AHORA ES LA HORA
Por fin, este gobierno (o eso dicen) va a intentar reintegrarnos al meridiano geográfico al que pertenecemos en Europa, casi ochenta años después de que aquel invicto y Franco caudillo se le ocurriera sacarnos de él para hacerle la pelota a su colega fascista Aldolf Hitler, adaptando y adoptando la hora alemana en la desgarrada, pobre y postguérrica España. Aquel gallego golpista copió e imitó a su alter ego imponiendo el brazo en alto y la hora de su reloj en sus sometidos dominios. Era su manera de poner culo al posible amo del continente. Por si acaso no fuera que ganase la guerra, teníamos que hacer méritos. Vale. Podría llegar a entenderse en aquel, su preciso momento histórico. Lo que ya resulta muy difícil entender es que aquel dictador luego pusiera morritos a las democracias durante cuarenta años, muriera, viniera toda una modélica transición, tuviéramos gobiernos democráticos de centro, izquierdas y derechas, y a nadie ni a ninguno se le ocurriera norm