TONTADAS
A modo desintoxicativo, valga
el palabro, el de esta semana irá por los caminos del absurdo. Conviene reírse
de vez en cuando, a fín de oxigenar el ánimo, y como los payasos del circo
político ya solo hacen llorar, pues busquemos hoy otros disparates de otros
locos bastante menos dañinos. Por ejemplo, los Premios Nóbel IG de este año.
Los IG son unos para-Nóbel gamberros que, con toda la comprobada base
científica del mundo, otorga la prestigiosa Universidad de Harward, también con
carácter mundial, a las diferentes disciplinas.
Tal es el caso como el de Biología, para un equipo
chileno que ha demostrado que las gallinas con un palo en la cola andan como
los dinosaurios. No me pregunten para qué sirve tal descubrimiento, como no sea
para efectos especiales de Speelberg, un JurasicParck o un Gottzilla japonés
con plumas, no lo sé… pero ahí está. Un americano de la University de Cornell,
New York, Michael Smith, investigando el comportamiento de las abejas se le
metió una por el calzón y le picó en los mismísimos cogolondrios, así que, ya
puestos, se hizo picar en 25 puntos del cuerpo más para saber cuales son los
más sensibles al dolor. Son el labio superior, las aletas de la nariz y la base
del pene. Si usted no lo cree, puede comprobarlo cuando quiera, pero parece ser
que es cierto.
El de Medicina es para un equipo que ha demostrado
que los besos intensos (con lengua) reducen las reacciones alérgicas, puesto
que actúan a modo de vacuna por la mezcla de la saliva a través del Adn. Así
que si se resfría, a besar como un poseso. O se inmuniza usted o lo declaran
peligro público por infestar al ídem, pero dicen que funcionar, funciona,
aunque yo pienso que será en estado normal de salud, ¿no?.. El de Matemática ha
sido para otros investigadores de la Universidad de Viena. El sultán Ismal de
Marruecos, el Sanguinario (S.XVII) tuvo 888 hijos con 65 mujeres durante 32
años… bien, pues se ha tenido la santa paciencia de demostrar que es verdad.
Tampoco me pregunten cómo ni para qué puñeta sirve.
Imagínese con un ataque de apendicitis y trasladado a
toda prisa por una carretera llena de baches. Bueno, pues el Nóbel de Diagnósis
ha sido para un método elaborado a partir de que, cuando llegue un paciente con
un dolor no definido o enmascarado, meterlo en un coche por una carretera con
badenes a toda velocidad, eso sí, acompañado de un médico experto. Dicen que
funciona al pelo, sin dudas ni confusiones… Otro: Taiwan se lo ha llevado por
el estudio “la duración de la micción no
cambia por razón de tamaño corporal”. Es rigurosamente cierto, aseguran.
Pero tampoco me pregunten como han llegado a probar tal conclusión, porque yo,
con el mismo tamaño de siempre, nunca, jamás, duro lo mismo…
La Policía Metropolitana de Bangkok se ha llevado el
de Economía, por su idea de premiar con pagas extras a los agentes que no se
dejan sobornar. Se basa en la idea de que es preferible el soborno legal al
ilegal, porque, al menos, reduce el delito (¿?). Posssí, prefiero que me paguen
por ser bueno que por ser malo, pero me huele que el crimen es más rentable… El
premio de Empresariales ha sido a un estudio que demuestra que el empresario
que más arriesga es el que ha sobrevivido a alguna catástrofe natural a lo
largo de su vida. Yo, aquí, tengo mis dudas, pues un servidor ha arriesgado
siempre hasta los calzoncillos como un gili, y la catástrofe natural más grande
de mi vida, si acaso, es haber nacido, así que, no sé, no sé… En el apartado de
Química el Nóbel ha sido para Australia. Presten atención: una receta que
permite descocer un huevo cocido. Pues un servidor, el que los huevos duros
vuelvan al estado normal solo lo conozco en los humanos varones por causas
normalmente biológicas, pero con las poneduras de gallina, jamás de los jamases
había oído yo tal portento… El de literatura ha sido para un equipo de
lingüistas holandeses que han demostrado que la interjección “¿eh?” resulta una
expresión universal que está en todos los idiomas del mundo mundial (en inglés,
“huh?”). Hay que joerse. Tanto estudiar idiomas para entendernos con una sola
expresión, como los neanderthales. Usted dice huh?, o eh?, el otro mueve la
cabeza para decir sí o no, y ya está…
Los seres humanos somos inmensurables, una caja de
sorpresas. Tanto tiempo escribiendo sobre gilipolleces y me encuentro de
sopetón con que existen cosas tan serias e importantes como éstas… P´a darme de coscorrones, óiga usted…
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