EN LOS ALCÁZARES...
…Tres
años después. Si entonces los efectos de la gota fría fueron desastrosos, esta
vez han sido devastadores. El problema no es que la Riada de Santa María, como
ha sido bautizada por nuestro presidente cameral y rápidamente adoptada y
adaptada por la oficialidad – brillante aportación del Ejecutivo, a fe mía –
sea recordada en los tiempos venideros como un luctuoso recuerdo. No. El
problema es que no sea recordada por el simple detalle de que se convierta en
un hecho natural, repetible y no aislado. Ese es el auténtico y genuino
problema. Los partes (y partos) oficiales se esfuerzan en difundir que es un
fenómeno no debido al cambio climático, que siempre han existido, aún con otros
nombres. Y sí, es verdad. Pero lo que no dicen es que el cambio climático, ya
irreversible, lo multiplica, tanto en frecuencia como en potencia.
Y aquí, nuestra actual
mediocridad política, alta, baja y mediana, toda ella, esos políticos
adolescentes como los llama Núñez Feijóo, falla escandalosamente (ejemplo: un
Director General de Emergencias dormitando en el teatro con la Dana en todo lo
suyo, una alcaldesa en fiestas particulares, otros en fiestas patronales…) si
bien que acompañada también, reconozcámoslo, por cierta base de la ciudadanía
que cree, y participa entusiastamente, en sus cuentos y de sus cuentas… Desde
un Sr. Presidente que se prepara cuidadosamente su pose, rodeado de uniformes y
galones, cargos y carguitos, y personalidades, y medios de comunicación (por
Dios, éstos que no falten a la foto, pues son ellos los que tienen que
hacerla), y luego se marcha prometiendo a los damnificados lo que sabe muy bien
que no vá a cumplir, a otro presidentito de gobiernito con el colirio de la
lágrima puesto en los ojos por la cosa del voluntariaje que le brindan la
ocasión de proclamar – no sé qué tiene que ver lo uno con lo otro – su orgullo
de ser español, pasando por los edilarios municipales que le ha venido un poco
grande y no han estado a la altura de ocasiones anteriores. Se vé que les ha
pillado recién estrenados y no están entrenados. Apenas si han tenido tiempo
para subirse los sueldos y poco más... Un buen detalle sería volver a la nómina
anterior como aportación personal para ayudar a paliar el desastre, por cierto,
y sepan perdonar mi tonto atrevimiento…
Porque los auténticos héroes de
los que todo político, tanto de Villarriba como de Villabajo, deberían tomar
ejemplo son, precisamente, toda esa extensa legión de voluntarios venidos de
fuera – gran cantidad de jóvenes, yo ví incluso críos – trabajando codo con
codo con los damnificados, incluso de lugares como Torre-Pacheco, que también
ha sido afectado por el desastre, si bien que en menor medida… Y muchos de
ellos siendo traídos a primeras horas del día y recogidos a primeras de la
noche por sus padres en sus propios coches particulares, que a ningún nadie del
oficio oficial se le había ocurrido facilitarles autocares de transporte. Es
que esos zagales no esperaron ni a que cayeran en la cuenta… Y te los ves
armados con sus artilugios domésticos traídos de sus casas en primera
instancia, achicando viviendas y sótanos, aliviando calles, hombro con hombro
con los vecinos, sin más coordinación que su espléndida solidaridad y su
contagiosa generosidad, sin más precio y límite que su deseo sincero de ayudar
y colaborar…
Solo ellos son dignos de
agradecimiento y reconocimiento por encima de cualquier político o política de
los llegados y llegadas para hacerse un Telediario bajándose de un helicóptero,
y sin untarse los zapatos, hacerse un logrado selfie y una elaborada noticia.
Los profesionales de Bomberos, Protección Civil, Ume, Ejército, etc. se dan por
supuesto. Ellos se vacían y se entregan más allá de su estricto deber y
responsabilidad. Gloria y honor a ellos. Pero, déjenme que lo repita, de los
que tienen que aprender cargos, carguitos y cargüelos es de esos chiquillos y
chiquillas, venidos de todas partes a lo que haga falta, sin pedir nada a
cambio. Posiblemente que las solas y muy sinceras y sentidas gracias de los
vecinos, y el reconocimiento – ese sí que profundo y auténtico – de los que en
verdad aprecian el valor de su magnífica entrega. Vaya a ellos y por ello, mi
humilde y personal, modesto pero sincero, homenaje.
Lo que viene ahora es
reflexionar. Esto es un peligro, un riesgo, continuo y constante, y cada vez
más probable. Lo afirman todos los expertos. Aún queda gente por allí que me
decía que “la culpa es de los del campo”,
ignorando que, aunque éste esté yermo, el nivel del mar siempre será el más
bajo, y el agua baja, no sube. Simple física. Pero es la expresión inculta de
un pensamiento plantada en sus cerebros y deformado por intereses interesados.
No. La cuestión es qué se va a hacer para solucionar estas situaciones. Ya no
sirve echar culpas a políticos regionales y/o locales que dejaron hacer esta o
aquella aberración urbanística. Más vale que se modifican las leyes para que
tales responsabilidades no caduquen con el cargo. El mirar atrás ahora, debe
ser para aprender, no para reprender…
La cosa es que esas magnas
infraestructuras, ese cinturón de megacolectores – que además paliarían nuestra
endémica escasez de agua – esos grades desvíos y recanalizaciones, valen mucho
dinero. Pero son prioritarias. Absolutamente. Quizá, no sé, que con el costo de
todas las fiestas de todos los pueblos, ciudades, villas y lugares de esta
región, desde la aldea a la capital, de toda subida y bajada, entrada y salida, traca y cohete, se sufragaría una
buena parte de la solución… Sin embargo, ¿estaríamos dispuestos?. Es una simple
pregunta. Un simple ejemplo. Habría muchos más. Eso se llama escala de valores,
órden de prioridades, de intereses sectoriales, privados o personales… Pero
habrá que asumirlo nos guste o no… y si seguimos eligiendo lo de ahora, pulpo
como animal de compañía, tanto a políticos como a prioridades, pues citémonos
cada año en los muchos Alcázares que nos van a surgir.
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h.
http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php
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