TURISMOSCURO
Este verano último me dediqué a releer libros pasados. Libros pertenecientes a una época y que se reafirman con solidez, una vez que se someten, en la espiral del tiempo, a la profundidad de una nueva relectura. Es curioso la tremenda agitación que nos puede suponer un título olvidado y actualizado. Es el caso de La Ciudad de la Alegría, de Dominique Lapierre, una obra que me metí entre ojo y mente hace 33 años, y que hoy vuelve a sacudirme, aún más, mucho más, que antes. Pero bastante más… Se trata de la visión, descarnada, real, y tremendamente desmitificadora para nuestra visión occidental, de la vida humana en uno de esos populosos suburbios, los slum, de las grandes urbes de La India, donde la muerte, la pobreza y la miseria se visten de una trágica, pero mística, dignidad, a través de los ojos de un sacerdote católico francés. En Arand Naggar se nos cambia la visión del mundo, y nos muda de piel la conciencia. La recomiendo a quién se atreva a leerla. Pero no a los espí