EUROISLAM
Por favor, les ruego
que no se rían del título del de esta semana. Tampoco le tengan miedo. Ni se lo
tomen a la ligera, creyendo que es una frivolidad por mi parte. Nada de eso. El
concepto euroislam quizá que sea prematuro, eso sí es posible, pero no es
ninguna historia futurista de Isaac Asimov, ni mucho menos. Es algo que está
emergiendo y que, al igual que aquel otro del eurocomunismo de los 60, pueda
transformar el Islam en un concepto más abierto, más tolerante, más
independiente, más prudente, e incluso más avanzado que las propias iglesias
cristianas, sobretodo la católica…
Alemania tiene más de cinco millones de musulmanes
que trabajan, viven y conviven, dentro de esa nación. Es el país europeo que,
con diferencia, más musulmanes acoge… Aquí, en España, donde creemos
absurdamente que “nos están invadiendo los moros” no llegamos ni a la tercera
parte que allí, por mucha versión negativa – yo diría autonegativa – que nos
formemos. Y allí precisamente, quizá por eso mismo, quizá por la aplicación
inteligente de políticas inteligentes, o quizá por ambas cosas, es por lo que
actualmente se ha convertido en el laboratorio más serio y auténtico del Islam
europeo…Allí está comenzando a tomar cuerpo otro Islam posible, una corriente
religiosa más abierta, de corte liberal y europeo, y sin ataduras rigoristas,
que aspira a dar nuevas respuestas frente al fanatismo y a la pérdida de
identidad. Allí, una parte significativa de la comunidad islámica pretende
desprenderse del fundamentalismo, como uno de sus más destacados representantes
dice, “viviendo el dogma sin dogmatismo”,
e incluso enfrentándose a la parte más dogmática del propio Islam.
No les faltan ayudas y apoyos, y colaboraciones, por
parte de los propios colectivos cristianos luteranos. Una Iglesia del barrio de
Wedding, en Berlín, por ejemplo le prestan su templo para los viernes
convertirlo en mezquita y cederla a sus vecinos musulmanes. Un colectivo
audiovisual musulmán, Da Haltäter, produce un exitoso video semanal,
autocrítico y satírico, que emite por You Tube. “Vivimos en Alemania y debemos renovar nuestra religión. El Islam no es
una piedra. Hay que mirar el futuro, pues no estamos en la era de Mahoma”.
Esto lo predica nada menos que un imam, Al Jai. No es el único imam
progresista. El de una de las principales mezquitas alemanas, la de Dar es
Salaam, en el barrio berlinés de Neukölin, Mohammed Taha Sabri, es uno de los
principales exponentes. Incluso existen y toleran a gays, tal es el caso de
Christian Awhan, convertido al Islam hace un par de años, y hoy también un
influyente imam.
La mujer tiene un papel preponderante en la comunidad
musulmana alemana. Activistas como Kübra Gümüsay, que lidera el colectivo joven
poético L´Islam; la profesora Riem Spielhans inserta al barrio musulmán de
Kreuzberg y adscrita al propio Islam; la líder Lamya Kaddor, fundadora de una
organización de musulmanes liberales con más de doscientos miembros activos,
está amenazada de muerte por el terrorismo islámico, pero en su cada vez más
extenso grupo promocionan a mujeres-imam, los matrimonios homosexuales, e
incluso mantienen las puertas abiertas al colectivo LGTB… Esto que parece un
cuento de ciencia ficción, en Alemania ya está siendo una realidad, no me pregunten
cómo ni por qué…
Sineb
el Masrar es una escritora, editora y bloguera que dice abiertamente
considerarse a sí misma pro-islámica y contra-islamista a la vez. Quizá aquí
resida la clave de este otro “milagro alemán”, no económico precisamente. El
Islam, una de las tres llamadas Religiones del Libro, no es dañina en sí misma,
si no que los dañinos son los que se han erigido en sus sumos intérpretes. Eso
es lo que suele ocurrir en todos los casos en que las religiones se convierten
en poderes absolutos. Que se lo pregunten allí mismo al imam Abdul Admín
Kammus, antiguo salafista reconvertido a la corriente europeísta del Islam…
Pregúntenselo a él, pero no me pregunten a mí
el por qué aquí es impensable algo así. En un lugar con ocho siglos de
convivencia en su historia, y con Toledo como símbolo universal de las tres
culturas. Tendría que responder que porque hemos abjurado de nuestra propia
cultura, de nuestra historia, de nuestra educación, de nuestra tolerancia y
sabiduría, y nos hemos convertido en un pueblo ciego y bárbaro. Que ellos han
pasado de un Islam bello, culto y luminoso (que intentan recuperar en el
experimento alemán) a un Islam oscuro, ignorante, sucio y asesino, pero que
nosotros, que fuimos tan brutales como ellos son ahora, en nuestras Cruzadas de
la Edad Media, tampoco hemos sabido evolucionar a lo que su creencia fue una
vez y se perdió. Cuna de las artes y las ciencias y el conocimiento. Una verdadera
lástima.
Pero
si Alemania va a darnos una lección de tal calibre, yo me alegraré mucho de
ello y por ello. El euroislam puede llegar a ser donde todos nos miremos. De
momento, en eso, nosotros tampoco somos Europa. Todavía no. Aún no nos hemos
despegado de África. Y nos queda mucho camino por andar.
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php
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