OTROS APRENDERES

Si exceptuamos al actual pensador y sabihombre José Múgica – que nos marca el nivel de nuestra propia ignorancia – en el caso de que me pregunten qué estadista de la Historia merece mi admiración y respeto, descontando a Ernesto Cardenal, naturalmente, creo que solo tengo uno al que habría que remontarme (perdónenme mi incultura), sobre el Siglo II d.C… Y sería, sin ningún lugar a duda, que a Marco Aurelio, emperador y filósofo; o más bien al revés, puesto que lo segundo fue una elección y lo primero un accidente. Y es que tener el poder temporal en las manos y mantener la sabiduría existencial en la otra, es un equilibrio realmente difícil.

No estuvo su vida exenta de guerras y conflictos con armenios, partos, germanos sármatas… para venir a morir de peste con apenas cuarenta años de su agitada existencia y penosa experiencia. Nada que envidiarle en cuanto a glorias y poder temporales. Sin embargo (a mí, al menos, me sorprende muy positivamente) contrasta en dura confrontación con su sentimiento y formación estoica – y estética – del mundo y de la propia naturaleza humana. Sus MEDITACIONES son de una sabiduría inmensa, transcendente e intemporal, que, aún hoy, sorprenden a quiénes se aventuran a leerlas.

 “Lo que a fin de cuentas soy es carne, aliento y una suerte de Principio Rector. No te dejes distraer… Antes bien, como si ya estuvieras muriendo, desprecia la carne, sangre y polvo, huesos y una fina red de nervios, venas y arterias. Mira también el aliento cómo es: aire, y no siempre el mismo, sino a todas horas expulsado y aspirado de nuevo . El tercero, pues, es el Principio Rector. Reflexiona entonces de la siguiente manera: eres viejo”.

Asombrosa reflexión en un emperador de los más poderosos del mundo, al que se le consideraba divino. Un todopoderoso César que pensaba y sentía, y creía profundamente, en la vulnerabilidad humana por encima de toda corona y gloria… No es ese el reflejo que nos pinta la Historia de los reyes, emperadores y grandes regidores; más bien todo lo contrario: es el poder temporal lo que se valora y lo que se destaca en todos ellos…

“…Es preciso percatarse de una vez de qué mundo eres parte, y quién es el que gobierna ese mundo, del cual has surgido como emanación, y del que tienes fijado un límite de tiempo, el cual, si no lo empleas para tu bien íntimo, se irá, y no habrá una segunda vez”. Verdaderamente apabullante e impensable en un emperador romano… o no romano. Por supuesto, son sus hazañas las que los historiadores han sido los encargados en destacar; no así sus propios escritos, que, puestos en la balanza de Anubis, oscurecen y contrarían todos los logros que, por perecederos que sean, es lo que las sociedades humanas estiman, valoran y admiran… y no a los sentimientos espirituales del simple hombre.

Efectivamente, existe una lucha dentro de la humanidad, entre la luz y la oscuridad, que se manifiesta dentro de la obra cumbre de la creación: el puñetero ser humano… Y ese par de opuestos se manifiestan a través de dos polos: el poder y el conocimiento. Al primero le estorba el segundo, puesto que el saber (la sabiduría) crea conciencia, por lo que ese poder es el aliado natural de la ignorancia. Y el segundo, absorbe el poder por el saber y lo convierte en el servir.

No hay que ser muy espabilados para ver que esa alquimia aún no se ha producido en el mundo; que sigue siendo un crisol en el que arde y se desborda lo peor de la humanidad, en un pulso fratricida con su contrario, que, al menos aparentemente, está perdiendo la apuesta… Tan solo hay que echarle un vistazo a la situación del jodido mundo en la actualidad para ver los valores que están en alza y los que están a la baja.

Y tales valores fueron reforzados desde que Marco Aurelio los defendió por el mismísimo Jesucristo, si bien que “acomodados” por una posterior Iglesia Católica, heredera del propio poder romano en cuanto a riquezas e influencias (Historia dixit)… Por eso mismo quizá que esos dos milenios hayan actuado más como castillo de fuegos artificiales que como enseñanzas reales y vitales. Puede ser. Como igual puede ser que, como toda obra guarda la esencia de su autor, y nosotros somos obra, que no autor, estos tiempos turbulentos sean porque llegada es la hora de ver nuestra propia y deforme obra, separar la ganga del metal, limpiar la perla de mierda, y de purificar la tal y magna Obra.

No le veo otra razón, ni consecuencia, ni lógica alguna, a la locura actual que sacude al mundo; ni a que los más malignos tarados se hayan adueñado de las voluntades de la “buena gente”, y ustedes me disculpen las malintencionadas comillas, pero es que yo también guardo mi dosis de mala leche… Y no deja de ser más que una teoría personal, naturalmente, nada de profetismo de tercera división. Es tan solo que mi pobre, humilde y puede que hasta enfermiza visión de las cosas y de los casos…

…Y también los “cazos”, pues ya me dirán ustedes quiénes nos están empujando a una III guerra mundial (que se está acometiendo a plazos y por parcelas); quiénes nos están llevando a un cataclismo climático; quiénes nos están lanzando a un hedonismo consumista espantoso que nos está dejando sin recursos naturales; quiénes nos están llevando del ronzal como ovejas al matadero… Y celebrándolo todo entre todos en medio de un holocausto en Palestina y Gaza, y en Ucrania, y en todos los campos de pseudorefugiados – que son extermino de condenados – alrededor de nuestros carnavalescos rituales procesionales en que rebozamos nuestras falseadas religiones.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

Comentarios

Entradas populares de este blog

ASÍ LO CREO YO...

ANTONIO, EL CURA.

RESPONSABILIDADES

PATRIAS

HAZ LO QUE DEBAS

EL DOGMA POLÍTICO

¿CON QUÉ DERECHO..?