SEGÚN EL INTERÉS...
…Te
quiero, Andrés. Hace
unas semanas tocamos en el programa radiofónico de La Pinza el tema… por cierto
que enormemente controvertido, del Derecho a la Vivienda, los Desahucios, los
Okupas, y todo eso… Contertulios invitados y muy capacitados, y contertulios
nominados (pero sin nómina) por fijos, tuvimos tela que cortar. De hecho el
programa – Radio T.P. / Facebook Life – se quedó corto. Sobró materia y faltó
tiempo. E, inevitablemente, quedaron cosas en el tintero por sacar. Rondó el
millar de seguidores, por si quieren ustedes saberlo.
Sí… El Derecho a la Vivienda lo
recoge la Constitución. Cierto. Pero no es un Derecho Fundamental, como son los
Derechos Humanos, por ejemplo. Aquí, en España, naufraga con respecto a otras
naciones europeas que sí que procuran en su legislación que las viviendas
tengan un fin social más que especulativo. Es cierto que las leyes se esfuerzan
por proteger los derechos de los propietarios y usuarios en lo posible, si bien
que frenado por la lentitud del tiempo de los procedimientos. Eso es verdad.
Pero la culpa no es de las leyes ni de la Justicia, si no de los escasos medios
con que nuestros gobiernos dotan para la administración de esa justicia (somos
los últimos de Europa en dotación de jueces por número de ciudadanos, por si no
lo saben). Y… por otro lado, está el comportamiento servil de nuestros
políticos hacia bancos y sistemas financieros y de especulación. El dinero es
poder, y se ejerce en la política de amos y siervos. Luego, por otro lado, la
propia irresponsabilidad y desidia de una ciudadanía roma, que se queja pero
que no actúa, y que, además, participa en las corruptelas del sistema, según
sus privados intereses…
Efectivamente, sé lo que he
dicho porque tengo motivos para saberlo. No niego que existan alquilantes
víctimas de alquiladores profesionales de la estafa, pero supone un 20%
aproximadamente de todo lo que se cuenta y se dice. En mis 20 años de Juez de
Paz, del 60 al 70% de las denuncias interpuestas por impago, se exigía que la
ley actuase con la contundencia debida, pero sin un contrato estrictamente
legal, por el simple hecho que se cobraba en negro. Eso, entre otras cosas que
este corto espacio no permite exponer. La solución es bien simple: al igual que
la contratación de un trabajador ha de pasar por la estructura de la Seguridad
Social, el de un alquiler debería pasar por el control de una Agencia Nacional
que proporcionara garantías y seguridades a las partes. No pasaría lo que está
pasando.
Lo del fenómeno okupa va parejo
a esa propia indefinición. En la mayoría de los casos se produce por la
actuación irresponsable de los bancos y/o de los propios propietarios. Los
primeros, al propiciar el hecho inmoral de tirar a una familia a la calle por
no poder pagar y negarse a negociar una solución, para luego dejar la propiedad
abandonada a su suerte, a beneficio de los primeros okupas que le echen mano.
Debería existir una ley sancionadora y punitiva a tal respecto. Y los segundos,
porque prefieren tapiar la vivienda antes que dedicarla a alquiler social,
porque no pagan lo que ellos estiman. En ambos casos prefieren tenerla sellada
a pesar de los cientos, miles, de personas que no tienen un techo bajo el que
vivir. Esto, se diga lo que se diga, es una indecencia social, propiciada
también por la falta de una legislación reguladora. Los okupas aparecen porque
existe esta anomalía, al igual que la gusanera se produce cuando hay
putrefacción. Si no existiese este fenómeno tampoco existirían los okupas. En
parte al menos, este hecho es como una penitencia buscada por nuestra propia
insolidaridad y egoísmo.
Y ya digo que sé de lo que estoy
hablando. Pertenezco a una Fundación de recuperación humana y que precisa de
viviendas para personas que las necesitan. Viviendas sociales con alquileres
sociales para una labor social con el aval de la propia Fundación. Si algún
propietario tiene una vivienda en las condiciones descritas, que se ponga en
contacto conmigo. Obtendrá un modesto beneficio y la seguridad que precisa. Y
colaborará en una gratificante labor social… No saben lo decepcionante que es
ver cientos de viviendas tapiadas a cal y canto, averiguar que en la realidad
concreta no existen, pero escuchar las quejas cuando se las okupa, y encima
tener que decir a las personas que las necesitan para poder ganarse la vida
modestamente, que no hay un techo digno que poder alquilarle…
Luego está la enorme
deshonestidad de unas administraciones locales que, en vez de promover todas
esas viviendas sociales, por el contrario, se dedican a liquidarlas a los
llamados “fondos buitre” para que especulen, sin atisbo de conciencia alguno,
con ellas. El caso de Madrid con Ana Botella fue mediático, pero, de tapadillo,
se está llevando a cabo en muchos sitios sin la más mínima vergüenza… ¿La
culpa?.. La culpa, sí, es de una clase política apandadora que solo se ocupa y
preocupa de su propia nómina. De acuerdo. Pero los auténticos responsables – o
irresponsables – somos los votantes que los hemos puesto ahí. Y somos culpables
con ellos porque los elegimos pero no les exigimos, no los controlamos, no les
pedimos cuentas, no nos organizamos en grupos de presión y/o de opinión, o de
actuación… Más bien, al contrario, llegamos con ellos al pacto del mafioso: yo
te dejo en tus trapacerías, y tú déjame en las mías… Así que sí, vale, bien,
conforme, cada cual opine según su conciencia e intereses personales, claro,
pero la de los intereses colectivos y sociales que los resuelva Papá Noël.
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h.
http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php
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