NO HAY DE QUÉ...
Cuando escribí
mis artículos de arreglar España, el primero de ellos, y luego después, el
segundo, sobre dar un puñetazo en Europa, lo que menos se podía imaginar este
trincarenglones es que Mario Conde lo iba a sacar en su declaración de
intenciones para fundar su (nuevo) partido Sociedad Civil y Democrática (artíc.
La Opinión, 22/08, de A. Casado). Ignoro si ha sido una casualidad causal –
sincronicidad, creo que se llama – o es que el gominas me lo ha fusilado, el
jodío… Y, a pesar de que este hombre, con la que lió en Banesto, no sé, no sé…
la verdad es que, en el fondo, me alegro, qué leches…
Porque lo que en realidad
importa es que las ideas, estas ideas en concreto, entre otras, vayan calando
en la gente de la calle, y se vayan abriendo camino, y vayan formando opinión.
De eso se trata, en definitiva. A la postre, los políticos, aunque tarde,
tienden a adoptar lo que los votantes quieren. Para bien o para mal. Les va la
poltrona en ello. Y cuando hay caldo suficiente para hacer otra clase de sopa,
siempre hay un cocinero que abre otro restaurante para ofrecer el nuevo plato a
los clientes que lo demandan, y ya de paso, intentar llevarse el gato al agua.
Así que bienvenido sea que a los Pili y Mili de siempre les salgan competidores
con fórmulas y cambios que éstos no tienen bemoles en llevar a cabo porque se
han puesto de acuerdo en lo más importante para ellos: fabricarse su propia
seguridad y sucederse el uno al otro eternamente, como queriendo inventar el
motor de movimiento contínuo con fórmulas cada vez más iguales, cada vez más
calcadas el uno del otro. Por eso ninguno quiere cambiar los mecanismos que garanticen
pegar el culo al sillón.
Luego, está lo que un
servidor aventuraba en mis columnas de referencia. Lo de modificar el mapa
autonómico reduciéndolo a casi un tercio del actual cambiando razones políticas
por razones históricas, sé que es atrevido, sí, pero institucionalmente
posible, y las ventajas económicas, sociales y de cohesión vendrían de la mano,
sin ningún género de dudas. Pero eso es muy raro que lo aborden partidos que
están sometidos a pactos y débitos electorales, y que son esclavos del propio
monstruo que ellos mismos han parido. Tendrían que tener una valentía que yo no
les supongo en modo alguno, o que la situación tornara tan grave que no
tuvieran más remedio que hacerlo. Otra posibilidad es que las principales
formaciones políticas acordaran un gran pacto de estado en dicho sentido.
Incluso desconfío de un referéndum en una ciudadanía que está claramente
influenciada y sujeta por la acción interesada, demagógica y patriotera de los
distintos gobiernos autonómicos.
En cuanto a tener a Europa
cogida por las tripas, aunque también es posible, pero lo veo más difícil,
fíjense… Porque aquí habría que poner de acuerdo no solo a países, sino también
a los sistemas productivos de esos mismos países, en una disciplina de mercado
que es casi seguro les viniera grande a más de uno por la (mala) costumbre de
saltarse las reglas a la torera y hacer trampas con toda norma habida o por
haber. Y donde se ha desarrollado una cultura hipócrita de víctimas y trileros,
que utilizan sin ningún pudor ni escrúpulo alguno.
Nosotros los primeros,
cuidado… Que aquí, mucho quejarse del tomate marroquí, y del incumplimiento de
los acuerdos preferenciales por parte de Europa, y que si tal y que si cual,
pero, al mismo tiempo, traemos de tapadillo, sin control sanitario e
ilegalmente, productos agrícolas de Marruecos, que se descargan
clandestinamente en almacenes, para luego venderlos en el mercado nacional y/o
envasarlos con nuestra marca y largárselos a Europa como nuestros. Con todo el
morro. Y no se molesten en negármelo, que lo sé de muy buena tinta. Que mucho
hablar de los moros, pero nosotros somos peor que ellos, aunque usemos mejores
formas. Es el matute del tomate, de la patata, de…
Pero, enfín, si aquí viene el
Conde Mario, o el que sea, e intenta dar trazas a este par de locuras mías, o
contagia tal necesidad en otros periféricos que andan por ahí a la caza y
captura de una coalición que llevarse a la urna, yo no les voy a pedir
royalties por darles ideas. No por nada, óiganme, es que no las tengo pasadas
por Trade porque no sabía que me las iban a pisar, puñetas… No obstante, les
deseo mucha suerte en el empeño, y aquí me tienen a su disposición por si
necesitan consultarme algún detallico… De nada. A mandar, que pá eso estamos…
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