LA AMNISTÍA QUE NOS VIENE
(de El Mundo)
Bueno, pues ahora viene el segundo acto de la primera parte: Una vez conseguido cerrar el nuevo gobierno, proclamándose Sánchez como presidente del mismo, de momento gana la Democracia… y digo esto porque se ha hecho y logrado conforme a lo legalmente establecido y según todas las normas, digan lo que digan, piensen lo que piensen, o griten lo que griten, quienes lo digan, piensen o griten… El partido más votado tuvo su oportunidad, lo intentó y no lo consiguió; luego, después, el turno correspondió al segundo, y éste lo logró. El proclamar cerrilmente que es un fraude, que es ilegal, o un golpe de estado, es un recurso ruín de los que sí que persiguen desbancarlo a través de eso mismo: de un gope de estado dado a través de la ciudadanía, urdiendo manifestaciones violentas con proclamas fascistas.
Dicho esto, ahora vamos a lo otro: el envenenado recado de «la Amnistía«. A ese guisado le queda al menos un año de cocción lenta. A pesar de lo que están largando los vociferantes de antes, a esa empanada le queda mucho horno por delante… Ha de pasar el trámite de la Cámara de los Diputados, donde la frustrada y no sudada oposición se encargará, no sé si cerebral o descerebralmente, de seguir cargando los ánimos de una calle que piensa poco y mal. Luego le espera un Senado erizado de Noes que amenaza con naufragarla, a poco que el «Houdini» de Sánchez no sepa manejar bien la travesía. Después habrá de pasar los filtros de las muchas demandas interpuestas, en su justo derecho, por PP, Vox y comunidades afines a sus fines, como la nuestra; o sea: Tribunal Supremo, el Constitucional, etc… Y, por último, Bruselas habrá de juzgar su contenido y dar el «plácet», como Dios y la UE manda.
No es moco de pavo. Y esta función va para largo, así que más vale que unos y otros serenemos los ánimos en bien de este país al que conocemos por España, aunque yo, viendo lo visto, y lo que aún se ve, no sé si es que no lo conozco o he dejado de conocerme a mí mismo; pero el aparataje montado por extremistras, bendecido por oportunistas, y mantenido por vocalistas (nosotros), la verdad es que me asusta e inquieta – a veces me espanta – por aquello en lo que puede acabar esta melé…
Mas lo cierto y verdad es que, al final de toda esta odisea homérica, donde Ulises se la juega, lo que espera es el encaje de esa ley en la Constitución Española… Una Constitución, a diferencia de las de su entorno europeo, que sí admiten (de hecho las tienen) sus leyes de amnistía, si bien la nuestra no sabe/no contesta. Simplemente no dice ni sí ni no sino todo lo contrario, esto es: no está pero se le espera, uséase que se era: hay que encajarla, hay que hacer constar nuestra ley de amnistía en las posibilidades de la Carta Magna de este país que aún parece estar a medio hacer…
…Y que es donde espera el nudo gordiano of the question, lady´s & gentlmans: Maese Sánchez dispone, si llega sano y salvo tras la singladura, de 179 diputados, digamos «en nómina», si bien una buena parte de ellos son fijos-discontínuos y de muy poco fiar… Vale. Pero es que la propia Constitución señala claramente que se necesitan 3/5 partes para dejarse tocar (solo sí es sí, miren por donde). Así que las cuentas arrojan, al menos, 210 diputados. Faltan aún 31 achuchones para el sobo…. ¿de dónde piensa sacarlos?.. ¡Ah!, misterios de la Cripta.
Esa es la gran e inconmensurable incógnita que aún nadie parece preguntarse ni preguntar a nadie, mientras nos damos de hostias (perdonen) entre unos y otros como los gilipollas de pata negra que somos… A veces me da por pensar que Perisancho, como gran maestro trilero del tatami que es, lo sabía, lo sabe, pero ha usado tal posibilidad como palanca para levantarle los reales a Puigdemont, y luego, llegado el momento, pues Dios y los lares del Psoe dirán… El caso es sentar su apretado culo de nuevo, y eso, de momento, conseguido está.
…O quizá, llegado el caso cuando llegue, intentará burlar el control alegando que no se trata de «modificar» la Constitución, sino de «añadir» a la Constitución, puesto que sabe jugar con la semántica de las palabras como pocos políticos saben para decir que él no ha dicho lo que dijo… O puede que trate de «post-istarla» en alguno de los supuestos, o pre-supuestos, ya existentes en la Carta Magna, y hasta… nada por aquí, nada por alla, et voilá: hacerla aparecer incluso como preconstitucional, si es el caso. Y si no sale la jugada, pues a los dolientes se les dice, compungidos, que se ha intentado, se siente, y también le acompaño en el suyo (el sentimiento).
Y, sin embargo, la incapacidad nacional gentificada olvida que los letrados del propio Congreso avalaron una Amnistía para ser aplicada a Guardias Civiles. En Marzo del 2018, hace cinco añetes, se propuso una Ley de Amnistía para unos guardias civiles sancionados y condenados por defender su derecho de asociación… El equipo de letrados de la Institución contestaron afirmativamente, asegurando que era perfectamente posible, y se recomendaba que «se formulara en otras figuras dentro de la Constitución, como por ejemplo, la Amnistía«… Creo que, a buen entendedor, con pocas palabras más bastaría, como dice el muy español, y revestido de rojigualda, refranero castellano.
Así que esto es lo que hay… Al resto del personal, aprovechando que la ignorancia pasa por la incultura y el Pisuerga por Valladolid, nos han lanzado a una batalla civil que parece una guerra ídem, donde nos están enfrentando entre «leales» y «traidores», cuando nadie es ni lo uno ni lo otro… Ni los que se rebozan de banderaspaña es suya, ni los que no lo hacemos nos consideramos menos españoles que ellos. Y si los que no pueden, porque no saben, pensar, quieren obligarnos a no-pensar como ellos, con el uso de las amenazas, las coacciones y la violencia, entonces sí que es verdad que… «SOS, Houston, tenemos un problema«.
…Y veo poca cordura en esas manejadas y manipuladas manifestaciones, discúlpenme: unos muchos que repiten el mantra inyectado en odio; unos cuantos de desaforados tontos útiles; y unos pocos profesionales de la algarada sacados del cubo de la basura de los nazis, todos juntos, mezclado no agitado, formando el cóktel… Y cada cual con su propia patria enredada en las tripas.
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
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