LA CRISIS, EL PAN Y EL CIRCO
Me limito a hacer
un par de sencillas y elementales pregunticas, sorry… ¿Qué ocurre cuando una
empresa no cumple con sus obligaciones impositivas a Hacienda o la Seguridad
Social?.. Pues que le embargan hasta el suspensorio, la intervienen, y no paran
hasta cerrarla y repartirse sus despojos. Bien… y ahora, ¿qué ocurre cuando, en
vez de una jodida y maldita empresa, es un club de fútbol?.. Pues que negocian,
y negocian, y negocian, y les conceden plazo y más plazo… a pesar que ese mismo
club/empresa paga contratos millonarios a sus figuras, figurines y figurones..
¿Y porqué?..
A la morosidad fiscal de 900
millones de euros de los clubes de fútbol españoles se le ha concedido la
gracia de estirarles hasta el 2.020 para liquidarlos, y luego ya veremos… En
cuanto a los 3.500 millones de deuda a proveedores, pues que se joroben que
esto no es la administración pública, si no un negocio, sui géneris, pero
negocio… si bien a los negocios comunes y vulgares se les fulmina con un
procedimiento ejemplarizante que en modo alguno se aplica a los de la Liga de
Fútbol Profesional. El ocultamiento y el favoritismo alcanza incluso a la
compra-venta de los propios jugadores. La LFP se encarga de inscribir al
botadoro de turno e informar a Hacienda para las retenciones, pero sus clubes
no siempre dan la información real o esconden los traspasos a través de
sociedades intermedias y fondos de inversión, sin ser investigados lo más
mínimo. Encima, en 1.985 y 1.990, el gobierno recurrió a un porcentaje de la
recaudación en las quinielas para absorver su deuda
No resulta extraño pues, que
el presidente del Bayer de Münich suelte indignado (textual) “Es el colmo. Damos cientos de millones a
España para que salgan de la mierda, y luego sus clubes de fútbol se eximen de
pagar la deuda. Esto no debiera seguir así…”. Y toda Europa nos apunta con
el dedo. Claro, ellos, en Alemania, hasta su famosa Fiesta de la Cerveza se la
subvencionan los propios hosteleros, y no el estado, como aquí podemos
suponernos. Y lo pongo como ejemplo…
Porque hay una inmoralidad
aún mayor por parte de los gobiernos, si bien aquí rebañamos sopa en ese plato
una gran parte de los españoles. Y es que los recortes se ceban en los más
débiles de la sociedad y en los servicios más básicos del país, pero se
mantienen las subvenciones a todas las manifestaciones deportivas, peliculeras
y fiestas populares, y a todo el panem et
circus al que se suelen agarrar como lapas todos los gobernantes y
gobernados mediocres del mundo.
Con cuanto se están tragando
todas las manifestaciones deportivas de la élite profesional, se ahorrarían el
tajo inmisericorde a la sanidad pública. Con las subvenciones a todos los
bandos, bandas, bandoleros y bandurrias festivas y festivaleras se cubriría el
recorte en educación, incluída la suicida quita del 20% en investigación. Es
más decente que un vecino no tenga que sufragarse sus propias medicinas y que
sufrague sus propias fiestas si quiere divertirse. Es más honrado que un
ciudadano mantenga su propio club si quiere fútbol, pero que a sus hijos no les
falten las becas ni las oportunidades de estudio. Es una vergüenza que haya
personas que tengan que pagar de su bolsillo al investigador que trata la
enfermedad que padece su familiar, porque es mejor emplear el dinero público en
sufragar diversiones y aficiones. Es sangrante que, en nuestra escala de valores,
el lujo y/o el capricho sean más importantes que nuestras necesidades.
Y es que yo pienso que los
principales culpables somos todos nosotros. La propia gente que exige
paniaguismo y gratuidad festera sin ver que nos estamos robando a nosotros
mismos. Porque… ¿qué pasaría si embargaran, cerraran y liquidaran el club de
nuestros amores?.. ¿Qué ocurriría si no apesebran nuestras muy amadas y mamadas
fiestas tradicionales?.. Pues que nos echaríamos a la calle y quemaríamos los
edilatos con los ediles dentro. ¿O acaso no es así..?. Por eso, esos mismos
ediles, esos mismos políticos, esos mismos malos administradores, lo que hacen
es financiarse el voto con esos mismos recortes. Y quitan pan antes que circo.
Y lo cierto, la verdad, es que, en el fondo, lo que buscan es dar al pueblo lo
que el pueblo valora por encima del sentido común, si eso le reafirma en sus
poltronas. Les sale más a cuenta malacostumbrar que educar. Aunque no tenga
ninguna lógica. Por eso se preguntan: si el personal piensa con el culo, ¿porqué
hemos de hacerlo nosotros con la cabeza?..
Y, naturalmente, así nos vá…
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