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TORRE-PACHECO, MURCIA, Spain
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...

miércoles, 18 de diciembre de 2013

¿HASTA CUANDO..?

Decía John Lennon que es fácil, muy fácil, “mantenerse con los ojos cerrados, e interpretar mal todo cuanto se cree que se vé… sin querer verlo”. Es cierto. Eso es lo que está pasando hoy en día en nuestra sociedad. Y muy especialmente en nuestro país. Pero el drama es que no solo cerramos los ojos a una realidad. Lo peor de todo es que estamos dejando que otros la interpreten por nosotros. Precisamente aquellos que están causando los problemas.
                Y eso hace que los que los sufrimos pasemos por ser los que los ocasionamos, y, al final, los culpables directos de lo que está ocurriendo. Y no es así. Es absolutamente falso. La sociedad común es la víctima. Solo somos responsables de nuestra propia ignorancia. Eso sí que es cierto. Somos culpables de elegir ser ignorantes. Lo demás es una trampa muy bien urdida por los sistemas financieros, el dios Mammón, el dinero, para destruir y desmontar una gran clase media que aglutina (o aglutinaba) la productividad, el consumo, y por tanto el factor riqueza, y pasarlo a depender todo de media docena de trusts financieros sin cara y sin nombre. Esa es la verdad.
  
              En España está ocurriendo solapadamente, mientras cada grupo social corre tras sus privilegios, y salta a la calle con las pancartas de sus exclusivas reivindicaciones sectoriales. A ver si del naufragio general cada manada salva su pienso, y eso logra mantenerlos a flote. Pero el asunto es de mucho más calado que eso. Es de mucha mayor profundidad. Es un cambio de paradigma. El parto de un modelo nuevo. O luchamos todos juntos porque de este hundimiento salga un mundo más justo y mejor, o retrocederemos a una nueva y moderna edad media, donde todos trabajaremos para, y viviremos de, cuatro corporaciones multinacionales. O grupos de inversión, como creo que se llaman ahora…
                En este fenómeno omnieconómico global, hay incluso gobiernos – el nuestro es uno de ellos – que se están dejando engullir por tales monstruos, para luego pasar a colaborar con ellos y a trabajar para ellos. Nuestra deuda pública, por ejemplo, supone ya casi el 100% de nuestro Pib, y está casi toda ella en manos de una sola entidad bancaria. Dígame pues... ¿quién tiene el poder sobre el gobierno que gobierna?.. Es pura lógica y sentido común. Son los que en realidad manejan los hilos desde la oscuridad. Es la mano que mece la cuna y la fortuna.
                No resulta entonces nada extraño que las medidas que se toman desde el gobierno de turno para frenar una crisis económica provocada por los mismos grupos financieros, vayan encaminadas a que la factura no la paguen ellos, si no los sectores más débiles, más vulnerables y más pobres de esa misma sociedad: obreros, familias, jubilados… y con el sacrificio de las prestaciones más necesarias y vitales para esa misma sociedad: sanidad, educación, investigación, pensiones… Los grandes capitales, las grandes fortunas, no necesitan tales prestaciones ya que tienen suficiente dinero como para pagárselas. Se las recortan a los que no pueden sufragárselas, a una clase media cada vez más desprotegida, cada vez más empobrecida… ¿Cuál es la relación proporcional impositiva?. Claramente beneficiosa para esas grandes fortunas y capitales y abusiva para los pequeños y medianos… ¿Cuál el acceso al crédito?. Exactamente igual, un 3% para los grandes, un 6 o 7% para las pymes… Miren el precio de la luz… Y podemos seguir hablando de evasiones de capital, de paraísos fiscales consentidos, de vergonzosas amnistías… Es igual. Es siempre más de lo mismo…

                … Es lo que hay. Lo que toca. Pero termino por donde mismo empecé. La frase de Lennon cobra hoy más actualidad que nunca. Mantenemos los ojos cerrados a una realidad que dejamos que otros interpreten por nosotros. Bien, vale, de acuerdo, pero ¿hasta cuando?..

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