ATAPUERCA vs EL CABEZO (y2)
La pasada semana
quedé en deuda con ustedes, cuando, por inevitable cuestión de espacio, me ví
obligado a partir mi crónica atapuercense en dos partes. He aquí, pues, la
segunda de ambas.
Los citados arqueólogos, José Mª
y David, antes de despedirnos, tuvieron a bien facilitarme un par de valiosas
indicaciones claves para la visita al Museo de Evolución Humana, que se levanta
en el centro de Burgos, encarándose al Espolón y la Catedral desde la otra
orilla del río Arlanzón. Es un impresionante edificio de tres plantas, de
moderna factura, absolutamente acristalado, y de una enorme funcionalidad. Tal
y como me informaron, las joyas de la corona de Atapuerca, los hallazgos
originales, se custodian y exponen en una muy cuidada y estudiada presentación,
con esmerado mimo, en dos pabellones situados en la planta sótano del Museo. En
el primero, todo lo encontrado referente al hombre Antecésor, y, en el segundo,
cuanto se refiere al Preneanderthal, y donde está el trono/tabernáculo de su
mundialmente famoso y reconocido “Miguelón”, así como una exquisita proyección
holográfica, secuencial, de todas y cada una de las piezas allí expuestas.
El resto de plantas del edificio
gira todo alrededor de una muy bien estructurada recreación de toda la
evolución humana hasta nuestros días. Desde las cavernas a hoy pasando por el
desarrollo de todas las escuelas evolutivas, recreándose especialmente, claro,
en Darwin. Así como exposiciones paralelas e itinerantes alrededor de la evolución,
tanto zoológica, vegetal, o incluso mítica… Sin faltar un espacio de grandes
dimensiones dedicado a la recreación del cerebro humano, o la también recreación
de los homínidos a tamaño natural, de una realidad apabullante… Distintas
proyecciones, diferentes representaciones… enfín… No me extraña que los
burgaleses alardeen con orgullo de él como el mejor de Europa. Sin duda, lo es.
Como que llamen cariñosamente “la montaña mágica” a su Atapuerca… ¡Qué jodida y
sana envidia, Dios mío..!.
Mis dos jóvenes amigos me
explican: Aparte las contadas subvenciones oficiales internacionales, casi la
absoluta totalidad de las excavaciones están financiadas por grandes y medianas
empresas, cajas, bancos… iniciativa privada, en suma. Es la administración la
que se encarga de adecuar el “nido”, facilitar el hábitat necesario, impulsar
y/o favorecer, o casi… obligar o empujar al capital privado y financiero para
que apuesten decididamente por el proyecto. Así funciona, y funciona muy bien.
Si traslado esa realidad aquí,
se me caen los palos del tambalillo. Veo al amigo Mikel Walker quejarse
desesperadamente, y no le falta razón. Tanta como a nuestros administradores
les sobra incultura. Si apostaran con decisión a través de una fundación, o lo
que sea, en la que entren los que pueden y deben estar, financieramente
hablando, si elaboraran una ley del mecenazgo como debe ser, quizás podríamos
empezar a no sentir vergüenza propia. Pero no toda la culpa la tienen los
políticos, no… En absoluto. La ciudadanía de esta región participamos de la
misma o aún mayor falta de cultura. El desconocimiento, a veces voluntario, y
el pasotismo, son directamente proporcionales al borreguismo festivo del que,
eso sí, hacemos muy buena gala.
Burgos es el ejemplo. Atapuerca
es el modelo. El valor antropológico de sus hallazgos no es potencialmente
mayor, en modo alguno, que los de aquí. De hecho, van en paralelo. Pero la
diferencia en la calidad de la apuesta hacia los suyos comparada con nosotros
hacia los nuestros, es abismal. De vértigo. Su querencia y nuestro desapego es
brutal. Lo primero, la importancia de los hallazgos, es un regalo de la
naturaleza y de la historia, y lo segundo, nuestra pobreza de espíritu, es un
castigo de la ignorancia.
Comentarios
Publicar un comentario