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TORRE-PACHECO, MURCIA, Spain
Escribidor, más que escritor, empresario, Juez de Paz de mi pueblo, colaborador de la fundación Entorno Slow, certificado por Global Reporting Initiative como técnico para sellos RSC - Responsabilidad Social Corporativa -, vicepresidente de COEC (Confederación Comarcal de Organizaciones Empresariales) y presidente local, tonto útil, etc...

lunes, 7 de agosto de 2023

CADA CUAL CON LO SUYO

 

(de CanalSur)

A veces llegan cartas con sabor a…”, canta una romántica canción, valga la redundancia. En este caso, en que las cartas ya circulan sin cartero, ni en sobres y con sello estampado, el sabor o el olor, a vainilla o limón, a frase o a fresa, la ponga cada cual según su inclinación… Lo digo, porque ese mismo cada cual se encargará de justificar “al suyo”, en el caso del cambio postal, o de pastel, entre Feijóo y Sánchez, tal y como es previsible en este polarizado país. Un servidor, si es que me lo permiten, claro, voy a atreverme a “ir por libre”, aunque sé que es el mejor método para ser criticado – certificado – desde ambas trincheras, de trinchar… Tales cadacuales ya se encargarán de escorar mi escuálido bote a babor o estribor sin mi voluntad explícita.

Estimado Pedro…”, comienza Feijóo su misiva. Extraña estima después de soltarle el “que te vote Txapote”, o de tratarlo de “felón”, “falconetti”, “okupa de la Moncloa”, “PerroSantxe”, o unos cuántos más ilustrados… Con ese súbito ataque de dudoso amiguismo, pasa a exponerle que sabido es “que la fuerza política ganadora en las elecciones generales es la que debería gobernar”, pero no lo considera sabido en Extremadura, ni en Valencia, ni en Baleares, ni en Aragón, y mucho menos en docenas de municipios que, desde el 28M, gobierna con Vox a pesar de haber sido el Psoe la fuerza más votada. Distintas varas de medir las del maestro sastre.

Estimado Alberto…”, comienza igual Sánchez en respuesta a la suya. Corrección por corrección, aunque sean falsas las dos. A pesar también de haberlo puesto a caldo borriquero por fascista y pandillero involucionista. Le recuerda que lo mismo es sabido que existen medios más ágiles y discretos que el intercambio epistolar abierto, y lo pone frente a los acuerdos sacados a relucir por Twiter, entre otras lindezas… Mala leche que tampoco falte. Y todo para acabar con la coz en la boca de aplazar la reunión propuesta hasta lo que decida el Rey en su también propuesta… “Una humillación a Feijóo”, se rasgan las vestiduras los del otro “estimado”, sin reconocer que, antes de la carta con sabor a propuesta de reunión… previamente se había reunido in habitáculum con los de Vox.

A Felipe el Sexto es a quién le ha caído la gorda, porque, ¿a quién proponer?, ¿al que ganó y es casi seguro que perderá?, ¿al que perdió y es casi seguro que ganará?, ¿o a él mismo, ya de paso y una vez puesto en solfa?..(yo se lo preguntaría a la Leti). Ninguno es mejor que el otro, dado las amistades a las que se deben, aunque siempre habrá alguno menos malo, y para eso cada cual tiene a “los suyos”… En este punto me acuerdo de aquel amigo que me decía que “cada pulga tiene su perro”. Porque tengan claro que los perros no van a desparasitarse entrambos, que sería lo inteligente, si no que se arrimarán a sus parásitos para hacerse pesar más y que lo nombren reyezuelo tribal… Si se celebran (no veo que a eso se le llame celebrar) unas nuevas Elecciones Generales, ya verán ustedes como la culpa siempre, siempre, será del otro…

Ya sé, y cuento con ello, que en este somero análisis (y no es tal, sino una simple constatación de hechos) me harán la raya a distintos lados con bala de diferentes pistolas, pero es que me da igual. Estoy tan acostumbrado a ello que me llega como la confirmación de que en este país solo vota la infantería de cada ejército, sea quién sea el que sea, o lo que sea, el abanderado de la mesnada. Es ese banderín de enganche, turuta incluido, lo que importa, no el uso que se haga de eso después.

Pero lo que tampoco puedo evitar paralelizar – discúlpenme el palabro – es que, por esas mismas y calenturientas calendas, el novísimo y moderno telescopio Euclid, ha empezado a enviar sus primeras imágenes encaminadas a desvelar una parte de los grandes misterios del Universo… La misión del artilugio, que está situado a un millón de kilómetros de nuestro planeta, es estudiar la energía y la materia oscura. La Agencia Espacial Europea ya aventura y asegura que “los primeros resultados son fascinantes”.

En realidad, eso que llaman “energía” y “materia oscura” es lo mismo. Energía lo es todo, hasta la materia es energía condensada. Lo común de estas dos acepciones es que la energía no suele verse, y la materia esta, al ser oscura, pues tampoco. Sin embargo, ambas dos trabajan desde un mismo propósito y para un mismo fin… Algo así, y a un mal comparar, como la política, si bien en nuestro caso no es política, sino demagogia, que es un tipo, un modelo, de energía, igual impulsada a un determinado fin, por un cada vez más confuso propósito, envuelta en una también materia oscura, pero oscura de saturnidad, que es la partitocracia.

De momento, Euclid ha calculado que, en apenas un tercio del cosmos, o de lo que nosotros entendemos pobremente por “cielo”, se distribuyen unos dos mil millones de galaxias, galaxia arriba, galaxia abajo. Restos y cosas del lejano Big-Bang de Hawkins… Aquí también, cuando explosionó lo que quiso ser una democracia, salieron lanzados al espacioscuro político innumerable cantidad de siglas y agrupaciones que fueron orbitando en torno a un par de estrellas, que luego, un 15-M, quisieron resucitar por lo suyo, para más luego, por la fuerza de la gravedad, venir a ser más de lo mismo. Y todo, de la misma energía primordial…

Pero en nuestro microuniverso no se modifica la Ley D´Hont, ni se hacen segundas vueltas, ni mucho menos se permiten las listas abiertas, con que podríamos aclarar el panorama con una mayor y mejor gobernabilidad… Aquí, no. En el planeta España se prefiere usar toda esa bazofia, que no es ni materia oscura, como pegamento culo-sillón, o Culinón, aunque nos deje sin calzón…

Esas dos cartas del principio tienen todo el sabor de no querer saber nada; el sabor de esa materia oscura que se nota por sus efectos, pero que no se deja ver. Los manejadores de todo el tinglado se dicen a sí, y entre sí, mismos: acho, tío, colega, usémosla como tirachinas del miedo, y nosotros vamos a lo que vamos, que es repartirnos el cortijo. Éstos tragan con lo que le echemos. Y siguen montándose el teatro.

Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com

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