DE LA MAR SALADA
(Revista de Marina)
Se sabe que los períodos de sequía irán a más, y que esto es ya irreversible, aunque la Administración le ponga sordina a tal hecho… Quizá por eso que el Gobierno, tímidamente, comience a dar ayudas para ampliar las desaladoras levantinas.
Aquí al lado, en Tabia (Alicante), todo un pueblo de 30.000 habitantes – 120.000 en verano – y 11.500 piscinas, se mantiene, casi que absolutamente, con agua desalada de su costa. Quizá sea un ejemplo al que estudiar detenidamente. Se sabe que la desalación es cara, que consume mucha electricidad, y que produce salmuera que se devuelve al mar…
Pero, de momento, es la única solución. Salvo, claro, que haya otras mejores.
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
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