Más de 365
artículos de siete temáticas diferentes te esperan en este libro. Dado que es
un libro de cabecera, para leer despacio, si no eres lector de corrido, de los
que comienzan una trama y no descansan hasta haber leído el punto y final,
sabrás apreciar la naturaleza de este tocho. Aquí tienes para leer, si deseas
beberlo a pequeños sorbos, una columna cada día, y tendrás páginas para todo un
año. Es el tipo de lectura ideal para los lectores no compulsivos… incluso,
diría yo, y perdona la franqueza, para el lector de perfil bajo, para aquellos
lectores a los que no les gustar leer demasiado. Por eso mismo puede ser un
buen aperitivo para empezar a degustar y adoptar el sabroso y sano hábito de
leer.
Fíjate que la
raíz latina líber es la misma para libro que para libertad. No
existe mayor libertad que la mental, la anímica, la espiritual. Una persona
puede estar físicamente encadenada y ser un ente libre, o, por el contrario,
puede disfrutar de completa autonomía física y ser un esclavo de sí mismo y de
los demás. El contraste reside en el conocimiento, el conocimiento lo da la
cultura, y la cultura nos viene, en buena parte, a través de la lectura. Y todo
ello convoca a la más auténtica y genuina libertad del ser humano: su
pensamiento. Porque el hombre solo es libre si sabe pensar libremente, y, para
eso, tan solo necesita el combustible del conocimiento.
Y en este
libro solo encontrarás eso mismo. Se habla de muchas cosas y casos a corto
recorrido, para no cansar. Se trata de compartirme contigo, de ensanchar
conceptos, de ampliar conocimientos, de dar elasticidad a nuestras ideas, de
confrontar – que no enfrentar – puntos de vista. No necesariamente hemos de coincidir en un
completo acuerdo. No es en absoluto el fin último de este libro. En realidad,
eso es lo de menos. Lo importante es entretener y aportar, aportar y
entretener…
El contenido
es fruto de mis últimos cinco años de columnismo (quintacolumnismo lo llaman
mis amigos más críticos) a través del periódico impreso La Opinión de Murcia, o
del digital MurciaEconomía.com, etc., a lo largo de los cuales el devenir de
los acontecimientos me ha ido obligando a escribir sobre todo lo divino y
humano que acontecía a mi alrededor … y en mi interior, naturalmente, pues el
análisis de cualquier sucedido no puede exteriorizarse sin antes pasar por la
íntima alquimia personal del que lo transmite. Alguien dijo que el columnismo
es el periodismo dotado de sentimientos.
Yo digo que el
columnismo es el periodismo elaborado al gusto del consumidor. Hoy día los
diarios impresos son obsoletos. Cuando uno los compra en el quiosco ya conoce
las noticias. Están atrasadas, pasadas, noticias que se saben del día anterior
por los noticiarios, la radio, la televisión, internet… Lo único que le queda
de original y nuevo son sus chistes, sus pasatiempos y sus columnistas.
Precisamente esto último lo menos mimado y, sin embargo, lo único que puede
trascender la obsolescencia de la noticia ya conocida y consumida, porque,
simplemente, es lo que tiene y encierra un carácter formativo que fomenta el
conocimiento y dota de contenido a la opinión pública.
Esto es, y no
otra cosa, la presente recopilación. Considéralo como unas simples Crónicas
del Vivir envasadas en pequeñas conservas, o dósis, para degustación
personal. Nada más que eso.
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