, a ver si me explico y, ya puestos en pitos, sonara la flauta.
                Es que no es lo mismo. No es igual lo elemental que lo complejo, lo simple que lo elaborado, lo básico que lo estructurado. El ritmo es la matemática del sonido, y la melodía es la musicalidad de ese mismo sonido. Por eso, disculpadme, tiendo a llamar música más a lo uno que a lo otro. El ritmo es un sonido determinado repetido cada espacio de tiempo igual determinado, como una pulsación, y puede lograrlo un zulú con un tam-tam, un niño con una lata, un tonto con un lápiz, un chimpancé con un coco o una vulgar programación de juguete musical. De ahí esos sonsonetes programados para cantautores caseros y cansinos. Hoy, casi toda la música de moda es rítmica: el pop, el rap… Y, como éste último, se canta con un sonido de voz monocorde y plano, como el encefalograma del vocalista. El ritmo, en definitiva, es un sonido anímico y vital (ritmo cardiaco), arcáico, tribal, hipnótico, primario, alienante…
                No así la melodía. Si el ritmo es sencillo, la melodía es complicada. Si el ritmo es monótono, la melodía es polimorfa. Si el ritmo es un instinto, la melodía es un arte. Si el ritmo es historia, la melodía es ciencia… El ritmo es muy fácil de definir, la melodía tremendamente difícil de explicar. Es un entramado de fusas y semifusas, agudos, altos y bajos, corcheas y semicorcheas, que tejen un bordado perfecto con docenas de instrumentos distintos y notas, tonos y sonidos diferentes. El efecto de la melodía en la persona es opuesto al del ritmo. Uno puede sentirse esclavizado por el ritmo y liberado por la melodía, porque sus naturalezas son repetitiva la una y creativa la otra. Y esto es una experiencia que cualquier ser humano puede procurarse fácilmente. Solo es cuestión de observar y observarse, y… por supuesto, de sentir y sentirse.
                Que la melodía ha evolucionado del ritmo, conforme el hombre también ha ido evolucionando, es algo evidente, y tremendamente lógico además. Pero que de la melodía se involucione al ritmo es una aberración. Y, por supuesto, no supone evolución, si no decadencia. Podemos apreciarlo en el propio fenómeno que abarca toda la expresión musical. Mientras la facilidad instintiva de cuatro chavales del barrio hace que pronto conformen un grupo, conjunto, banda, o lo que fuere, de enorme éxito mediático, el lograr un puesto a través del conservatorio para ocupar plaza en una orquesta, es extremadamente difícil y complejo. Mientras a los primeros no se les pide nada, a los segundos se les exige una formación y una cultura musical de aquí te espero. Esa es la tremenda diferencia.
                Y llegados a este punto, conectamos con el principio, colegas, y yo puedo entender que “cultura musical” lo abarque todo, desde el chunda-chunda de los No me Toque los Jueves hasta las Cuatro Estaciones de Vivaldi. Incluso estoy dispuesto a admitirlo. Pero… ¡ay, amigos!, si hablamos de “formación musical”, eso es algo absolutamente distinto. Esas son palabras mayores. Por eso mismo hay compositores y compositores. Cualquier zagal con idea y con las orejas medio puestas puede componer cualquier tipo de música de la llamada “enlatada” o chatachán de consumo. Pero nada más. Las bandas sonoras en el cine son un excelente muestrario. No es igual de serie que de Ennio Morricone, por ejemplo. A esto me refiero cuando hablo de Formación Musical… Aunque, personalmente, también dudo de que muchos de nuestros idoletes actuales tengan de lo otro: Cultura Musical. Estoy seguro que más de uno/una creerá que Tchaikowsky o Strawinsky son astronautas rusos. Les he oído cosas peores.

                Así que, bueno, vale, conforme, de acuerdo, admito pulpo como animal de compañía… Pero, cuidado, ojito, según la compañía de según qué animal. Lo tengo más claro que un solo de clarinete: tararí que te ví. Conste en acta.

miércoles, 3 de julio de 2013

De lo divino y humano: CRÓNICAS DEL VIVIR

De lo divino y humano: CRÓNICAS DEL VIVIR: Antes de que sigan leyéndome esta semana, les advierto que voy a hacerme publicidad. Como no tengo abuela, ni perro que me lama la oreja, n...