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TORRE-PACHECO, MURCIA, Spain
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...

viernes, 29 de junio de 2018

El Mirador 29 junio 2018 "¡¡LA MEDIACIÓN!!"

jueves, 28 de junio de 2018

DICTADURA CARADURA



Santa Rita, Rita, lo que se da no se quita…” cantinelábamos de críos, cuando alguien quería que le devolviésemos alguna cosa que nos había dado, o dejado… Era la ley lapidaria dicha y no escrita de la sacra posesión sobre algo. Dado está, pues mío es. Yo creo que esa frase sancionatoria la inventó Franco, mire usted… Y la inventó y dispersó por la faz de su reino de Totalitaria por mor de su señora, doña Pilar, que era la recaudadora familiar del clan del caudillo cavernario. Lo que ya no se dice, ni entonces ni ahora, es si ese “regalado” por medios cohercitivos, por presión, obligados a soltar la tela… como el matón de la escuela obliga al más débil a “donarle” el almuerzo, es válido legalmente, o se puede invocar a Santa Rita para no restituirlo a quien se sintió obligado a darlo. Es que de Santa Rita dice el saber popular que es la patrona de lo imposible (también de los funcionarios, curiosa relación), pero nada dice que fuera tuercedora de leyes ni manipuladora de juzgados. Lo digo porque España es el único país donde la democracia no ha restituido los bienes usurpados por la dictadura en beneficio particular de sus amos. En este caso, en las manos de los descendientes del dictador.

                Este año se cumplen setenta de aquella forzada donación en que, según reza el documento, “la ciudad y provincia de La Coruña hicieron ofrenda de las Torres de Meirás al fundador del Nuevo Imperio, Jefe del Estado, Generalísimo de los Ejércitos y Caudillo de España – todo de una tacada – Francisco Franco Bahamonde”… Ese mismo día, 28 de Marzo, en la Catedral de Santiago, que no pisó España ni de coña dicho sea de paso, de manos del Arzobispo, había recibido “La Espada de Dios”, ahí es nada… La Iglesia Católica tenía en su poder, casualmente, la espada que se vé que Yahvé le había enviado por valija diplomática al santo matamoros para que hiciese su trabajo con garantías cuando se subiera a su blanco caballo blanco… cosa que ya tampoco le fue devuelta. Así que, entre colegas trajinantes, se la pasaron al invicto como detalle por su Cruzada. Para que siguiera segando enemigos bajo palio con espadón divino.

                Ahora, los herederos de aquél han puesto parte del “legado” a la venta para no tener que verse en la tesitura de que algún Tribunal digno falle su devolución, pues aquellos sometidos se vieron forzados a darlo o donarlo, pero a él, a su propia persona autocrática, no a su linaje. Es como las tallas de Abraham e Isaac del Pórtico de la Gloria de la misma Catedral de Santiago, de los que Carmen Polo, en 1.954, en presencia de su excelentísimo esposo, y cito textualmente a los cronicones de la época, “mostró un interés insistente al alcalde, sugiriendo de forma inequívoca que pasaran a su posesión”. Y claro que pasaron. Más tarde, por un oscuro azar, aparecieron en Casa Carmide, edificio monumental de la ciudad vieja de La Coruña, un inmueble que igual pasó a ser propiedad del dictador en otra operación mafiosa, históricamente humillante para la ciudadanía. Pero no hubo piedad ni vergüenza para el expolio…

                Manuel Rivas, ilustre columnista, cuenta en una visita más o menos reciente al Pazo de Meirás, que “se sintió horrorizado al ver la sala central que Emilia Pardo Bazán, su anterior propietaria, había conservado como una joya y reliquia, convertida en un almacén atiborrado de trofeos de caza y animales disecados que fueron muertos servilmente para el oligarca… Esa era – dice – la auténtica ideología del Estado”. Y se pregunta si la enfermedad escasamente diagnosticada que sufre la España actual, de corrupción y olvido, y arrinconamiento de la memoria histórica, no tendrá que ver con esa misma desvergüenza histórica. Sería una enfermedad en la sombra, común a los gobiernos que nos han regido desde que se instauró ésta, a veces dudosa, e incompleta democracia. Y aún no sabemos si se hará justicia o injusticia ante tal declarado latrocinio.

                Hoy, de momento, si usted dispone de suelto (ocho millones de euros para empezar a hablar), ya sabe, en la web Mikeli Luxury Estate, se muestra “un tranquilo y señorial inmueble de singular arquitectura en la campiña de la Europa tranquila”. Así mismo se anuncia. En el término de Sada. Ocupa una superficie de 67.000 m2, y la casa-palacio más de 1.000 en primera planta. Si se puede permitir el capricho, disfrutará de un bien que debería ser patrimonio nacional, puesto que fue pagado con dinero público por el sistema de “voluntariado forzoso”, que es la extorsión en plan fino filipino, para saciar las ansias del último dictador de este país. Es barato para la historia que acumula sobre sus venerables sillares, y sus paredes pueden contarle truculencias a millares…

                Hago votos firmes porque el pueblo gallego pueda recuperar lo que es suyo y se le quitó por narices caudillas. Pero soy pesimista al respecto. Las leyes actuales son herederas de las que se utilizaron para cometer la acometida, y los políticos anteriores también son herederos ideológicos de los acometedores de tal partida. En otro país, la restauración legítima de lo apropiado por gobiernos ilegítimos (se debió, que no se olvide, a un golpe de estado), hubiera sido ipso facto. Pero aquí, no… Aquí andamos otros cuarenta años contando las nubes y cantando los laudes, sin atrevernos a hacernos justicia. Si a eso le sumamos el latrocinio de las inmatriculaciones perpetrado por la Iglesia Católica al amparo de los mismos gobiernos llamados democráticos, empieza uno a dudar sobre la entereza de esa misma democracia…

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php

viernes, 22 de junio de 2018

El Mirador 22 junio 2018 "¡¡QUE HISTORIA!!"

lunes, 18 de junio de 2018

LA MEDIACIÓN



Al estar comprometido con la Mediación, me veo en el deber de hablar sobre ello… Es, naturalmente, una cuestión de ser consecuente con lo que creo, de pura lógica para conmigo mismo, de puñetero sentido común, y no es que quiera hacer de ello una cruzada. No es cuestión de eso. Tampoco tengo edad para montar cruzadas. Eso era antes, cuando enristraba lanzas, bajaba mi celada y arremetía contra todo molino de viento que osara mover sus aspas. Ni hablar… Y, aunque hoy ya no hay molino que me engañe, por mucha harina que trasiegue – no como antes – tampoco me quedan fuerzas ni años para escribir ningún Quijote. Lo único que hago ya, eso sí, es apostar por los gestos que aún considero importantes, y obrar en estricta consecuencia con mi conciencia, que para eso ambas dos tienen la misma raíz (la secuencia de tu ciencia, forma tu conciencia).

            Bueno, pues por eso… Veinte años de Juez de Paz dieron para mucho mediar. En realidad, el único fundamento de los países anglosajones, a quienes se les ocurrió la figura, y luego adoptada por constituida en la gaditana Pepa, con que fueron ideados tales jueces vecinales o de Paz. Todo lo que vino después fueron (son) adminículos incorporados, complementos añadidos, a su principal función, hasta dejar ésta, a la única y original, ya casi vacía de contenido. Yo medié cuanto pude y supe. Y es la única paga del alma, el único patrimonio del espíritu, la única soldada, que ha merecido la pena. Así, que ahora siga apostando por lo mismo que aposté en su día. Y apueste y aporte a mi acervo, la ilustración que me faltó entonces para poder hacerlo mejor y más profesionalmente que a pelo y a cappella, desde el corazón, pues éste, aunque suele ser un excelente guía, no siempre tiene la brújula en condiciones de buen uso…

            Alguien me dijo un día que yo era un perfecto abogado de causas perdidas. Traducido al román paladino, quiere decir un defensor de esperanzas, una especie de perseguidor de utopías… Pos pué ser. Pero miren, las utopías de ayer son las realidades de hoy, y las de hoy, serán realidad mañana. Unos plantan la semilla, otros riegan el árbol y otros recogen su fruto, y este arbolico de la Mediación aún debe ser regado generosamente durante un tiempo. Es la ley natural de las cosas. Soy consciente que las semillas de la Mediación fueron plantadas en los albores de la historia de la humanidad, desde los patriarcas hasta los más humildes mediadores de hoy en día, y que apenas están dando sus primarios y verdes frutos hoy, aquí, en nuestro país, claro… Y que han necesitado un laaaargo período de germinación. Pues bien, yo quiero aportar a ese joven árbol la poca agua que aún me queda en mi viejo caldero., y generar algún futo si puedo, que no sé… Pero sí que sé lo importante que es enraizar el árbol de la Mediación, para que abandone su mundo utópico y se haga real en su mundo real…

            Los mediadores, los obreros, ya están implantándose en la sociedad, y vivimos las últimas etapas antes de su eclosión. Pero hemos de tener en cuenta que la Mediación es uno de los más importantes factores para conseguir un cambio de paradigma en el mundo: alcanzar una Cultura de Paz. Nada menos. Pero no quito un solo énfasis ni mayúscula. Lograr una Cultura de Paz es el único objetivo de la Mediación, y los mediadores trabajan, trabajamos, para conseguirla. Las primeras luces, por tenues que sean, deberán aparecer cuando la sociedad, la ciudadanía, los grupos humanos, las asociaciones, los vecinos de los barrios, los maestros de escuela y profesores de liceos… comiencen a conocerla, se preocupen en enseñarla y empiecen a utilizarla… Primero habrán de saber lo que ignoran, conocer lo que desconocen, informarse de lo que no han sido informados… para luego usar lo que no han usado a sabiendas y en conciencia.

            En nuestro país, al ser el último de Europa, y uno de los últimos de occidente, en sumar a sus valores el concepto de la Mediación – y lo hace impelido por un mandato inequívoco de la UE – cuyo guante solo lo ha recogido con mediano rigor el CGPJ, aún rige, manda y campea el modelo de la judicialización de los conflictos. Sin embargo, nada más erróneo y equivocado. Se debe judicializar el delito, pero no el conflicto. El delito ha de ser castigado por le Ley en los juzgados, pero el conflicto ha de ser resuelto por la Mediación en las antesalas de los juzgados. Hay que evitar que el conflicto se convierta en delito. Eso, por una cuestión simple de principios simples, y otra, para lograr el desatasco y la fluidez en los juzgados. Vulgar cuestión práctica.

            Ese, y no otro, es el fin y la naturaleza de la Mediación. Y esa, y no otra labor, es la de los Mediadores. Hay quienes quieren enfrentar los intereses de los profesionales de la Ley con los de los profesionales (incipientes aún) de la Mediación, pero es una estrategia errónea y errática, marcada por querer confundir dos naturalezas distintas: la del delito y la del conflicto. Si consigues resolver lo segundo, evitas lo primero, e incluso, si existen ambas cosas en un solo caso, lo uno no implica en nada a la acción de la Ley sobre lo otro. No solo no entran en competencia, es que son complementarios. Castigar y poner Paz son dos conceptos tan distintos como diferentes sus campos de acción.

            Por eso mismo he querido escribir este artículo. Porque deseo que sepan mis porqués, y mis motivos de mis causas. Y porque mis compromisos personales  han de tener algún valor, por modesto que éste sea… Y porque, si he sido durante tanto tiempo Juez de Paz, entonces, ¿tan raro es que siga apostando por una Cultura de Paz?...

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php



domingo, 17 de junio de 2018

El Mirador 15 junio 2018 "CARNAVALANDIA"

martes, 12 de junio de 2018

VERDAD O MENTIRA



¿Qué es la verdad y qué es la mentira?.. Ahí es nada. Yo, al menos, no me atrevo a soltar una definición categórica del concepto Verdad o el concepto Mentira. Existe la verdad oficial, la verdad dogmática (o impuesta), la verdad interesada, la verdad competente o la verdad impertinente. Incluso hay muchas más clases y naturalezas de verdades. Tantas como colectivos, tribus y hasta personas existen. Tú tienes tu verdad y yo tengo la mía. La verdad, por sí sola, independiente de la gente que la interpreta, lo cierto es que no tiene más valor que el que los seres humanos quieran otorgarle… Por ejemplo, si este concepto lo estuviéramos discutiendo en un ambiente religioso, la respuesta del que ostenta autoridad en la materia sería categórica: La Verdad es Dios… Dios es la verdad absoluta, pues en Dios no cabe la mentira. Correcto. Pero en los intérpretes de Dios sí que cabe la manipulación, la falsedad, el engaño… Así que…

            Sea como fuere, el caso es que la mentira no puede existir sin la verdad. Lo falso necesita construirse sobre lo verdadero. Tanto consciente como inconscientemente. Un mito se erige sobre una base auténtica. Siempre. Las mentiras históricas han nacido de las verdades históricas. Invariablemente. No puede ser de otra manera. Por eso la sabiduría cierta del antiguo refrán, cuando reza que “no hay mayor mentira que una verdad a medias”… Es que, en esto se basa, precisamente, el moderno concepto de la “postverdad”. En las medias verdades. La mentira empieza a vivir cuando parasita una verdad. La coloniza, la empozoña, se nutre de ella, y hace nacer una verdad falsa, deconstruida y reconstruida, como los platos de la nouvell couisine. Una postverdad, o como su propia semántica indica, un después de la verdadera verdad, un detrás de la verdad auténtica, viene la falsa. Mentira con apariencia de verdad. Luego solo hay que aplicarle aquel viejo principio que recomendaba el ministro de propaganda nazi, Göebbels, aquello de “repite una mentira de continuo hasta que se convierta en verdad”. Después funciona lo que decía aquel filósofo griego – creo que Esquilo – de que “la verdad convertida en mentira reside mejor en el que cree en ella que en la auténtica realidad”.

            Pero pongamos un ejemplo para mejor entender el funcionamiento de la mentira sobre la verdad. Y si es actual, mucho mejor para poder comprenderlo. Hace unos meses, el independentismo catalán, con el inefable Puigdemont a la cabeza, se encargaron de difundir un estudio sobre la calidad democrática de los países, que hizo el semanario británico The Economist, y que suele publicar anualmente (por supuesto, desde su punto de vista british autoexiliado de Europa) y que no deja de estar condicionado por su situación tras el Bréxit. Y dice que España estaba al borde de convertirse en una “flawed democracy”, o democracia imperfecta, por los últimos casos conocidos que ponen en duda la libertad de expresión. Vale. Nuestro país está a punto de dejar de ser una “full democracy”, o democracia plena. De acuerdo. Pero lo que callan, ocultan, secuestran y omiten de ese informe es que The Economist considera que en el mundo solo hay 17 democracias plenas. España, el año pasado ocupaba el lugar 17, y este año ha bajado al puesto 19. Bien. Consideran ahora, sin embargo, que, según esa misma clasificación, Italia ocupa el lugar 21, no es una full democracy. Ni Japón, con el 23. Ni siquiera Francia, en el puesto 29. Ni EE.UU. tampoco… Pero es que, la propia Bélgica a donde huyó Puigdemont como modelo democrático, ¡ ostenta el lugar 32 !... El fantasma de Waterloo (hoy en Alemania) carga contra una España falta de democracia desde un país trece puestos por debajo en esa misma calidad democrática.

            ¿Qué quiere esto decir?.. Pues lo que alegaba al principio: que la mentira anda íntimamente unida a la verdad. Que el embuste necesita disfrazarse de verdad para poder ser creíble… En este caso que acabo de exponer, de la forma más plausible, de la manera más fácil y tragable, simplemente lanzando una verdad parcial, mutilada, una noticia “capada”, y sacada de contexto, secuestrando la mayor parte de la información. En el “affaire” catalán se ha usado y abusado de estas técnicas de fabricación de mentiras, por sistema. Su gobierno es una factoría de mentiras. Podríamos decir que la estrategia de su “prosés” se basa prácticamente en ello, en acumular muchas mentiras alrededor de una mentira totémica.

            …Y ya solo digo un par de cosas más. Primera, la actual omnipresencia todopoderosa de los medios de comunicación (incluyo en esto a las redes, claro) nos está condenando a nadar en una sociedad inundada de mentiras (medias verdades) o postverdad. Y segunda, publique lo que publique The Economist, España no es una democracia completa ni perfecta. Solo hay que examinar la ley electoral para ver que es más partitocracia que democracia. Y es que no existen las democracias perfectas, solo hay unas mejores que otras, nada más… Pero el arte de la mentira es usado por todos los gobiernos del mundo en mayor o menor grado. Lo único a lo que podemos aspirar es a que exista la infraestructura necesaria para hacerles frente y que no creen un mundo paralelo hecho de mentiras, donde la verdad muera asfixiada por su hermana gemela, pero falsa.

            Y estamos viviendo unos tiempos en que se intenta deconstruír esa verdad, igual que hacen los chefs-excelencias con el gazpacho.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php

domingo, 10 de junio de 2018

El Mirador 8 junio 2018 "PATRIAS"

martes, 5 de junio de 2018

PENSEMOS UN POCO...



Permitidme que empieza el de hoy citando a Darwin: “Si admitimos una primera causa, la mente aún anhela saber de dónde vino aquella y cómo se originó”… Y ahora, perdonadme el atrevimiento de que, a partir de ella, yo construya la mía: Si admitimos una primera causa, siempre deberemos admitir la última consecuencia. Solo el utilizar algo de Charles Darwin para componer algo propio supone una presunción y osadía por la que se me pueden sacar los colores, lo confieso, pero es que, ¿de dónde podemos aprender los enanos si no es de los gigantes?.. De su importante afirmación yo levanto otra distinta, diferente, pero eso sí, complementaria. Y es lo que me vale para abrir el artículo de esta semana. Es la llave de la que me sirvo para forzar otro artículo, lo admito, de los que muchos de mis lectores quizá no gusten, aunque sí a algunos álguienes, por escasos que éstos sean…

            Si se fijan, la frase maestra del padre de la Evolución, apunta al origen. La mía, formada de la suya, apunta al destino. Aparentemente, dos conceptos opuestos, pero realmente, dos partes de un mismo todo, de una misma realidad. Y tan fundidas la una en la otra, que no podrían existir la una sin la otra. No podrían existir por separado. La suya señala el principio, la mía el final, si es que existe tal final, que yo tengo mis razonables dudas. Más bien puedo creer en UN final, pero no en EL final… Es curioso que a Darwin se le atacara inmisericordemente desde todos los lados y bajo todos los tonos, espoleados por la Iglesia. Se le ridiculizó hasta extremos sangrantes, se le insultó con toda ferocidad, e incluso se le llegó a acusar de, con su Teoría de la Evolución, negar la propia existencia de Dios. Incluso hoy en día, los herederos de aquella iglesia cerril, los actualmente llamados Creacionistas, lo destierran de la enseñanza en sus escuelas, y lo acusan de hereje y de ateísmo científico.

            Sin embargo, nada más lejos de la verdad. El autor del Origen de las Especies, en esa frase suya está afirmando a Dios, no negándolo. Está diciendo que, aun admitiendo una primera causa explicable por la ciencia, el intelecto humano siempre preguntará Qué o Quién originó tal primera causa. Y que, por mucho que descubramos una causa anterior, nunca dejará de existir la misma incógnita. Jamás. Siempre, siempre, habrá un Porqué detrás de cada Qué que lleguemos a desvelar. Lo que pasa es que la religión siempre ha considerado a la ciencia una seria competidora. Una peligrosa competidora que puede explicar de forma natural lo que ellos guardan como sobrenatural. Que convierten los milagros en realidades físicas expuestas bajo leyes de la Física. Que divulgan el conocimiento y no la fe ciega, esa fé que es dominio de unos pocos sobre unos muchos. Que destruye, en suma, el inmenso poder del dogma… Y, entonces, van y acusan a la ciencia de materialista y atea,  sin alma. Pero eso sería falso. Lo cierto es que – y ahí reside el auténtico miedo – la ciencia puede llegar a hacer innecesarias las religiones para poder explicar a Dios. Y el derrumbe de tal poder, intereses, riquezas e influencias produce genuino terror y aversión contra esa misma ciencia. Es lógico. El mito de Adán y Eva ya no cuela, Manuela...

            Pero esa frase yo la vuelvo del revés, y pregunto que a esa primera causa a la que alude Darwin, por pura lógica y sentido común, ha de corresponder una consecuencia. Es la pura y dura Ley de Causa y Efecto. Y Dios, aún admitiéndolo como el autor de la primera causa, no puede hacerse trampas a Sí mismo. Es que eso no tendría ningún sentido. Pero es que además (y esto lo dijo el gran Einstein) Dios tampoco juega a los dados. Así, pues, si a ese taumaturgo no le gustan los juegos de azar, no los practica, y tampoco es un tramposo para consigo mismo, no queda otra que prever una consecuencia adecuada a tal causa… Bien, llegados a este punto, ya solo queda preguntarse en qué consiste tal efecto originado por tal causa. La ciencia, con las aportaciones de investigadores desde Darwin a Stephen Hawkings, y los últimos descubrimientos sobre física quántica, ya casi ha desvelado el cómo del cuándo de esa primera causa conocida a través de la Teoría del Bing-Bang, por ejemplo… Bueno, pues ya tenemos el ¿de dónde venimos?..

            Sin embargo, al ¿a dónde vamos?, aún no se ha llegado con claridad. Todo está aún muy oscuro y caótico… Sin embargo, cosa curiosísima, y hablando del Caos, sí que se sabe que el Universo se mueve por la entropía, tiende a la disgregación de la materia, a su disolución, al caos, en definitiva. Es una creación entrópica. La materia se forma de una energía primordial que vuelve a disolverse en esa misma energía (el polvo al polvo). La fuerza original está “hecha” para moverse entrópicamente, y todas las organizaciones de átomos y materia conocidas surgen para destruirse a sí mismas y liberar nuevas energías. Absolutamente todo… Aquí tienen, el principio y el fin, Alfa y Omega, programados en un solo movimiento, en una sola ley, emanados del primer Fíat (hágase)… Sin embargo, hay un detalle en que la gente aficionada a estas locuras solemos confundirnos, y no poco: disolución no quiere decir destrucción, liberación no es desaparición… Acuérdense, “la energía no tiene principio ni fin, tan solo se transforma…”

            Yo no puedo saber lo que la ciencia aún no sabe, aunque sí que intuye lo que la religión oculta. Pero sé una cosa segura. Existe una inteligencia en todo esto. ¿Qué cómo lo sé?.. Es muy sencillo. El ser humano es parte de esa creación, evolución, disolución, o lo que sea, y lleva esa inteligencia en sí mismo, aunque no bien desarrollada… pero es portador de ella, ¿no?... Pues bien, respondámonos entonces: ¿D´ande la hemos sacao?, ¿d´ande viene la joía?, Y sobretodo, ¿con qué propósito?. Pensemos.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php


           


viernes, 1 de junio de 2018

El Mirador 1 junio 2018 "PORQUILANDIA"

¡¡QUÉ HISTORIA..!!


QUÉ HISTORIA ¡!!                                                                                        Miguel Galindo Sánchez
           

Cuando en nuestro programa radiofónico de LA PINZA que se ocupó de las posibles falsificaciones históricas en los libros de texto, los dos jóvenes invitados, un historiador y un profesor de esa misma Historia, expusieron su código deontológico profesional, en el sentido de que la historia es, y debe ser, revisable, y que por encima de los textos oficiales impuestos por ley, se debe insuflar en el alumnado el hábito de la investigación, sentí un enorme alivio. Y me alegré profundamente. Y me congratulé conmigo mismo. Los de mi generación padecimos durante casi medio siglo una enseñanza de la historia totalmente manipulada, sesgada, casi falseada al ciento por cien por una dictadura histriónica e imperialista que, no solo ocultó y torció la entonces reciente historia de España de la que ellos fueron arte y parte, como golpistas vencedores sobre un gobierno legal, sino que también prostituyó toda la historia anterior adaptándola y acoplándola a su interés absolutista. Aquello era lo lógico y normal en una dictadura.

            Para conocer la posible falsedad de la posible realidad hemos tenido que leer mucho, de muchas fuentes, y durante muchísimos años. Lo que a nosotros nos enseñaron como una época heróica del españolismo sobre el invasor francés, y el triunfalismo de una Guerra de la Independencia como una restauración gloriosa del posiblemente peor monarca de toda la historia de España, Fernando VII, hoy mi nieta sabe que fue el triunfo más espantoso del oscurantismo y la derrota de la apertura y la ilustración, y que España se hundió en el atraso y la superstición. Por ejemplo. En aquel “vivan las caenas”, una Iglesia inquisitorial y ambiciosa tuvo gran parte de responsabilidad en ello. Como lo ha tenido en los años de plomo, de sangre e indignidad del País Vasco, e incluso en el más reciente del conflicto catalán ha tenido su más o menos indisimulada participación. Y por eso también, estas autonomías – como otras – manipulan, falsifican y corrompen su propia historia a través de sus propios libros de texto sacados de contexto.

            Porque ni los vascos fueron una raza diferente de los iberos, ni Cataluña ha tenido nunca entidad propia. Los vascones poblaban lo que hoy es Navarra, y en lo que actualmente es Euzkadi habitaban várdulos, caristios y antigones, osea, cántabros de pura cepa, y todos ellos era pueblos iberos sí o sí… Y Barcelona fue mucho antes que Catalunya en la historia. En el 801, Ludovico Pío, rey de Aquitania, ocupó la ciudad barcelonesa, y creó el Condado de Barcelona, y en sus documentos de la época habla de francos y españoles, nunca, jamás, de catalanes, por la simple razón de que Cataluña no existía. Incluso después perteneció a la Corona de Aragón, pero nunca, jamás, tuvo más entidad propia de aquella Marca Catalana. Y punto pelota. Pero es que, desde la entidad de Jaime I ha sido retorcida, el mito del Al-Ándalus como lugar de pacífica convivencia cultural y religiosa, ni los suevos fundaron nación gallega alguna, ni Santiago está enterrado en Santiago, hasta que ni siquiera Colón puede que no descubriera América… Al menos, no el primero, aunque fuera el de forma oficial. El mismísimo Bartolomé de las Casas, Fernández de Oviedo, López de Gomara y todos aquellos cronistas de la época hablan de un “Protonauta” financiado por la corona portuguesa, y que en las Azores Colón topó con los supervivientes de aquella expedición, dándose prisa en recoger tales informes y vendérselos a la corona de España. Garcilaso de la Vega facilita hasta el nombre del tal Protonauta: un tal Alonso Sánchez de Huelva…

            Pero cuando la Historia se deja en cualesquiera manos, faltas de rigor y sobradas de intereses espurios, pues pasa lo que pasa… Corre un vídeo por esos whatsaps del diablo en el que un Cabo de la Guardia Real que hace de guía en el museo de la tal Guardia, explica a una clase de escolares con sus maestros delante, que la bandera franquista no es inconstitucional porque se basa en símbolos religiosos: el yugo, las flechas, y hasta el águila, que simboliza a San Juan… y le echa la culpa a los Reyes Católicos, exculpando a Franco. Naturalmente, Franco se aprovechó de la simbología reycatólica, pero los símbolos no son ni religiosos ni fascistas. Están sacados de los clásicos griegos (Virgilio), pues el yugo está en las Geórgias y las flechas en la Enéida. Y ni siquiera los eligieron los católicos reyes. Fue Antonio de Nebrija quién las incluyó como divisa, y solo porque las iniciales de Yugo y Flecha coincidían con las de Ysabel y Fernando.

            Y es que los políticos deberían de no meter la mano ni en el dinero ni en la historia. En el primero, porque no les pertenece, y en la segunda, por lo mismo. Ni es suya, ni tienen zorra idea. Pero lo hacen. En ambos casos. La Historia debe ser escrita, no por amanuenses a sueldo, si no por investigadores honrados. Y si debe haber un texto, que los escriban los historiadores honestos, no los advenedizos pagados por dudosos politicastros. Coincido con el historiador invitado al programa cuando me dijo que la Historia se construye de abajo hacia arriba, y se destruye de arriba hacia abajo…

            España tiene una Historia de gigantes, pero la manejan políticos enanos. Y mezquinos de su propio patrioterismo enfermizo. De una Historia grande se han hecho historias pequeñas, separadas, falsas, distintas… y hasta contrapuestas. Y todas pierden la grandeza que juntas tuvieron. Solo los incultos e ignorantes pueden tragárselas.