ESAS COMUNIONES...
Prefiero escribirlo a toro pasado para no liarla a priori, pero no, doña
Engracia, no… Créame que lo siento si le digo que la cosa de las comuniones es
un circo que nada tiene que ver ni con lo que fue, ni mucho menos con lo que
debería ser. Otra cosa es la que usted se quiera montar con la excusa del
trauma del nene y la nena, lo bien que le viene al nene o la nena ser el prota
de su fiesta, y lo requetebién que le viene
la Iglesia llenar su aforo y tirar de falsa estadística con que
engatusar al estadista. Pero que no le diga la seño de la cate que esto viene
de cuando Cristo, que no, María Cristina,
que no, que no… como cantaba el bolero aquél, o lo que fuera.
Durante más de mil
doscientos años, que se dice pronto, los cristianos se reunían en asamblea,
leían las antiguas escrituras, confesaban sus faltas y se pedían perdón entre
ellos mismos, exponían las necesidades de los más pobres y buscaban soluciones
en comunidad empezando por destinar a ello la colecta del día, y todo eso lo
hacían alrededor de una mesa compartiendo el pan y el vino en memoria de Jesús
y en recuerdo de la cena pascual… No sé si se me olvida algún detalle…
Fue exactamente en
el 1.215 d.C. cuando al papa Inocencio III se le ocurrió inventarse el IV
Concilio de Letrán para poner este orden primigenio patas arriba e imponer “su”
orden personal, a fin de darle poder a un clero que, por aquellas aciagas
fechas, se le respetaba muy poco por lo corrompido que estaba. Y entonces,
cogiendo prestados a Aristóteles los términos “accidente” y “sustancia” al
margen de la semántica y de cualquier consideración histórica, y pegándole
artificialmente las ciertamente dudosas palabras atribuídas a Jesús “Hoc est enim corpus meom”, que mandó
decir a modo de consagración en la nueva “misa” parida por él, instituyó la
abstracción mágica de la transustanciación al cuerpo y la sangre de Cristo,
dando el cambiazo de ser memorial a sacramental. Luego estableció que todo
católico debía recibirla al menos una vez al año, CUANDO DEJARA DE SER UN NIÑO
(realzo esto por si les sugiere algo) preparándose por la confesión previa,
pero ojo al dato, debiendo ser ante un sacerdote, pasando así de ser
asamblearia a también sacramental. Luego ordenó que se oficiara en el jueves
más próximo al de aquella posible celebración y que se le diera el nombre de
Corpus Christi, para que no quedaran dudas. Después mandó instituir
asociaciones laicas de compañeros fráteres (cofradías) dedicadas a fomentar y
mantener la cosa esta… Palabra de Historia.
Porque si también queremos
hablar de antecedentes históricos, más de dos mil años antes de J.C., ya el
gran sacerdote de Salem, Melquisedeck, estableció relación de amistad con
Abraham compartiendo con él y bajo su tienda el pan y el vino que sellaba su
acuerdo, quedando ya como símbolo de unión entre las tribus y las naciones en
todo el antíguo testamento, y siendo incorporado como ritual de la pascua judía
en señal de pacto y alianza.
De ahí, lo de
aquí. ¿Que es un sacramento, dice usted?.. Y bien, ¿qué es un sacramento?..
Pues exactamente significa palabra (órden), sagrada.. ¿de Dios?.. De momento,
de la Iglesia, si bien que inferida a Cristo, o al mismo Dios si se tercia, por
esa misma iglesia como autonombrados por únicos intérpretes válidos (léase
dogma de infalibilidad). Pero lo cierto es que Cristo no estableció ni dogmas
ni sacramentos, si no algunos papas y sin dolerles prendas en torcer, retorcer,
mutilar, falsear, e incluso destruir, los antíguos textos… ¿Qué es cuestión de
fé?... No lo dudo, pero ¿en qué?.. o ¿en quienes?.. Yo, personalmente, prefiero
en Quién, así, con mayúsculas… Y sin ánimo de ofender.
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