CUIDADO, MUCHO OJO...
Sí… Hemos de estar ojo avizor. No todo lo que reluce tras los aparentes cambios para regenerar la política es oro. Ni mucho menos. De hecho, hay mucho de oropel. Es como aquella tribu que empieza a descubrir que los espejitos y los abalorios son engañabobos a cambio de dejar hacer al hombre blanco, y entonces, el esquilmador se cambia de color el salacot y saca de la mochila otros regalitos más sofisticados, como espejitos parlantes y collares con pilas. Es lo mismo, pero parece más evolucionado. Es igual, pero es nuevo, y, de momento, dá el golpe de efecto y entretiene al personal. Lo de las primarias, por ejemplo, es un camelo muy bien montado por los partidos que se las dan de progresistas , y a lo que se ha apuntado, forzado por las circunstancias, hasta el mismísimo PP, que de progresismo no conoce ni las letras… Es algo así (o al menos así lo venden) como democracia interna. Los candidatos serán propuestos por las bases – dicen – y se quedan tan panchos.