PONER EL TRASERO
En
Corea del Norte gobierna un régimen familiar totalitario bajo un sátrapa
tirano, y en Arabia Saudí un régimen familiar totalitario, sátrapa y tirano.
Idénticos. Pero el sátrapa primero es un loco ególatra que cae antipático a
todo el mundo de cohones, y el
sátrapa segundo es un tipo simpático y sonriente, de modales suaves y educados.
Son dos absolutistas de mucho cuidado, pero dónde va a parar, Carrasclás… El
coreano del corte de pelo gilipollas (hay muchos jóvenes y jóvenas occidentales
que lo imitan) solo tiene hambre, miedo y misiles que ofrecer, y mucha malafollá. El de la chilaba solo tiene
petróleo y dinero, mucho dinero, que ofrecer… y refinada amabilidad. Nada, ni
puto punto de comparación. Los derechos humanos resultan sangrantes si los
viola el cochinillo, o una simple anécdota si los machaca el de la gasofa. El
primero, lo tiene crudo. El segundo, tiene el crudo. Esa es la diferencia.
Por eso, cuando en Arabia Saudí
anuncian que la mujer ya va a poder conducir, la noticia da la vuelta al mundo,
que lo celebra tanto y cuánto, en plan gracioso y condescendiente, haciendo
palmitas y dándose palmaditas, y cantando todos juntos Congratulations. Hasta la hermética, oficial y única cadena de
Corea del Norte, por cierto, se hizo eco de tan trascendental noticia. Allí
tienen mujeres, pero no coches, así que, aparte lo curioso del caso, poco caso
le hacen a la cosa. Pero de algo tienen que llenar los informativos planos y
monocromos de la muñeca parlante esa que sacan siempre de kimono, qué mono, que
es un primor…
Pero sí, felicitémonos, pues las
saudíes ya pueden conducir. Lo demás, poco importa. Nuestro embajador en Riad
comentaba el susto de su señora esposa, que salió a pasear con el velo islámico
encasquetado, pero se le olvidó cambiarse la falda. De pronto, sintió unos
azotes violentos en las corvas. Era la policía religiosa castigando su impúdico
atrevimiento. Al ser la mujer – mujera – del diplomático occidental solo le
cayeron unos cuantos zurriagazos fiscales. Tuvo suerte. A otras se les cae la
piel bajo el vergajo. Hace unos pocos años, una saudí se grabó conduciendo un
coche, lo subió en YouTube y en un solo días tuvo 600.000 visitas. Pecado grave
que terminó con ella en la cárcel y las pantallas que reproducían la hazaña se
vieron censuradas con fundido en negro. Tecnología punta al servicio del gran
muftí, y tararí que te ví…
Gran muftí que explica este inmenso
y enorme avance, porque “puesto que ha
quedado demostrado que la conducción no afecta a la pelvis ni a los ovarios,
las mujeres ya pueden matricularse en las autoescuelas”. Asombroso y
maravilloso. Yo me pregunto si cuando montaban en camello le afectaba a la
pelvis y a los ovarios… pero, bueno, seguiremos avanzando. De momento, esas
féminas todavía no podrán ir al supermercado en coche solas, porque allí aún
sigue demostrado lo peligroso que es para el cerebro de la mujer el salir de
compras solas, sin acompañar: se les reduce un 75% su capacidad racional. Como
lo oyen. Eso mismo se asegura desde el minarete. Lo dijo un clérigo, y eso va a
misa moruna… o a la mezquita, o a lo que sea, pero va, ya lo creo que va…
Como va que allí las mujeres no
pueden trabajar, ni practicar deporte, ni estudiar, ni viajar a ningún lado sin
permiso del marido, padre o hermano, igual que necesitan su visto bueno para ir
al médico, hospitalizarse, operarse, casarse, alquilar algo o matricularse en
nada. Lo mismo que apuntar a sus hijos a nada, ni abrirse una simple cuenta, o
asociarse a nada, incluso para relacionarse entre ellas han de pedir permiso al
varón… ¿Falta de libertades?, ¿de verdad, en serio?.. ¿ustedes creen?... ¡Bah!,
minucias. Miren que se trata de Arabia Saudí, pasta, mucha pasta, y petróleo,
mucho petróleo. Y mucha, mucha vista gorda occidental. Hasta las organizaciones
feministas lian cruzadas contra todo hombre por el solo hecho de ser hombre,
pero se les olvida la situación de estas mujeres que también son mujeres, igual
que ellas.
Pero no crean que me estoy alineando
con los que insultaron al Rey en Barcelona (eso ya no tiene ni mérito ni
gracia, es más bien una desgracia) achacándole sus relaciones de negocios con los
saudíes. Esos son unos ignorantes profundos, y unos profundos hipócritas. O
ambas cosas. Su bien-amado y muy querido Barça ha llevado durante los últimos
años en sus camisetas la publicidad de Qatar, así que se metan su fariseísmo
por el culo de su caganer… No, lo que
yo digo es que los derechos humanos, como las penas, con pan son menos. Sus
valedores lo hacen con Venezuela, y ellos con Putin y los nazis europeos,
mientras la bolsa suene y la pela sea la pela… Y que a un desgraciado no le
consiento que “le farte a mi mare”,
pero al que se limpia el culo con pan de oro, ya le pondré yo el de “mi mare”, o el mío propio, si preciso
fuere…
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h.
http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php
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