PERIÓDICOS DE PAPEL
Hace décadas corría una leyenda urbana que perseguía demonizar a los que leemos “periódicos de quiosco”. Preveían la desaparición de la prensa impresa porque iba a ser la responsable (íbamos a ser / yo me incluyo como consumido consumidor) de la deforestación del planeta, de los verdes pulmones de la humanidad. Y hasta teníamos cierta mala conciencia los que nos gusta buscar la noticia desenramando las hojas. Pero no ha sido así. Ni mucho menos. Los periódicos aún viven estoicamente y heroicamente en el papel de su cuerpo y la sangre de su tinta, y utiliza un papel ecológico que ahuyenta viejos fantasmas. Ya no es/somos reos de culpa. Es más, desde que los tapones de las botellas empezaron a fabricarse de corcho sintético, los alcornoques, al contrario de lo que se preveía, luchan por sobrevivir. Es la vieja economía de la oferta y la demanda, tan humana como cruel. ¿Para qué dejar que vivan, si ya no se necesitan?.. ¿si ya no son económicamente rentables?.. Por eso creo que las inm