EL VIEJO MAESTRO
Lo siento, no lo puedo evitar, pero lo confieso. Ernesto Cardenal, teólogo, ideólogo, filósofo y poeta, sigue siendo mi ya vieja y desgastada brújula, como la de Jack Sparrow. Aún y a pesar de sus 95 años. Y no digo poeta y profeta, porque los no avisados pueden tomar el rábano por las hojas, pero la poesía y la profecía tienen más en común de lo que el común podemos imaginar siquiera… Pero bueno, dejémoslo ahí. El caso es que en una de sus últimas declaraciones a un corresponsal de El País desplazado expresamente a Managua para entrevistarlo, dice con esa clarividencia que aún mantiene, “ Las religiones dividen a los pueblos, la ciencia los une… ”. La verdad es que esta decena de palabras, dichas por uno de los personajes con mayor carga espiritual del siglo XX, es de un tremendo significado. Y no lo digo por mí, que coincido plenamente en su apreciación sobre el binomio ciencia-religión punto por punto, si no por el impacto que en cualquier mentalid