SUPONGAMOS QUE...
Dicen los místicos de todas las épocas y culturas – y cuando digo místicos no me refiero a religión alguna – que los seres humanos vivimos una especie de sueño, de fantasía, de irrealidad, creada por nosotros mismos, y que forma y conforma el mundo ilusorio que, equivocadamente, tomamos como real. Ya lo escribió Calderón de la Barca. Y, si la vida es sueño, como él afirmaba, cuando parecemos despertar cada mañana, lo que hacemos es tejer un sueño dentro de otro sueño. Un sueño consciente y personal dentro de un sueño subconsciente y comunitario. Pero si eso es así (y yo cada día tengo menos motivos para dudarlo) menuda mierda de sueño que nos hemos mercado, tíos. Es una horrorosa pesadilla. Es que no hay por dónde agarrarlo sin salir pringados de injusticias, miserias, dolor, corrupciones y porquerías. De verdadera pena. A ver cuándo vamos a aprender a montarnos el sueño, la ilusión, el “maya”, como decía Buda, medianamente decente para todos los que estamos inmerso