FÚTBOL Y EROS
Nosemamontonen. Lo de Eros es solo un anzuelo para enganche. Pero no es eso, no… Debiera decir futboleros. Y, aunque bien sé que no es lo mismo, sí que quiere decir lo mismo… Pero, enfín… Hace un tiempo, ¿se acuerdan?, escribí sobre la crisis económica y el fútbol. Y advertí, en base al estudio de un reconocido economista, especialista en el tema, sobre la insostenibilidad de nuestro mayor circo nacional, y lo peligroso que era, y más en tiempos de escasez y penuria, el mantener esta catársis de masas con el subvencionismo, condonaciones y mamandurrias varias de fondos públicos. Y avisaba de lo dudoso de una ética que recorta en sanidad, investigación o educación, por ejemplo, pero mantiene el pesebrismo en otras cosas mucho más bajas en una escala de valores, mínimamente digna, de interés social. Y lo justo que sería que cada quisque mantuviese y se pagase sus aficiones de su propio bolsillo, que es lo lógico y de sentido común. Y si los riquísimos dioses de la adorada palestra tienen que llevarse menos pasta de la que se llevan, pues óigan… ¿acaso no se aplica la ley de la oferta y la demanda en el mercado?.. Pues lo mismo. Exactamente lo mismo.
Bueno, pues ahora viene Bruselas y se ha puesto a investigar al furbo-ejpañó-caziná-semolomejoreh y sospecha que la ayuda pública a los clubes pueden vulnerar las normas de competencia, y ha advertido al gobierno español también sobre las deudas (consentidas) con la Seguridad Social y con Hacienda. La Unión Europea tiene en la diana, por ejemplo, los avales de ciertas comunidades autónomas a sus clubes, y es posible que empiece a dictar normas para que tales desviaciones de dinero público comiencen a ser restituídas y devueltas a las arcas de las administraciones, de donde salieron para no volver… ¿Se imaginan, si eso ocurre, los cierres de persianas que iba a haber, y los desgarros de vestiduras y la berrea que íbamos a oir..?
Me dirán… Bueno, un aval es solo un aval. Pues no. Es una estrategia muy utilizada para estos casos, pero que los de Europa ya se las conocen. Lo explico: mira, yo no debo darte dinero del erario público para mantener tu circus máximus donde se pagan fichas desorbitadas y traspasos desmedidos, pero te avalo en operaciones bancarias que tú no vas a pagar y que habremos de hacerlo nosotros, en definitiva. Es una forma disimulada y más fácil de justificar y envolver en una mentira consoladora que ya sabíamos de antemano. De hecho, la Comisión Europea calcula que esa práctica ha costado miles de millones de euros a los contribuyentes españoles, aumentando defraudatoriamente el déficit público.
Pero esto va más allá que el truco de los avales. Según la investigación abierta, también existen subvenciones, ayudas a fondo perdido, condonaciones de deuda, condonaciones de impuestos… que afectan a administraciones estatales, autonómicas, diputaciones e incluso ayuntamientos. Eso dice Bruselas. Todo esto pasará por la Ley Comunitaria de Competencia y ya veremos cómo y en qué termina. Súmenle a toda esta desvergüenza el impago, consentido y sistemático, a la Hacienda Pública, a la Seguridad Social, etc… Joaquín Almunia ya nos ha advertido que la Eurocámara nos vá a pedir cuentas ya mismo sobre tales inmoralidades. El europarlamento no quiere pensar que parte de los dineros de la ayuda europea se hayan utilizado para que – y cito textualmente – “las administraciones españolas asuman la sostenibilidad del fútbol profesional a base de avales, subvenciones y deuda tributaria”. Y termina: “el fútbol no puede recibir un trato distinto a otros agentes sociales y/o económicos”.
Así que, si las ayudas no son compatibles con los Tratados, se declararán ilegales, y si no lo fueran, cuando menos serían inmorales. El único consuelo de tontos es que España no es el único país afectado en esta indecencia, y claro, pues mal de más de uno… ya se sabe. La consultora internacional KPMG tiene dudas razonables de que, “si el fútbol español, deportivamente hablando, claro, es de altos vuelos, no será porque se están financiando elevados profesionales a base de prácticas fraudulentas, en un medio empobrecido y en clara recesión económica”. Y el periódico alemán BILD se pregunta si acaso los contribuyentes germanos no estarán subvencionando las fichas de los ronaldos y messis que luego les ganan a sus propios equipos.
Bueno, pues, a pesar de todo esto, incluso con todas estas irregularidades, la burbuja del fútbol profesional español, arrastra una deuda de 4.000 millones de euros, según el propio Consejo Superior de Deportes. Bruselas tiene ahora la última palabra… Como verán ustedes, la corrupción no está solo en los cientos o miles de bárcenas que padece este desgraciado país. Está también en nuestras más destacadas adormideras. Y estas sucias prácticas no son justificables. Aunque las practique el intocable fútbol en sagrada prostitución. De ahí lo de Futbol/Eros, ¿me entienden?..
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