¿HASTA CUANDO..?
Decía John
Lennon que es fácil, muy fácil, “mantenerse
con los ojos cerrados, e interpretar mal todo cuanto se cree que se vé… sin
querer verlo”. Es cierto. Eso es lo que está pasando hoy en día en nuestra
sociedad. Y muy especialmente en nuestro país. Pero el drama es que no solo
cerramos los ojos a una realidad. Lo peor de todo es que estamos dejando que
otros la interpreten por nosotros. Precisamente aquellos que están causando los
problemas.
Y eso hace que los que los
sufrimos pasemos por ser los que los ocasionamos, y, al final, los culpables
directos de lo que está ocurriendo. Y no es así. Es absolutamente falso. La
sociedad común es la víctima. Solo somos responsables de nuestra propia
ignorancia. Eso sí que es cierto. Somos culpables de elegir ser ignorantes. Lo
demás es una trampa muy bien urdida por los sistemas financieros, el dios
Mammón, el dinero, para destruir y desmontar una gran clase media que aglutina
(o aglutinaba) la productividad, el consumo, y por tanto el factor riqueza, y
pasarlo a depender todo de media docena de trusts financieros sin cara y sin
nombre. Esa es la verdad.
En este fenómeno omnieconómico
global, hay incluso gobiernos – el nuestro es uno de ellos – que se están
dejando engullir por tales monstruos, para luego pasar a colaborar con ellos y
a trabajar para ellos. Nuestra deuda pública, por ejemplo, supone ya casi el
100% de nuestro Pib, y está casi toda ella en manos de una sola entidad
bancaria. Dígame pues... ¿quién tiene el poder sobre el gobierno que
gobierna?.. Es pura lógica y sentido común. Son los que en realidad manejan los
hilos desde la oscuridad. Es la mano que mece la cuna y la fortuna.
No resulta entonces nada extraño
que las medidas que se toman desde el gobierno de turno para frenar una crisis
económica provocada por los mismos grupos financieros, vayan encaminadas a que
la factura no la paguen ellos, si no los sectores más débiles, más vulnerables
y más pobres de esa misma sociedad: obreros, familias, jubilados… y con el
sacrificio de las prestaciones más necesarias y vitales para esa misma
sociedad: sanidad, educación, investigación, pensiones… Los grandes capitales,
las grandes fortunas, no necesitan tales prestaciones ya que tienen suficiente
dinero como para pagárselas. Se las recortan a los que no pueden sufragárselas,
a una clase media cada vez más desprotegida, cada vez más empobrecida… ¿Cuál es
la relación proporcional impositiva?. Claramente beneficiosa para esas grandes
fortunas y capitales y abusiva para los pequeños y medianos… ¿Cuál el acceso al
crédito?. Exactamente igual, un 3% para los grandes, un 6 o 7% para las pymes…
Miren el precio de la luz… Y podemos seguir hablando de evasiones de capital,
de paraísos fiscales consentidos, de vergonzosas amnistías… Es igual. Es
siempre más de lo mismo…
… Es lo que hay. Lo que toca.
Pero termino por donde mismo empecé. La frase de Lennon cobra hoy más
actualidad que nunca. Mantenemos los ojos cerrados a una realidad que dejamos
que otros interpreten por nosotros. Bien, vale, de acuerdo, pero ¿hasta
cuando?..
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