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TORRE-PACHECO, MURCIA, Spain
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...

viernes, 25 de agosto de 2017

HIPERBÓLICOS


Yo no sé a ustedes, pero a mí los periodistas deportivos me hacen mucha gracia… bueno, digamos cierta parte, una buena parte, de ellos, no sea que se me molesta el gremio y me retiren el saludo, que algún amigo cuento entre ellos. Y son un par de cosas. Los comentaristas de los noticiarios, por ejemplo, fíjense que dan sus noticias gritando. Lo hacen siempre en un tono mucho más alto que los del resto de informadores. Algunos, como uno de la una, a voz en grito, en muchos tonos más altos. Como para sorderas. Y los/las que acompañan a los panteones de los dioses de aquí para allá en sus desplazamientos, ni les cuento… Yo entiendo que, en descubierta, deben alzar la voz sobre el ruido ambiente, vale, pero que se haga por sistema también en los estudios, no entiendo yo la razón de porqué han de convertirse en efigies gritonas, la verdad…

                Y la otra son las hipérboles que utilizan, cada vez más, en sus calificaciones deportivas. Fíjense en el cáustico Matías Prats, y es de los que menos. Algunas pasan de patéticas a peripatéticas, y oigan, que una vez puestos a hiperbolizar yo también sé hacerlo. Pero son tales excesos verbales que acaban por quitarle, en su abuso, todo el valor que le pretenden dar a sus comentarios. En sus crónicas califican a los protagonistas y a sus hechos de gestas, de heroicidades… Cuanto logran es espléndido, magnífico, maravilloso, épico, bárbaro, apoteósico, galáctico, cósmico y ditirámbico, sobre todo ditirámbico… Hay cada vez más que califican los goles, o los partidos, de históricos. Han llenado tanto la historia de morralla que han vaciado la propia historia de sentido. Ahora, con cualquier cosa y en cualquier caso se hace historia. O mejor, subsubsubhistoria.

                Lo cierto, fíjense, es que yo no atino a adivinar las causas de este fenómeno de exaltación, de fuegos artificiales y artificiosos, en las crónicas deportivas. En vestir de epopeya lo que solo es una lucrativa actividad deportiva. No sé por qué los motivos de estas pirotecnias grandilocuentes. Se me ocurre pensar como premisa que puede ser la expresión de un deseo subconsciente en darse a sí mismo importancia dándola exageradamente a lo que no la tiene. Ya saben, el sentimiento de transferencia… el detalle psicológico que, ensalzado el acto, ensalzo al vocero del acto, que es el menda, testigo privilegiado de los admirables e inenarrables hechos que narra este menda… O algo tan simple como procurar que el oficio del que uno vive, y vive tan bien, sea por siempre bendito y alabado, y no decaiga, y se justifique siempre, y nunca falte el pan en la mesa del que lo amasa…

                Por supuesto, todo esto son elucubraciones, curiosidades de cosas, cosicas más bien, que siempre han llamado mi pobre atención. Y que para mí no tienen más importancia que la gracia que me hacen. Es tan solo que, en algunas ocasiones, me producen vergüenza ajena. Como esa de llamar a Messi el Mesías, o a Maradona la mano de Dios, porque marcó un gol con ella, que si es un don nadie se la cortan, pero por ser San Diego se le diviniza. O la última malparida, chiste facilón y burdo, soez y cretino como él solo, de que Cristiano Ronaldo es Dios desde que se levanta hasta que se acuesta… y que defrauda impuestos como Dios, que también puedo yo ser cutre a la hora de hacer juegos de palabras, vaya una leche…

                Pero, enfín, entiendo que a los aficionados, mucho menos a los ultras, no les gusten mis comentarios, ni estas criticas. Mucho menos a los críticos, precisamente. Por eso no me importa que, en justa reciprocidad, ellos hagan conmigo lo propio, y me critiquen por criticar. Y es que, miren, a mí también me gustan los ditirambos, y las hipérboles, y las polisílabas, y las esdrújulas y esdrujulísimas, lo que pasa es que las prefiero en su justo término y lugar, y en su justa y ajustada valía, sobretodo. Algo así, por mal ejemplo, como que la pirotecnia verbal puede ser tan deslumbrante como la más vistosa de las palmeras de fuego derramándose a sí misma sobre el mar en una noche de verano… Bellísimo, ¿n´est pas..?. Pues no es mío, es de la espléndida escritora Sánchez Mellado. ¡Hala..!, a tomar el viento a la farola.


MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php

martes, 15 de agosto de 2017

CÓMO ÉRAMOS




Hay cuatro madres solteras árabes, Kantar, Uahiba, Aiza y Rashida, que en su país, Marruecos, y con la ayuda económica de unos fondos europeos (Europa sirve para más cosas de las que vemos y apreciamos) se han hecho fuertes en una pequeña emisora que su Ong “100% Mammans” han podido montar en Tánger, desde donde se hacen oír. Son cuatro mujeres solas ante todo un país donde rigen la cerrilidad e incultura, y solo disponen de su valentía e iniciativa. A través de sus ondas intentan proclamar su dignidad de mujeres y madres. Las relaciones no matrimoniales están prohibidas y severamente castigadas en el Código Penal marroquí. A sus hijos se les llama wlad ijram – hijos del pecado – y no están reconocidos ni civil ni socialmente. Pueden imaginar, aun levemente, la violencia y la crueldad del repudio. Solo transigen superficialmente con ello por estar apoyadas financieramente por la UE. Las madres solteras que no tienen el arrojo de estas cuatro, están marcadas y machacadas, y se les obliga incluso a rechazar a sus propios hijos. Entre otras situaciones tan inhumanas como espeluznantes.

                Pero fíjense, y piensen… Hace apenas unas pocas décadas aquí pasaba exactamente igual. Justamente lo mismo. Sin paliativos. El régimen, la iglesia y la sociedad trataban de perdida a la madre soltera y de “hijos de…” a sus pobres criaturas. Era nuestro régimen político, nuestra confesión religiosa y nuestra sociedad de cínicos e hipócritas que hoy nos rasgamos las vestiduras por lo mismo en países vecinos más atrasados. ¡Qué poco tiempo y qué pocas otras cosas nos separan de eso..!. Hoy, la maternidad en soltería no solo no es recriminable en España, sino que es hasta bien vista, y casi, casi, que está de moda. Es hasta de buen tono, fíjense, el ser madre soltera. Denota independencia, responsabilidad, voluntad… Pero que muy bien, óiga. ¡Cuánto hemos cambiado así, casi que de pronto!. Apenas hace nada se les quitaban esos hijos a esas madres y se les entregaban a otras virtuosas familias… cristianas, claro.

                En este punto cabe la pregunta: ¿ese cambio se ha dado por evolución natural de la sociedad española?.. La respuesta es compleja. La evolución humana no se da en tres o cuatro décadas. Es mucho más lenta, va más despacio, se toma bastante más tiempo. Mucho más, un cambio tan radical de casi 180º en la manera de pensar, juzgar y actuar. La historia es un ejemplo vivo de ello… ¿Entonces, aquí, en España, qué ha ocurrido para que olvidemos tan fácilmente que hace cuatro días éramos como hoy en Marruecos?.. Mi opinión es que han pasado muchas cosas en muy poco tiempo que han empujado todas y a la vez con la misma fuerza y en la misma dirección. Y esa conjunción de factores, quizá rara en la historia, o no, ha hecho posible que, al menos en ese sentido, hayamos dado un salto cualitativo enorme. El cambio de un régimen dictatorial a uno democrático, el impulso que sufrió el país (es justo reconocerlo) con el primer socialismo felipista. El formar parte activa de una Europa que nos mantenía en el congelador de la historia. El Mercado Común, la Otan, la apertura de fronteras… De pronto, nos miramos en nuestro espejo y no nos gustamos. Y, rápidamente, cambiamos de imagen.

                Pero lo de estas cuatro madres solteras marroquíes es distinto. Algo muy diferente. No es un movimiento ciudadano que se haya enganchado a una corriente liberadora y liberal, transformadora y modernizadora. No, qué vá!.. Es como una bombilla minúscula y débil que se ha encendido en un país, en una sociedad con unos regidores oscurantistas, absolutistas y recelosos de los derechos humanos, y eso significa un enfrentamiento desproporcionado, colosal, y casi que heroico. Esas mujeres nos ven como una sociedad justa, avanzada, ideal, respetuosa y tolerante, pero no saben que ayer mismo éramos como ellos.

                Lo que esto demuestra es que deben existir motivos, intereses o lo que sea, para que un país evolucione, así como para que permanezca estancado en su atraso secular. Bien económico, bien social, bien cultural, bien todo. España tuvo la inmensa suerte de estar pegada a los Pirineos en vez de al otro lado del Estrecho. Lo del tipo de religión tiene su importancia, pero no lo es todo. Es un valor que se maneja según el interés político, salvo que éste se deje manejar por el religioso, no nos engañemos. Y la religión se deja manejar si la dejan manejar. Eso es todo. Lo demás son otros López, amigo mío…

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / www.escriburgo.com – Viernes, 10,30 h. en http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php

domingo, 13 de agosto de 2017

NUESTRA SIMA




Hace un tiempo, con ocasión de mi visita a Atapuerca, escribí una serie de artículos comparativos con nuestra Sima de las Palomas. Ya se habrán olvidado, naturalmente. Pero ya entonces puse de relieve el interés y la atención que supuso cuando, de entre el grupo de “insersívoros”, levanté un dedo y dije que era de Torre-Pacheco, y nombré a mi tocayo, Michael Walker. Los jóvenes arqueólogos que nos sirvieron de guías, después, en el Centro de Interpretación, me dedicaron su tiempo amablemente, y estuvimos un buen rato hablando sobre las coincidencias y diferencias de los hallazgos en las dos excavaciones, sobre la suma importancia de ambas, sobre el inmenso respeto que les inspira Walker, sobre sus sistemas de financiación y estrategias de mantenimiento, de su Museo, uno de los mejores de Europa en evolución humana, y, sobre todo, de la cautela que les inspira nuestra Sima, pues, a pesar de la ventaja que nos llevan en tiempo y medios, intuían que, en descubrimientos, teníamos el potencial de disputarles la cabeza de los mismos en España. Una actitud que les honra.

                Ahora, el citado profesor acaba de presentar a los medios lo último descubierto en nuestras excavaciones. Efectivamente, los burgaleses llevan razón en temer la posibilidad de pasar a segundo lugar en importancia. El hallazgo de la mandíbula de un niño, que aumentan los restos encontrados a una docena de individuos, y de la gran cantidad de utensilios y enseres, restos de animales, etc., cifra de gran relevancia con respecto a otros yacimientos europeos, además de elevar la antigüedad del enclave de los 90.000 años a los 130.000, lo que nos sitúa en uno de los lugares de cabeza e importancia en descubrimientos neandertales, por lo que ya disputamos su puesto a los de Atapuerca. Así están siendo las cosas.

                Pero hay algo en que los de Burgos nos aventajan y nos sobrepasan decididamente. Y es en el conocimiento y reconocimiento, la satisfacción y el orgullo, y el apoyo social que ellos tienen y brindan a sus yacimientos y su museo, en contraste con el desconocimiento, la apatía y el despego, la dejación y el pasotismo del que nosotros hacemos gala con respecto a lo nuestro. Es cierto que su puesto de referencia en lo de la Evolución Humana viene de muchos años. Y ahí está todo cuánto han conseguido. Pero no es menos cierto que allí se comenzó como aquí en su día, y desde el principio supieron estar a la altura de las circunstancias. Los amigos de Atapuerca me contaban que todo el apoyo conseguido de las administraciones, las instituciones y todos los entes públicos y privados ha sido gracias a la enorme presión social, al fuerte reclamo e implicación de la ciudadanía… Como maliciosamente me indicaban, mueve más el interés en los votos que el interés en la ciencia. Un pueblo educado consigue más que uno despreocupado.

                El actual alcalde de Torre-Pacheco, Antonio León, ha hecho una promesa valiente. Las obras del Museo Paleontológico y de la Evolución Humana, actualmente paralizadas y con varios años de demora, finalizarán el próximo 2.018… Pues me alegro, ya iba siendo hora. Aún recuerdo aquella lejana reunión en un discreto restaurante de nuestro municipio, donde aquel consejero, Medina Precioso, aquel presidente de Coec, Pérez de lema, junto al alcalde García Madrid y unos cuantos más, forjamos lo que ahora parece que está a punto de ser una realidad. Entonces se pusieron los cimientos de lo que puede ser el elemento dinamizador cultural más importante de este pueblo, esta comunidad autónoma, esta región, en definitiva. Me congratulo y me siento privilegiado de haber formado parte de aquello.

                En este camino seguirán teniendo mi apoyo y mi colaboración, si es que este humilde excedente que soy aún sirve para algo, cosa que dudo… Pero si he de ser sincero con los que me leen y conmigo mismo, esta es una de las pocas, quizá la única, iniciativa de la que me siento orgulloso en mi laaaargo período de copresidir organizaciones empresariales institucionales, y de las batallas libradas. Es posible que sea la única merecedora de ganar una guerra. La única entre muchas. La única que pueda justificar, en definitiva, aquellos trabajos de hércules que quedaron en casi nada. Éste es el casi que salva al todo.

                Espero seguir, aún de lejos, esta andadura, y felicitarme, aún íntimamente, de los avances y los éxitos de mi amigo Michael Walker. Serán los éxitos de todos. Y un poco también los míos…

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / www.escriburgo.com – Viernes, 10,30 h. en http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php

miércoles, 9 de agosto de 2017

INVASIONES





En nuestro mapa spanish-show de convivencia social interrumpió con cierta fuerza el tema del “espatarrague” como algo invasor de nuestro espacio personal. Los tranvías, metros, autobuses, trenes, salas de espera, donde llega un humanoide, se sienta, se abre de piernas, y ocupa dos espacios. Y es verdad. Y llevan razón los que se quejan (mejor, las…) pues solemos ser los hombres los más sujetos a esta desconsiderada tendencia, y las mujeres quienes la soportan desde hace bastantes siglos. Si bien la mujer pantaloneada también suele espatarrarse cuando se siente cómoda y confiada, sin mirar si hay uno u otra a quién le esté ocupando su espacio… Pero sí, veo bien que comiencen a colocarse cartelicos en lugares públicos – como ya se están viendo algunos – que empiecen a poner en evidencia esa clase de tendencia al abuso, al apaño, a la falta de respeto y a la mala educación.

                Sin embargo, y ya una vez puestos, si es que queremos ser justos, habríamos de reconocer que hay muchas maneras de invadir el espacio personal de nuestros prójimos, y no solo el lugar físico. Existen sentidos igual de físicos, oído, vista, olfato… que continuamente son asaltados e invadidos por ruidos, olores y hasta espectáculos sin la más mínima consideración. Y si es cierto que uno puede quitarse de la vista, a mal suponer, a un ejemplar veraniego luciendo lorzas, pelos y arrugas como impúdicas medallas al mal gusto (también hay ejemplaras veraniegas, también…) tan solo que mirando para otro lado, no es menos cierto que no podemos sustraernos ni a los efluvios, ni a las tabarras con que, impune e impúdicamente, asaltan nuestras narices y nuestros sufridos oídos. Estamos absolutamente indefensos ante tales comportamientos abusivos e invasivos. Como lo del espatarrague hasta ahora. Exactamente igual. Lo mismo.

                Así que no veo porqué, si se pone coto a un comportamiento incívico, no se le pone coto a los otros. Tenemos a la gentuza que atronan con sus motos, sus coches, los que bajan la ventanilla y ponen la música, o lo que sea eso, a todo volumen, o a toda esa caterva de vecinos ruidosos a los que les importa un bledo invadir con su porquería el espacio comunal o privado, o los gamberros que van gritando por las calles… ¿o qué me dice de esos cretinos que se ponen a hablar por el móvil y han de enterarse todos los viandantes de lo que vomitan?.. Sin contar los que escupen en la vía pública, los que sacan a sus perros a cagarse en espacio ajeno, los que guisan para que lo huela toda la comunidad, los que sacan toda su ropa y toda su mierda a orearse a la calle, los que van a lugares públicos apestando… que todo eso hay, aunque unos más que otros… y no solo los que ocupan dos sitios con su espatarre.

                Por eso me llama la atención el que seamos así, de golpe, civilizados, pero tan solo que un 10% nada más. Solo con el abrirse de patas. Como si la invasión del espacio personal, o los abusos y agresiones a la comunidad, o la desconsideración, falta de civismo, mala educación y absoluta carencia de respeto hacia los demás solo existiese con la apertura de piernas en un banco público, o en un transporte público. Si solo lo vemos en eso, si únicamente nos hemos concienciado en tan minúscula parte, si no vemos ni notamos nada más, entonces es que tenemos un problema. Un problema de valoración, de sensibilidad, de cultura, de sentido común, de miopía…

                Y sí, así es. Somos un pueblo ineducado, desconsiderado, grosero e irrespetuoso. Me contaba un amigo, hace ya muchos años, que iba fumando por la calle en Viena, y, en un gesto automático, tiró la colilla al suelo. Automáticamente todos los viandantes austriacos que circulaban por allí le llamaron la atención de una u otra manera y le conminaron su acción, si bien que educadamente. Todos. Colectivamente. Socialmente. Ese detalle es el que marca la diferencia. Nosotros necesitaríamos policías en todas las calles y esquinas, y ellos no. Ellos son civilizados, nosotros aún no lo estamos. Y si no se empieza, nunca lo estaremos, jamás seremos personas.

                Me dirán; bueno… por algún sitio hay que empezar, hagámoslo con el espatarre. No. Empezar por el chocolate del loro es ridículo y no lleva a ninguna parte. Usted puede escandalizar, ser un guarro, escupir y apestar, pero no puede abrir las piernas en demasía cuando se siente… Patético. O se hace de forma y manera integral, con todo, desde la escuela, y con normas claras, objetivas y severas, o esto no vale para nada. Será como para mearse sin echar gota, pero eso sí, en la calle. Es que si no, no tiene ninguna gracia. Y lo de prohibir el espatarrague sin tocar lo otro, la tiene, y mucha…

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / www.escriburgo.com – Viernes, 10,30 h. en http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php

jueves, 3 de agosto de 2017

LAS COSAS, COMO FUERON.




En los primeros dos o tres siglos del cristianismo, éste, que era una secta judía apenas relevante, tras el impulso que San Pablo le imprimió (diseñó una religión y la empujó de un seguidismo local a dogma universal), pues tengamos en cuenta que los judíos tomaron a Jesús por su Mesías, el del pueblo elegido de Israel, el señalado por su dios Yahvé, ya ve, y el apóstol de los gentiles lo convirtió en salvador de toda la humanidad, sentando por tanto las bases de una religión mundial - católica significa exactamente eso - pues que en ese tránsito digo, al cristianismo se le presentó una oportunidad única. El emperador Constantino vio en la nueva fe el instrumento para cohesionar su imperio, y no lo dudó un instante: le otorgó carácter oficial… Así, los perseguidos por el estado se convirtieron en aliados y perseguidores, y los que fueron mártires comenzaron a ser verdugos, y el perdón se trastocó en odio…

                En ese tiempo, circulaban por las pequeñas comunidades cristianas multitud de Evangelios, de tendencias, de escuelas, de interpretaciones y pensamientos. Así que el Concilio de Nicea fue convocado para constreñir, encorsetar y establecer un Cánon único (de ahí lo de canónicos) con todos esos evangelios, condenando el resto, persiguiéndolos y destruyéndolos. A sangre y fuego. Así como a sus seguidores. A muerte. Sin paliativo alguno…

                Muchas de esas comunidades fueron aniquiladas, y otras, huyendo al norte de África, intentaron salvarse de la masacre y salvaguardar sus escritos y creencias. Esa es la historia (la enseñanza y catequesis de la Iglesia, por supuesto, es otra cosa), así que pasaron los siglos… Y en 1.945, en Nag Hammadí, Egipto, se descubren los Evangelios de Felipe, de Pedro, de Tomás, de María, el llamado De la Verdad, y hasta el de… Judas. Tras mil peripecias y deterioros, el Códice de Tchacos, como se conoce a ese evangelio de Judas, en honor al estudioso que en 1.978 lo rescató de una tienducha de antigüedades y lo pasó a la prestigiosa organización mundial National Geographic, que ya tenía en su poder el resto de los papiros, ya conocidos todos como los Textos Gnósticos, y que, tras años de estudios por los mejores expertos del mundo y pruebas, tras someterlos a datación por el método del C-14, han sido fechados en el 180 D.C., al final,  fueron dados a conocer en el 2.006.

                Ni qué decir tiene, claro, que la Iglesia lo rechaza todo de plano, y no entra ni en discusión. Como si no existieran. Al igual que sus incontables millones de sumisos, incuestionantes y ciegos seguidores. Naturalmente, yo no voy a entrar en valoraciones y disquisiciones inútiles que solo, única y exclusivamente atañen a una determinada fé y a sus dogmas. Tan solo voy a decir lo que es de cajón. Que tales textos tienen las misma, o mayor, validez histórica, científica, cronológica y cuanto se quiera, que cualquiera de los otros considerados como canónicos. No se puede hablar desde el punto de vista arqueológico del falsos ni de verdaderos cuando los unos son tan auténticos y ciertos como los otros, incluso, si me apuran, hasta más antiguos y, por lo tanto, más pegados a los orígenes y más próximos a los hechos en cuestión. No se admiten por puro dogmatismo, nada más, porque pondrían en entredicho una estructura que se ha mantenido durante dos mil años, por constituirse en una peligrosa competencia… pero no dejan de ser un testimonio documental tan valioso y tan válidos como los consagrados por la venerable institución, por muy santos que se digan ser.

                Lo realmente incómodo es que uno lee estos textos, ya digo, de idéntico valor cultural e histórico que los otros, y se da cuenta de un cristianismo absolutamente distinto, si no casi radicalmente opuesto en algunas cosas y casos, del que se nos ha presentado, e incluso obligado a tragar en su día. Entonces ese uno viene y se pregunta si en Nicea, en el 313 D.C., y en Calcedonia después, y en los que siguieron, no fabricaron unos a su imagen y semejanza, dándole matute a los que no se adaptaban a sus intereses. Y es tan lícito dudar de eso como de creerlo todo. Y se queda uno así, como el que no sabe si el conejo está en la chistera o en la sartén… Yo les podría contar algo de Judas, y se darían cuenta que no se parece en nada al hijoputa que nos han vendido, y que es otro cuento distinto y distante. Pero ya se ha agotado el espacio. Así que si quieren saberlo, pues me lo piden. Y si no tienen curiosidad alguna, pues nada…

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / www.escriburgo.com – Viernes, 10,30 h. en http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php