CRÓNICAS DEL VIVIR
Antes de que sigan leyéndome esta semana, les advierto que voy a hacerme publicidad. Como no tengo abuela, ni perro que me lama la oreja, ni crítico que me diga ojos negros tienes, hoy me voy a promocionar, y venderme, y anunciarme… Así que, si no les vá esta historia, entenderé sin ningún problema que se pasen a otro columnista vecino, o se pongan a hacer el crucigrama, que será más entretenido. Y voy a promocionar, o al menos intentarlo, mi último libro publicado, y primero parido por editorial. Hasta hoy, mis anteriores han gozado todos del padrinazgo, puede que inmerecido, del Patronato de Cultura del Ayuntamiento de Torre-Pacheco. Ese privilegio con el que siempre me han honrado, permitió que los que acudían al acto de presentación, o aunque no asistieran – con solicitarlo bastaba – se llevaban el libro bajo el brazo sin soltar un solo maravedí. Pero… ¡hay!, las estrecheces y pobredumbres , con bé, de medios en que se debaten hoy las administraciones y lo