DICTADURA CARADURA
“Santa
Rita, Rita, lo que se da no se quita…” cantinelábamos de críos, cuando
alguien quería que le devolviésemos alguna cosa que nos había dado, o dejado…
Era la ley lapidaria dicha y no escrita de la sacra posesión sobre algo. Dado
está, pues mío es. Yo creo que esa frase sancionatoria la inventó Franco, mire
usted… Y la inventó y dispersó por la faz de su reino de Totalitaria por mor de
su señora, doña Pilar, que era la recaudadora familiar del clan del caudillo
cavernario. Lo que ya no se dice, ni entonces ni ahora, es si ese “regalado”
por medios cohercitivos, por presión, obligados a soltar la tela… como el matón
de la escuela obliga al más débil a “donarle” el almuerzo, es válido
legalmente, o se puede invocar a Santa Rita para no restituirlo a quien se
sintió obligado a darlo. Es que de Santa Rita dice el saber popular que es la
patrona de lo imposible (también de los funcionarios, curiosa relación), pero
nada dice que fuera tuercedora de leyes ni manipuladora de juzgados. Lo digo
porque España es el único país donde la democracia no ha restituido los bienes
usurpados por la dictadura en beneficio particular de sus amos. En este caso,
en las manos de los descendientes del dictador.
Este
año se cumplen setenta de aquella forzada donación en que, según reza el
documento, “la ciudad y provincia de La
Coruña hicieron ofrenda de las Torres de Meirás al fundador del Nuevo Imperio,
Jefe del Estado, Generalísimo de los Ejércitos y Caudillo de España – todo de
una tacada – Francisco Franco Bahamonde”… Ese mismo día, 28 de Marzo, en la
Catedral de Santiago, que no pisó España ni de coña dicho sea de paso, de manos
del Arzobispo, había recibido “La Espada de Dios”, ahí es nada… La Iglesia
Católica tenía en su poder, casualmente, la espada que se vé que Yahvé le había
enviado por valija diplomática al santo matamoros para que hiciese su trabajo
con garantías cuando se subiera a su blanco caballo blanco… cosa que ya tampoco
le fue devuelta. Así que, entre colegas trajinantes, se la pasaron al invicto
como detalle por su Cruzada. Para que siguiera segando enemigos bajo palio con
espadón divino.
Ahora,
los herederos de aquél han puesto parte del “legado” a la venta para no tener
que verse en la tesitura de que algún Tribunal digno falle su devolución, pues
aquellos sometidos se vieron forzados a darlo o donarlo, pero a él, a su propia
persona autocrática, no a su linaje. Es como las tallas de Abraham e Isaac del
Pórtico de la Gloria de la misma Catedral de Santiago, de los que Carmen Polo,
en 1.954, en presencia de su excelentísimo esposo, y cito textualmente a los
cronicones de la época, “mostró un
interés insistente al alcalde, sugiriendo de forma inequívoca que pasaran a su
posesión”. Y claro que pasaron. Más tarde, por un oscuro azar, aparecieron
en Casa Carmide, edificio monumental de la ciudad vieja de La Coruña, un
inmueble que igual pasó a ser propiedad del dictador en otra operación mafiosa,
históricamente humillante para la ciudadanía. Pero no hubo piedad ni vergüenza
para el expolio…
Manuel
Rivas, ilustre columnista, cuenta en una visita más o menos reciente al Pazo de
Meirás, que “se sintió horrorizado al ver
la sala central que Emilia Pardo Bazán, su anterior propietaria, había
conservado como una joya y reliquia, convertida en un almacén atiborrado de
trofeos de caza y animales disecados que fueron muertos servilmente para el
oligarca… Esa era – dice – la auténtica ideología del Estado”. Y se
pregunta si la enfermedad escasamente diagnosticada que sufre la España actual,
de corrupción y olvido, y arrinconamiento de la memoria histórica, no tendrá
que ver con esa misma desvergüenza histórica. Sería una enfermedad en la
sombra, común a los gobiernos que nos han regido desde que se instauró ésta, a
veces dudosa, e incompleta democracia. Y aún no sabemos si se hará justicia o
injusticia ante tal declarado latrocinio.
Hoy,
de momento, si usted dispone de suelto (ocho millones de euros para empezar a
hablar), ya sabe, en la web Mikeli Luxury Estate, se muestra “un tranquilo y señorial inmueble de singular
arquitectura en la campiña de la Europa tranquila”. Así mismo se anuncia.
En el término de Sada. Ocupa una superficie de 67.000 m2, y la casa-palacio más
de 1.000 en primera planta. Si se puede permitir el capricho, disfrutará de un
bien que debería ser patrimonio nacional, puesto que fue pagado con dinero
público por el sistema de “voluntariado forzoso”, que es la extorsión en plan
fino filipino, para saciar las ansias del último dictador de este país. Es
barato para la historia que acumula sobre sus venerables sillares, y sus
paredes pueden contarle truculencias a millares…
Hago
votos firmes porque el pueblo gallego pueda recuperar lo que es suyo y se le
quitó por narices caudillas. Pero soy pesimista al respecto. Las leyes actuales
son herederas de las que se utilizaron para cometer la acometida, y los
políticos anteriores también son herederos ideológicos de los acometedores de
tal partida. En otro país, la restauración legítima de lo apropiado por
gobiernos ilegítimos (se debió, que no se olvide, a un golpe de estado),
hubiera sido ipso facto. Pero aquí, no… Aquí andamos otros cuarenta años
contando las nubes y cantando los laudes, sin atrevernos a hacernos justicia.
Si a eso le sumamos el latrocinio de las inmatriculaciones perpetrado por la
Iglesia Católica al amparo de los mismos gobiernos llamados democráticos, empieza
uno a dudar sobre la entereza de esa misma democracia…
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h.
http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php
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