¿PAROT O NO PAROT..?
No creo que diga ningún disparate ni ofenda a nadie si declaro que el concepto de justicia es, si no una entelequia, sí que una abstracción. Siempre habrá tantas formas de interpretarla como seres humanos haya en el mundo. O, al menos y como mínimo, un par de grandes grupos: los agraviados y los agraviadores. Y las leyes son apenas unas herramientas más o menos afinadas según para qué casos, o desde según qué puntos de vista, o desde qué tipo de intereses más o menos ocultos, más o menos ignorantes, o según les convenga silenciarla, jalearla o manipularla. Lo del fallo sobre la – ya desvirtuada por no menos esperada – aplicación de la doctrina Parot, ha roto todos los diques emocionales, humanos, sociales y políticos. Pero lo cierto es que desde hace décadas, desde el principio de toda esta deformada historia, se sabía lo que iba a pasar, y que iba a suceder así. Y los principios vienen nada menos que de 1.937, año en que Franco dictaminó la redención de penas a