PUÉ QUE SIRVA D´ALGO
Se ve que, a mi edad, la vida me estaba tratando demasiado bien, y mi karma, o el motor de reajuste, o lo que fuera, ha decidido darle un par de vueltas a la tuerca que mantiene mis arandelas, ya un tanto holgueras… Sé que son experiencias que uno no quiere conocer, pero que has de reconocer, te gusten o no. Y mi tornillo flojo, sin duda alguna, es el dolor y la incapacidad física; en lo cual mantengo un acusado déficit, y en lo que me reconozco de todas, todas. Y en lo que soy cualquier cosa que ustedes quieran, menos un ejemplo. Desde hace un par de meses o así, que mis visitas a los hospitales por causas traumáticas, se han convertido en más o menos serios avisos, que luego llevan implícito un seguimiento, y otro, y otro más (para mí demasiados) a los que estoy abonado. Ambos últimos son de etiqueta más degenerativa que generativa, si bien son de naturaleza más amable que borde en exceso, y así lo reconozco… Pero lo que me está poniendo a prueba de verdad es una fractura ósea ...